ANEXO VII. CAÑÓN SOFMA 155 mm
CAÑÓN CITEFA MODELO 77 L33 (SOFMA 155 mm)
Para reemplazar a las antiguas
pieza de artillería remolcadas Schneider Modelo 1929 L30 de 155mm, M-114 y las
auto propulsadas AMX Mk.F3 del mismo calibre, el Instituto de Investigación
Científica y Técnica de las Fuerzas Armadas (CITEFA) comenzó a trabajar en un diseño
basado en cureñas capaces de adaptarse a la sección superior del cañón SOFMA que
equipaba a los AMX Mk.F3. De ese modo, se dio origen al L33 X1415 CITEFA Modelo 77 de 155 mm, aprobado por las
autoridades del Ejército Argentino como pieza estándar.
Con sus 10,12 metros
de longitud y 43
kilogramos de peso, dispone de un freno de boca de doble
deflector y un mecanismo de cierre de tornillo ubicados en el interior de la
sección más baja, formando la conexión con las muñoneras de la cuna y la cureña
de tipo bimástil y construcción sólida, con un afuste fabricado en acero
soldado y mecanismos de dirección y alza.
Cada mástil de remolque esta provisto
de una pequeña rueda con cubierta de caucho, que facilita su emplazamiento.
Con la pieza en batería, el tren de la cureña se eleva levemente del suelo permitiéndole apoyarse sobre una base de acero circular, unida a la cureña por medio de una rótula con la que se la equilibra en terrenos abruptos.
Con la pieza en batería, el tren de la cureña se eleva levemente del suelo permitiéndole apoyarse sobre una base de acero circular, unida a la cureña por medio de una rótula con la que se la equilibra en terrenos abruptos.
Características
Fabricante: Fabricaciones
Militares
Calibre: 155 mm
Alcance máximo: 20 km
Longitud del tubo: 9,40 mts
Longitud Total de la pieza: 10,12 mts
Altura total de la pieza: 2,20 mts
Despeje del suelo: 0,28 mts
Ancho Total: 2,67 mts
Ancho total en batería: 6,70 mts
Peso del proyectil: 43 kg
Alcance Efectivo: 20.000 m (con munición normal) 24.000 m (con munición especial)
Peso del Material en orden de marcha: 8.200 kg
Peso de la masa oscilante: 4.400 kg
Campo de tiro vertical:-5° a + 67°
Campo de tiro Horizontal: 70° (+35°)
Alcance máximo: 20 km
Longitud del tubo: 9,40 mts
Longitud Total de la pieza: 10,12 mts
Altura total de la pieza: 2,20 mts
Despeje del suelo: 0,28 mts
Ancho Total: 2,67 mts
Ancho total en batería: 6,70 mts
Peso del proyectil: 43 kg
Alcance Efectivo: 20.000 m (con munición normal) 24.000 m (con munición especial)
Peso del Material en orden de marcha: 8.200 kg
Peso de la masa oscilante: 4.400 kg
Campo de tiro vertical:-5° a + 67°
Campo de tiro Horizontal: 70° (+35°)
El 14 de mayo de 1982 llegaron a
las Malvinas dos cañones calibre 155
mm L33 X1415 Modelo 77, pertenecientes a la Batería de Tiro “C”, destinadas a
reforzar al Grupo de Artillería 3.
Ubicados al sur de Puerto
Argentino, a 150 metros
uno de otro, la poca consistencia del terreno obligó a realizar
complejos trabajos de adaptación en el suelo para poder apostarlos
convenientemente. Las piezas, a cargo del teniente primero Luis A. Daffunchio,
fueron orientadas hacia el mar, con el objeto de hostigar a los buques enemigos
y mantenerlos a distancia. Recibieron su bautismo de fuego el 15 de mayo en la
madrugada, cuando una nave enemiga, posiblemente el HMS “Glamorgan”, se ubicó a 18 km
de la costa para batir las posiciones al sur de la capital.
Su alcance máximo y su munición pusieron aquellas piezas a la altura de las mejores del mundo.
Por su gran tamaño y efectividad,
estos cañones recibieron en Malvinas apodos ostentosos y evocativos, como “Gran
Berta”, en recuerdo de aquel que se hizo célebre en la Primera Guerra
Mundial, “Gran
Chaparral”, como la famosa serie televisiva y “Gran Leopoldo” en clara
alusión
a Galtieri. Los soldados les pintaron jocosas inscripciones sobre sus
tubos en alusión, preferentemente, a miembros de la corona británica.
Fue el “Gran Berta” el primero en
entrar en combate. Lo hizo con gran estruendo, impactando el agua, muy cerca
del desprevenido "Glamorgan". Cuando las descargas volvieron a repetirse, el
destructor viró abruptamente y se alejó a toda velocidad. Con fuertes alaridos
de júbilo, la guarnición argentina festejó la victoria.
Dos días después, los grandes
cañones argentinos volvieron a entrar en acción. Era noche cerrada cuando a las
22.50, el radar detectó un eco a 30
km de la costa. Inmediatamente después aparecieron varios
más aproximándose a gran velocidad. Para entonces había llegado la segunda
pieza, con la cual se puso concentrar fuego graneado sobre uno de los tres blancos
seleccionados.
Las bocas del “Gran Berta” y el
“Gran Chaparral” escupieron fuego durante varios minutos forzando a los
incursores a emprender nuevamente la retirada. A bordo de las naves comprendieron que
ya no iban a poder cañonear impunemente las posiciones del adversario como lo
venían haciendo desde el 1 de mayo.
En
los primeros días de junio, los
artilleros giraron las piezas apuntando sus bocas hacia el oeste, con la
intención de enfrentar al ejército y la artillería británicos que
comenzaban a posesionarse
de los cerros.
El “Gran Berta” y el “Gran
Chaparral” batieron los montes Kent, Wall, Longdon, Dos Hermanas y Enriqueta,
dificultando considerablemente el avance enemigo.
Fue en la mañana del 12 de junio
cuando dos Harrier GR.3 del Escuadrón 899 llevaron a cabo la mencionada
incursión sobre Sapper Hill para destruirlos. Lanzaron bombas racimo dañando
las ruedas del “Gran Chaparral” e hiriendo a algunos de sus servidores, entre
ellos el perro “Tom”, la mascota traída desde el continente. Uno de los cazas
fue alcanzado por el fuego de armas livianas, y llegó al HMS “Hermes”, con un
incendio en la parte posterior que impidió su uso hasta el final de la guerra.
El cañón alcanzado quedó
inmovilizado sobre el terreno pero pudo seguir disparando.
En la tarde del día siguiente llegó
a Puerto Argentino el tercer SOFMA de 155 mm, perteneciente al
Grupo de Artillería 121, con asiento en la localidad de La Paz, provincia de Entre Ríos. Se trataba del “Gran
Leopoldo” que desembarcó con su dotación compuesta por un suboficial y diez soldados y fue emplazado sobre el camino de Sapper Hill, al abrigo de su
ladera nordeste. Si bien llegó a entrar en acción, apenas pudo disparar unas
pocas salvas porque al día sigiente se estableció el alto el fuego.
Tal fue la contundencia de estos cañones, que en los últimos días de combate se despacharon
escuadrillas de aviones Harrier GR.3 para destruirlos.
Dijo de ellos el corresponsal de
guerra Lawrence Charles, del “The Daily Telegraph”: “Las tropas inglesas enfrentaron a una dura artillería de 155mm, que
dejó tirados a heridos y muertos pertenecientes a las unidades de asalto”.
Los británicos se apoderaron de
las tres piezas y se las llevaron al Reino Unido para exhibirlas en diferentes
sitios, uno de ellos el Museo de los Paracaidistas en Aldershot, a pocos
kilómetros de Londres.
Publicado 26th February 2015 por Malvinas.Guerra en el Atlántico Sur