Publicado por Revista Cabildo Nº 115
Meses Noviembre-Diciembre 2015-3era.Época
RELATOS
Santiago FINISTERRE
Remando
contracorriente
ESTA
mañana temprano, mirando con ojos lagañosos las noticias de la tevé (insalubre
costumbre si las hay), percibí cuánto hemos avanzado en materia denunciatoria
de la corruptela K. No pasa día en que se descubra alguna matufia nueva, algún
que otro negociado, tres asesinatos por aquí, un latrocinio por allá... Es cosa
digna de verse cómo todos los días se suma una nueva voz rebelde al concierto
opositor. Lo gracioso es que en general el díscolo ha salido de las prietas
filas oficialistas poco tiempo antes como es el caso, v.gr., de José
"Pepe" Nun, el ponderadísimo intelectual gramsciano que viene
intelectuando desde aquellos gloriosos días en los que su paisano, don Marcos
"el marrano" Aguinis, forjó la revolución cultural en el desgobierno
del difuntísimo Alfonsín. Ahora resulta que al Pepe le saltó la chaveta anti K.
¡Bien por él!
Todo
eso me hizo acordar a la última charla que mantuve con mi primo, ya saben, el
fraile. Fue el domingo pasado después de misa cuando fuimos al río a tomar unos
amargos.
El
cura sacó del baúl de su R12 la vieja reposera -hecha hilachas por la
impenitente Mora, la vieja bóxer que lo acompaña a todos lados- y se sentó con
un suspiro de satisfacción al tiempo que me largaba una mirada impaciente por
la tardanza del primer mate.
Ya
en danza el calabaza nos predispusimos a disfrutar de la mañana que por lo fría
y gris más parecía de invierno que de primavera.
Y
así las cosas, entre mate y mate, vimos acercarse la figura de un remero
(kayakista, dirían en el ambiente especializado) que, en medio del río y a
contracorriente, avanzaba denodadamente. Poco a poco se acercó a nosotros y
cuando llegó a nuestra altura pude ver que en su rostro enrojecido por el
esfuerzo se insinuaba una leve sonrisa. El hombre lo estaba disfrutando. Una
palada tras otra, dadas con alegría y convicción, y el botecito que avanzaba a
duras penas, yendo de izquierda a derecha por efecto de la corriente
caprichosa. Parecía que no avanzaba y sin embargo, a pura palada, fue remando
hasta perderse en el siguiente recodo del traicionero Limay. Luego, el silencio
apenas interrumpido por el sonido monótono de la corriente acrecentada por el
viento matinal.
Pasamos
unos minutos en completa mudez. Yo cada tanto mirando a mi primo de reojo y él
con los ojos fijos en un remolino del río.
-Hoy
-la voz atronadora del cura me sobresaltó- es políticamente correcto ser
antiK.,
Me
sorprendí preguntándome -como seguramente lo hacen ustedes ahora- a cuento de
qué venía aquello.
-Sí,
como le digo m'jito -el cura siempre me dice así, aunque apenas me lleva diez
años- ser antiK es políticamente correcto. Es progre hablar mal de Cristina y
sus secuaces.
Pero, primo...
eh, Padre -rectifiqué ante su
mirada ceñuda-¿le parece? Mire que
todos los zurdos están con ellos.
No
-me amonestó con la mirada por interrumpir su hilación- primero, no todos los
progres son zurdos aunque sí la inversa. A ver dígame, ¿le parece que Macri o Massa
son zurdos? No, ¿no es cierto? Pero sí
son progres.
No
pude menos que estar de acuerdo. -La cosa es que cada vez hay menos progres que
blasonan de KK's. Los progres -es decir, ese conjunto homogéneo por lo sórdido
y los objetivos pero heterogéneo en sus formas- estuvieron con ellos mientras
les duró el poder casi omnímodo que ostentaron pero que ahora se les está
diluyendo. El enemigo, m'jito, está migrando a oíros lugares del poder. Es lo
que hace siempre, luego de explotar todo lo posible el nicho que los alberga.
El
fraile ha de haber atisbado cierto escepticismo en mi rostro pues chistó fuerte
y se acomodó en la reposera con algún fastidio.
¿Se
acuerda usted lo que dijo el adefesio moral pseudo mujeril que lleva por nombre
María José Lubertino?: "Aprovechemos este ratita de poder". • ¡Y vaya
si lo aprovecharon! Mire todas las
leyes inicuas que sacaron, los desmadres que provocaron en la comunidad, mire cuánto han promovido la insolencia de
los jóvenes, cuánto estimularon a los delincuentes, fíjese cuánto avanzaron en
hacer cundir la desesperanza. Pero ese
ratito de poder con los kk's se les está terminando. Ahora resulta que advierten que los
kristinistas son corruptos, malos
funcionarios, agresivos, atropelladores
de las instituciones (sobre todo de las más importantes de la República que,
como todo hijo de vecino sabe, son los Medios y la runfla judicial). Nosotros
siempre supimos que son todo eso y muchísimo más pero estos que (aparentemente)
ahora lo descubren, que ahora les sueltan la mano, ya ven venir el cambio de
figurita. O mejor, son ellos los que
están preparando el terreno para el próximo prócer que será más democrático,
más pluralista, defensor a ultranza de los medios masivos, los derechos humanos, la cosa de género y
así.
¿Ese
prócer puede ser el manco... ehhh, quiero decir Scioli?
No
hay problema con lo de manco, m'jito, el tema es que hay mancos ilustres
—recuerde a Cervantes o a Millón Astray- y mancos morales, además de físicos.
Pero
sí, puede ser el manco Scioli el próximo prócer del progresismo. Pero sea él o no, los cierto es que se nos
viene una más brava todavía. ¡Imagínese que hoy la
presidencia
interina del procerato la ejerce el gordo Lanata, que durante los últimos
treinta años no ha dejado maldad por hacer! Imagínese que fundó esa bazofia de
"Página -12" con plata de Gorriarán Merlo, es decir, mitad de los
secuestros extorsivos y mitad aporte de la Fundación Ford. ¡A buen puerto vamos
a llegar con próceres así!
Me
quedé boquiabierto con la larga monserga del primo que no suele ser tan pródigo
de palabras y apenas alcancé a balbucear algo como: "¿Y qué hacemos?"
-
¿Qué hacemos? -el cura me miró con desaprobación- ¿y yo qué sé? Ya verán
ustedes. Yo hago lo que tengo que hacer, por el bien de las almas, es decir,
administro sacramentos, rezo por la patria, leo el Evangelio y a Castellani. Lo
de rigor, digamos. Ustedes no sé. Lo que le digo es que, siendo que estamos mal
con estos protervos kk's, no estaremos mejor cuando desaparezcan, ya porque
terminen presos (cosa difícil de verdad) o porque se vayan a las Islas Vírgenes
a disfrutar de la plata malhabida. Pronto serán un recuerdo difuso ante la
urgencia del momento, de aguantar cómo se pueda a los próximos miserables.
Entonces...
¿hay que votar a los K's en octubre?, arriesgué precavido.
Entrecerró
los ojos y me miró fijamente, como preguntándose si realmente somos familia. Y
al fin, suspiró y volvió a mirar al río.
No
m’jito -dijo casi con rechinar de dientes- lo que quiero decir es que hay que
hacer como el remero de hace un rato: remar con alegría, dar palada
tras palada
con
una sonrisa por estandarte, a veces -si se puede- usar el remo como arma y
otras -las más- seguir así contracorriente, dándole batalla al río y sus
remolinos traicioneros.
No
le entendí bien la metáfora pero ante la duda me callé y le extendí otro mate,
aunque un poco lavadito para su gusto. •