El Perro de La Tablada: a 27 años del atentado terrorista. Por Sebastián Miranda
El 23 de enero de 1989 a las 6.15 de la mañana aproximadamente 46 terroristas del autodenominado MTP (Movimiento Todos por la Patria) embistieron el portón de entrada del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 General Belgrano de La Tablada. Rápidamente los subversivos se dispersaron por el interior del cuartel intentando tomar las sub-unidades donde chocaron con una fuerte resistencia por parte de los escasos efectivos militares que se encontraban presentes. Alertada por un soldado, la Policía de la Provincia de Buenos Aires cercó el cuartel. A las pocas horas llegaron las unidades del Ejército Argentino y otras fuerzas recrudeciendo los combates entre los atacantes que se atrincheraron en la Guardia de Prevención, la Compañía “B” y el Casino de Suboficiales. El combate se prolongó durante casi 27 horas hasta que finalmente, a las 9 de la mañana del 24 de enero, los guerrilleros sobrevivientes se rindieron. Como resultado de del mismo fueron abatidos 28 terroristas, las fuerzas argentinas tuvieron 9 muertos y más de 60 heridos.
Más allá de los sucesos en lo
militar, se destaca la complicidad de varios funcionarios de la
administración de Raúl Alfonsín en la planificación y ejecución del
ataque. Como en toda operación política, fue necesaria una preparación
psicológica previa. Los asaltantes argumentaron que intentaron detener
un golpe de Estado que después reconocieron nunca existió. L
a campaña para denunciar el inexistente golpe de Estado, fue llevada a cabo desde la propia revista del MTP, Entre Todos. Los que queremos la liberación y
desde el diario Página/12 que les brindó amplios espacios. La
confirmación sobre la falsedad de la hipótesis del golpe de Estado llegó
de la mano del testimonio, posterior al ataque, de uno de los
guerrilleros que participó en el asalto, Sergio Paz:
“(…) Nosotros armamos la
operación y el objetivo era salir con los fierros, apuntar a todos los
oficiales y patear el tablero político. Sobre la base de una situación
de masas favorable y ante un gobierno débil, la decisión era pelear
contra los milicos. Y la decisión de hacerlo en ese momento me parece
correcta. Pero nosotros no fuimos a La Tablada porque ahí había un
levantamiento; fuimos porque sabíamos que era un objetivo militar
importante y con muchas posibilidades de ser copado con el grupo que
éramos”.[1]
En sus Memorias Enrique Gorriarán Merlo afirmó:
“Intentábamos provocar un
debate público y desalentar el levantamiento para no llegar a la
confrontación violenta. Pero la decisión final, si fracasaba esa
pretensión no era sencilla. Por otra parte poníamos en juego otros
proyectos encarados cuando ni siquiera pensábamos en llegar a una
situación como la que estábamos viviendo. Entre esos proyectos, el principal era la creación de Página/12
(…) A los efectos de evaluar, coordinar las cosas más gruesas e
intercambiar algunas reflexiones, en dos oportunidades participé en
reuniones con Fernando, Jorge, Hugo y Pancho (…). A partir de este
segundo encuentro, Roberto “Gato” Felicetti (…) se incorporó a trabajar
en el proyecto Página/12. Roberto -mientras “Quito” Burgos y Martha
Fernández se hallaban abocados a intensificar relaciones
internacionales– estaba también a cargo de la revista del MTP, Cuadernos
de Entre Todos (…). De los proyectos editoriales que
impulsamos, sólo en Entre Todos se revelaba abiertamente nuestra
participación. En Página hubiese sido contraproducente (…) Por eso, ante
un eventual fracaso, nos ocupamos de controlar que nada comprometedor
para nadie quedara evidenciado. Página/12 tuvo su campaña, pero pudo
seguir, y ningún otro que tuviera relaciones políticas con nosotros
sufrió consecuencias”.[2]
En otras palabras, siguiendo el testimonio de G. Merlo, Página/12 fue un diario fundado por terroristas. Roberto Felicetti,
actual funcionario de la cuenca de saneamiento Matanza-Riachuelo, era
un veterano cuadro del ERP que había estado preso por el asesinato de un
empresario pesquero en Mar del Plata y por dirigir el aparato militar
de la organización en esa ciudad:
“(…) Roberto Felicetti usaba el alias de Francisco cuando integraba la célula del ERP, desbaratada en esa ciudad [Mar del Plata]
en abril de 1975. Por entonces, Felicetti tenía 21 años y se lo acusó
del copamiento de la localidad de Bartolomé Bavio en el partido de
Magdalena, el 28 de junio de 1974; de programar el asesinato del
entonces juez federal de Mar del Plata, González Etcheverry y en varios
ataques a policías. Pero se lo involucró directamente en el asesinato
del industrial pesquero Antonio Dos Santos Laranjeira, crimen perpetrado
el 14 de diciembre de 1974. Roberto Felicetti fue condenado a ocho años
de prisión en 1980. Estaba detenido desde abril de 1975. Recuperó su
libertad en forma condicional en 1981, tras un pedido de hábeas corpus
hecho en su favor. Integraba la comisión política del MTP”.[3]
Francisco Provenzano
provenía de una familia de origen radical y se incorporó al ERP donde
militó junto a Oscar Ciarlotti, pareja de la hermana de Enrique
Nosiglia, Magdalena, también integrante del ERP “(…) Francisco Provenzano fue detenido en enero de 1974, tenía 21 años, portando armas, explosivos y panfletos del ERP (…)”.[4] Un hermano suyo, Julio César (alias Servio)
también perteneció al ERP muriendo mientras intentaba colocar una bomba
de gelinita en el baño de tropa, para asesinar a sus compañeros de
conscripción, del edificio Libertad.[5] Carlos Burgos, alias Quito era un veterano de Uturuncos y Montoneros y director de la revista Entre Todos,
al igual que Provenzano murió en los combates. R. Felicetti fue
condenado por medio de la ley de defensa de la democracia solo para ser
posteriormente indultado. Una cuestión de gran importancia fue el
financiamiento, ¿de dónde obtuvieron los fondos para solventar el
proyecto? Nuevamente fue Enrique Gorriarán Merlo el que dio la
respuesta:
“La solución de la parte
empresaria comenzó a vislumbrarse cuando Pancho le hizo el planteo a
Fernando Sokolowicz, a quien conocía por su militancia anterior –también
en el PRT–ERP– [en realidad era de las FAL] y con quien había
mantenido frecuente contacto desde los últimos días de la dictadura,
cuando Fernando desarrollaba una intensa actividad en el Movimiento
Judío por los Derechos Humanos (…). A los efectos de evaluar, coordinar
las cosas más gruesas e intercambiar algunas reflexiones, en dos
oportunidades participé de reuniones con Fernando, Jorge, Hugo y Pancho
(…). A partir de este segundo encuentro, Roberto “Gato” Felicetti, el
tercer compañero en enterarse de algo que por las razones que alegué
antes manteníamos en reserva, se incorporó a trabajar en el proyecto
Página/12. Roberto –mientras Quito Burgos y Martha Fernández se hallaban
abocados a intensificar las relaciones internacionales– estaba también a
cargo de la revista del MTP Cuadernos de Entre Todos”.[6]
El diario Página/12
aparece -de acuerdo a los testimonios del líder guerrillero-, como una
fundación de ex miembros de organizaciones subversivas que nada tienen
que ver con el sistema democrático. Mientras un grupo de escritores, los
de superficie, expresaban abiertamente sus pensamientos en la
publicación, otro grupo, el de los prófugos de la Justicia, el de los
que tenían pedidos de captura por actos insurreccionales y de
terrorismo, lo hacían en forma encubierta. Como dije anteriormente, en
los meses previos al ataque, desde diversos medios se difundió la
hipótesis de un golpe de Estado encabezado por Mohamed Alí Seineldín,
Carlos Menem y Lorenzo Miguel. El senador salteño Horacio Félix Bravo
Herrera en su obra La guerrilla de papel afirmó:
“La cuidadosa campaña
de preparación psicológica previa al operativo guerrillero, desarrollada
principalmente a través de artículos firmados por Horacio Verbitsky y
de otras notas aparecidas en Página/12, potenciada a partir de
la denuncia de un presunto pacto entre Carlos Menem y Mohamed Alí
Seineldín, y explotada ruidosamente con las declaraciones del dirigente
del MTP Jorge Baños, divulgadas mediante extensos reportajes propalados
por todos los noticieros de los canales estatales de televisión,
coincide en su intencionalidad con el montaje armado originariamente por
el MTP el mismo día del operativo (…)”.[7]
El 3 de noviembre de 1988 Horacio Verbitsky cuestionó al gobierno por su tratamiento de la cuestión militar en una nota titulada La política del avestruz. Al respecto Horacio Bravo Herrera dijo:
“(…) Horacio Verbitsky
cuestionaba la constitución de un gabinete militar de crisis porque
algunos de sus miembros habían participado en la guerra sucia, con un
tono tal, que llevaba no a promover rectificaciones si fueran
necesarias, sino a ahondar el enfrentamiento entre la sociedad civil y
la castrense (…)”.[8]
Ésta sería -y es- una práctica
común y constante del periodista, la agresión permanente contra las
Fuerzas Armadas, formando parte de un proceso de desgaste de las
instituciones fundacionales de la Argentina. Recordemos que la revista Entre Todos auspició la reedición del libro Ezeiza
de la editorial Contrapunto de Eduardo Luis Duhalde de 1985. H. L.
Duhalde fue abogado defensor de terroristas, tramitó el acceso a Cuba de
los subversivos fugados del penal de Rawson en 1972, fue fundador del
MTP y Secretario de Derechos Humanos de Néstor Kirchner y Cristina
Fernández hasta su fallecimiento en 2012.
El 17 de diciembre de 1988 el diario Página/12 recogió una solicitada del MTP. La
misma fue firmada por la Mesa Directiva de la agrupación, por el
terrorista prófugo de la justicia nacional Enrique Haroldo Gorriarán
Merlo, por Jorge Baños, Carlos Alberto Burgos, Fray Antonio Puigjané,
Roberto Felicetti y Francisco Provenzano. En la solicitada a la que Página/12 le dio un amplio espacio la cúpula del MTP sostuvo:
“Amnistía, indulto, corte de
juicios, pacificación, son lo mismo. Son la solución política que
propone Alsogaray. Y que tiene eco en ciertos dirigentes antipopulares o
antidemocráticos, del radicalismo y del peronismo. El pueblo vuelve a
luchar por la democracia. Es a él a quien hay que agradecerle, no a las
Fuerzas Armadas. Hombres y mujeres del pueblo, hambreados por el Fondo
Monetario Internacional y por el Plan Primavera, defraudados en Semana
Santa y Monte Caseros, negados por políticos corruptos, salieron igual a
defender la vida y la democracia contra los militares asesinos. Como
todo esto no terminó, el pueblo sabe que tiene que confiar en sus
fuerzas y estar alerta para aislar a los insurrectos. Para impedirles,
mediante la Resistencia Civil, que atenten contra la democracia (…). La
Patria necesita un gobierno del pueblo, sin militares asesinos ni
políticos corruptos. El pueblo, este pueblo argentino merece la victoria”.[9]
Al igual que había ocurrido en el caso de la nota de Horacio Verbitsky,
el MTP alentó la resistencia civil. El pueblo debía confiar en sus
fuerzas y estar dispuesto a organizarse para enfrentar un supuesto golpe
militar que contaba con la complicidad de los políticos corruptos. El
MTP -la vanguardia revolucionaria de las masas- se consideraba
representativo del pueblo argentino autoadjudicánose mesiánicamente una
representación que nadie le había dado.
. Ese mismo día Página/12 publicó una nota de Horacio Verbitsky donde el periodista afirmó:
“(…) Los sediciosos estarían
en condiciones de controlar el Ejército en 1989 y entonces imponer sus
condiciones o destituir a las autoridades legales (…). La
sociedad parece cada día más dispuesta a tomar su destino en sus manos y
ejercer la democracia sin aceptar más tutelas, ni de los carapintadas
ni del gobierno”.[10]
Denunció, tal como lo venía
haciendo el MTP, la existencia de una conspiración militar en marcha. Si
nada se hacía entonces los carapintadas destituirían al gobierno
mediante un golpe de Estado, tal como lo planteaba el MTP. Desde su
visión el destino de la sociedad estaba en sus manos y ésta ejercería
una democracia sin la tutela del gobierno. Es la misma idea que
expresaban Francisco Provenzano, Carlos Burgos y Enrique Gorriarán
Merlo. Horacio Verbitsky era un asiduo columnista de Entre Todos
desde su primer número. Una vez producido el ataque, César Arias,
apoderado del justicialismo, denunció que Horacio Verbitsky había sido
contratado por el gobierno radical para dirigir un equipo periodístico
destinado a apuntalar la campaña de la UCR frente a las próximas
elecciones presidenciales.[11]
. El 31 de diciembre Página/12 publicó una nota firmada por Horacio Verbitsky bajo el título Cómo se suicidan las democracias donde afirmó:
“Indicios de diversas fuentes
señalan que el coronel Mohamed Alí Seineldín está dispuesto a intentar
nuevamente el golpe de Estado en enero, y la insistencia de Caridi,
hasta el día de su despedida, en aclarar que los rebeldes no se
proponían tomar el poder, abre un interrogante sobre la extensión de las
adhesiones que podían recoger los golpistas”.[12]
El asiduo columnista de Entre Todos
dio por sentado que estaba en marcha un golpe de Estado, a realizarse
en enero tal como lo sostenía el MTP, y que las acciones de los
militares estaban destinadas a terminar con el gobierno de Raúl
Alfonsín. Sin embargo no indicó de dónde sacaba la información sobre el
golpe. Jorge Baños integrante del CELS, entidad que preside H.
Verbitsky, participaría y moriría en el asalto al cuartel días más
tarde.
Eran demasiadas coincidencias.
Para el senador justicialista Horacio Félix Bravo Herrera las denuncias
del periodista formaron parte de la maniobra orquestada por la
Coordinadora y el MTP para desprestigiar a Carlos Menem:
“(…) ¿No configuraba toda esa
información el eje argumental tanto para justificar la denuncia de Baños
contra Menem así como también la acción violenta en supuesta defensa de
la democracia que se desataría después? ¿Y esa interpretación es la
correcta, no está claro que la denuncia de la conspiración
Menem–Miguel–Seineldín y el ataque al Regimiento 3 de Infantería eran
las piezas básicas del Operativo Anillaco desatado por la inteligencia
de la izquierda radical para tratar de frenar la marcha ascendente del
candidato peronista? Y todavía hay lugar para una tercera pregunta: ¿No queda demostrado que Página y Horacio Verbitsky eran ideólogos del MTP y aliados del alfonsinismo en esta emergencia?”.[13]
El funcionario justicialista
consideró que existió una connivencia entre el MTP y la administración
alfonsinista, inclinándose por la hipótesis de participación de la
Coordinadora en el ataque. Puede observarse con claridad la acción
concreta de Página/12 –recordemos los orígenes del diario- y
Horacio Verbitsky difundiendo la información sobre un golpe de Estado en
marcha que no existía y que en definitiva fue el casus belli que el MTP utilizó para justificar sus acciones.
El 4 de enero el diario Página/12 publicó una extensa columna firmada por Pablo Bergel en la que afirmó:
“La democracia no es
indefensa: la vuelven indefensa quienes vacilan y renuncian a la
iniciativa y movilización. Lo más impactante de la última sublevación
militar no fue su poder y despliegue propio sino la declaración de
impotencia reiterada de los supuestos jefes leales y la parálisis de la
clase dirigente ante la emergencia. Hasta un intendente o un comisario
de pueblo tiene la obligación inexcusable de movilizar los recursos a su
alcance (se trate de topadoras para bloquear caminos; cuadrillas
municipales que corten luz, agua y teléfonos a los insurrectos, etc.).
Es ante este anuncio de la clase política y funcionarial, que surge desde la sociedad civil la iniciativa de resistencia democrática.
Una de las primeras tareas debería ser la de revertir el sentimiento de
indefensión y de impotencia frente al autoritarismo, que es el
principal saldo negativo de los últimos episodios (…). Para ello
podría convocarse a una jornada de resistencia civil, con la
participación de los partidos democráticos, CGT, organismos de derechos
humanos, movimientos barriales, sociales, culturales, cooperativas, etc.
(…). Cada grupo de resistencia tratará de establecer en su área de
influencia una hipótesis de amenaza a la democracia, y referenciar sus
acciones, grandes o mínimas, en relación con dichas hipótesis elaborando
diagramas de contingencias factibles (desde organizar
circuitos de comunicación antigolpistas, caceroladas, guarderías para
contener a los niños cuyos padres están en otras tareas, hasta ocupación
de edificios públicos, reforzamiento de guardias sanitarias, bloqueos
de caminos, sentadas pacíficas ante los cuarteles y destacamentos (…)”.[14]
La nota seguía las ideas del MTP y
de Horacio Verbitsky. Abiertamente cuestionó la autoridad del Estado en
cuanto a las cuestiones de seguridad interior, dejando ésta en manos de
los civiles organizados por su propia cuenta con consecuencias
difíciles de prever. ¿Qué persona puede considerar que estas situaciones
son controlables?, ¿qué garantías había -como de hecho ocurrió tantas
veces en nuestra Historia- de que la situación no fuera aprovechada por
grupos que pueden ser desde bandas de delincuentes comunes a las
agrupaciones políticas para sacar rédito del caos que se generaría? Por
otra parte, ¿qué evidencias, más allá de las denuncias del MTP, existían
sobre el golpe de Estado en marcha para incitar a este tipo de
conductas con consecuencias tan difíciles de prever? Y esto era
transmitido por un diario fundado, de acuerdo a las declaraciones del
propio Enrique Gorriarán Merlo, por ex integrantes de las organizaciones
armadas terroristas.
El 17 de enero de 1989 el diario Página/12 publicó las opiniones de Carlos Alberto Quito Burgos, miembro de la Mesa Directiva del MTP, donde confirmó los dichos de Jorge Baños en una nota titulada Un secreto a voces y volvió a sostener que el día 24 de enero se produciría un golpe de Estado:
“El Movimiento Todos por la
Patria anunció un nuevo intento golpista encabezado por el coronel
Mohamed Alí Seineldín con el apoyo del candidato justicialista Carlos
Saúl Menem y Lorenzo Mariano Miguel, secretario de las 62
Organizaciones. Como publicó Página/12, voceros de ambos dirigentes
rechazaron las acusaciones. Estas mismas versiones o similares son
analizadas por el oficialismo, la oposición, los organismos de Derechos
Humanos y medios sociales. En muchos de esos lugares se habla nuevamente
de una fecha: la del 24 de enero (…). Actuarían Grupos Especiales (…)
para ejecutar a los opositores que consideren necesario eliminar de
entrada. Entre éstos, se encuentran dirigentes de la renovación
peronista, de la Coordinadora radical y de distintas organizaciones (…).
Lo más prudente es, por el contrario, dar estado público y escrito a
este inmenso secreto a voces que circula por todos los ámbitos. No
hacerlo es seguir exactamente la política del avestruz. Y el pueblo
argentino y la democracia merecen mejor destino que ser cazados inermes,
como aquel simpático animalito”.[15]
Reiteró la denuncia de un golpe de
Estado en marcha, incluida la fecha. Dentro de los grupos atacados por
los golpistas estaba la Coordinadora radical. Casualmente Carlos Burgos
usó la misma metáfora que usó, casualmente en el mismo diario, Horacio
Verbitsky en su nota del día 3 de noviembre de 1988 … .
El 23 de enero de 1989 finalmente se produjo el ataque a los cuarteles de La Tablada con el sabido resultado. Horacio Verbitsky se sorprendió por los sucesos y escribió una nota titulada Por la espalda, donde sostuvo:
“Aunque se haya producido en
un regimiento, la puñalada del lunes penetró en la espalda de toda la
convivencia democrática brutalmente trastornada, de los organismos de
Derechos Humanos que reclaman justicia y verdad y no aceptan la ley de
la selva, de los 10.000 desaparecidos que lucharon por una sociedad
justa, de la incipiente Resistencia Civil que comenzó a organizarse para
que nadie nos robara la libertad, del pueblo que está harto de mediums
que se arrogan una representación que no han ganado para malversarla en
aventuras que le repugnan (…). La patraña de que pretendían impedir un
golpe es un insulto al discernimiento de la gente que suponen que podía
creerla (…)”.[16]
¿Qué quería decir el periodista con que aunque se haya producido en un regimiento?,
¿es que un regimiento no era una dependencia del Estado como podía ser
un registro civil, un juzgado o un edificio de gobierno? En la jerga
popular se dice le saltó la hilacha. ¿No había sido él el que durante los meses previos al ataque había advertido sobre este golpe de Estado al que ahora llamaba patraña? Cuando se refería a los mediums que se arrogan una representación que no han ganado para malversarla,
¿se refería a los gobernantes o al MTP? Otro dato relevante es que se
refiere a 10.000 desaparecidos y no a 30.000, acercándose a las cifras
del Nunca Más (algo menores en las últimas ediciones a los
8.000 y a la cantidad nombres que figuran en el cenotafio levantado en
la costanera). Es difícil de creer que el asiduo columnista de Entre Todos que a su vez auspició su libro Ezeiza no
se diera cuenta que sus compañeros de ruta como Enrique Gorriarán
Merlo, Roberto Felicetti, Claudia Lareu y tantos otros no eran
demócratas …. . Tenía razón Horacio Verbitsky …, es un insulto al discernimiento de la gente.
Horacio Verbitsky: alias El Perro, Alberto o Salazar
encabezó ANCLA (Agencia de Noticias Clandestina) siendo un activo
miembro de la banda Montoneros como él mismo lo ha reconocido. Cuando
los tiempos comenzaron a cambiar fue redactor de un manual de la Fuerza
Aérea, colaborando de esta manera con el Proceso de Reorganización
Nacional al que tanto critica. Con el advenimiento de la democracia
dividió su tiempo entre la Editorial Contrapunto, los diversos libros de
su autoría, la redacción en jefe de El Periodista, casi todas las publicaciones antes nombradas (siempre el mismo equipo en todas partes), más la erpiana Entre Todos, Paz y Justicia, Zona Abierta y Página/12.
Como hemos visto, colaboró activamente con el MTP, hasta que la
tremenda derrota que le infringieron el Ejército Argentino y las Fuerzas
de Seguridad lo llevó a criticar a sus anteriores compañeros de ruta.
Desde Página/12, desde el CELS y
desde donde resulte funcional sigue en forma sistemática atacando a las
FFAA y a la Iglesia Católica, sus últimas declaraciones nuevamente lo
llevaron al centro de la atención de la prensa. Quizás es hora que en
vez de mirar una inventada paja en el ojo ajeno, viera la viga que
intenta ocultar en el propio. Tal vez es el momento en que la ciudadanía
se de cuenta de quien es uno de los principales asesores presidenciales
en la actualidad. Tal vez es el momento de que la ciudadanía se de
cuenta de clase de gente nos gobiernó …. Como dijo El Perro seguir engañándola de esta manera es un insulto al discernimiento de la gente ….