jueves, 7 de enero de 2016

Se viene el inevitable Gran Choque


Se viene el inevitable Gran Choque


Los despachos de los mentideros políticos instalados en la Casa de Gobierno de Entre Ríos no se toman vacaciones y dejan trascender cuestiones que van marcando cierto hastío en el nuevo gobernador ante las diversas situaciones que se generan alrededor del ex mandatario y de su hijo Mauro a quien exigió se le diera el ministerio de gobierno y justicia. Sergio Urribarri, además de las causas judiciales iniciadas en su contra, ha perdido más rápido de lo que se esperaba su poder político y muchos creen que eso se ha de evidenciar cuando la Cámara de Diputados retome su labor. Su hijo lo único que ha hecho hasta ahora es triplicar la cantidad de funcionarios en su área, complicando a Bordet y su firme intención de austeridad.




Todo esto hace suponer a quienes se ocupan de los mentideros dentro de la Casa Gris, que Bordet no ha de demorar mucho tiempo más en seguir tolerando a “los Urribarri” como parte de su gobierno.


 
PARANA (Urgente24). Gustavo Bordet llegó al gobierno luego de un acuerdo político ideado por el ex gobernador Sergio Urribarri y que nunca previó lo que podía suceder. El triunfo de Bordet llegó solo porque en la oposición planteada por Cambiemos no había una propuesta seria, pero por lo demás la idea de Urribarri, que hizo bajar todas las candidaturas y no permitió internas, fue un rotundo fracaso y llevó al PJ entrerriano a la peor derrota de su historia en el balotaje de noviembre. 
Urribarri nunca pensó que eso podría ocurrir y mucho menos que el FpV se quedaría también sin nada a nivel nacional. Cambiemos se quedó con media provincia y obligará al nuevo gobierno a negociar cada ley que necesite. También deberá negociar otras necesidades con un gobierno nacional de otro color, algo a lo que no se estaba acostumbrado hacer. Bordet, en ese sentido mostró que puede hacerlo, pero para ello debió mostrar también total independencia. La ayuda conseguida para aliviar la grave situación de los inundados de Concordia, más la promesa lograda para llevar adelante las obras necesarias para evitar futuras consecuencias ante las crecidas de los ríos, es todo mérito suyo. 
Según los mentideros de la Casa Gris, Urribarri se encontraría muy preocupado por todo lo que le ha sucedido en los últimos tiempos “Él es muy afecto a todo lo que tenga que ver con lo esotérico y por eso cree que todo lo que le ocurre se debe a alguna brujería”, comenta alguien que conoce muy bien como escuchar a través de las paredes en la casa de gobierno, y agrega “El pato (apodo del ex gobernador), ya ni duerme esperando el día que Bordet lo deje definitivamente de lado. 
Le tiene terror a ese momento ya que él no tiene, como tuvo Busti por ejemplo, la posibilidad de decir me traicionaron. Sabe que si Bordet le pega el portazo quedará en el desierto más absoluto”. 
Sergio Urribarri construyó su poder en base a alcahuetes y obsecuentes de poca estofa y aunque varios de ellos lograron mantenerse en el gobierno, difícilmente esos personajes vayan a defenderlo si es que el nuevo gobernador decide, algún día, no tolerar más al ex mandatario. Los que dicen escuchar tras las paredes aseguran que ese día no estaría tan lejano. 
Pero además de las cuestiones judiciales que deberá enfrentar, y que no se presentarían fáciles (al finalizar el período de la feria judicial habría importantes novedades debido a ciertas pruebas aportadas en el último día hábil), Urribarri, tiene otro problema originado por haber perdido tan rápidamente su poder político. Según se comenta ello quedaría reflejado al regreso de la actividad legislativa. 
En tanto, el hijo del ex mandatario, Mauro Urribarri, designado ministro de Gobierno y Justicia, se está convirtiendo en un problema para el gobernador Gustavo Bordet, quien desde el primer día puso de manifiesto su interés por llevar adelante una gestión marcada por la austeridad. 
Urribarri hijo, está haciendo todo lo contrario y en menos de un mes de gobierno ya triplicó la cantidad de funcionarios del ministerio a su cargo y pasó de tener dos secretarías a seis. Por otro lado gastó una importante suma en reequipar las oficinas del ministerio cambiando los muebles por otros más a “su” estilo. 
Pero además de eso, que ya es bastante para el estilo Bordet, se habrían producido varios cortocircuitos con los integrantes de las fuerzas de seguridad que a regañadientes habían aceptado estar bajo el mando de Mauro Urribarri. 
Otro de esos chisporroteos se habría producido entre el ministro y su secretario de Justicia, Martín Uranga, un hombre que llegó a ese lugar por el acuerdo con la fuerza política que lidera el diputado nacional Julio Solanas, y que es uno de los dirigentes que “los Urribarri” sospechan como integrante del grupo que quiere aislar al ex gobernador. El motivo de la disputa habría sido porque Mauro le recortó gastos a la secretaría a cargo de Uranga. 
Todo esto hace suponer a quienes se ocupan de los mentideros dentro de la Casa Gris, que Bordet no ha de demorar mucho tiempo más en seguir tolerando a “los Urribarri” como parte de su gobierno. Para ello, comentan en cercanías del nuevo mandatario, se ha preocupado en designar a gente de su extrema confianza para que se ocupen de la redacción de la nueva Ley de Ministerios (Bordet asumió sin contar con esa Ley, debido a los desmanejos institucionales de Sergio Urribarri), que es imprescindible para el desarrollo institucional de su gobierno. 
Muchos creen que ese será el momento adecuado para que Bordet se desprenda definitivamente de “los Urribarri” y los envíe a cuarteles de invierno. 
Siempre y cuando que los que escuchan a través de las paredes hayan escuchado bien. O que “los Urribarri” consigan un nuevo brujo que les permita neutralizar el supuesto “maleficio” que los viene perjudicando.