Publicado por Revista Cabildo Nº 115
Meses Noviembre/Diciembre de 2015-3ºera Época
EPISTOLARES
Joven ALUMNA
Carta de Santo Tomás Moro al papa Francisco
A su Santidad: En un encuentro reciente en la ciudad de Washington, DC, capital del Nuevo Orden Mundial, se reunió un grupo de católicos a fin de reflexionar sobre el desafío de procurar la Restauración del Catolicismo y la Reconstrucción de la Cristiandad. Una de las primeras tareas propuestas a modo de ejercicio de "precalentamiento" fue elegir "un santo para nuestro tiempo", es decir el de Su Santidad, los primeros quince años del siglo XXI.
Sucedió que fui elegido por mayoría en primer lugar y en el segundo, Santa Teresita de Lisieux. (Ella debería haber sido elegida en primer lugar por dos razones: la primera, que siendo un emblema de la Inocencia Espiritual, debe estar muy cerca del Sagrado Corazón de Jesucristo, Nuestro Rey y Señor; y en segundo lugar porque sabemos que una plaga moderna llamada feminismo domina los asuntos actuales del mundo).
Dado que comencé a recibir tantas oraciones y pedidos urgentes de mediación a favor de amadas instituciones católicas hoy seriamente amenazadas como el Matrimonio Cristiano, no pude menos que solicitar inmediatamente una entrevista con Nuestro Señor Jesús para conocer cuál era su parecer al respecto. Para mi sorpresa, en realidad ya me estaba esperando - por cierto con cierta inocultable impaciencia. Sin pérdida de tiempo, me dijo que dado que yo había ejercido como Diplomático, Embajador, Juez, Gran Canciller de Inglaterra y por sobre todo habiendo perdido mi cabeza en defensa de la indisolubilidad del matrimonio, Nuestro Señor me designaba su Nuncio ante Su Santidad con la misión de discutir ciertos asuntos.
Para ser franco y directo, debo explicar que Nuestro Señor está muy molesto con Su Santidad. En efecto, Él ha percibido que desde que Usted fue elegido Papa después de hacer "lobby" tan intenso a favor de Usted mismo, ha prestado casi nula atención a dos mil años de Su Magisterio relativo a cuestiones de Teología Moral, para no mencionar su falta de cuidado y buenas maneras en relación a la Liturgia y a la celebración de la Sagrada Eucaristía, y muy en particular sus improvisados comentarios como "sacados de la manga" a los medios de comunicación como "quién soy yo para juzgar", relativos la práctica homosexual, o aquellos despectivos para con las familias numerosas que "se reproducen como conejos" o aquel otro refiriéndose a Santa Teresa de Ávila, como "la vieja". Más aún, su magisterio está plagado de ambigüedades, sofística y demagogia mundana. Nuestro Señor considera que su equivocado entendimiento del Ecumenismo es grotesco; ¿es necesario recordarle que el Ecumenismo es diálogo entre cristianos y no servilismo ante las falsas religiones? Debe recordar también que la Antigua Alianza entre Nuestro Señor y el pueblo judío fue revocada por la Nueva Alianza de Nuestro Señor y que la misión de la Iglesia es convertir tanto a judíos como a gentiles, incluyendo a su amigo el rabino Abraham Skorka, quien apoyó "el matrimonio homosexual" en Buenos Aires. Y, a pesar de ello, Ud. lo honró con una distinción académica de la Pontificia Universidad Católica Argentina. En esa ocasión, Skorka se atrevió a decir que el Mesías aún estaba por venir y que el Evangelio debía ser revisado y fue subsiguientemente aplaudido por todos los presentes sin una sola voz de protesta.
Es lamentable que Ud siga equivocada y entusiasmadamente dedicado a homenajear a aquellos que más pertinazmente rechazan a Nuestro Señor.
Para empeorar las cosas, en octubre pasado Ud. organizó un Sínodo sobre la Familia y designó a su amigo el hereje Cardenal Kasper, para que "orquestara" la destrucción de uno de los más atesorados sacramentos de nuestra Fe, el del Matrimonio, vía la aceptación a la comunión de aquellos que viven en adulterio y vía la propuesta de la aceptación de "los dones de la personas homosexuales". ¡No hay tal cosa como un don homosexual en cuanto tal! La práctica homosexual, tal como lo han afirmado rectamente sus predecesores, es intrínsecamente perversa. Debe predicar la castidad urgentemente en un mundo que cada vez más se parece a Sodoma y Gomorra; un mundo inundado de pornografía y psicología mediana de "liberación sexual", la cual como usted debería saber y enseñar, es un medio de control político. La Caridad -la misericordia- sin Verdad es puro sentimentalismo, ha dicho rectamente Benedicto XVI.
De modo que le rogamos dedique más tiempo a la penitencia, el arrepentimiento y la oración, en especial a San Miguel Arcángel. Nuestro Señor tiene su propio tiempo para intervenir en la historia humana. Recuerde que Él no puede ver caer un gorrión a la tierra sin preocupación. De tantos males que asuelan su pontificado Él sacará bienes para los verdaderamente fieles.
También deseamos que se convierta a la Verdad para salvar su alma hoy en serio riesgo.
Tal como usted pide, rezamos por usted.
In Domino et Domina, SAINT THOMAS MORE
este notable escrito fue redactado y presentado originalmente en inglés, por una joven de un colegio porteño.
Dado que comencé a recibir tantas oraciones y pedidos urgentes de mediación a favor de amadas instituciones católicas hoy seriamente amenazadas como el Matrimonio Cristiano, no pude menos que solicitar inmediatamente una entrevista con Nuestro Señor Jesús para conocer cuál era su parecer al respecto. Para mi sorpresa, en realidad ya me estaba esperando - por cierto con cierta inocultable impaciencia. Sin pérdida de tiempo, me dijo que dado que yo había ejercido como Diplomático, Embajador, Juez, Gran Canciller de Inglaterra y por sobre todo habiendo perdido mi cabeza en defensa de la indisolubilidad del matrimonio, Nuestro Señor me designaba su Nuncio ante Su Santidad con la misión de discutir ciertos asuntos.
Para ser franco y directo, debo explicar que Nuestro Señor está muy molesto con Su Santidad. En efecto, Él ha percibido que desde que Usted fue elegido Papa después de hacer "lobby" tan intenso a favor de Usted mismo, ha prestado casi nula atención a dos mil años de Su Magisterio relativo a cuestiones de Teología Moral, para no mencionar su falta de cuidado y buenas maneras en relación a la Liturgia y a la celebración de la Sagrada Eucaristía, y muy en particular sus improvisados comentarios como "sacados de la manga" a los medios de comunicación como "quién soy yo para juzgar", relativos la práctica homosexual, o aquellos despectivos para con las familias numerosas que "se reproducen como conejos" o aquel otro refiriéndose a Santa Teresa de Ávila, como "la vieja". Más aún, su magisterio está plagado de ambigüedades, sofística y demagogia mundana. Nuestro Señor considera que su equivocado entendimiento del Ecumenismo es grotesco; ¿es necesario recordarle que el Ecumenismo es diálogo entre cristianos y no servilismo ante las falsas religiones? Debe recordar también que la Antigua Alianza entre Nuestro Señor y el pueblo judío fue revocada por la Nueva Alianza de Nuestro Señor y que la misión de la Iglesia es convertir tanto a judíos como a gentiles, incluyendo a su amigo el rabino Abraham Skorka, quien apoyó "el matrimonio homosexual" en Buenos Aires. Y, a pesar de ello, Ud. lo honró con una distinción académica de la Pontificia Universidad Católica Argentina. En esa ocasión, Skorka se atrevió a decir que el Mesías aún estaba por venir y que el Evangelio debía ser revisado y fue subsiguientemente aplaudido por todos los presentes sin una sola voz de protesta.
Es lamentable que Ud siga equivocada y entusiasmadamente dedicado a homenajear a aquellos que más pertinazmente rechazan a Nuestro Señor.
Para empeorar las cosas, en octubre pasado Ud. organizó un Sínodo sobre la Familia y designó a su amigo el hereje Cardenal Kasper, para que "orquestara" la destrucción de uno de los más atesorados sacramentos de nuestra Fe, el del Matrimonio, vía la aceptación a la comunión de aquellos que viven en adulterio y vía la propuesta de la aceptación de "los dones de la personas homosexuales". ¡No hay tal cosa como un don homosexual en cuanto tal! La práctica homosexual, tal como lo han afirmado rectamente sus predecesores, es intrínsecamente perversa. Debe predicar la castidad urgentemente en un mundo que cada vez más se parece a Sodoma y Gomorra; un mundo inundado de pornografía y psicología mediana de "liberación sexual", la cual como usted debería saber y enseñar, es un medio de control político. La Caridad -la misericordia- sin Verdad es puro sentimentalismo, ha dicho rectamente Benedicto XVI.
De modo que le rogamos dedique más tiempo a la penitencia, el arrepentimiento y la oración, en especial a San Miguel Arcángel. Nuestro Señor tiene su propio tiempo para intervenir en la historia humana. Recuerde que Él no puede ver caer un gorrión a la tierra sin preocupación. De tantos males que asuelan su pontificado Él sacará bienes para los verdaderamente fieles.
También deseamos que se convierta a la Verdad para salvar su alma hoy en serio riesgo.
Tal como usted pide, rezamos por usted.
In Domino et Domina, SAINT THOMAS MORE
este notable escrito fue redactado y presentado originalmente en inglés, por una joven de un colegio porteño.