viernes, 22 de enero de 2016

El Perro de La Tablada: a 27 años del atentado terrorista. Por Sebastián Miranda










El Perro de La Tablada: a 27 años del atentado terrorista. Por Sebastián Miranda


El 23 de enero de 1989 a las 6.15 de la mañana aproximadamente 46 terroristas del autodenominado MTP (Movimiento Todos por la Patria) embistieron el portón de entrada del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 General Belgrano de La Tablada. Rápidamente los subversivos se dispersaron por el interior del cuartel intentando tomar las sub-unidades donde chocaron con una fuerte resistencia por parte de los escasos efectivos militares que se encontraban presentes. Alertada por un soldado, la Policía de la Provincia de Buenos Aires cercó el cuartel. A las pocas horas llegaron las unidades del Ejército Argentino y otras fuerzas recrudeciendo los combates entre los atacantes que se atrincheraron en la Guardia de Prevención, la Compañía “B” y el Casino de Suboficiales. El combate se prolongó durante casi 27 horas hasta que finalmente, a las 9 de la mañana del 24 de enero, los guerrilleros sobrevivientes se rindieron. Como resultado de del mismo fueron abatidos 28 terroristas, las fuerzas argentinas tuvieron 9 muertos y más de 60 heridos.
       

Más allá de los sucesos en lo militar, se destaca la complicidad de varios funcionarios de la administración de Raúl Alfonsín en la planificación y ejecución del ataque. Como en toda operación política, fue necesaria una preparación psicológica previa. Los asaltantes argumentaron que intentaron detener un golpe de Estado que después reconocieron nunca existió. L
a campaña para denunciar el inexistente golpe de Estado, fue llevada a cabo desde la propia revista del MTP, Entre Todos. Los que queremos la liberación y desde el diario Página/12 que les brindó amplios espacios. La confirmación sobre la falsedad de la hipótesis del golpe de Estado llegó de la mano del testimonio, posterior al ataque, de uno de los guerrilleros que participó en el asalto, Sergio Paz:

      “(…) Nosotros armamos la operación y el objetivo era salir con los fierros, apuntar a todos los oficiales y patear el tablero político. Sobre la base de una situación de masas favorable y ante un gobierno débil, la decisión era pelear contra los milicos. Y la decisión de hacerlo en ese momento me parece correcta. Pero nosotros no fuimos a La Tablada porque ahí había un levantamiento; fuimos porque sabíamos que era un objetivo militar importante y con muchas posibilidades de ser copado con el grupo que éramos”.[1]

      En sus Memorias Enrique Gorriarán Merlo afirmó:

       “Intentábamos provocar un debate público y desalentar el levantamiento para no llegar a la confrontación violenta. Pero la decisión final, si fracasaba esa pretensión no era sencilla. Por otra parte poníamos en juego otros proyectos encarados cuando ni siquiera pensábamos en llegar a una situación como la que estábamos viviendo. Entre esos proyectos, el principal era la creación de Página/12 (…) A los efectos de evaluar, coordinar las cosas más gruesas e intercambiar algunas reflexiones, en dos oportunidades participé en reuniones con Fernando, Jorge, Hugo y Pancho (…). A partir de este segundo encuentro, Roberto “Gato” Felicetti (…) se incorporó a trabajar en el proyecto Página/12. Roberto  -mientras “Quito” Burgos y Martha Fernández se hallaban abocados a intensificar relaciones internacionales– estaba también a cargo de la revista del MTP, Cuadernos de Entre Todos (…). De los proyectos editoriales que impulsamos, sólo en Entre Todos se revelaba abiertamente nuestra participación. En Página hubiese sido contraproducente (…) Por eso, ante un eventual fracaso, nos ocupamos de controlar que nada comprometedor para nadie quedara evidenciado. Página/12 tuvo su campaña, pero pudo seguir, y ningún otro que tuviera relaciones políticas con nosotros sufrió consecuencias”.[2]

Declaraciones de Frondizi La Prensa 19 sept 1989 Nro 41435   Portada del diario

      En otras palabras, siguiendo el testimonio de G. Merlo, Página/12 fue un diario fundado por terroristas. Roberto Felicetti, actual funcionario de la cuenca de saneamiento Matanza-Riachuelo, era un veterano cuadro del ERP que había estado preso por el asesinato de un empresario pesquero en Mar del Plata y por dirigir el aparato militar de la organización en esa ciudad:

      “(…) Roberto Felicetti usaba el alias de Francisco cuando integraba la célula del ERP, desbaratada en esa ciudad [Mar del Plata] en abril de 1975. Por entonces, Felicetti tenía 21 años y se lo acusó del copamiento de la localidad de Bartolomé Bavio en el partido de Magdalena, el 28 de junio de 1974; de programar el asesinato del entonces juez federal de Mar del Plata, González Etcheverry y en varios ataques a policías. Pero se lo involucró directamente en el asesinato del industrial pesquero Antonio Dos Santos Laranjeira, crimen perpetrado el 14 de diciembre de 1974. Roberto Felicetti fue condenado a ocho años de prisión en 1980. Estaba detenido desde abril de 1975. Recuperó su libertad en forma condicional en 1981, tras un pedido de hábeas corpus hecho en su favor. Integraba la comisión política del MTP”.[3]

       Francisco Provenzano provenía de una familia de origen radical y se incorporó al ERP donde militó junto a Oscar Ciarlotti, pareja de la hermana de Enrique Nosiglia, Magdalena, también integrante del ERP “(…) Francisco Provenzano fue detenido en enero de 1974, tenía 21 años, portando armas, explosivos y panfletos del ERP (…)”.[4] Un hermano suyo, Julio César (alias Servio) también perteneció al ERP muriendo mientras intentaba colocar una bomba de gelinita en el baño de tropa, para asesinar a sus compañeros de conscripción, del edificio Libertad.[5] Carlos Burgos, alias Quito era un veterano de Uturuncos y Montoneros y director de la revista  Entre Todos, al igual que Provenzano murió en los combates. R. Felicetti fue condenado por medio de la ley de defensa de la democracia solo para ser posteriormente indultado. Una cuestión de gran importancia fue el financiamiento, ¿de dónde obtuvieron los fondos para solventar el proyecto? Nuevamente fue Enrique Gorriarán Merlo el que dio la respuesta:

       “La solución de la parte empresaria comenzó a vislumbrarse cuando Pancho le hizo el planteo a Fernando Sokolowicz, a quien conocía por su militancia anterior –también en el PRT–ERP– [en realidad era de las FAL] y con quien había mantenido frecuente contacto desde los últimos días de la dictadura, cuando Fernando desarrollaba una intensa actividad en el Movimiento Judío por los Derechos Humanos (…). A los efectos de evaluar, coordinar las cosas más gruesas e intercambiar algunas reflexiones, en dos oportunidades participé de reuniones con Fernando, Jorge, Hugo y Pancho (…). A partir de este segundo encuentro, Roberto “Gato” Felicetti, el tercer compañero en enterarse de algo que por las razones que alegué antes manteníamos en reserva, se incorporó a trabajar en el proyecto Página/12. Roberto –mientras Quito Burgos y Martha Fernández se hallaban abocados a intensificar las relaciones internacionales– estaba también a cargo de la revista del MTP Cuadernos de Entre Todos”.[6]

       El diario Página/12 aparece -de acuerdo a los testimonios del líder guerrillero-, como una fundación de ex miembros de organizaciones subversivas que nada tienen que ver con el sistema democrático. Mientras un grupo de escritores, los de superficie, expresaban abiertamente sus pensamientos en la publicación, otro grupo, el de los prófugos de la Justicia, el de los que tenían pedidos de captura por actos insurreccionales y de terrorismo, lo hacían en forma encubierta. Como dije anteriormente, en los meses previos al ataque, desde diversos medios se difundió la hipótesis de un golpe de Estado encabezado por Mohamed Alí Seineldín, Carlos Menem y Lorenzo Miguel. El senador salteño Horacio Félix Bravo Herrera en su obra La guerrilla de papel afirmó:

      “La cuidadosa campaña de preparación psicológica previa al operativo guerrillero, desarrollada principalmente a través de artículos firmados por Horacio Verbitsky y de otras notas aparecidas en Página/12, potenciada a partir de la denuncia de un presunto pacto entre Carlos Menem y Mohamed Alí Seineldín, y explotada ruidosamente con las declaraciones del dirigente del MTP Jorge Baños, divulgadas mediante extensos reportajes propalados por todos los noticieros de los canales estatales de televisión, coincide en su intencionalidad con el montaje armado originariamente por el MTP el mismo día del operativo  (…)”.[7]

      El 3 de noviembre de 1988 Horacio Verbitsky cuestionó al gobierno por su tratamiento de la cuestión militar en una nota titulada La política del avestruz. Al respecto Horacio Bravo Herrera dijo:

      “(…) Horacio Verbitsky cuestionaba la constitución de un gabinete militar de crisis porque algunos de sus miembros habían participado en la guerra sucia, con un tono tal, que llevaba no a promover rectificaciones si fueran necesarias, sino a ahondar el enfrentamiento entre la sociedad civil y la castrense (…)”.[8]

      Ésta sería -y es- una práctica común y constante del periodista, la agresión permanente contra las Fuerzas Armadas, formando parte de un proceso de desgaste de las instituciones fundacionales de la Argentina. Recordemos que la revista Entre Todos auspició la reedición del libro Ezeiza de la editorial Contrapunto de Eduardo Luis Duhalde de 1985. H. L. Duhalde fue abogado defensor de terroristas, tramitó el acceso a Cuba de los subversivos fugados del penal de Rawson en 1972, fue fundador del MTP y Secretario de Derechos Humanos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández hasta su fallecimiento en 2012.

      El 17 de diciembre de 1988 el diario Página/12 recogió una solicitada del MTP. La misma fue firmada por la Mesa Directiva de la agrupación, por el terrorista prófugo de la justicia nacional Enrique Haroldo Gorriarán Merlo, por Jorge Baños, Carlos Alberto Burgos, Fray Antonio Puigjané, Roberto Felicetti y Francisco Provenzano. En la solicitada a la que Página/12 le dio un amplio espacio la cúpula del MTP sostuvo:

      “Amnistía, indulto, corte de juicios, pacificación, son lo mismo. Son la solución política que propone Alsogaray. Y que tiene eco en ciertos dirigentes antipopulares o antidemocráticos, del radicalismo y del peronismo. El pueblo vuelve a luchar por la democracia. Es a él a quien hay que agradecerle, no a las Fuerzas Armadas. Hombres y mujeres del pueblo, hambreados por el Fondo Monetario Internacional y por el Plan Primavera, defraudados en Semana Santa y Monte Caseros, negados por políticos corruptos, salieron igual a defender la vida y la democracia contra los militares asesinos. Como todo esto no terminó, el pueblo sabe que tiene que confiar en sus fuerzas y estar alerta para aislar a los insurrectos. Para impedirles, mediante la Resistencia Civil, que atenten contra la democracia (…). La Patria necesita un gobierno del pueblo, sin militares asesinos ni políticos corruptos. El pueblo, este pueblo argentino merece la victoria”.[9]

      Al igual que había ocurrido en el caso de la nota de Horacio Verbitsky, el MTP alentó la resistencia civil. El pueblo debía confiar en sus fuerzas y estar dispuesto a organizarse para enfrentar un supuesto golpe militar que contaba con la complicidad de los políticos corruptos. El MTP -la vanguardia revolucionaria de las masas- se consideraba representativo del pueblo argentino autoadjudicánose mesiánicamente una representación que nadie le había dado.

      . Ese mismo día Página/12 publicó una nota de Horacio Verbitsky donde el periodista afirmó:

      “(…) Los sediciosos estarían en condiciones de controlar el Ejército en 1989 y entonces imponer sus condiciones o destituir a las autoridades legales (…). La sociedad parece cada día más dispuesta a tomar su destino en sus manos y ejercer la democracia sin aceptar más tutelas, ni de los carapintadas ni del gobierno”.[10]

Nota Verbistsky  Nº 20 1986

      Denunció, tal como lo venía haciendo el MTP, la existencia de una conspiración militar en marcha. Si nada se hacía entonces los carapintadas destituirían al gobierno mediante un golpe de Estado, tal como lo planteaba el MTP. Desde su visión el destino de la sociedad estaba en sus manos y ésta ejercería una democracia sin la tutela del gobierno. Es la misma idea que expresaban Francisco Provenzano, Carlos Burgos y Enrique Gorriarán Merlo. Horacio Verbitsky era un asiduo columnista de Entre Todos desde su primer número. Una vez producido el ataque, César Arias, apoderado del justicialismo, denunció que Horacio Verbitsky había sido contratado por el gobierno radical para dirigir un equipo periodístico destinado a apuntalar la campaña de la UCR frente a las próximas elecciones presidenciales.[11]

      . El 31 de diciembre Página/12 publicó una nota firmada por Horacio Verbitsky bajo el título Cómo se suicidan las democracias donde afirmó:

      “Indicios de diversas fuentes señalan que el coronel Mohamed Alí Seineldín está dispuesto a intentar nuevamente el golpe de Estado en enero, y la insistencia de Caridi, hasta el día de su despedida, en aclarar que los rebeldes no se proponían tomar el poder, abre un interrogante sobre la extensión de las adhesiones que podían recoger los golpistas”.[12]

      El asiduo columnista de Entre Todos dio por sentado que estaba en marcha un golpe de Estado, a realizarse en enero tal como lo sostenía el MTP, y que las acciones de los militares estaban destinadas a terminar con el gobierno de Raúl Alfonsín. Sin embargo no indicó de dónde sacaba la información sobre el golpe. Jorge Baños integrante del CELS, entidad que preside H. Verbitsky, participaría y moriría en el asalto al cuartel días más tarde.

      Eran demasiadas coincidencias. Para el senador justicialista Horacio Félix Bravo Herrera las denuncias del periodista formaron parte de la maniobra orquestada por la Coordinadora y el MTP para desprestigiar a Carlos Menem:

      “(…) ¿No configuraba toda esa información el eje argumental tanto para justificar la denuncia de Baños contra Menem así como también la acción violenta en supuesta defensa de la democracia que se desataría después? ¿Y esa interpretación es la correcta, no está claro que la denuncia de la conspiración Menem–Miguel–Seineldín y el ataque al Regimiento 3 de Infantería eran las piezas básicas del Operativo Anillaco desatado por la inteligencia de la izquierda radical para tratar de frenar la marcha ascendente del candidato peronista? Y todavía hay lugar para una tercera pregunta: ¿No queda demostrado que Página y Horacio Verbitsky eran ideólogos del MTP y aliados del alfonsinismo en esta emergencia?”.[13]

      El funcionario justicialista consideró que existió una connivencia entre el MTP y la administración alfonsinista, inclinándose por la hipótesis de participación de la Coordinadora en el ataque. Puede observarse con claridad la acción concreta de Página/12 –recordemos los orígenes del diario- y Horacio Verbitsky difundiendo la información sobre un golpe de Estado en marcha que no existía y que en definitiva fue el casus belli que el MTP utilizó para justificar sus acciones.

      El 4 de enero el diario Página/12 publicó una extensa columna firmada por Pablo Bergel en la que afirmó:

      “La democracia no es indefensa: la vuelven indefensa quienes vacilan y renuncian a la iniciativa y movilización. Lo más impactante de la última sublevación militar no fue su poder y despliegue propio sino la declaración de impotencia reiterada de los supuestos jefes leales y la parálisis de la clase dirigente ante la emergencia. Hasta un intendente o un comisario de pueblo tiene la obligación inexcusable de movilizar los recursos a su alcance (se trate de topadoras para bloquear caminos; cuadrillas municipales que corten luz, agua y teléfonos a los insurrectos, etc.). Es ante este anuncio de la clase política y funcionarial, que surge desde la sociedad civil la iniciativa de resistencia democrática. Una de las primeras tareas debería ser la de revertir el sentimiento de indefensión y de impotencia frente al autoritarismo, que es el principal saldo negativo de los últimos episodios (…). Para ello podría convocarse a una jornada de resistencia civil, con la participación de los partidos democráticos, CGT, organismos de derechos humanos, movimientos barriales, sociales, culturales, cooperativas, etc. (…). Cada grupo de resistencia tratará de establecer en su área de influencia una hipótesis de amenaza a la democracia, y referenciar sus acciones, grandes o mínimas, en relación con dichas hipótesis elaborando diagramas de contingencias factibles (desde organizar circuitos de comunicación antigolpistas, caceroladas, guarderías para contener a los niños cuyos padres están en otras tareas, hasta ocupación de edificios públicos, reforzamiento de guardias sanitarias, bloqueos de caminos, sentadas pacíficas ante los cuarteles y destacamentos (…)”.[14]

      La nota seguía las ideas del MTP y de Horacio Verbitsky. Abiertamente cuestionó la autoridad del Estado en cuanto a las cuestiones de seguridad interior, dejando ésta en manos de los civiles organizados por su propia cuenta con consecuencias difíciles de prever. ¿Qué persona puede considerar que estas situaciones son controlables?, ¿qué garantías había -como de hecho ocurrió tantas veces en nuestra Historia- de que la situación no fuera aprovechada por grupos que pueden ser desde bandas de delincuentes comunes a las agrupaciones políticas para sacar rédito del caos que se generaría? Por otra parte, ¿qué evidencias, más allá de las denuncias del MTP, existían sobre el golpe de Estado en marcha para incitar a este tipo de conductas con consecuencias tan difíciles de prever? Y esto era transmitido por un diario fundado, de acuerdo a las declaraciones del propio Enrique Gorriarán Merlo, por ex integrantes de las organizaciones armadas terroristas.

Caidos en La Tablada

      El 17 de enero de 1989 el diario Página/12 publicó las opiniones de Carlos Alberto Quito Burgos, miembro de la Mesa Directiva del MTP, donde confirmó los dichos de Jorge Baños en una nota titulada Un secreto a voces y volvió a sostener que el día 24 de enero se produciría un golpe de Estado:

      “El Movimiento Todos por la Patria anunció un nuevo intento golpista encabezado por el coronel Mohamed Alí Seineldín con el apoyo del candidato justicialista Carlos Saúl Menem y Lorenzo Mariano Miguel, secretario de las 62 Organizaciones. Como publicó Página/12, voceros de ambos dirigentes rechazaron las acusaciones. Estas mismas versiones o similares son analizadas por el oficialismo, la oposición, los organismos de Derechos Humanos y medios sociales. En muchos de esos lugares se habla nuevamente de una fecha: la del 24 de enero (…). Actuarían Grupos Especiales (…) para ejecutar a los opositores que consideren necesario eliminar de entrada. Entre éstos, se encuentran dirigentes de la renovación peronista, de la Coordinadora radical y de distintas organizaciones (…). Lo más prudente es, por el contrario, dar estado público y escrito a este inmenso secreto a voces que circula por todos los ámbitos. No hacerlo es seguir exactamente la política del avestruz. Y el pueblo argentino y la democracia merecen mejor destino que ser cazados inermes, como aquel simpático animalito”.[15]

      Reiteró la denuncia de un golpe de Estado en marcha, incluida la fecha. Dentro de los grupos atacados por los golpistas estaba la Coordinadora radical. Casualmente Carlos Burgos usó la misma metáfora que usó, casualmente en el mismo diario, Horacio Verbitsky en su nota del día 3 de noviembre de 1988 … .

      El 23 de enero de 1989 finalmente se produjo el ataque a los cuarteles de La Tablada con el sabido resultado. Horacio Verbitsky se sorprendió por los sucesos y escribió una nota titulada Por la espalda, donde sostuvo:

      “Aunque se haya producido en un regimiento, la puñalada del lunes penetró en la espalda de toda la convivencia democrática brutalmente trastornada, de los organismos de Derechos Humanos que reclaman justicia y verdad y no aceptan la ley de la selva, de los 10.000 desaparecidos que lucharon por una sociedad justa, de la incipiente Resistencia Civil que comenzó a organizarse para que nadie nos robara la libertad, del pueblo que está harto de mediums que se arrogan una representación que no han ganado para malversarla en aventuras que le repugnan (…). La patraña de que pretendían impedir un golpe es un insulto al discernimiento de la gente que suponen que podía creerla (…)”.[16]

H Verbitsky Por la espalda Pagina 12 25 de enero de 1989  Año 2 Nro 503 pag 2

       ¿Qué quería decir el periodista con que aunque se haya producido en un regimiento?, ¿es que un regimiento no era una dependencia del Estado como podía ser un registro civil, un juzgado o un edificio de gobierno? En la jerga popular se dice le saltó la hilacha. ¿No había sido él el que durante los meses previos al ataque había advertido sobre este golpe de Estado al que ahora llamaba patraña? Cuando se refería a los mediums que se arrogan una representación que no han ganado para malversarla, ¿se refería a los gobernantes o al MTP? Otro dato relevante es que se refiere a 10.000 desaparecidos y no a 30.000, acercándose a las cifras del Nunca Más (algo menores en las últimas ediciones a los 8.000 y a la cantidad nombres que figuran en el cenotafio levantado en la costanera). Es difícil de creer que el asiduo columnista de Entre Todos que a su vez auspició su libro Ezeiza no se diera cuenta que sus compañeros de ruta como Enrique Gorriarán Merlo, Roberto Felicetti, Claudia Lareu y tantos otros no eran demócratas …. . Tenía razón Horacio Verbitsky …, es un insulto al discernimiento de la gente.

     Horacio Verbitsky: alias El Perro, Alberto o Salazar encabezó ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina) siendo un activo miembro de la banda Montoneros como él mismo lo ha reconocido. Cuando los tiempos comenzaron a cambiar fue redactor de un manual de la Fuerza Aérea, colaborando de esta manera con el Proceso de Reorganización Nacional al que tanto critica. Con el advenimiento de la democracia dividió su tiempo entre la Editorial Contrapunto, los diversos libros de su autoría, la redacción en jefe de El Periodista, casi todas las publicaciones antes nombradas (siempre el mismo equipo en todas partes), más la erpiana Entre Todos, Paz y Justicia,  Zona Abierta y Página/12. Como hemos visto, colaboró activamente con el MTP, hasta que la tremenda derrota que le infringieron el Ejército Argentino y las Fuerzas de Seguridad lo llevó a criticar a sus anteriores compañeros de ruta.

      Desde Página/12, desde el CELS y desde donde resulte funcional sigue en forma sistemática atacando a las FFAA y a la Iglesia Católica, sus últimas declaraciones nuevamente lo llevaron al centro de la atención de la prensa. Quizás es hora que en vez de mirar una inventada paja en el ojo ajeno, viera la viga que intenta ocultar en el propio. Tal vez es el momento en que la ciudadanía se de cuenta de quien es uno de los principales asesores presidenciales en la actualidad. Tal vez es el momento de que la ciudadanía se de cuenta de clase de gente nos gobiernó …. Como dijo El Perro seguir engañándola de esta manera es un insulto al discernimiento de la gente ….

Ante el nuevo aniversario del atentado terrorista de la Tablada, le ofrecemos al lector la documentada reedición del libro “La Tablada, la última acción armada de la guerrilla argentina”, del historiador Sebastián Miranda.


¿Como conseguirlo? clickeando en la siguiente imagen.

Portada libro