Entre los días 16 y 18 de septiembre de 1982 y como resultado de una conspiración urdida por los jefes del Ejército israelí de ocupación, los campamentos fueron invadidos por bandas criminales que, con amplio respaldo logístico de las tropas sionistas -incluyendo una profusa iluminación de los campamentos con luces de Bengala- procedieron a masacrar a la inerme población civil. Esa población civil era en su mayoría ancianos, mujeres y niños, provocando un número de víctimas fatales las que, según la procedencia de la información, varía entre los 1.500 y los 3.000. En su furia homicida los criminales no respetaron ni a los animales domésticos y con idéntica saña ametrallaron caballos y perros. Luego procedieron a derrumbar viviendas para sepultar a las víctimas entre los escombros.
La
difusión por los medios de comunicación de esta incalificable masacre
produjo un estremecimiento de horror en la opinión pública mundial y
desde los más diversos sectores se alzaron airadas voces de protesta
clamando el total esclarecimiento de los hechos y el castigo tanto de
los responsables como de sus agentes actores.
ALBERTO CORTEZ CANTA AL GENOCIDIO SIONISTA COMETIDO EN SABRA Y CHATILA
Fusilamiento en Sabra y Chatila
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"Que linda que
era Beirut, para quedarse dormido, con el rumor de los cedros y los mares
azulinos". (Juana Dib)
Entre el 16 y 18 de septiembre de 1982, con la complicidad
de Israel, las fuerzas de la Falange Libanesa masacraron a la población
palestina en los campamentos de Sabra y Chatila. Las tropas israelíes, que en
ese momento ocupaban Beirut y eran comandadas por Ariel Sharon como ministro de
Defensa, permitieron la entrada a los campamentos de las milicias libanesas
para que perpetraran una masacre contra una población compuesta principalmente
de adolescentes, niños y mujeres. Esta masacre mereció la calificación de acto
de genocidio por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas a través de su
resolución 37/123.
Portada de la revista Time del 27 de septiembre de 1982, dedicada a la masacre de civiles palestinos en Sabra y Chatila. |
Sabra y Chatila eran dos campos de las Naciones Unidas para
albergue de los exiliados palestinos, en los arrabales de la ciudad de Beirut,
capital de la República del Líbano.
Estos dos campamentos -como resultado de la invasión israelí
a el Libano y de la posterior evacuación de las tropas de la Organización para
la Liberación de Palestina (OLP) convenida entre las partes, con la
intervención de los Estados Unidos- quedaron bajo control y jurisdicción del
Ejército de Israel, el cual, moral y jurídicamente, era responsable y garante
de la vida de los moradores de esos dos campamentos, de acuerdo con las
Convenciones Internacionales respectivas.
La conspiración
Entre los días 16 y 18 de septiembre de 1982 y como
resultado de una conspiración urdida por los jefes del Ejército israelí de
ocupación, los campamentos fueron invadidos por bandas criminales que, con
amplio respaldo logístico de las tropas sionistas -incluyendo una profusa
iluminación de los campamentos con luces de Bengala- procedieron a masacrar a
la inerme población civil. Esa población civil era en su mayoría ancianos,
mujeres y niños, provocando un número de víctimas fatales las que, según la
procedencia de la información, varía entre los 1.500 y los 3.000. En su furia
homicida los criminales no respetaron ni a los animales domésticos y con
idéntica saña ametrallaron caballos y perros. Luego procedieron a derrumbar
viviendas para sepultar a las víctimas entre los escombros.
La difusión por los medios de comunicación de esta
incalificable masacre produjo un estremecimiento de horror en la opinión
pública mundial y desde los más diversos sectores se alzaron airadas voces de
protesta clamando el total esclarecimiento de los hechos y el castigo tanto de
los responsables como de sus agentes actores.
Comisión Ad Hoc
Mientras el gobierno israelí creó una comisión ad hoc para
investigar lo sucedido en Sabra y Chatila, por otro lado un grupo de juristas
de reconocido prestigio internacional de los Estados Unidos, Canadá, Francia,
Sudáfrica e Irlanda, creó una comisión para investigar las violaciones
israelíes de las leyes internacionales en el Líbano. Presidente de la comisión
fue designado el poeta irlandes y Premio Nobel de la Paz, Sean Mac Bride.
Comisión
internacional
Empero y mientras la comisión ad hoc israelí resultaba ser
nada más que un subterfugio para enmascarar y diluir responsabilidades y una
válvula de escape para la creciente presión de la opinión pública, la comisión
internacional presidida por Sean Mac Bride ponía en descubierto todos los
detalles de la confabulación urdida para perpetrar tan horrendo crimen.
Misión de la Liga de los Estados Arabes
Fte: Enciclopedia Virtual Metapedia
ALBERTO CORTEZ CANTA AL GENOCIDIO SIONISTA COMETIDO EN SABRA Y CHATILA