JUAN CARLOS MONEDERO
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En respuesta al artículo “En la trinchera de la ciencia, un cruzado contra la religión. Richard Dawkins”, de Martín De Ambrosio, publicado este domingo en el Suplemento Ideas del diario La Nación. Link: http://www.lanacion.com.ar/1860312-biografiaen-la-trinchera-de-la-ciencia-contra-la-religion-richard-dawkinsSe agradece difusiónJuan Carlos Monedero (h)
Problemas de la teoría de la evolución
Sr. Director:
A propósito del artículo “En la trinchera de la ciencia, un cruzado contra la religión. Richard Dawkins”, publicado este domingo en su Suplemento Ideas, quisiera hacer algunas puntualizaciones a fin de contribuir al debate sobre la teoría de la evolución. El desarrollo gradual –postulado por el neo-darwinismo, del cual Dawkins es apóstol principal– tiene sus dificultades. Por ejemplo, tomemos la “excelente pregunta” del científico evolucionista Stephen Jay Gould, mencionado en el artículo de marras: ¿De qué sirve el 5% del ojo?
Pensemos la evolución del ojo humano:
hasta formarse por completo, este órgano pasaría por sucesivas etapas
evolutivas. Antes del 100%, sería el 70, el 30, el 5 y en algún momento habría
sido solamente el 1% de su estructura final. Ahora bien, el ojo humano necesita
para su pleno funcionamiento que todas las partes del mismo estén perfectamente
formadas. Esto significa que en la casi totalidad del proceso evolutivo que,
paulatina e infinitesimalmente, iría transformando un ojo menos complejo en
otro más complejo, este semi-ojo no funcionaría. Sería inservible en más
momentos (muchos más) que en lo que sería útil. El problema es que la teoría
sostiene que la evolución mira a la utilidad de los órganos.
La Paleontología tampoco respalda la
teoría de la evolución, dado que esta disciplina documenta de manera positiva:
1) La ausencia de formas intermedias (los eslabones
perdidos); y 2) El hallazgo de especies fósiles muy complejas que aparecen repentinamente
en el registro, especies imposibles de conectar con formas anteriores mucho más
simples. El problema consiste en que, según la teoría, los eslabones perdidos
deberían ser una cantidad inconcebible, dado que la evolución ocurre muy
lentamente. Pero los eslabones, que debieran ser innumerables, no aparecen; la
teoría de la evolución predice además que las especies no pueden dejar de
cambiar. Pero la Paleontología registra en todas partes y en todo lugar formas
fósiles que no cambian a lo largo de cientos de miles y millones de años.
Juan Carlos Monedero (h)
DNI 31.915.771