La golpista Bonafini y la cobardía de Avruj, Garavano y Peña
Furia golpista de Hebe de Bonafini. Ella dijo en Plaza de Mayo:
“No hay que dejárselas tan fácil. Cuando ellos vienen por todo, nosotros
nos tenemos que atar, atrincherarnos y no dejarlos. Que les cueste, que el
mundo se entere. Yo hago cinco reportajes por día para que todos sepan lo que
ocurre. La gente no entiende lo bien que estábamos con Néstor y Cristina y cómo
estamos ahora. Ellos necesitan muchos desocupados para que los que quedan con
trabajo no protesten. Y necesitan acusar a Cristina y que no pueda presentarse
como candidata. Ese es el plan de estos tipos. Nosotros no tenemos que
permitirlo. Debemos juntarnos, hablar, protestar porque Cristina es demasiado
grande para poder ensuciarla. Y lo que creo, compañeros, es que Macri no va a
llegar, no termina ni loco su mandato. Tiene ataques de nervios, pánico y puede
copiar lo que hacen en algunos países pequeños: llegan, matan de hambre, dejan
a la gente sin trabajo, destruyen a la industria y cuando les va mal, como le
está yendo a Macri, ya tienen otro candidato para poner en la Presidencia y que
termine el mandato. Ese tipo es Ricardo Lorenzetti.”
Por EDGAR
MAINHARD
19/05/2015:
Cristina Kirchner en el Sitio de Memoria ESMA, ubicado en el edificio del ex
Casino de Oficiales junto a Estela de Carlotto y Hebe de Bonafini. Foto NA:
DANIEL VIDES
“Hoy,
las Madres nos están ayudando en algo fundamental que es la afiliación al PJ.
Respetando sus 39 años de lucha, ellas nos están guiando para poder tener
muchos afiliados en las próximas elecciones. El peronismo debe quedar
encolumnado dentro del Frente para la Victoria y para eso tenemos candidato
para conducir el partido y es el compañero Guillermo Moreno. Nuestra
consigna es: con el peronismo no alcanza, pero sin el peronismo no hay Frente
para la Victoria. Ese Frente que está conducido indudablemente por la compañera
Cristina Fernández de Kirchner, como quedó claro el 9 de diciembre cuando
millones de compañeros la vinimos a escuchar a esta plaza. A nosotros nadie nos
va a poner a un tipo desde Davos, el peronismo debe estar conducido por
peronistas”,
Alejandro
López a Hebe de Bonafini,
Plaza de
Mayo, jueves 28/01/2016.
por
EDGAR MAINHARD
El ladriprogresismo (Hebe de
Bonafini es un ejemplo al respecto, fiel exponente desde Sueños
Compartidos y otros emprendimientos de la decadente Era
K, de los beneficios del abuso de las supuestas virtudes del progresismo) ha
decidido apostar al golpismo, al menos en su
discurso, por ahora.
¿O acaso
no es golpismo afirmar que Mauricio Macri no concluiría su mandato
constitucional cuando el Presidente elegido por el voto popular todavía no
cumplió 60 días de gobierno?
En
verdad, tanto Hebe de Bonafini como Estela de Carlotto, quien
también abundó en críticas a la nueva Administración porque la
sospechada de corrupta Milagro Sala se encuentra detenida,
comparten el enojo porque ellas temen que los subsidios,
prebendas y excesos que obtuvieron durante la Era K sean interrumpidos en la
nueva etapa institucional.
Es
triste pero no puede ocultarse la verdad: los llamados 'organismos
defensores de derechos humanos' fueron corrompidos
durante más de 1 década, prostituidos, convertidos en una complaciente
extensión del poder político, utilizados para la construcción de un
discurso partidario, al punto de perder de vista su misión, y ahora terminan
desgarrándose las vestiduras en defensa de 'la caja'.
La
coyuntura confronta a Mauricio Macri con los límites verdaderos de su discurso de
no confrontación y búsqueda de consensos. En verdad sólo se puede
acordar con quien desea hacerlo. Así como para pelear hacen falta, por lo
menos, dos, para armonizar se precisa que las partes acepten un denominador
común. Es evidente que con el Mundo K resultará imposible convivir porque
ellos han esbozado una estrategia de conflicto permanente desde los días cuando
gobernaban la Argentina, y decidieron mantenerlo como oposición. No conocen
otra forma de desenvolverse en la política.
Hasta
ahora, Macri ha intentado huir de cualquier conflicto con el ladriprogresismo.
¿Hubiera
llevado Macri a prisión a Milagro Sala, tal como hizo el gobernador jujeño
Gerardo Morales? A Macri le quedan 45 días para llevar a prisión a alguna gente K.
Luego, al cumplir 90 días sin corruptos detenidos, no faltará quien comience a
acusarlo de cómplice, y la propia opinión pública lo
responsabilizará por cuestiones que provocaron los K.
¿Por qué
sucede esto?
Por un
lado, porque el Presidente carga con ese falso estigma que le
transmite Jaime Durán Barba acerca de lo negativo que resultaría para su imagen
pública la percepción de que él es de derechas. El
marketinero ecuatoriano daría casi una porción de sus importantes ingresos
mensuales si así obtuviera un Macri socialdemócrata, y ha
insuflado a varios del PRO ese sentido de culpa por adherir a
ideas conservadoras.
Por otra
parte, porque el Presidente carece de una política alternativa sobre
derechos humanos. El estilo de Macri es intentar presentarse como un pragmático que
trabaja sobre medidas concretas de acción, en vez de elucubrar planes o
formulaciones amplias. La demostración más evidente de que no hay un discurso
sobre derechos humanos acaba de ocurrir: Darío Lopérfido
reivindica lo que ya dijo Rosa Graciela Castagnola de Fernández Meijide en su
libro "Eran humanos, no héroes" (2013,
Editorial Sudamericana). Pero Lopérfido fue desautorizara por la propia
Administración Macri.
La ex
líder de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos comprobó los casos
de 7.030 personas como víctimas de desaparición o ejecución sumaria y 924 con
datos incompletos que resultan 7.954 registrados.
En el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, en la Costanera
porteña, son 8.875 personas, porque hay nombres anteriores
al golpe de Estado de 1976.
Sin
embargo, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, con la
aprobación del ministro de Justicia, Germán Garavano, y del
jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña,
desautorizó a Lopérfido, aceptando participar de un enorme error histórico que
pone en duda su idoneidad para el cargo.
Avruj,
ex director ejecutivo de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas
(DAIA), debería leer cierto
artículo que hace tiempo escribió el periodista e historiador Ceferino Reato sobre
este tema, cuando él precisó: "(...) A esta altura, sostener
que los desaparecidos fueron 30 mil es convertir a ese problema en insoluble,
en una bandera que sirve para hacer política con los derechos humanos pero nada
más. Además de esa razón de política práctica, hay una cuestión de fondo
para saber cuántos fueron los desaparecidos: es la verdad.
(...)".
La
cuestión de los 30.000 es parte de la construcción del relato K, y si
Avruj/Garavano/Peña lo legitiman, y provocan que Macri adhiera al
error, se frena la deskirchnerización imprescindible que necesita transitar la
sociedad argentina. La deskirchnerización no es un debate sobre
economía, tal como pretende presentarlo el Mundo K. La deskirchnerización
es una formidable batalla cultural que, si
la Administración Macri no se atreve a dar, se encontrará condenada
a la erosión de gente como Bonafini, situación que pronostica un
final abrupto, maldad que apunta a comparar al Presidente con Fernando
De la Rúa.
Por lo
tanto, el golpismo de Bonafini no debería pasar desapercibido. Pero
tampoco la ausencia de comprensión del fondo de la cuestión que evidencian Avruj/Garavano/Peña.
Además, una lástima porque es un tema que la base electoral de Macri (que
trasciende a Macri) sí estaría dispuesta a debatir.