La Deuda Pública del 2015
29/12/2014
Mucho se habla de conjeturas y expectativas sobre lo que puede
pasar el año próximo en materia económica pero poco se dice sobre las
realidades concretas del endeudamiento público frente al 2015.
El gobierno Kirchner no suministra información acerca del monto y
composición de la Deuda del Estado. La última dada a conocer por el
Ministerio de Economía (MECON) corresponde al 31.12.2013.
Esto es, que ha transcurrido todo el año sin que se tenga información
sobre la evolución del endeudamiento durante el ejercicio 2014.
Con el agravante que el Presupuesto – aprobado a fines del 2013 – fue
inmediatamente alterado, apenas iniciado este año, cambiando los
supuestos macro-económicos básicos (devaluación, inflación, crecimiento
económico, etc.) sin que el Congreso hiciera nada por intervenir y
dejando que el Ejecutivo decidiera unilateralmente en el manejo de las
Finanzas Públicas vía Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) y uso de
Poderes Especiales.
La administración K no cumple así con una normativa presupuestaria
lógica, legal y conocida ni con su deber de confeccionar y difundir – en
tiempo y forma – los informes trimestrales de Deuda Pública.
Ni siquiera cumple con dar mínimos datos actualizados o resumidos
sobre el total de dicha deuda a través de comunicados oficiales, pese a
que se trata de novedades que forzosamente se monitorean a diario.
Este comportamiento restrictivo deliberado priva de información clave
para los análisis económico-financieros y favorece la continuidad del
tratamiento secreto de la Deuda Pública.
Es parte de la política institucional de ocultamiento de las
cuestiones de fondo y de las informaciones básicas relativas a la Deuda
por parte del gobierno (que no suministra los datos), de la oposición
(que no se los reclama) y de la prensa (que cumple en no “levantar la
perdiz” sobre lo que está verdaderamente ocurriendo en materia de
endeudamiento fiscal).
Si no se tienen datos actualizados y en firme del 2014 menos se
tendrán sobre las reales perspectivas del 2015, cuyas cifras dependen no
sólo del perfil de vencimientos de arrastre sino también – y muy
especialmente – de las continuas modificaciones y/o agregados que se
están produciendo.
CUÁNTO DEBE LA ARGENTINA?
Según los números del MECON al 31.12.2013 la Deuda Pública en cabeza
del Estado Central – es decir, sin Provincias/Municipios, Banco Central
(BCRA), Deuda Pública Indirecta (Empresas del Estado, Organismos
Nacionales y Fondos Fiduciarios) y Juicios contra el Estado con
sentencia en firme – sumaba 214.400 MD (Millones de Dólares, con
redondeo): 202.600 MD de Deuda Performing o con cumplimiento en el pago
de intereses y 11.800 MD de Deuda en default (incumplimiento), computada
por el gobierno con los Holdouts (los bonistas que no entraron en el
Megacanje Kirchner-Lavagna 2005-2010).
Estas cifras, sin embargo, son muy engañosas e incompletas:
- Porque toman como base un stock de deuda bajo el falso supuesto que el mismo se va cancelando anualmente a medida que caen los vencimientos cuando ello no es cierto porque la totalidad de dichos importes se renueva a su vencimiento y además se toma nueva deuda pública, de modo que el saldo de deuda no baja y los importes, en consecuencia, no son decrecientes sino incrementales.
- Porque los datos se refieren sólo a la Deuda Oficial por Capital y no incluyen la suma de Intereses a pagar, que según el propio MECON sería de 72.400 MD[1] para todo el período de deuda activa – hoy hasta el 2046 – siendo obvio que este concepto no debiera omitirse porque cuando se tiene una deuda la misma incluye principal más intereses.
- Porque en esos totales de deuda no se incluyen las obligaciones por pago de cupones PBI, que son deuda en firme – no contingente – y suman aproximadamente otros 15.000 MD.
Esto significa entonces que, tomando los propios datos del MECON al
fin de 2013, el Gobierno Central debía a esa fecha unos 301.800 MD
(214.400 + 72.400 +15.000) y no los 202.600 MD que aduce para los
cálculos oficiales, debido a que allí se toma solamente la Deuda
Performing.
CUÁNTO AUMENTÓ LA DEUDA EN EL 2014?
Este dato – conforme lo dicho antes acerca de la falta de información
oficial – es un interrogante, pero puede inferirse tomando dos puntos
de referencia: la deuda prevista en el Presupuesto y la deuda
extraordinaria asumida durante el año.
El Presupuesto original 2014 contenía una previsión de nueva deuda
pública por 12.700 MD, producto de la diferencia entre 44.300 MD de
vencimientos de capital durante el ejercicio y 57.000 MD de nuevo
endeudamiento público, que comprende la refinanciación total de las
deudas que vencen en el período.
- A esta suma autorizada hay que agregarle las deudas nuevas que no estaban contempladas en el Presupuesto y que se sabe fueron contraídas hasta ahora en la medida en que han tomado estado público durante el año: unos 700 MD de bonos emitidos para pago de laudos perdidos ante el CIADI, 11.000 MD por pago con bonos de indemnizaciones a Repsol por YPF (6.000 MD de Capital más 5.000 de Intereses) y unos 3.700 MD adicionales de pago al Club de París (9.700 MD reconocidos contra 6.000 MD registrados por el MECON). Es decir, que durante el 2014 el gobierno habría incorporado hasta hoy deuda extraordinaria o no prevista por unos 15.400 MD.
No se toman aquí en cuenta las nuevas deudas en pesos por Bonar
2016/2017 ni las tomadas por Bonad 2016/2018 bajo modalidad
dollar-linked porque se supone que tales títulos estarían dentro de los
totales autorizados por el presupuesto.
Lo mismo que los nuevos Bonar 2024 colocados en Diciembre – por 275
MD – si se los considera incluidos en los topes de endeudamiento
autorizados por el Presupuesto.
En compensación a estos incrementos de deuda habría que considerar –
como ya pasó en ejercicios anteriores – una reducción contable relevante
por la deuda en pesos que está expresada en dólares, como producto de
la devaluación ocurrida desde Enero y que pudiera estimarse en unos
11.400 MD.[2]
Ergo, tentativamente la suba del total de Deuda Pública podría haber
llegado este año a unos 16.700 MD (12.700 + 15.400 – 11.400).
Reiterando que se trata de cálculos muy estimativos dada la falta de datos oficiales.
LOS VENCIMIENTOS DEL 2015.
Según el último Informe de Deuda Pública del MECON – al 31.12.2013 –
en el 2014 se producirían vencimientos por 38.350 MD de Capital y 7.900
MD de Intereses; en total, servicios de deuda por 46.250 MD.
Dentro de los 38.350 MD de Capital, 25.000 MD – que es mucho más de
la mitad (el 65 %) – eran Adelantos Transitorios (AT) del BCRA al
Tesoro, que nunca se pagan sino que se renuevan íntegramente al
vencimiento.
Cabe observar, sin embargo, que estas cifras fueron difundidas
durante el corriente año – muy a posteriori del envío del Proyecto de
Ley de Presupuesto 2014, que fuera ingresado a mediados de Setiembre del
2013 y aprobado por Ley 26.895 del 22.10.
Al 30.9.2013 – una fecha también posterior a la remisión del proyecto
de presupuesto – el MECON daba vencimientos en el 2014 de 29.000 MD por
Capital y 7.200 MD por Intereses. En total, servicios por 36.200 MD.
Y antes de ello, al 30.6.2013 los datos para el 2014 eran todavía
menores: 28.000 MD por Capital y 6.900 MD por Intereses. En total,
34.900 MD.
Esto prueba la fuerte variación que se produce en la composición de
la Deuda y sus vencimientos a través de la propia información oficial
del MECON; con el agravante que todas estas cifras, a su vez, no son
coincidentes con las aprobadas en el Presupuesto 2014, pese a que los
datos se elaboran en la misma época.
La Ley de Presupuesto aprobada para este año (2014) – como ya dijimos
– prevé la toma de nueva deuda por 57.000 MD, basándose en vencimientos
o amortizaciones de capital por 44.300 MD, lo que conlleva el aumento
de los 12.700 MD citado.
El importe de los intereses a pagar según el Presupuesto 2014 – que, a
diferencia de los vencimientos de capital, no se refinancian sino que
se abonan en efectivo – era, a su vez, de 12.200 MD (casi el doble de
los informes del MECON).
Mostradas contra el Presupuesto 2015 este tipo de diferencias son mayores aún.
Para el año que viene el último Informe del MECON (al 31.12.2013)
daba vencimientos de 15.950 MD por Capital y 7.000 MD por Intereses –
total 22.950 MD – mientras que el Presupuesto aprobado por el Congreso
reconoce ahora Amortizaciones de Capital a su vencimiento por 53.600 MD
(!) y Endeudamiento de 71.300 MD, lo que da un aumento previsto de
17.700 MD en el stock de deuda durante el 2015; y pago de Intereses por
10.200 MD.
Las cifras consignadas en los informes del MECON al 30.9 y al
30.6.2013, peor aún, daban 13.650/6.500 MD (total 20.150 MD) y
11.900/6.150 MD (total 18.050 MD) para Capital e Intereses,
respectivamente.
Estas disparidades de cifras constituyen algo así como una constante
en materia de informaciones sobre el perfil de vencimientos de la deuda
pública: los importes de vencimientos según los Informes de Deuda del
MECON son siempre mucho menores que los consignados como amortizaciones y
pago de intereses que se aprueban después por las leyes de Presupuesto
de la Nación.
LOS HOLDOUTS Y LA CLÁUSULAS RUFO/MFC.
El arreglo de la cuestión de los holdouts – que se supone el gobierno
empezará a regularizar a partir del 2015, aunque en forma gradual –
implica montos totales de pago estimados entre 20 y 30.000 MD, contra la
cifra de 11.800 MD que se computaba oficialmente a fines de 2013, es
decir, más del doble de las previsiones (y que el gobierno estima ahora
en el orden de los 15.000 MD).
No se trata de deudas que el gobierno haya cuestionado en su
legitimidad sino de obligaciones reconocidas por las cuales sólo ha
interpuesto sucesivos y hasta contradictorios argumentos para objetar el
cumplimiento del fallo del juez Griesa: básicamente, la discusión sobre
el bloqueo de pago a los bonistas como condición extorsiva del pago a
los holdouts.
Las vulnerabilidades de fondo de la posición argentina frente a los
holdouts, empero, no están dadas sólo por estas exigencias “de
coyuntura” sino por la aceptación cuasi irrestricta de la prórroga de
jurisdicción ya realizada ante los tribunales extranjeros y la errónea
estrategia legal seguida por el gobierno Kirchner a través del estudio
Cleary, Gottlieb, Steen & Hamilton, que desde los tiempos del Plan
Brady lleva la representación jurídica de la Argentina ante los
tribunales de Nueva York.
Habiendo esta administración Kirchner reconocido la competencia de
dichos tribunales neoyorkinos y habiendo después apelado y perdido todas
las instancias legales posibles en los fueros estadounidenses, el
gobierno CFK parece haberse acordado algo tarde del hecho que los FB son
malos, que ganan sumas extraordinarias y que tienen capacidad de lobby.
Si verdaderamente hubiera querido confrontar con inteligencia los
reclamos de los FB contra la Argentina, el gobierno tendría que haber
objetado debida y oportunamente la condición de los fondos especulativos
como tenedores no originales, debiera haber planteado que los
eventuales resarcimientos debían hacerse a valor de compra y no a valor
nominal de los títulos – dada la situación de emergencia que vivía el
país – y, consecuentemente, debería haber blanqueado en forma realista
su verdadera situación de insolvencia e iliquidez financiera, en vez de
proclamar supuestas mejoras sin precedentes en materia de política
económica nacional.
Así, el mismo gobierno que se jactaba de haber alcanzado aparentes
éxitos sin precedentes de crecimiento de la economía en todos los
órdenes era el mismo que jugaba ante los holdouts el argumento del
arrastre de la Crisis del 2001 y la necesidad de mantenimiento de la Ley
de Emergencia Pública 25.561 (del 7.1.2002) con todas sus prórrogas
hasta fin del 2015 (!).
Temprano o tarde, era insostenible que los juicios iban a perderse y
que las acreencias reclamadas serían exigidas así a valor facial, sin
atenuantes para nuestro país.
Por eso actualmente, tal como están las cosas, la aceptación del
cumplimiento de la sentencia Griesa y los pagos correspondientes son así
sólo una cuestión de tiempo … de tiempo y de teatralización de los
argumentos acerca de cómo presentar los hechos ante la opinión
pública.
A partir del 2015 la administración CFK va a tener que afrontar estas
condiciones desiguales sin mucho margen para la negociación.
Con el agravante que aparte de esta masa de reclamos y juicios – las
demandas hoy existentes de los holdouts, las que se están sumando del
resto de los tenedores que no ingresaron en el Megacanje
Kirchner-Lavagna y las numerosas demandas pendientes ante el CIADI – hay
que contemplar la posibilidad de nuevos reclamos provenientes de los
bonistas que ya entraron en el canje.
Porque el cumplimiento del fallo Griesa – aún presumiendo que se
pague a los Fondos Buitre (FB) y resto de acreedores una parte al
contado y otra con bonos – no exime al Estado Argentino de posibles
reclamos por parte de los bonistas que entraron en el Megacanje
2005-2010 debido a que el gobierno Kirchner reconoció a esos bonistas,
según las condiciones del canje, las cláusulas RUFO (Derecho a futuras
ofertas) y MFC (Acreedor más favorecido), que lo dejan expuesto a
reclamos de estos acreedores frente a mayores cobros de los holdouts.
La opinión generalizada supone que nuestro país no tendría problemas
en burlar el cumplimiento de estas cláusulas habiendo logrado dilatar
cualquier reconocimiento a los FB después del 31.12 de este año, en que
vence la cláusula RUFO.
Sin embargo, la Argentina no queda exenta de sufrir la demanda de
algún bonista díscolo que reclame el cumplimiento de la cláusula del
Acreedor más favorecido por el hecho de obrar el gobierno Kirchner de
mala fe al dilatar cualquier arreglo con los FB y los holdouts en
general para el 2015.
Y todo esto, siempre que se soslaye un problema existente más grave
aún y que es de carácter general, en cuanto a la no prescripción de la
cláusula RUFO – según lo sostenido por Javier Llorens[3]
– dado que la vigencia de esta cláusula no caería a favor de la
Argentina porque el problema no deriva de las condiciones del prospecto
de colocación de títulos sino de la prohibición de mejora hecha a través
de la Ley cerrojo 26.017 y conexas.
EL ROL DE LA DEUDA INTRA-ESTADO.
Durante 10 años de administración K el país ha vivido pagando deuda
externa mientras tomaba más deuda y preparaba su retorno al Mercado
Internacional de Capitales.
La presidenta se jacta y protesta ante los acreedores externos de
haberles pagado 190.000 MD (cifra sobre la cual no se conoce desagregado
explicativo alguno) durante la “década ganada”, pero ocurre que ahora
la Argentina debe más que antes.
Después del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005 el stock oficial de la
Deuda Pública era de unos 150.000 MD por capital y hoy – como hemos
visto – es de 214.400 MD (saldo a fin de 2013) más deudas adicionales
contraídas durante este año, que no bajarían de los 16.000 MD (según lo
visto más arriba).
Las deudas que se han venido contrayendo y que se van a contraer en
el futuro próximo no tienen capacidad de pago demostrada: son
obligaciones que se toman con la sola esperanza de poder volver a
refinanciarlas a su vencimiento.
Son una forma reiterada de Lavado de Deuda: obligaciones que
arrastran sucesivas irregularidades de contracción, refinanciamiento y
falta de solvencia fiscal, pero que se perpetúan por la complicidad de
gobiernos de turno y clase política en la no investigación de esas
deudas.
Durante toda la gestión K la principal tarea del gobierno en materia
de endeudamiento fue pagar privilegiadamente a los acreedores externos –
sin cuestionamiento alguno – traspasándole las obligaciones impagables a
los organismos del propio Estado, fundamentalmente ANSES (que
administra la plata de los jubilados), BCRA (que administra las divisas
del país) y Banco Nación (BNA, que es la principal entidad crediticia
nacional).
Hoy el gobierno y todo el establishment financiero, con el
acompañamiento de la mayoría de la clase política y los grandes medios
de formación de la opinión pública, repiten a coro que la Argentina se
está des-endeudando, refiriéndose así sólo al hecho que la mayoría de la
deuda impagable ha sido traspasada al propio Estado y, por ende, al
Pueblo Argentino (traspasada a pérdida, porque es deuda que no tiene
capacidad de repago).
Todos ponderan que ahora el gobierno tiene menor deuda externa con
acreedores privados del país pero nadie dice media palabra sobre el
hecho que la Deuda Pública ha venido aumentando a pasos acelerados y que
sus proyecciones son más crecientes todavía.
Nadie plantea el gran interrogante sin respuesta de quién, cómo y
cuándo pagará toda esta cuantiosa Deuda intra-Estado generada por el
gobierno Kirchner para privilegiar el pago de Deuda Externa con
Terceros.
Peor aún, todos callan en forma cómplice frente a la maniobra en
curso por parte del gobierno de ir licuando esa deuda intra-Estado vía
inflación y sub-indexación de las obligaciones en pesos.
Nadie menciona el costo de esa Deuda Interna que agrava el
desfinanciamiento del Sistema Previsional, la descapitalización del BCRA
y la distorsión del Sistema Crediticio Argentino por culpa del pago de
la Deuda Externa.
Con el agravante y la paradoja que todo este sacrificio fiscal está
puesto al servicio del objetivo del fracasado Megacanje Kirchner-Lavagna
y de la actual Hoja de Ruta Boudou, que es normalizar la crisis de los
holdouts y arreglar con el Club de París para volver al Mercado Externo
de Capitales para tomar más deuda.
Es el tradicional camino señalado por el Partido de la Deuda, que
propone dejar de emitir dinero sin respaldo para seguir emitiendo deuda
sin capacidad de repago.
Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 26.12.2014.
Archivo: GIULIANO ARTICULO 2014 12 26 DEUDA 2015
NOTAS:
[1] Este total de intereses a pagar, a su vez, está sub-estimado en
las planillas desagregadas de los informes de Deuda porque aparece
calculado sobre un total de 196.500 MD y no sobre el total de deuda real
de 214.400 MD ni sobre el propio oficial de 202.600 MD..
[2]
La Deuda Pública en Pesos al 31.12.2013 era equivalente a 77.200 MD. Si
se considera una devaluación anualizada del 30 % durante el corriente
año esta suma quedaría reducida en 23.200 MD, a unos 54.000 MD.
Pero una parte relevante de la deuda en pesos está colocada a tasa
variable – 19.200 MD – y otra parte se ajusta por CER – 28.400 MD – que
replica la Inflación Oficial (estimada por el propio gobierno en un 24 %
anual).
De este modo, deudas en pesos por el equivalente a 47.600 MD (19.200 +
28.400) se indexan poco más o menos por la inflación, lo que
compensaría la depreciación citada de 23.200 MD en unos 11.400 MD
(47.600 x 0.24), quedando así una reducción neta de la deuda en pesos de
11.800 MD (23.200 – 11.400).
La inflación interna constituye un factor relevante de reducción de
la deuda en pesos expresada en dólares, que ahora se ha venido atenuando
relativamente por la menor diferencia entre la devaluación de la moneda
local y el reconocimiento de una mayor inflación oficial (30 contra 24
%).
La licuación de la deuda en pesos que se produce por la inflación
beneficia a la Tesorería pero perjudica a los principales acreedores,
que son la ANSES (que administra la plata de los jubilados), el BCRA
(que emite ese dinero sin respaldo para prestárselo al gobierno vía
Adelantos Transitorios) y el Banco Nación (BNA, que lo sustrae a la masa
de crédito productivo).
[3]
Ver Javier Llorens: “La Argentina Zombi III: Un perro llamado RUFO o el
perro de la RUFO, para disimular la RUFO FOR EVER que acecha a
Argentina” (3.9.2014).