DEFENDER LA FAMILIA COTIDIANAMENTE
La convivencia no es sinónimo de familia. Lo
más preocupante no es lo que pasa sino que nos vamos “acostumbrando”.
Resisitir la revolución cultural anticristiana es tarea de todos, porque
todos estamos llamados a ser “testigos de la verdad”.
En su habitual columna en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, Mons.
Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, reflexionó sobre algunas noticias
que van “naturalizando” ataques al orden natural y nos exhortó a
hablarles a los chicos y adolescentes de “la vocación al matrimonio”.
El
prelado platense destacó que en los casos de “femicidio” suele
mencionarse a las “ex parejas” y a los hijos de matrimonios anteriores y
se hacen recomposiciones extrañas de algo “que ya no se puede llamar familia”. Otro
tanto ocurre con los chismes de la “farándula”, donde se publicitan
romances y “adulterios”, ajenos al matrimonio y su estabilidad.
¿Somos
conscientes de que la descripción de estos hechos “pone en juego
realidades humanas y cristianas fundamentales”? ¿Resistimos o nos
prendemos?
“Es verdad que es un hecho cultural que se va imponiendo en contra del orden natural y de la moral cristiana pero nosotros estamos para ser testigos de la verdad”.
A continuación el texto completo de la alocución de Mons. Aguer:
“Mis
amigos les comenté alguna vez, si no recuerdo mal, que leo todas las
noticias y suelo detenerme en las noticias policiales. No hay nada de
macabro en esto pues leer esas noticias es saber que pasa a nuestro
alrededor y me llama la atención la frecuencia con que aparecen las que
se refieren a asesinatos de mujeres. Eso ya ha recibido un nombre
específico que es el femicidio o los delitos de género”.
“Es verdad que no es común que la mujer mate al varón o que lo
maltrate, algún caso habrá probablemente, pero las noticias se repiten
sobre mujeres asesinadas. ¿Por quién, por sus esposos? En general no se
dice “el marido o el esposo” sino que se dice “la pareja, la ex pareja,
el novio, el ex novio” y se suele decir que ya había hijos anteriores de
parejas anteriores. Vemos que suelen ser un rejunte muy provisorio y
ese encuentro ha durado algún tiempo y la mujer ha tenido que soportar
los golpes, los insultos, el desprecio. Uno se pregunta: ¿Cómo es
posible que se soporte tanto? Y, dolorosamente, vemos que muchas veces
finalmente se mata a la mujer y se suele decir que ya estaban separados y
hasta con denuncias judiciales que imponen algunas restricciones que no
suelen cumplirse. Y van y ocurren las tragedias”.
“Otra cosa que me llama la atención es que muchas veces la mujer tiene
más edad que el varón y que estos suelen ser muchachos jóvenes. Y uno se
pregunta ¿qué hay detrás de todo esto, de esta recomposición extraña de
algo que ya no se puede llamar familia? Pienso muchas veces cuando leo
esas noticias de crímenes en el drama de los chicos y que pasa con los
chicos y dónde van a parar. Seguramente estarán las abuelas, alguna tía o
lo que fuere pero el cuadro es desolador porque sus padres estarán uno
preso y la otra muerta. Es algo tremendo lo que está ocurriendo”.
“Uno puede decir o sospechar: “ocurrió siempre”. La verdad no sé si
ocurrió siempre y no creo que sea como ahora. Habrá habido, ciertamente,
varones que abusaban de la mujer pero tengo la impresión que esto se
precipita ahora y yo, seguramente ustedes también, lo vemos ahora
repetidamente en las noticias”.
“Y, saliendo del caso criminal, veo también esto: la confusión que hay
acerca de lo que es la unión del hombre y la mujer, de lo qué es la
pareja digamos. Pareja que, muchas veces, como insinuaba, es despareja”.
“Y hay otra sección de los diarios que me llama la atención: la
denominada farándula. Ahora en la sección espectáculos aparecen los
chismes de la “farándula”. Les aseguro que no me prendo en eso pero
siempre alguien viene y me cuenta o aparecen entre las noticias de los
informativos de la televisión. Se habla del caso de fulanita con
fulanito, que son famosos ambos y ella lo pesca en flagrante adulterio
con otra, si se puede llamar este caso adulterio, y viene toda una saga
que dura semanas y semanas, y da que hablar por parte de todos”.
“Creo
que esa proliferación de casos farandulescos me parece que no hace
mucho bien. Las señoras, especialmente las señoras mayores, se prenden
en todo eso y lo siguen puntualmente. ¡Cuidado, señoras, tengan
moderación! Y los jóvenes, que también conocen eso, van como
naturalizando el hecho de que la relación de la mujer y del varón, hoy
en día, no tiene nada que ver con la estabilidad del matrimonio, con la
fundación de una familia, con la destinación del sexo a los hijos”.
“Lo
que está en juego aquí son realidades humanas y cristianas
fundamentales. Es verdad que es un hecho cultural que se va imponiendo
en contra del orden natural y de la moral cristiana pero nosotros
estamos para ser testigos de la verdad. Hay que insistir mucho en esto
en los chicos, los adolescentes y hay que empezarles a hablar de la
vocación al matrimonio, de la vocación al sacramento del matrimonio.
Toda esa gente que se casa, todavía, por la Iglesia tiene que tener esto
muy claro. Va a la Iglesia para pactar algo delante de Dios y ellos,
los esposos, son los ministros que se dan asimismo el sacramento y Dios
los bendice y eso es para toda la vida”.
_________________________________________
NOTIVIDA, Año XVI, Nº 997, 10 de enero de 2016
Editores: Lic. Mónica del Río y Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja
Página web: www.notivida.org
Email: notivida@hotmail.com
_________________________________________
Citando
la fuente y el autor, se autoriza la reproducción total o parcial de
los artículos contenidos en cada número del boletín.