Hágase su voluntad. Por Nicolás Márquez
Ahora que ese esa suerte de eslabón
perdido darwiniano (que para abreviar llamaremos “dirigente
kirchnerista”) y que responde al nombre de Milagro Salas cayó en
desgracia, se nos informa desde los grandes medios de comunicación que
desde su celda en Jujuy, la susodicha ha decidido por sí y ante sí
iniciar una “huelga de hambre”, en señal de protesta puesto que, al
parecer, ahora que la Argentina recuperó la democracia recaería sobre
ella y su pandilla indigenista todo el legítimo peso de la ley.
Pues bien, es hora de que nadie se
entrometa y se le permita a la asaltante de marras hacer enteramente su
voluntad. Nosotros no tenemos ningún derecho a desalentar o interferir
en tan personalísima decisión.
La naturaleza es sabia y si ella decide hacer huelga de hambre, pues entonces la naturaleza decidirá qué hacer con ella.