ANEXO VIII. AVIÓN IA-58 PUCARÁ
A mediados de
1967, el comando e la Fuerza Aérea
Argentina (FAA) envió una circular al Área Material de la Fábrica Militar de Aviones
(FMA), provincia de Córdoba, solicitando un avión de ataque y apoyo táctico polivalente,
que dispusiera de gran maniobrabilidad y fuera capaz de operar desde pistas de
tierra y/o dimensiones reducidas. En una palabra, se necesitaba una aeronave de
combate destinada a cubrir las nuevas exigencias estratégicas que en líneas
generales, consistían en tareas de reconocimiento ofensivo a baja altura en
condiciones marginales, ataque de uso múltiple y apoyo de fuego cercano a fuerzas
de superficie.
Un
pormenorizado estudio preliminar demostró la viabilidad del proyecto y de esa
manera, finalizando el año, se le encomendó al equipo técnico del Departamento
de Producción de la FMA,
dirigido por el ingeniero aeronáutico Héctor Eduardo Ruiz, la puesta en marcha
de los trabajos.
El capitán
ingeniero Ruiz contaba con una vasta experiencia en materia de diseños y producción,
basada, fundamentalmente, en su desempeño al frente de programas de envergadura
como el IA-50 GII Guaraní (primer avión de turbohélices desarrollado en América
Latina) y el Constancia I, cuyos resultados le ganaron un merecido
reconocimiento como profesional y especialista.
Reuniendo
un
equipo altamente calificado, del que formaban parte, entre otros, el
ingeniero
aeronáutico Aníbal Dreidemie, del área de Estructuras, Ruiz puso manos a
la
obra evaluando la posibilidad de un monoplaza bimotor monoplano de ala
baja cantilever con tren retráctil, al que denominó AX-1. El mismo fue
descartado
para comenzar a trabajar en los planos de un programa más ambicioso: un
biplaza
monoplano metálico de ala baja, bi turbo hélice con asientos eyectables
dispuestos en tandem y cabina amplia capaz de permitir una amplia
visibilidad
durante los ataques. Se lo designó AX-2 y una vez autorizado, se comenzó
a
trabajar en un primer prototipo-planeador de madera, que estuvo listo a
mediados de febrero.
Finalizadas
las pruebas en el túnel de viento, el 25 de febrero de 1968 se llevó a cabo el primer
vuelo, con el legendario teniente Roberto Starc a los mandos. El mismo permitió
evaluar el flujo aerodinámico en su conjunto, su aleteo y vibraciones, además
de sus características generales de vuelo.
El aparato
decoló remolcado por el Douglas C-47 TC-27 del Centro de Ensayos en Vuelo y una
vez desprendida la amarra, se deslizó sin inconvenientes, demostrando su
versatilidad y alta performance.
Starc
aterrizó sin problemas y los datos que aportó sirvieron para subsanar
algunas imperfecciones y mejorar el esquema en su conjunto.
Al tiempo que
se realizaban nuevos vuelos de prueba, la FMA se abocó a la tarea de construir el primer
prototipo, el AX-2 “Delfín”, equipado con dos turbohélices Garret TPE-331-U303.
El mismo estuvo listo en agosto de 1969 y el 20 de ese mes efectuó su primer
vuelo al comando del capitán Carlos O. Digier, elevándose luego
de un carreteo normal sobre la pista de la fábrica.
El complejo
parecía cumplir los requisitos solicitados por el comando de la fuerza. Su
corta carrera de aterrizaje y despegue, permitía operar en condiciones óptimas
reducidas, incluso en pistas de ripio y su capacidad de maniobra en tierra
demostraba que era ideal para llevar a cabo operaciones aéreas tácticas, sobre
todo en zonas montañosas y de tupida vegetación. Su sostén logístico era mínimo
y requería de escaso personal y su diseño básico posibilitaba el acceso a sus
diferentes sistemas.
Habiendo
llegado a su fin el primer período de pruebas, el equipo de técnicos
efectuó un detallado examen estructural y trabajando con celeridad tuvo
listo el avión para un segundo ensayo, que se llevó a cabo al día
siguiente, en presencia del comandante en jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general
Jorge Martínez Zuviria.
Efectuada una
nueva experiencia (10 de octubre de 1969), se resolvió bautizar a la aeronave
con el nombre de “Pucará”, palabra con la que los antiguos diaguitas y
calchaquíes designaban a sus bastiones y fortalezas antes de la llegada de los
españoles, ello a instancias de la esposa del teniente Digier.
En 1970 se
decidió reemplazar la planta motriz del prototipo por una turbina Aztazou,
previas gestiones realizadas ante la empresa Turbomeca de Francia. La primera prueba con
el flamante motor se llevó a cabo el 2 de septiembre de 1970, de manera
exitosa.
En 1972 comenzó a ser evaluada la posibilidad de producir el avión en serie. La primera unidad (aparato matrícula A-501), salió de fábrica en noviembre de 1974 y realizó su primer vuelo el 14 de ese mes, tripulado por el capitán Horacio Armando Orefice, uno de los pilotos asignados al flamante Grupo de Tareas Pucará, cuyo primer comandante fue el mayor José Ignes Rosset.
En 1972 comenzó a ser evaluada la posibilidad de producir el avión en serie. La primera unidad (aparato matrícula A-501), salió de fábrica en noviembre de 1974 y realizó su primer vuelo el 14 de ese mes, tripulado por el capitán Horacio Armando Orefice, uno de los pilotos asignados al flamante Grupo de Tareas Pucará, cuyo primer comandante fue el mayor José Ignes Rosset.
Rosset
venía trabajando desde el mes de septiembre en la selección del personal que
debía integrar el componente y abocarse a la tarea de acondicionar su primer
destino, la Base Aérea
Militar (BAM) Reconquista, en la provincia de Santa Fe, a partir de ese momento,
asiento del Escuadrón I de Ataque. Desde el 31 de diciembre de 1973, solo
operaba desde allí un avión Cessna 182 porque los últimos IA-35 Huanquero de su
dotación, habían sido desafectados del servicio en esa fecha.
Ascendido al
grado de vicecomodoro, Rosset recibió los dos primeros
aparatos del escuadrón, el matrícula A-501, que quedó a su cargo y el
A-502, asignado al capitán Jorge Igarzábal. De esa manera, se efectuaron los
primeros vuelos de evaluación operativa (27 de agosto), seguidos por pruebas de
tiro, combate aéreo, formación y acrobacia.
Las autoridades
aeronáuticas parecieron quedar conformes con su formidable poder y polivalencia
de fuego y decidieron continuar adelante con la producción en serie.
El IA-58
Pucará fue dotado de dos cañones Hispano-Suiza HS.804 de 20 mm (270
proyectiles), cuatro ametralladoras Browning calibre 7,62 (900 proyectiles), un
pilón eyector en la parte inferior del fuselaje y otros dos bajo las alas, que
le permitían transportar 1500 kilogramos de bombas y/o cohetes.
El 12 de
enero de 1976 comenzaron los cursos de instrucción y preparación para los
pilotos. Los aviadores que integraron la unidad, además de Rosset e Igarzábal
fueron los tenientes José Vacarezza, Carlos Fillipi, Ricardo A. Grunert y Carlos Varela, estos últimos de destacada
actuación durante la guerra del Atlántico Sur, en 1982.
Por entonces,
la unidad ya disponía de cuatro aviones, los mencionados A-501 y A-502 y los
recién manufacturados A-503, entregado en octubre de 1975 y A-504, en
noviembre del mismo año.
Desde 1970, la Argentina sufría los
embates de la agresión subversiva que a fines de 1974 había incrementado su
accionar al abrir un frente rural en la provincia de Tucumán. Puesto en marcha
el Operativo Independencia a través del Decreto Nº 262/75 del Poder Ejecutivo
Nacional (PEN), a instancias de la viuda del general Juan Domingo Perón, se
cursaron directivas para movilizar a los diferentes componentes del arma que
debían participar en las acciones.
Fue en ese
marco, que el Escuadrón I de Ataque tuvo su bautismo de fuego.
Siguiendo
instrucciones emanadas del comando de la Fuerza Aérea
Argentina, a cuyo frente se encontraba el cuestionado brigadier general Héctor
Fautario, fueron despachadas hacia el frente varias unidades con el propósito
de combatir al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y la organización terrorista
Montoneros, que cobraban fuerza a medida que se desarrollaban las acciones.
En el mes de
octubre de 1975, el Escuadrón recibió la orden de alistamiento y poco tiempo después,
su personal pasó al Teatro de Operaciones (TO) junto a los Skyhawk A4B y A4C de
la V Brigada
Aérea con asiento en San Luis y los Hércules C-130 de la
I Brigada Aérea de El Palomar (Buenos
Aires).
Utilizando la Escuela de Aviación
Militar de Córdoba como base de operaciones, así como las rudimentarias pistas de
tierra y ripio próximas a los campamentos de avanzada, en la misma provincia de
Tucumán, los Pucará llevaron a cabo misiones de reconocimiento, relevamiento
aerofotográfico, defensa y cobertura, facilitando el accionar de las tropas en
tierra, sobre todo al concretar ataques directos sobre posiciones del enemigo
en el monte y hostigamiento de sus secciones móviles (pelotones, avanzadas,
patrullas y grupos de acción).
Durante las
incursiones, se utilizaron cañones, bombas y cohetes, con los que se logró
desarticular buena parte del dispositivo guerrillero al ser destruidos sus
enclaves y campamentos en lo más profundo del monte, gracias a la detección
efectuada previamente por elementos del Ejército (en algunos casos, comandos).
Los pilotos del Escuadrón 1 de Ataque desplegados en Tucumán
durante el Operativo Independencia fueron:
Vicecomodoro José Ignes Rosset (Comandante)
Capitán Jorge Igarzábal
Teniente José Vacarezza
Teniente Carlos Fillipi
Teniente Ricardo A. Grunert
Teniente Carlos Varela,
Mientras se desarrollaban las acciones en suelo tucumano, la FMA entregó un quinto aparato, el Pucará
matrícula A-505 (23 de noviembre de 1976), que participó junto a los anteriores
en las prácticas de tiro que se llevaron a cabo entre el 30 de marzo y el 11 de
abril de 1977, una vez concluida la guerra en la provincia norteña.
Al estallar
la crisis del Canal de Beagle, estando la Argentina a punto de poner en
marcha la Operación Soberanía para penetrar en suelo chileno (diciembre de 1978), la
FAA desplegó sus IA-58 en las bases patagónicas, en previsión del inminente
enfrentamiento.
Una vez más,
el escuadrón al mando del vicecomodoro Ignes Rosset (ya todo un veterano por su
participación en el Operativo Independencia) fue movilizado, en este caso hacia
el sur. El 5 de diciembre de 1978, el mismo se desplazó hacia Puerto Santa Cruz,
seguido cinco días después por el vicecomodoro Enrique
Martiniano Carbo Bernard, cuyo destino fue Fuerte General Roca, en la provincia de
Río Negro.
Brindaron su
apoyo en aquella ocasión, la Fabrica Militar de Aviones en el escalón técnico,
la Escuela de Aviación Militar aportando la logística y el Centro de Ensayos
en Vuelo, que hizo lo propio con sus pilotos.
Cuando entre
el 19 y 22 de diciembre Argentina puso en marcha la invasión, los Pucará
recibieron la orden de alerta pero al ser detenida la la
operación (algunas unidades de infantería llegaron a atravesar la frontera), se dispuso el repliegue, que comenzó a efectuarse a partir del día 23.
La primera etapa se completó la mañana del 24, cuando los tenientes Ernesto
Bartolomé Raffaini y Ricardo Grunert decolaron desde la Base Aérea Militar de
General Roca con destino a Reconquista y la segunda el 10 de enero de 1979,
cuando el escuadrón a cargo del vicecomodoro Ignes Rosset hizo lo propio desde
Puerto Santa Cruz.
En 1981 el Escuadrón
pasó a denominarse Grupo 3 de Ataque, que al momento de estallar el conflicto
del Atlántico Sur, contaba con sesenta unidades IA-58.
Producido el
desembarco en Malvinas, la unidad, componente de la III Brigada Aérea
con asiento en Reconquista, comenzó a enviar sus aeronaves al litoral patagónico
y desde allí al archipiélago, hasta completar un total de treinta y cinco aparatos, once
de ellos distribuidos entre Comodoro Rivadavia y Santa Cruz y los veinticuatro
restantes (Escuadrón Aeromóvil Pucará) desplegados en las islas. Se asignó una
sección al aeropuerto de Puerto Argentino (BAM Malvinas), otra al aeródromo de
Puerto Darwin (BAM Cóndor), y una tercera al de la Isla Borbón (Estación
Aeronaval Calderón), próxima al caserío Peeble.
El 2 de abril
de 1982, cruzaron desde Río Gallegos los primeros cuatro IA-58
Pucará (aviones matrícula A-523, A-529, A-552 y A-556). Una vez en Puerto
Argentino, efectuaron vuelos diarios de a dos, a efectos de familiarizarse con
el terreno y realizar reconocimiento aéreo. Sobrevolaron en varias
oportunidades los caseríos de Darwin, Prado del Ganso, Teal Inlet, Fitz Roy y
Puerto San Carlos así como establecimientos rurales y edificaciones abandonadas
para dar cuenta de lo observado una vez de regreso en la capital.
El 9 de abril
pasaron a Malvinas los aparatos matrícula A-502, A-506, A-509, A-513, A-517,
A-520, A-527 y A-528. Cinco días después, comenzó el acondicionamiento del
aeródromo de Darwin/Prado del Ganso, con la idea de instalar allí la BAM Cóndor
(comandante: vicecomodoro Wilson Pedrozo). Se montaron piezas antiaéreas, se
instaló el equipo de radio y se colocaron tambores y otros elementos para
señalizar la pista de tierra de 450 metros de largo. A tal efecto, se despachó
personal de tierra desde el continente, la mayoría suboficiales y cadetes de la
Escuela de Aviación Militar, cuya misión era colaborar con las tareas de
mantenimiento y hacer las veces de observadores. El 15 de abril llegaron a la
base las unidades del Escuadrón de Helicópteros Malvinas.
El grueso de
los Pucará permaneció en el continente, el Grupos 3 de Ataque en Santa Cruz y
el 4 en Comodoro Rivadavia, realizando vuelos de vigilancia en previsión de
posibles desembarcos enemigos sobre el litoral patagónico.
El primer IA-58
llegó a Darwin el 24 de abril y de manera inmediata hizo pruebas de fuego sobre un blanco
situado en una pequeña isla, frente a las costas de Prado del Ganso. Para esa
fecha, se habían descartado otros aeródromos como el de la Isla Borbón y el de los
Leones Marinos, por considerárselos inaptos para operar. Sin embargo, al
estallar las hostilidades, el primero recibiría provisoriamente algunas
unidades, las mismas que fueron destruidas durante la acción de comandos
llevada a cabo por el SAS el 15 de mayo de 1982.
El 29 de
abril, ante la inminencia de un ataque británico, los doce Pucará de la BAM
Malvinas (Puerto Argentino) pasaron provisoriamente a Darwin, quedando en su
lugar un Aermacchi MB-339A con desperfectos mecánicos, los aviones civiles requisados
y varias maquetas que se utilizaron a modo de señuelo.
Ese día, el
escuadrón hizo varias salidas en parejas, siempre desde Darwin, para patrullar
las inmediaciones de Puerto Argentino, Bahía Agradable, San Carlos y el norte
de Teal Inlet.
Al producirse
el ataque a Puerto Argentino, el 1 de mayo, la BAM Cóndor recibió un alerta temprana
y puso a su personal en posición de combate.
El primero vuelo de ese día lo realizó
el veterano capitán Grunert junto con los tenientes Hernán Calderón, Alcides Russo
y Roberto “Chino” Cimbaro, con la misión de realizar reconocimiento aéreo. Se
reanudaban los combates y comenzaba la guerra a gran escala.
La unidad
combatió con valor y determinación, un arrojo que fue reconocido por el enemigo;
tuvo sus caídos en acción y se anotó varias victorias, incluyendo el derribo de
dos helicópteros (ver capítulo 33 “Pucarás en acción”).
ESPECIFICACIONES
GENERALES:
Origen: Argentina
Origen: Argentina
Tripulación:
2
Longitud: 14,5 m.
Envergadura: 14,25 m.
Altura: 5,36 m.
Superficie alar: 30,3 m2.
Peso vacío: 4020 kg.
Peso máximo al despegue: 6400 kg.
Planta motriz: 2 MotóresTurbohélice Turbomeca "Astazou" XVI-G.
Potencia: 1021 cv. unitarios.
Longitud: 14,5 m.
Envergadura: 14,25 m.
Altura: 5,36 m.
Superficie alar: 30,3 m2.
Peso vacío: 4020 kg.
Peso máximo al despegue: 6400 kg.
Planta motriz: 2 MotóresTurbohélice Turbomeca "Astazou" XVI-G.
Potencia: 1021 cv. unitarios.
PRESTACIONES:
Velocidad máxima operativa: 590 km/h. (a 5600 m).
Velocidad crucero: 500 km/h.
Alcance: 3700 km.
Techo de servicio: 10.800 m.
Velocidad máxima operativa: 590 km/h. (a 5600 m).
Velocidad crucero: 500 km/h.
Alcance: 3700 km.
Techo de servicio: 10.800 m.
ARMAMENTO:
2 cañones
Hispano-Suiza HS.804 de 20 mm.
4 ametralladoras Browning calibre 7,62 mm (luego reemplazadas por FM M2)
POD para cañón de 30 mm.
Bombas Napalm de 100 kg.
Bombas de 125 kg.
Bombas de 225 kg.
Bombas "Snakeye" Mk-82 de 500 lbs.
Soportes para cohetes de 70 mm (19 cohetes c/u)
Soportes LAU-68 2,75" (7 cohetes c/u)
Lanzagranadas de 74 mm.
4 ametralladoras Browning calibre 7,62 mm (luego reemplazadas por FM M2)
POD para cañón de 30 mm.
Bombas Napalm de 100 kg.
Bombas de 125 kg.
Bombas de 225 kg.
Bombas "Snakeye" Mk-82 de 500 lbs.
Soportes para cohetes de 70 mm (19 cohetes c/u)
Soportes LAU-68 2,75" (7 cohetes c/u)
Lanzagranadas de 74 mm.
Fuentes
-Burden,
Rodney A.; Drapper, Michael I.; Rouge, Douglas A.; Smith, Colin R. y Wilton,
David A., Malvinas. La Guerra Aérea (Falklands Air War), fascículos
coleccionables.
-Alberto
Larrán, documental “El Pucará”, prooducción, dirección y libro de Alberto
Larrán, productor ejecutivo: José N. Griffo, director de fotografía: Vicente
Cosentino (1976).
-Revista
Aeroespacio
-El
sitio Jactres de J. Ferrer, diciembre de 2011
-Luis Satini, Reseña del IA-58 Pucará, 30 de marzo de 2012
-Alberto N. Manfredi, El Operativo Independencia. La guerra
contra la guerrilla subversiva en Tucumán (1974-1975-1976)
-Avión
Pucará. Reacción Digital. Página de Armando Maronese.
Publicado 26th February 2015 por Malvinas.Guerra en el Atlántico Sur