Fondos Buitre y Causa AMIA
2/2/2015
La denuncia del fiscal Nisman y las extrañas circunstancias de su
muerte ocurren en un momento particularmente delicado para la
supervivencia financiera y política del gobierno Kirchner. El acoso de los Fondos Buitre (FB) por la cuestión de los Holdouts
combinado con la nueva ofensiva – interna e internacional – en contra
del Memorándum de Entendimiento (ME) con Irán, pone en juego no sólo el
resultado de la Política de Endeudamiento K sino también el uso de la
causa AMIA como casus belli contra el Estado Iraní. El presente trabajo sólo pretende aportar algunos elementos de juicio
sobre el tema en base del análisis de correlaciones significativas
entre hechos, fechas y actores comunes que participan, directa o
indirectamente, en lo que está sucediendo.
I. ESTRATEGIA DE LOS FB.
Nadie conoce, en realidad, qué son, qué persiguen y cómo se mueven en
profundidad los FB pero constituye cuando menos una ingenuidad o un
reduccionismo creer que los mueve exclusivamente un fin de lucro o de
codicia extrema.
El Dinero es Poder y ese poder se ejerce no solamente en su campo específico económico-financiero sino que su alcance total.
Lo hemos dicho mil veces: el que no entiende el problema de la Deuda,
en el fondo, no entiende de Finanzas, de Economía y de Política.
La ratificación definitiva del fallo Griesa a mediados del año pasado
representó un golpe demoledor para las expectativas de la
administración CFK de poder seguir ganando tiempo y transferir con ello
el grueso del problema del endeudamiento al próximo gobierno.
Pero paralelamente a la batalla legal, los FB – con el fortísimo
poder de lobby cuya cabeza visible es Paul Singer – desarrollaban una
peligrosa escalada de agresión contra el gobierno Kirchner que reconoce
algunos hitos relevantes:
a) El incidente por el pedido de embargo de NML-Elliot contra la
fragata Libertad en Ghana (Octubre-Diciembre de 2012), que se produce
poco después de la denuncia del periodista Eliaschev (del 26.3.11) sobre
la entrevista de los cancilleres Timerman y Salehi de Aleppo (Siria) en
Enero de 2011 y que el gobierno no había dado a publicidad.
b) Las denuncias públicas de ATFA (Rabben-Shapiro-Sodergerg) desde
mediados del 2013 – financiadas por Singer – contra el gobierno
argentino por el ME con Irán sobre la causa AMIA, que fuera firmado en
Enero de ese año e inmediatamente cuestionado por las entidades judías
de la Argentina.
c) La serie de denuncias de NML-Elliot en los tribunales
estadounidenses durante el 2014 – específicamente, en el Estado de
Nevada – sobre la llamada “ruta del dinero K” en función de la causa
Discovery, derivada de la principal por el Pari Passu.
d) Las crecientes presiones contra la Argentina en el Congreso de los
Estados Unidos por parte de Lobby Israelí – también financiado
fuertemente por Singer – y sobre el gobierno Obama, cuyos nexos formales
más directos pasan hoy por el Secretario del Tesoro Jacob Lew, la
Secretaria de Estado para Asuntos Latinoamericanos Roberta Jacobson y el
nuevo embajador en nuestro país Noah Mamet.
e) La influencia del lobby AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Estados
Unidos-Israel), que es particularmente fuerte en el Partido Republicano
(PR) – del que Singer es importante contribuyente – y su relación
directa con toda una serie de legisladores, entre los cuales Ileana
Ros-Lehtinen, activista contraria a la Argentina tanto por la cuestión
de los holdouts como por la causa AMIA y el ME con Irán, siendo además
que esta congresista estaba a la vez en estrecha comunicación con el
fiscal Nisman.
Singer, en especial, es uno de los principales contribuyentes a las
actividades y campañas políticas de los senadores Marco Rubio –
precandidato a la presidencia por el PR – y Robert Menéndez – también PR
y socio, a su vez, del Estudio Lowenstein Sandler, vinculado a la
defensa de FB – así como a los movimientos de Ros-Lehtinen.
En un intento de intervenir ahora en el caso Nisman, Rubio,
Ros-Lehtinen y otros legisladores norteamericanos están pidiendo la
creación de una comisión investigadora internacional para esclarecer la
muerte del fiscal en la Argentina.
Se trata – en todos los casos citados – de hechos públicos y
notorios, no de conjeturas, por lo que la relación entre el lobby judío
norteamericano y el FB Singer no constituye una suposición sino un hecho
concreto y directo.
Por otro lado, las instancias legales del fallo del juez Griesa han venido avanzando de manera gradual pero firme.
El cerco jurídico y financiero entre la Justicia Norteamericana y los
FB en función de la sentencia Griesa en la causa de los holdouts iba
cerrándose cada vez más a medida que el juez, su mediador Pollack (un
hombre íntimamente ligado al sector financiero bancario) y el fondo
Singer fueron cortando cada vez más las vías de escape y/o dilación del
gobierno CFK dentro de su encuadramiento por desacato:
1. Mantenimiento del bloqueo de fondos para el pago a los bonistas
que entraron en el Megacanje 2005-2010, dentro y fuera de los Estados
Unidos.
2. Alternativa de cobro en bonos y no en efectivo, como era la esencia del reclamo original de los FB.
3. Alternativa de tercerización de las obligaciones o variante
Gramercy – compra de derechos de la sentencia por un tercero para
canjearla por títulos argentinos – cosa que está en curso a través de FB
“amigos” (caso Soros y Loeb).
4. Ampliación de las negociaciones con el gobierno argentino al resto
de los holdouts, en el marco de la mediación Pollack, lo que ampliaría
así el alcance de su gestión convirtiéndolo en árbitro de una nueva
reestructuración de títulos públicos dada la nueva crisis de Deuda que
existe, que el fallo Griesa precipita y que la administración Kirchner
no quiere reconocer.
Frente a esta encerrona legal y financiera, el gobierno CFK fue
agotando las posibilidades de su enorme Deuda intra-Estado, que conlleva
la descapitalización del Banco Central (BCRA), el desfinanciamiento del
Sistema Previsional y un mayúsculo desvío de fondos de los organismos
nacionales de sus fines específicos para poder pagar los servicios de la
Deuda con Terceros (empezando por los préstamos del BNA-Banco Nación,
que como los del BCRA se utilizan mayoritariamente para sostener el
sistema de la Deuda Perpetua de la Argentina).
Ante tal panorama y bajo su política de vuelta al Mercado
Internacional de Capitales en función de la Hoja de Ruta Boudou – cuyo
paso previo ya se había cumplido con el acuerdo del Club de París – el
problema con los FB devino más grave para la administración Kirchner
porque la mantiene expuesta al juego extorsivo de la Banca
Internacional, que mientras no se solucione el tema holdouts le exige
mayores tasas de interés para seguir refinanciando constantemente toda
la deuda que vence por capital y la toma de deudas adicionales, después
de haber traspasado la mayor parte de las obligaciones impagables al
propio Estado.
Es decir, que después de haber convertido Deuda Externa con Terceros
en Deuda Interna con el propio Sector Público (una deuda que – repetimos
– el Tesoro no puede pagar), ahora llegaba el momento de volver a
colocar nueva deuda en el exterior.
El grave cuadro de situación ya estaba así planteado y las exigencias
para retomar las negociaciones con los FB por el fallo Griesa a través
de la mediación Pollack con los holdouts era el primer paso para
destrabar la Hoja de Ruta Boudou.
Como se lo venían advirtiendo a coro los FB y los voceros locales del
establishment, con el 2014 a la administración K se le terminaba su
argumento de la cláusula RUFO para no negociar la forma de pago de la
sentencia Griesa.
Pero ello conlleva además el problema de la avalancha cierta del
resto de los holdouts y no libra a la Argentina de eventuales reclamos
de los bonistas que entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna (los
Holdin), por lo que la administración CFK quedaría comprometida más que
nunca a blanquear un sustancial aumento de la Deuda Externa, a desmentir
su política de “des-endeudamiento” y a llegar a alguna forma de acuerdo
interno con la oposición política – que se supone va a sucederla en las
responsabilidades de pago – frente a esa nueva ola de endeudamiento.
El giro político de la presidenta hacia China y otros países o
actores en el Mundo distintos al área del Dólar – tema al que nos
referiremos en el punto 2 – y su aparente reticencia en volver a la
mediación Pollack no sólo levantaron las sospechas y las recriminaciones
del caso contra el gobierno argentino sino que además habrían disparado
nuevas formas de agresión, orientadas a desestabilizar el frente
interno o nacional del gobierno K.
En estas condiciones, en la medida que la Argentina no volviera a la
mesa de mediación, era esperable que los FB lanzaran otra ofensiva
contra el gobierno, aunque lógicamente no podía saberse cómo, cuándo,
quién y por dónde vendría el ataque.
En este contexto es que se produce la denuncia Nisman contra el
gobierno CFK por supuesto encubrimiento en la causa AMIA a través del
convenio con Irán, una denuncia no basada en pruebas sino en escuchas
telefónicas indirectas pero que tendría un indudable y temible efecto
político.
El por qué Nisman eligió este momento para presentar su denuncia es
un tema clave que, por el momento, no tiene respuesta. Aunque la fecha
es significativa, ya que se producía pocos días antes de un viaje muy
importante de la presidenta a China.
II. CRISIS DE LOS HOLDOUTS.
El rechazo de la apelación argentina contra la sentencia Griesa por
la Corte Suprema de los Estados Unidos (EEUU) en Junio del año pasado
cayó como un “balde de agua fría” sobre la administración CFK, que
esperaba la benevolencia del alto tribunal, y desubicó sus esfuerzos por
diferir el problema de los holdouts a costa de toda una serie de
concesiones que estuvo realizando durante el primer semestre del 2014:
a) pago con bonos de los laudos del CIADI, b) medidas preliminares de
ajuste financiero-fiscal (devaluación del peso y aumento de las tasas de
interés con posterior retraso cambiario), c) altísimas ganancias por
tenencia de los Bancos, d) pago con bonos a Repsol por YPF, e)
colocación de Deuda Interna en Pesos con Inversores Privados (nuevos
Bonar), f) arreglo con el Club de París, g) pago a ultranza de servicios
de la Deuda (intereses Boden 2015 y uso del FDA para pago de deuda
externa con reservas del BCRA), h) nueva deuda Dólar Linked (por Bonad),
i) nuevos programas de crédito bajo el esquema de Asistencia trienal al
País con el BID y con el Banco Mundial, j) paralelo incremento de
préstamos de la CAF, k) posterior presentación ante Naciones Unidas de
la propuesta de Convención Multilateral para re-estructuración de Deuda
Soberana, l) sucesivas prórrogas del blanqueo de capitales en moneda
extranjera (CEDIN/BAADE) y m) aumento sustancial de la deuda
cuasi-fiscal del BCRA por Lebac/Nobac y por Otros Pasivos (swap con
China, préstamos del Banco de Francia y del BIS de Basilea).
Después de todo este escrupuloso “cumplimiento de deberes” en materia
de endeudamiento, empero, el gobierno CFK queda burlado y gravemente
descolocado con el rechazo de su apelación del fallo Griesa ante la
Corte Suprema Norteamericana, en medio de la nueva Crisis de Deuda que
le toca afrontar – por insolvencia y por iliquidez – y que lo tiene
completamente dependiente de la refinanciación perpetua de los
vencimientos a costa de nuevas deudas.
Por eso la presidenta, que había pedido la “iluminación de Dios” a
los jueces de la Corte estadounidense y que compartía optimistas
expectativas de Mercado sobre los bonos argentinos, reacciona con enojo y
recriminaciones, protesta en su condición de “pagadora serial” y – como
mezcla de impulsividad femenina y despecho – acelera un giro hacia
China, que ya venía desarrollándose hace tiempo, y hacia otros países de
la escena internacional.
Es el caso del bloque BRICS, donde además de las relaciones con China
se refuerzan los vínculos con la Rusia del presidente Putin, el caso
del gobierno Hollande de Francia – nexo clave con el Club de París y
cuyo actual Ministro de Finanzas, Emmanuel Macron proviene de la Banca
Rothschild – el de los tradicionales lazos con Iberoamérica y también el
de un acercamiento a los países musulmanes con el apoyo al Estado
Palestino en la ONU.
El capítulo chino tiene particular relevancia desde el punto de vista
financiero porque el gobierno de Pekín pasa así a ser el principal
sostén de financiamiento externo de la Argentina: swap de monedas,
préstamos para las represas de Santa Cruz y otras obras públicas o de
infraestructura, incremento del comercio bilateral (con un importante
aumento de las compras argentinas) y mayores inversiones chinas en
nuestro país.
Ello, en medio de un confuso panorama internacional signado por la
persistencia de una crisis financiera global que no ha terminado, la
recesión europea, la caída del precio del petróleo y de los commodities
agrícolas, la existencia de bajas tasas mundiales de interés pero con
expectativas de aumento, la lucha por el posicionamiento de las
Inversiones Extranjeras Directas, etc.
Todo esto, sin embargo, es parte de una cuestión mucho mayor – que
excede el alcance de esta nota y la competencia de su autor – pero que
está estrechamente relacionada con el rol del Dólar en el mundo como
moneda hegemónica y su consiguiente relación con el sistema de precios
relativos de las materias primas.
Es un tema que obviamente escapa al objeto de este trabajo pero que
tiene tres datos importantes en lo que toca a la crisis de Deuda de la
Argentina y su relación con el caso Irán-AMIA:
1. En Setiembre pasado el presidente Obama descomprime públicamente
las tensiones con Irán a través de una comunicación telefónica con su
par Rouhaní y una de las bases de esta mejora de relaciones es el
aflojamiento de las acusaciones sobre el programa nuclear a cambio de la
aparente cancelación del proyecto de creación de la Bolsa Petrolera
Iraní en la Isla de Kish – zona de libre comercio (ZLC) situada en el
Golfo Pérsico, cerca del Estrecho de Ormuz – que venía siendo planeada
por el anterior gobierno Ahmadineyad y contemplaba la apertura de un
nuevo mercado de crudo con cotización en divisas diferentes al dólar
(básicamente el euro y eventualmente también el yuan). Esto desactivaba
el interés norteamericano de sostener las acusaciones sin pruebas de la
causa AMIA como pretexto para una agresión contra Irán.
2. Este cambio de posición del gobierno Obama provoca una particular
irritación en el “partido de la guerra” norteamericano-israelí, es
decir, dentro de la línea política dura que tanto en Estados Unidos como
en Israel propugna una “solución militar” de los problemas geopolíticos
y financieros en el Mundo. Y varios de los actores de esta tesitura de
confrontación y escalada de conflictos tienen puntos comunes y directos
con la causa AMIA: caso Singer-ATFA, Ros-Lehtinen y “halcones” del PR,
Lobby AIPAC y gobierno Netanyahu en Israel (en ríspida campaña
electoral).
3. Tan delicado reacomodamiento de posiciones internacionales tiene
una relación vinculante con la cuestión de las deudas como instrumento
de dominio, esto es, con las relaciones entre tipos de cambio y tasas de
interés que determinan las reglas de endeudamiento externo de países y
empresas según jurisdicciones legales, ya que la competencia entre los
mercados de dinero ha llegado hoy a niveles de corrupción y ferocidad
nunca vistos en la historia del Mundo. Y dentro de este esquema es que
le toca al gobierno CFK “volver al Mercado de Capitales”.
Este último punto tiene particular relevancia para la Argentina
porque lo que está en juego aquí no es sólo la continuidad del
endeudamiento ni la asunción de nuevas deudas sino el tipo de moneda y
la o las plazas en que esas deudas van a ser recolocadas.
Como lo advirtiera en su momento la propia administración Obama a la
Cámara de Apelaciones de Nueva York en los juicios de los FB contra la
Argentina – con la presentación del Secretario del Tesoro Jack Lew a
título de Amicus Curiae – lo que está en juego para los intereses
financieros norteamericanos es la confiabilidad jurídica de la plaza de
Nueva York como principal mercado de bonos de los Países Emergentes y
las sentencias que, como el fallo Griesa, entorpecen las
reestructuraciones de Deuda Soberana pueden poner en peligro la primacía
de Wall Street frente a otros mercados, principalmente europeos y
asiáticos.
Este problema tiene relación directa con la Argentina como caso
testigo porque el giro de la presidenta – derivado de la crisis de los
Holdouts – tiende a orientar el nuevo endeudamiento externo público del
país hacia mercados de capitales fuera de los Estados Unidos: préstamos
financieros (swap) y económicos (represas, obras públicas y comercio) de
China (que a través del Estatuto de Hong Kong opera prevalentemente en
el ámbito financiero mundial de la Banca de Inglaterra), versiones
crecientes de colocación de nueva deuda externa argentina en Londres
(obviamente con jurisdicción de los tribunales ingleses) y arbitrajes en
la Corte Internacional de París, reclamos de los inversores europeos
que entraron en el canje (holdin, con George Soros a la cabeza) contra
el bloqueo de pagos dictado por el juez Griesa contra los giros del BoNY
a Londres, etc.
Por ende, el gobierno K, en medio de la nueva crisis de Deuda
derivada del fracaso del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010 y
frente a sus dificultades para volver al mercado mundial de capitales
debido a la cuestión de los Holdouts, no sólo se encuentra metido hoy en
un dilema de endeudamiento o no endeudamiento sino de dónde y en qué
plaza o moneda endeudarse colocar nueva deuda.
Y es en este contexto interno e internacional que se produce la denuncia Nisman por el caso Irán-AMIA.
III. DENUNCIA NISMAN.
El sesgo trágico de la muerte del fiscal Nisman ha desplazado el foco
de la atención acerca de su gravísima denuncia sin pruebas contra el
gobierno K en el marco de la seria coyuntura internacional a la que se
ha hecho referencia y, a la vez, en el contexto de la grave crisis de
Deuda local que amenaza la estabilidad financiera y política de la
administración K.
El efecto de una denuncia de este tipo, hecha en el comienzo de un
año electoral y en momentos en que tanto FB externos como portavoces
locales del establishment están presionando la retoma de la mediación
Pollack con el argumento del vencimiento de la cláusula RUFO, pudiera
ser catastrófico para el gobierno K, provocar una crisis política e
incluso llevar a un adelantamiento de las elecciones.
Cualquiera sea el motivo de su presentación – jugada personal ante su
posible remoción y/o maniobra inducida por terceros – lo cierto es que
deviene imposible aceptar que Nisman actuara sólo dado las consecuencias
políticas internas e internacionales de su actitud.
Para esas cosas nunca se actúa sólo: es forzoso o necesario aceptar
que Nisman actuó o fue usado como golpe de ariete o punta de lanza de
una maniobra cuyo alcance excede la idea de una impulsiva decisión
personal.
Es por este motivo que el “caso o episodio Nisman” da lugar a las
sospechas de un “complot o conspiración Nisman” (aclarando que la
palabra “conspiración” significa “unirse contra un superior”).
El presente análisis, en este punto, no pretende indagar ni suponer
cosas o sucesos – ello, como ya hemos dicho, excede totalmente la
capacidad del autor y no constituye el objeto de esta nota – aunque sí
identificar y dejar observados algunos puntos de los hechos hasta ahora
conocidos que estén o pueden estar vinculados al cuadro de situación
expuesto en los dos acápites anteriores.
a) LA DENUNCIA DE NISMAN.
La esencia de la denuncia del fiscal contra el gobierno CFK por
encubrimiento de la llamada Pista Iraní, dentro de la causa AMIA, es que
el ME de Enero de 2013 se habría pactado para exculpar a los
funcionarios involucrados a cambio de acuerdos comerciales entre los dos
Estados.
La endeblez de una denuncia de este tipo, realizada sin pruebas sino
sobre la base de escuchas telefónicas indirectas e ilegales quitaba – en
principio – fundamento a su presentación y exponía a Nisman no sólo a
papelones públicos sino a graves responsabilidades como funcionario del
Estado.
Inmediatamente después de presentada tal denuncia, la misma fue desarticulada por desmentidas importantes:
– El canciller Timerman demostró que el gobierno no solicitó el
retiro de las circulares rojas contra los funcionarios iraníes ante
Interpol.
– El ex titular de dicho organismo, Robert Noble, ratificó lo dicho por el ministro argentino.
– El juez Canicoba Corral desautorizó las investigaciones que estaba
realizando Nisman declarando que las mismas no habían sido ordenadas por
él, que el fiscal se había extralimitado en sus interferencias
telefónicas y que no le había informado sobre la maniobra no autorizada
que estuvo llevando a cabo con su gente.
Esto último, junto con el hecho cierto que el fiscal – y parte de su
equipo – habían estado espiando al propio gobierno descolocaba muy
seriamente a Nisman, de quien ya se sabía probadamente su relación
directa con el ex hombre fuerte de la SI Stiusso y de la coordinación de
sus acciones al frente de la Unidad Fiscal AMIA (UFI AMIA) con el
gobierno norteamericano a través de su embajada en Buenos Aires (por los
cables de WikiLeaks).
Las actividades de Nisman, tanto en el país como en el exterior, sus
vinculaciones personales directas con entidades judías locales
comprometidas en la causa y con entes judíos del extranjero, sus
contactos con personalidades directrices de la campaña anti-K en los
Estados Unidos que están simultáneamente ligadas a intereses de los FB
(como los casos citados de la legisladora Ros-Lehtinen y de los
senadores Rubio y Menéndez) y sus viajes informativos ante los gobiernos
de Estados Unidos e Israel eran públicos y notorios, respaldados
incluso con promoción mediática.
Por ende, no cabe duda que el fiscal actuaba en un plano superior e
independiente del gobierno nacional en relación a la causa AMIA, que
coordinaba sus movimientos en relación con personas, entidades y/o
autoridades que influían sobre el curso de la misma y que su denuncia
contra la presidenta y sus colaboradores superiores tenía más carácter
político que legal.
Frente a este nivel de contactos del encargado de la causa resulta
burlesco hablar de “diplomacia paralela” para referirse a personas como
D´Elia, Esteche o Khalil.
La explicación más plausible o coherente, en este caso, es que fuese
Nisman quien realmente practicase o formase parte de una verdadera
“diplomacia paralela”, mucho más importante y poderosa.
Y por lo menos esto fue así hasta que en Diciembre pasado el grupo
Stiusso fue desplazado de la SI, aparentemente con el avance del general
Milani y la Inteligencia del Ejército Argentino sobre el organismo de
espionaje.
En ese momento, el tándem Stiusso-Nisman habría quedado cortado, la
posición del fiscal devino gravemente debilitada y con ello afloraba el
cuestionamiento por su actitud diversiva al haber mantenido a rajatabla
durante los 10 años de su gestión una falsa “pista iraní” que se
revelaba insostenible.
En este contexto, el previsible derrumbe de su denuncia contra la
presidenta CFK, el riesgo cierto de su desacreditación personal y el
probable fin de su carrera profesional y política pueden explicar una
decisión de suicidio, aunque las circunstancias del mismo son extrañas:
nadie vuelve abruptamente de vacaciones para presentar una sorpresiva
denuncia judicial sin pruebas en plena feria de Enero y luego se mata.
Está dentro de la lógica sospechar que algún cambio muy importante se
produjo poco antes de su muerte y que ello explicaría el suicidio
(propio o inducido) de Nisman.
Sería un “clásico” de los casos de escándalo político que devienen
bloqueados por “corte de cadena” con la muerte de su protagonista
central o de un testigo clave, a quien la red a la cual pertenecía
termina “soltándole la mano”, requiriéndole que ponga fin a su vida para
evitar males mayores o directamente liquidándolo en forma sofisticada.
Pero eso corresponde más a lo conjetural que a los hechos conocidos a través de las investigaciones en curso.
b) LA RED NISMAN.
El fiscal Nisman no actuaba sólo: aparte de unos 40 funcionarios que
se desempeñaban a sus órdenes en la UFI AMIA (personas en su mayoría
altamente remuneradas) se investiga ahora qué otras personas y para qué
tipo de funciones trabajaban bajo su mando (caso Lagomarsino o
Rabinovich) e incluso con qué contactos externos se manejaba (como el
caso Pachter, del Buenos Aires Herald, o el periodista Pérez Izquierdo,
de Infobae, que recibían información confidencial suya que no ha sido
revelada).
Pero la red de contactos que se da en estos casos es imposible
armarla desde afuera de la investigación y no constituye tampoco el
objeto de esta nota. Lo único cierto es que los colaboradores y los
contactos de Nisman demuestran que su gente – o la red de personas de
las que él formaba parte – excedían el rol y tareas específicas que le
estaban asignadas y que formaban parte de una red de espionaje interno
dentro del Estado.
Las irregularidades mayúsculas de la causa AMIA ya han sido
claramente demostradas por el Dr. Labaké – en su libro y en sus
entrevistas televisivas o radiales – por los numerosos trabajos del Ing.
Petrosino al respecto y por otros investigadores que han analizado el
caso, desde Lanata y Levinas hasta Llorens y Salbuchi, pasando por toda
una lista de investigadores y periodistas que hurgaron al respecto.
El autor de este trabajo no entra aquí en el contenido de tales
investigaciones sino que se limita a constatar las únicas conclusiones
primarias y subyacentes que surgen probadamente de todo esto:
1. Desde el primer momento – lo mismo que en la voladura de la
Embajada de Israel – la causa AMIA estuvo manipulada en la forma más
escandalosa que se conozca, empezando por la falta de pruebas sobre la
existencia de un coche-bomba y la inculpación de personas inocentes ante
la justicia.
2. La falta de avance de las investigaciones se debe a la colusión o
complicidad entre los gobiernos de turno – desde 1994 hasta la fecha –
las principales entidades de la colectividad judía en la Argentina y la
interferencia abierta de países (caso Estados Unidos e Israel) y
organismos de inteligencia extranjeros en nuestro país (caso CIA y
Mosad).
3. El fiscal Nisman era parte de este mecanismo de encubrimiento de
la verdad, de desvío del eje de las investigaciones de la causa y del
uso político de la misma.
La muerte del fiscal lo sustrajo a las aclaraciones del caso pero el
hecho que el ex agente Stiusso no haya sido todavía citado a declarar en
las averiguaciones en curso sobre la muerte de Nisman es una muy mala
señal sobre este asunto.
c) LOS CONTACTOS EXTERNOS.
A los actores externos que operan en común en torno a la causa AMIA
ya nos hemos referido en el punto I. Aquí sólo cabe aportar algunos
elementos complementarios a dichas conexiones.
Acusar al gobierno Kirchner de un entendimiento con Irán para
encubrir el atentado a la AMIA constituye, prima facie, un despropósito.
Desde la apoyatura y buenas relaciones de la administración K con
grupos importantes ligados a la colectividad judía en la Argentina –
caso grupos Sielecki, Werthein, Elsztain o Esquenazi, por citar los más
relevantes – hasta la presencia de ministros clave pertenecientes a esa
confesión en el seno del gobierno – caso Timerman o Kicillof, y la
propia rama materna de la presidenta – hacen impensable una complicidad
por encubrimiento de este tipo al máximo nivel de la administración K.
En el plano internacional – y específicamente en los Estados Unidos –
la proximidad a la presidenta de Susan Segal, titular del Consejo de
las Américas (grupo Rockefeller) o de Jack Rosen (actual presidente del
Congreso Judío Mundial), entre otros, producto de contactos tejidos por
el canciller Timerman cuando era embajador en Washington, tampoco
presagiarían un distanciamiento ni una ruptura con representantes de
peso de dicha comunidad.
La denuncia de Nisman, tan falta de pruebas como irrealista,
seguramente va a ser desestimada completamente también por esta falencia
de percepción política.
Pero queda claro, en cambio, que existe una seria división interna
dentro de la colectividad judía con respecto a la investigación y al uso
de la causa AMIA; y esto tiene repercusiones locales e internacionales
de importancia.
La obstinada campaña anti-K de los FB ha sido particularmente
agresiva e identificable en los Estados Unidos y ha estado a cargo de
actores comunes que se mueven tanto en la cuestión de los holdouts como
en la causa AMIA: fundamentalmente la línea dura del PR y el lobby
israelí-norteamericano (ámbitos donde se mueve, por igual, el grupo de
presión vinculado a los intereses de Paul Singer.
La tarea, en este sentido, ha sido y sigue siendo común: Deuda Externa y causa AMIA.
– Por un lado, el hostigamiento constante para forzar un acuerdo con
los FB que reviste, en la práctica, el carácter de una nueva
reestructuración de la Deuda Externa Argentina y que sería manejada, una
vez más, desde Nueva York.
– Por otro lado, la línea política dura o “partido de la guerra”, que
busca reventar la situación en el Medio Oriente, agita la cizaña
anti-islámica en el mundo y busca mantener la hegemonía financiera y
militar del Imperio Norteamericano en el planeta y la posición de Israel
en Medio Oriente.
Tampoco aquí hay certeza sobre si los sectores judíos actúan tan
coordinadamente en el mundo: a los FB “malos” (como NML-Elliot de Paul
Singer y Aurelius Capital de Mark Brodsky) se contraponen los FB
“buenos” (como George Soros, Daniel Loeb o Robert Koenigsberger, del
fondo Gramercy); y a los lobistas políticos “malos” (como Madeleine
Albright-Korbel, Robert Shapiro, Robert Raben y Nancy Soderberg) se
contrapondrían funcionarios del gobierno Obama aparentemente más
equidistantes o realistas (como el secretario del Tesoro Jacob Lew, la
Secretaria de Estado para Asuntos Latinoamericanos Roberta Jacobson y el
nuevo embajador en la Argentina Noah Mamet).
La lista sería muy larga a este respecto y el balance de fuerzas
obviamente no se conoce pero se trata de actores que están – todos ellos
– directa o indirectamente involucrados, en mayor o menor medida, en
los dos temas a la vez: tanto en la causa AMIA como en la cuestión de
los holdouts, convertida hoy en la clave pendiente de una nueva
reestructuración de Deuda Soberana que se da en un momento sumamente
delicado de la situación internacional.
Y este punto es determinante, a su vez, para lo que acontezca en el
corriente año político en la Argentina, porque la nueva administración
de gobierno que asuma a fin del 2015 tendrá que tomar decisiones sobre
estos dos grandes problemas de arrastre que el Kirchnerismo amenaza
dejarle como herencia: el problema de una nueva deuda externa que no se
sabe si va a ser contraída con el Mercado de Capitales del área dólar o
de terceras monedas (euro, yuan) y el problema contaminado de la causa
AMIA, que agrega ahora el misterio de la muerte de Nisman después de su
denuncia.
En ambos casos no parece existir salida pacífica o sin daños de este
atolladero: ni en el caso de una nueva reestructuración de Deuda ni en
el de un replanteo de la causa AMIA, a la luz de la muerte de Nisman, lo
que – en caso de no lograrse nuevas concesiones gubernamentales –
podría derivar incluso al adelantamiento de las Elecciones de Octubre.
Pero los hechos dirán cómo evolucionan estas dos historias paralelas que, por el momento, tienen un final abierto.-
Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 30.1.2015