EL CARADURISMO DE MACRI Y LA IMPAVIDEZ DE SUS VOTANTES ENGAÑADOS.
Por Cosme Beccar Varela.
Una
de las cartas políticas que usó Macri para ganarse el apoyo de los
antikirchneristas fue “reclamar” en la reunión del Mercosur del 21 de
Diciembre ppdo. que en Venezuela debían se liberara a los presos
políticos porque “no puede haber lugar para la persecución política por
razones ideológicas ni la privación ilegítima de la libertad” (“La
Nación”, 22/12/2015).
Otra,
fue su enfática afirmación de que la corrupción de los funcionarios
sería combatida hasta sus última consecuencias. Pues bien, este señor ha
demostrado en este primer mes de gobierno que no es otra cosa que una
continuación del régimen anterior y que su palabra no vale nada.
En cuanto a eso de que no puede haber “privación ilegítima de la
libertad”, refiriéndose a los 76 presos políticos que hay en Venezuela,
en especial pensando en el Sr. Lopez, un lider equívoco de la oposición,
ha tenido 30 días para demostrar la sinceridad de su enfática
declaración en el Mercosur (o sea, en el medio de la nada), liberando a
los más de 1.500 secuestrados políticos que hay en la argentina por obra
de los Kirchner, de la izquierda y de los jueces prevaricadores,
contradiciendo varios principios jurídicos indiscutibles, entre ellos,
el de la cosa juzgada, el de la no retroatvidad de las leyes penales, el
de la limitación de la “prisión preventiva” a un máximo de tres años,
el de la existencia de amistías e indultos perfectamente válidos,
etc.etc.etc.
No lo hizo ni ha insinuado que lo hará. Y no sólo eso: nombró como
Secretario de Derechos Humanos a Claudio B. Avruj quien a poco de ser
nombrado declaró que su misión en el cargo era evitar toda forma de
antikirchnerismo y poco después dijo que “no es una buena noticia la
liberación de imputados en juicios de lesa humanidad …ancianos cuyo
tiempo en prisión había superado con creces el plazo procesal sin
haberse llegado al dictado de sentencia”, como lo denuncia en una carta
abierta a él dirigida por el Sr. Juan Manuel Otero. O sea, según este
despiadado Secretario de Estado nombrado por Macri, esos hombres deben
morir en la cárcel, como ya murieron otros 366 en las mismas
condiciones.
Y si esto fuera poco, la obscena gobernadora de Buenos Aires, María
Eugenia Vidal (autora del “chau tabú”) que no mueve un dedo sin pedirle
permiso a Macri, nombró como Secretario de Derechos Humanos a Santiago
Cantón quién se declaró totalmente a favor de la política de “derechos
humanos” del kirchnerismo a la que calificó como “una característica muy
importante de nuestra democracia y un logro de todos los sectores”. Al
mismo tiempo afirmó que las madres y abuelas de plaza de mayo “son
fundamentales (-porque-) siempre en materia de Derechos Humanos es la
voz de las víctimas” (“Clarín”, 11/1/2016, pag. 16) lo que más importa.
No se refiere, por supuesto a las víctimas del terrorismo asesino del
cual fueron autores los hijos y nietos de esas madres y esas abuelas,
entre otros.
En cuanto a la corrupción, Macri nombró como Director de la Auditoría
General de la Nación, encargado de perseguir a los funcionarios
ladrones, nada menos que a Ricardo Echegaray, ex Director de la AFIP y
de otro organismo del Estado que repartía fondos a los agricultores, a
pesar de que está denunciado por al menos 23 casos de defraudación al
Tesoro nacional, sin que, por supuesto, esas denuncias hayan tenido
algún andamiento en los tiempos de los Kirchner. Ese nombramiento es,
evidentemente, parte del pacto secreto que sin duda tiene Macri con el
anterior régimen por el cual le asegura a sus responsables la más
completa impunidad. Su propia aliada, la Sra. Carrió , lo denunció y
presentó un amparo para impedir que Echegaray se haga cargo, pero la
complicidad judicial con el heredero putativo de los Kirchner sigue
existiendo de manera que no se le ha hecho lugar hasta ahora, ni se le
hará. El hombre ya está en el cargo y ha llenado la AGN de “muchachos”
de “la cámpora” a la cual él también pertenece (ver diario “Hoy”, La
Plata, 11/1/16).
En cuanto a la jefa de los Fiscales, la impávida Gils Carbó , sigue
firme en su puesto desde la cual cumple la misma función. Y para su
mayor comodidad, Garavano, el nuevo Ministro de Justicia, la fue a
visitar amablemente y se limitó a rogarle que “diera un paso al
costado”. Por supuesto que la descarada funcionaria no tiene la menor
intención de hacerlo pero, en cambio, que el Ministro se haya desplazado
hasta su despacho para “pedirlo” ya es una especie de garantía de que
no hay intención de removerla.
Es decir, Macri es más de lo mismo con otro envase. Y si el bigote
del siniestro Fernandez repugna, también repugna la impavidez de Macri y
la de sus funcionarios, cínicos ensoberbecidos de su poder que hacen
daño sin que se les mueva un pelo y seguirán haciéndolo. El país se
encamina al caos y ellos son los promotores de las rebeliones que
promoverá la izquierda y que después, por cobardía o por complicidad
peronista (este es un gobierno de esa especie), no reprimirán.
¿Cual es la explicación de la escandalosa pasividad de los que
votaron a este incapaz y desvergonzado individuo como Presidente de la
Nación? Decían que era para acabar con el kirchnerismo. Pues bien, está
visto que no acabaron ni quieren acabar con él. Eso de que “revisarán”
los nombramientos de última hora, está por verse, y son miles. ¿Cómo
Macri no protestó vehementemente antes de que eso ocurriera, advirtiendo
que eran nulos por estar originados en una obvia malversación de fondos
públicos y por qué no los trata en bloque como tales en vez de “revisar
caso por caso”? Si son “miles”, tardará miles de días y en un año todos
quedan confirmados.
Creo que la explicación es otra: los ricos creen que serán más ricos;
los de la clase media no quieren darse cuenta de que van a ser
reducidos a la pobreza; los pobres se sienten protegidos por la
demagogia, el peronismo y los sindicalistas, y el “establishment” junto
con la izquierda se complacen con la inmoralidad notoria de Macri
(abortista, pro-homosexualista, partidario del amor libre, adúltero
público, laicista, etc). Los militares hace rato que han dejado de
pensar en la Patria de modo que les dá lo mismo que mande Kirchner o
Macri o Lenin. En cuanto a los retirados, cuyas organizaciones
recomendaron votar por Macri con la implícita promesa de que así se
lograría la libertad de los secuestrados políticos, miran para otro lado
y fingen no darse cuenta de que no hay ni miras de que eso ocurra.
No hay duda: la argentina ha perdido todos sus resortes morales y
toda noción de lo que implica ser ciudadano activo en un país en el que
rija la Justicia. Cualquier mentira pasa. Lo que no toleran es que se
les diga la verdad y que se les reproche su hipocresía.
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