martes, 16 de julio de 2019
LA TRAMPA DEL NACIONALISMO ADAPTADO A ISRAEL
El Brexit,
las reiteradas crisis económicas y políticas a que se enfrentan los países
miembros de la Unión Europea y la elección de Donald Trump son síntomas
anticipados del fallecimiento de la globalización que, de manera natural, están
creando espacio para un resurgimiento con fuerza en Occidente de la idea de
nación.
En un artículo del 14 de noviembre de 2016, titulado «La elección de
Trump: ¿Muerte de la globalización y renacimiento de la nación?»1,
anunciaba yo que la elección del proteccionista y aislacionista Donald Trump a
la cabeza de Estados Unidos indicaba un giro ideológico de primer orden que
acabaría afectando, de una manera u otra, a la realidad material, dada la
interdependencia de las estructuras y de la ideología latente en ellas, y
añadía que la ventana histórica de oportunidad que se acababa de abrir daba a
Europa un margen de maniobra que podría permitir al continente emanciparse de
la tutela estadounidense y reorientar su política.
Emití esta
hipótesis partiendo del hecho de que los Estados Unidos son la vanguardia
ideológica y política del mundo occidental contemporáneo, por estar en el
centro de la producción «cultural» de Occidente.
Si el presidente de EE. UU., Donald Trump, es partidario del
desmantelamiento de la Unión Europea (e incluso de la OTAN), no es sólo para
favorecer su política relativamente aislacionista —Trump sugirió en abril de
2018 al presidente de Francia, Emmanuel Macron, abandonar la UE2—,
sino sobre todo porque la oligarquía judía y angloestadounidense ha tomado nota
del renacimiento en Europa de la idea de nación, en un contexto de
descomposición de la Unión Europea.
Hoy en
día, el peligro para Europa no es el ascenso del populismo y el nacionalismo,
sino más bien que se haga Israel con el control de esas corrientes. En este
análisis se expone cómo el Estado hebreo trata, a través de sus agentes en EE.
UU. y Europa, de desviar la ola soberanista que se abate sobre el Viejo
Continente y aprovecharse de ella.
¿Hacia
el fin de la Unión Europea ?
Se cae de a poco |
La primera grieta ideológica abierta en la construcción mundialista fue
el Brexit, en junio de 2016. En un artículo mío del 26 de ese mismo mes3,
se planteaba la cuestión: «¿Creará un efecto dominó la salida de Gran Bretaña
de la Unión?».
La oligarquía parecía entonces comenzar a entrar en pánico. George Soros
había declarado —por no decir amenazado con— que, en caso de Brexit, los
británicos saldrían de él más pobres4 (hay
que recordar que el financiero judeoestadounidense se enriqueció de modo
notable en 1992 especulando contra la divisa británica). Además, la bolsa de
Londres había caído con el anuncio del resultado de las urnas. Pero, en sí
misma, la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea no tiene consecuencias
directas, ya que Londres no estaba en la UE más que a medias: no se ha adherido
ni al euro ni al espacio de Schengen. Sin embargo, como explicaba yo, el temor
que mostraban los oligarcas y los europeístas al mando se debía a lo que podía
inspirar el Brexit a los demás pueblos de Europa. Yo preveía un efecto dominó
que se extendería por toda Europa, provocando en el futuro la salida del euro y
de la Unión de un país importante de Europa, como Francia o Italia.
El
caso italiano
Ya en 2012, en un artículo publicado en el Daily Telegraph5,
el gran reportero británico Ambrose Evans-Pritchard explicaba en sustancia que
el euro era la principal debilidad de Italia. Lo argumentaba con cifras que no
mienten: en términos de ingresos per cápita, Italia es más rica que Alemania,
con una riqueza privada que asciende a 9 billones de euros. Tiene además el
mayor superávit primario presupuestario del G7, y su deuda pública y privada,
del 265 % del PNB, es inferior a las de Francia, Holanda, Reino Unido, Estados
Unidos y Japón.
Andrew
Robert, del Royal Bank of Scotland, explicaba por su parte:
«Los
italianos tienen un sector exportador muy dinámico y superávit primario. Si hay
un país en la Unión Económica y Monetaria (UEM) que se beneficiaría de salir
del euro es, evidentemente, Italia».
Una
simulación del Bank of America ha concluido que Italia ganaría más que los
demás miembros de la UEM liberándose y restaurando su control soberano sobre su
política.
Evans-Pritchard
apuntaba a Mario Monti, el hombre del banco judío estadounidense Goldman Sachs
(del que ha sido consultor) y entonces presidente del Consejo de Ministros
italiano (de 2011 a 2013). El reportero explicaba:
«Roma
posee un puñado de bazas, pero el gran obstáculo es su primer ministro, Mario
Monti, colocado a la cabeza de un equipo de tecnócratas en el golpe de Estado
de noviembre de 2011 por la canciller alemana Angela Merkel y el Banco Central
Europeo, entre aplausos de la clase mediática y política.
Monti
es quizá un caballero europeo, pero es también un pope del proyecto de la Unión
Europea y un actor clave de la pertenencia de Italia al euro. Cuanto antes se
vaya, antes dejará Italia de deslizarse hacia la depresión crónica».
La
política de austeridad que aplicó Monti estaba totalmente injustificada: una
fiscalidad del 3,2 % del PNB en 2012 y del 4,9 % en 2013, lo que ha conducido a
una contracción de la economía y a un aumento del tipo de interés de la deuda.
¿El resultado de esta política? Una tasa de desempleo que en 2015 ha alcanzado
el 11,9 %.
Ambrose
Evans-Pritchard predecía:
«Sería
sorprendente que los electores italianos toleren esta debacle por mucho
tiempo».
En fechas más recientes, el economista estadounidense (y antiguo
economista jefe del Banco Mundial) Joseph Stigliz predecía al diario
alemán Die Welt6, en una entrevista del 5 de octubre
de 2016:
«A
menos de dos meses del referendo constitucional, crucial tanto para Italia como
para Matteo Renzi (presidente del Consejo de Ministros italiano de 2014 al 12
de diciembre de 2016), se multiplican las señales de alarma por un posible
“Italexit” que podría ser el acontecimiento cataclísmico que pulverice la Unión
Europea».
Y precisaba: «Hay que estar preparados para que, en los próximos años,
Italia abandone la zona euro. Los principales factores económicos responsables
de esa debacle son Alemania y su política de austeridad, así como la moneda
única, el euro7».
Una etapa
decisiva, probablemente conducente a esa esperada salida del euro, se franqueó
en mayo de 2018 con la llegada al poder de la coalición de los dos partidos
antisistema: el Movimiento 5 Estrellas y la Liga.
Aparte de las reacciones hostiles de la prensa europea occidental a ese
gobierno de coalición, la agencia de calificación angloestadounidense Fitch Rating
rebajó (al igual que sus congéneres Standard & Poor’s y Moody’s), el 31 de
agosto de 2018, la nota BBB de la deuda soberana de largo plazo de Italia
acompañándola de una perspectiva «negativa», frente a la «estable» que tenía
antes8.
La
calificadora dice esperar un relajamiento de la «disciplina presupuestaria»
—concepto por el que hay que entender «austeridad económica conducente a un
empobrecimiento de la población»—. Lo que se reprocha al nuevo Gobierno
italiano es que quiera sacar adelante un programa de revitalización económica
mediante una bajada de impuestos acompañada de aumentos de gastos sociales.
Las
agencias de calificación no son otra cosa que un arma retorcida del sistema
financiero internacional, que incrementa así los tipos de interés de los
préstamos de los países a los que quieren castigar y poner de rodillas.
En la actualidad,
en la zona euro sólo Grecia pide prestado a un tipo más caro que Italia, con
préstamos a 10 años negociados al 4,29 % el 30 de agosto de 2018.
Un detalle interesante: el diario Corriere della Sera ha
publicado que el presidente de EE. UU., Donald Trump, «parece haber ofrecido a
Italia ayuda de los Estados Unidos para financiar la deuda del año que viene»,
oferta que se habría hecho durante la visita a Washington de principios de
agosto del jefe del Gobierno italiano, Giuseppe Conte.
La visita a Pekín —de finales de
agosto— del ministro italiano de Economía ha despertado por otra parte
numerosas conjeturas sobre una posible petición a los chinos de ayuda
financiera9.
Si la información se confirma, esto apuntaría a una voluntad del Gobierno
italiano de liberarse de la influencia geopolítica angloestadounidense.
Todo esto
no puede sino conducir a Italia a una ineluctable salida del euro. En julio de
2018, otro economista, Charles Gave, afirmaba con seguridad:
«Italia
va a salir del euro, y lo va a hacer porque (los dirigentes italianos) van a
llegar rápidamente a la conclusión de que no pueden salir adelante si comparten
tipos de interés fijos con Alemania. Así que, ¿qué va a pasar en Italia? Los
dos partidos del poder van a pedir cosas que la Europa de Bruselas no puede
aceptar. Vamos directos a
un choque. En ese momento, el Gobierno italiano
dimitirá y convocará nuevas elecciones y, entonces, es probable que haya un
solo candidato por los dos partidos del poder… Y se harán con el 90 % del
Parlamento»10.
Dese 2012,
los analistas y observadores citados (entre otros) llegan a la misma
conclusión: Italia saldrá del euro y la moneda única explotará.
Es por
tanto inconcebible que las altas instancias del sistema oligárquico occidental
no hayan previsto estos acontecimientos.
El
plan b de la oligarquía euroatlantista
La
cuestión que se plantea hoy día a propósito del porvenir de la Unión Europea
con la salida italiana del euro se planteaba ya en el momento del Brexit, en
junio de 2016.
Al día siguiente del Brexit se oyó a responsables políticos declarar,
como Manuel Valls, que era «el momento de ser digno de los padres fundadores,
de refundar una nueva Europa»11.
El mismo año, en noviembre de 2016, Hubert Védrine —ministro (francés)
de Asuntos Exteriores de 1997 a 2002—, que goza de cierto crédito político y de
una imagen de soberanista demócrata, publicó un libro de título
explícito, ¡Salvar Europa!, en el que propone
una renovación de la Unión Europea para «preservar la soberanía de las
naciones».
Salvar la
Unión Europea y preservar la soberanía de las naciones: una contradicción
política irresoluble.
Vedrine interpreta el pánico oligárquico |
«La
nación renace, finjamos que lo hemos impulsado nosotros»; he aquí como podría resumirse la actitud de los defensores del sistema
frente a la ineluctable descomposición de la Unión Europea y el renacimiento de
la idea de nación.
La
estrategia propuesta por Hubert Védrine a las élites, ya en 2016, a resultas
del Brexit, es la siguiente: una reconciliación con los pueblos para salvar el
proyecto europeo y protegerse frente a la cólera creciente.
En su libro ¡Salvar Europa!,
publicado en noviembre de 2016 por la editorial Liana Lévi, Védrine proponía un
plan, una estrategia consistente en reconciliarse con los pueblos para salvar
el proyecto europeo y evitar inevitables represalias de la parte baja de la
sociedad, por una cólera que se acumula y que se traduce por «insurrecciones electorales»12.
Hubert
Védrine daba así la voz de alarma:
«El
populismo es la reacción violenta de los pueblos que se sienten abandonados y
despreciados (…). Hay que comprender las causas del populismo y tratar de
desactivarlas, proporcionar una respuesta razonable para canalizar esas
reivindicaciones, que de lo contrario adoptarán formas extremas. Pero si el
sistema europeo mantiene su incapacidad de escuchar esas demandas y de
reformarse consecuentemente, todo puede suceder.
El
riesgo de divorcio viene de lejos. La toma de conciencia, para mí, fue la
bajísima puntuación del sí en el resultado del plebiscito de Mastrique. Más
adelante, hace ya quince años, en una reunión del Consejo Europeo en Laaken,
¡se reconocía ya que algunos ciudadanos europeos tenían la impresión de que su
identidad se veía amenazada por la construcción europea!
Mi
ensayo ¡Salvar Europa! es una llamada a reconciliar a los pueblos con Europa.
Para
ello, hace falta una revolución mental de las élites que han querido hacer
Europa desde arriba y a marchas forzadas. Reflexionemos sobre lo que ha dicho
recientemente Wolfgang Schäuble: «Se
está haciendo difícil no tener en cuenta nunca a los pueblos».
Los
jefes de Estado deben por tanto lanzar una iniciativa espectacular. Hay que
mostrar al pueblo que se le ha oído y, para eso, hacer una pausa; organizar una
conferencia refundadora que empezaría sin las instituciones europeas (Comisión,
Parlamento, Tribunal de Justicia), con una declaración solemne que afirmaría,
en esencia, que vamos a dejar de ser una factoría burocrática y que nuestro
objetivo principal va a ser garantizar la supervivencia del modo de vida
europeo en el mundo. Se distinguiría mejor lo que debe tratarse a nivel europeo
y lo que pertenece todavía —o pertenecerá de nuevo— a la soberanía de los
Estados miembros. Estos preparativos permitirían organizar a continuación un
nuevo referéndum, a la vez, en todos los países que aceptaran este proceso de
relegitimación»13.
Jacques
Attali, que se ve que ha recibido bien el mensaje de alerta enviado por
Védrine, ha acabado corrigiendo su texto mundialista para adaptarlo al contexto
actual.
Jacques Attali actualiza su estrategia
El 8 de julio de 2018, el Cercle des économistes organizó una
conferencia titulada ¿Hacia un choque de nacionalismos?,
a la que se invitó, entre otros, a Jacques Attali y a Mario Monti. La
conferencia se organizó para responder a la inquietud de las élites, que ven
«la construcción europea amenazada por el retorno del sentimiento de
preferencia nacional»14.
Este
pánico se reflejó en las declaraciones de Attali en la conferencia, que
contrastaban con el ideal mundialista y de erradicación de las identidades que
él preconiza desde hace décadas. Esto es lo que propuso:
Attali o la voz de la élite globalista |
«No
hay que dejar la nación a los nacionalistas (…) La nación es el corazón de las
cosas (…) Creo que la francofonía debería ser un espacio tan integrado y tan
potente políticamente como la Unión Europea. Se puede pertenecer a dos conjuntos estructurados».
Terminó su razonamiento talmúdico (su pilpul) con una
contradicción en los propios términos:
«La
nación no es un obstáculo a la globalización».
Pero es
que la globalización tiene como principio la destrucción de las naciones o, al
menos, la transferencia de su soberanía (política, jurídica, monetaria y
militar) a instituciones supranacionales.
La globalización
consiste, en definitiva, en hacer de la nación una cáscara vaciada de su
substancia.
Israel
y la Unión Europea en ruptura
El 11 de diciembre de 2017, la jefa de la política exterior de la UE,
Federica Mogherini, recibió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en
la sede del Consejo Europeo, si bien rechazó en nombre de los Estados miembros
el reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado hebreo. En el mismo día,
Netanyahu se reunió con los 28 ministros de Asuntos Extranjeros de la Unión
Europea para una discusión en la que el premier israelí trató de ablandar la
posición de la UE sobre el expansionismo de Israel en perjuicio de los
palestinos. Pero se ve que a los europeos no los convenció el arrogante Bibi,
que a causa de este revés anuló en el último momento una reunión programada con
el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker15.
Comentando este incidente, una fuente diplomática declaró al
diario Times of Israel:
Con la UE el horno no está para bollos |
«Netanyahu
tiene la sensación de que es una causa perdida. Estamos en una crisis muy
profunda. Es una crisis real, de verdad, y si las cosas no cambian vamos a
estrellarnos muy rápidamente contra la pared».
La crisis
alcanzó ya un pico en 2015, cuando la UE decidió etiquetar los productos
procedentes de las implantaciones coloniales israelíes. A todo ello se ha
añadido, en 2018, el rechazo de Bruselas a alinearse sobre la decisión
estadounidense de retirarse del acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
Los
ministros israelíes, furiosos, multiplican desde entonces los ataques a la UE,
a la que acusan de financiar el boicot a Israel y a organizaciones vinculadas a
grupos terroristas.
En
relación con esto, el diplomático israelí citado anteriormente decía:
«La
UE defiende aún con ahínco el acuerdo sobre el programa nuclear iraní, que
nosotros consideramos una amenaza existencial. ¿Cómo se supone que debemos
tratarla?»
La crisis
que atraviesa la Unión Europea y las tensiones en las relaciones diplomáticas
entre Tel Aviv y Bruselas llevan a los dirigentes israelíes a optar,
obviamente, por preferir acuerdos bilaterales con Estados miembros de manera
individual.
El
reposicionamiento israelí ante el resurgimiento del nacionalismo europeo
En la fase
histórica actual, que tiende hacia un regreso a las naciones, Israel se ha
reposicionado para acompañar la ola populista en Estados Unidos y en Europa. Más
aun, el Estado hebreo trata de lanzar una OPA sobre el soberanismo que renace
en el Viejo Continente, que desafía a la Unión Europea.
La
maniobra de apropiación comenzó ya en 2016, como veremos más adelante.
Este proceso de apropiación está hoy en un estadio avanzado, en
particular con un libro escrito por el periodista israelí Anshel Pfeffer,
corresponsal de The Economist y editorialista
en el diario israelí Haaretz. El texto,
titulado Bibi, es una biografía favorable a Netanyahu, a quien
Pfeffer da en su retrato los rasgos de un hombre cultivado, visionario
brillante, líder mundial y ejemplo al que seguirían dirigentes como Orbán,
Trump y Putin16.
En una entrevista con el diario Libération —titulada
«Para Trump, Putin, Orbán y demás, Netanyahu es como un patriarca»17—,
el periodista israelí trata de hacernos creer que:
«Para
Trump, Orbán, Salvini, Duterte, Abe e, incluso, Modi y Putin —toda una
generación de líderes que ponen en entredicho el modelo progresista occidental
basado en el respeto de los derechos humanos—, Netanyahu hace las veces de
patriarca, de modelo. Ellos se dicen: «Este tipo
está en el cargo desde hace muchísimo tiempo, ganando elecciones una tras otra
y haciendo lo que siempre hemos querido hacer, decirle a la izquierda y a los
medios de comunicación que se vayan a la mierda». La consecuencia es que, en el
club de los grandes de este mundo, los dirigentes del tipo de Macron y Merkel
quedan en minoría. Es más difícil que nunca ejercer influencia sobre
Netanyahu…».
El
objetivo de la maniobra es enganchar al vagón israelí a las naciones
occidentales que tratan de emanciparse de las estructuras mundialistas (Unión
Europea, OTAN…), en un momento en que Netanyahu y su país están cada vez más
aislados diplomáticamente y en dificultades sobre el plano geopolítico, dada la
derrota casi total de los grupos terroristas en Siria e Irak, y la presencia
del Ejército iraní y de Hizbulah en la frontera israelí.
Biby y Bannon: Sionismo cristiano |
Pero esta apropiación de la ola populista europea no puede hacerla
Israel solo. El estudio de la historia de las comunidades judías muestra que,
desde la Antigüedad, sus élites han utilizado a terceros, a intermediarios,
para realizar su proyecto escatológico, y que esta estrategia se usa también en
el corto plazo para tomar el poder político y económico18.
Soros/Bannon
: oposición controlada
En un artículo del 7 de agosto de 2018 titulado «Los milmillonarios
estadounidenses se enfrentan por el control político de Europa»19,
Eric Zuesse señala:
«Se
está preparando una competición por el control político de Europa entre dos
campos estadounidenses: uno dirigido por Soros, establecido hace mucho tiempo,
y otro creado por Steve Bannon, antiguo director de campaña de Donald Trump.
Soros ha dirigido durante tiempo el control de Europa por los milmillonarios progresistas
estadounidenses, y ahora Bannon está organizando un equipo de milmillonarios
conservadores estadounidenses para arrancar ese control a los milmillonarios
progresistas».
El 20 de julio de 2018, el portal estadounidense The Daily Beast se hizo eco de esta competición
entre Soros y Bannon por el control de Europa, informándonos de que Soros había
«donado 32.000 millones de dólares a causas progresistas», mientras que Bannon
se instalaba en Europa para crear The Movement, una «fundación populista, para
rivalizar con Georges Soros y desencadenar una revuelta de derechas por todo el
continente».
Entrevistado por el Daily Beast, Bannon
declaraba que estaba creando una fundación en Europa llamada The Movement, de
la que espera que lleve a cabo una revuelta populista de derechas por todo el
continente a partir de las elecciones al Parlamento europeo de la primavera de
201920.
Bannon
estaría así en misión en el continente europeo para dirigir a los partidos
políticos populistas y antisistema de Europa en una lucha final contra el
mundialismo.
Desde el primer trimestre de 2018, Bannon estuvo dando la vuelta a Europa para coordinar a los partidos populistas de
cara a las próximas elecciones europeas. En su gran gira, pasó por Italia,
Suiza y Alemania (para encontrar a la derecha alternativa).
En marzo de 2018, acudió al congreso del Frente Nacional, donde se
reunió con Marine Le Pen, ocasión en la que declaró sobre [su sobrina],
Marion-Maréchal: «No es solo una estrella en ascenso en Francia, es una
de las personas más impresionantes del mundo21» —una
manera de explicar a su tía Marine que la oligarquía a la que él representa en
Europa le ordena de hacer el favor de apartarse en beneficio de Marion—.
A Bannon se lo presenta como una suerte de filántropo de derechas,
nacionalista, opuesto al filántropo liberal e internacionalista Soros, pero
quien ha estudiado la historia de la relación dialéctica entre capitalismo y
comunismo verá sin dificultad en esta lucha entre las redes de Soros y las
representadas por Bannon una oposición controlada.
Bannon:la guerra a Soros |
¿Quién
es Steve Bannon?
Bannon es un antiguo oficial de inteligencia de la Marina de EE. UU. que
desarrolló una gran carrera en las finanzas, en particular en el banco judío
estadounidense Goldman Sachs, para después acabar en el cine y en la televisión22.
Ha sido presidente ejecutivo (de 2012 a 2016 y, luego, del 18 de agosto
de 2017 al 9 de enero de 2018) del medio estadounidense Breitbart News, que aspira, al parecer, «a reemplazar a Fox News23».
Medio de la alt-right (derecha
alternativa), Breitbart se fundó en 2007 en
Israel. Sobre este punto, el asesor estratégico André Archimbaud explica:
«Bannon
relanzó Breitbart, concebido en Israel para los
Estados Unidos con la bendición de Netanyahu, a fin de utilizar, en la derecha,
los métodos disruptivos de la extrema izquierda».
Por otra parte, Breitbart lanzó
el 17 de noviembre de 2015 la web Breitbart Jerusalén,
que trata la actualidad israelí y de Oriente Próximo.
Bannon
y el lobby proisraelí
Cuando,
durante la campaña electoral de 2016, Steve Bannon (entonces director de
campaña de Donald Trump) se vio acusado de antisemita, la Zionist Organization
of America (ZOA) lo defendió.
En un
comunicado publicado en su página en Internet, Morton A. Klein, presidente de
la ZOA, declaró en respuesta a la Anti-Defamation League (ADL):
«Steve
Bannon es un patriota estadounidense que defiende a Israel y que tiene una
profunda empatía por el pueblo judío (…) El portal Breitbart News del Sr.
Bannon lucha con valentía contra el odio al judío y a Israel (…).
¿Acaso
los extraordinarios asesores proisraelíes de Trump, como Newt Gringrich, Rudy
Giuliani, Mike Pence, Mike Huckabee, Sheldon Adelson y el yerno judío del Sr.
Trump, Jared Kushner, o David Friedman y Jason Greenblatt permitirían a un
antisemita y antiisraelí trabajar con ellos? ¿Acaso Ivanka Trump, convertida al
judaísmo y cuyos hijos van a una escuela judía ortodoxa, permitiría a un
antisemita trabajar con su padre?24».
La
Anti-Defamation League, que acusó a Bannon de ser antisemita, es una
organización judía americana fundada por la logia masónica judía B’nai B’rith
(Hijos de la Alianza). Esta organización, equivalente estadounidense de la Liga
Contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA) [francesa], tiene por misión
«apoyar a los judíos frente a toda forma de antisemitismo y discriminación». En
Francia se clasificaría a la ADL, que lucha contra la «extrema derecha», en la
izquierda del espectro político.
En este juego de oposición controlada, los judíos liberales (de izquierda) demonizan a Bannon,
mientras que los judíos conservadores (de derecha) lo apoyan y lo defienden. Es
así como se marcan los bordes del camino y se mantiene bajo control a un peón
que podría tener veleidades de independencia. Si a Steve Bannon se le ocurriese
emanciparse, sus apoyos judíos de derecha lo echarían como pasto a la ADL y a
los grandes medios de comunicación estadounidenses.
Bannon participó en noviembre de 2017 en la conferencia de la ZOA, en la
que declaró:
«Yo no soy un moderado, soy un combatiente. Es por eso que estoy
orgulloso de apoyar al Estado de Israel. Es por eso que estoy orgulloso de ser
un sionista cristiano»25.
También aprovechó la ocasión para dar las gracias a Sheldon Adelson,
quien «aconsejó y guió a Trump para superar el escándalo sexual» que
lo afectó en plena campaña electoral. Adelson resulta ser también el principal
financiador de la ZOA26.
Sheldon Adelson es un milmillonario judío de origen ucraniano. Es el rey
de los casinos, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos. Es muy amigo de
Benjamín Netanyahu y uno de los principales donadores del Partido Republicano y
de la campaña de Trump: en 2016 dio 80 millones de dólares al partido y 25
millones a la campaña de Trump27.
Es una de las razones por las que Bannon se muestra tan agradecido:
«La victoria de Trump en la elección no se habría producido sin Sheldon
Adelson».
Igualmente, en la conferencia de la organización judía sionista, Bannon
habló contra el establishment y la «global class» (la hiperclase mundial):
«Estamos
dirigiendo un movimiento de insurrección contra el establishment republicano, contra la clase
mundial permanente de Washington».
Bannon se opone de palabra a la
hiperclase… en una organización de la hiperclase; un poco como si un comisario
político soviético hiciera declaraciones anticomunistas delante del Politburó.
Lógicamente, como informó el Times of Israel,
«esa frase no fue recibida con aplausos por la mayoría de la asamblea judía»28,
que debía de sentir que se estaba hablando de ella.
Sheldon
Adelson no estaba presente en aquella conferencia en la que Bannon le rindió
ese vibrante homenaje. Su ausencia se explica sin duda por una voluntad de no
aparecer como apoyo de Bannon en el combate que este libra contra cargos
electos republicanos.
Adelson: consejero y financista de Trump |
El portal estadounidense Politico informó
el 13 de noviembre de 2017 de que Sheldon Adelson no apoyaría a Bannon contra
los republicanos en las elecciones de mitad de mandato (elecciones a las dos
cámaras del Congreso) de 2018, que se celebrarán el 6 de noviembre29.
Desde
entonces, Steve Bannon anda concentrado en el proyecto de coordinación de los
partidos populistas europeos.
Israel,
detrás de The Movement de Steve Bannon
The Movement fue fundado en Bruselas el 9 de enero de 201730 —poco
antes de ocupar Bannon el cargo de consejero de presidente de Estados Unidos a
partir del 20 de enero de 2017—por Steve Bannon y Mischaël Modrikamen, que hace
de director ejecutivo31.
Modrikamen
es un abogado y político belga que en noviembre de 2009 creó un partido
político, el Partido Popular, situado a la derecha del sistema político, más
bien proseguridad y antiinmigración, pero ultraliberal en el plano
socioeconómico.
El vicepresidente del Partido Popular es Joël Rubinfeld, antiguo
secretario general de las Amistades Belgoisraelíes y antiguo presidente (de
2007 a 2010) del Comité de Coordinación de las Organizaciones Judías de Bélgica
(CCOJB)32.
Es también miembro fundador y presidente de la Liga Belga contra el
Antisemitismo, vicepresidente del Congreso Judío Europeo (EJC) en 2009 y 2010,
y copresidente del Parlamento Judío Europeo (EJP) de 2012 a 201433.
Existe por otra parte una foto de Joël Rubinfeld, con una gran sonrisa, al lado
de Avigdor Liberman (actual ministro israelí de Defensa)34.
Pero volvamos al socio de Steve Bannon, el auténtico fundador de The
Movement: Mischaël Modrikamen. De 2000 a 2003, presidió la Comunidad Israelita
Liberal de Bélgica. En ese periodo, fue el abogado de la comunidad judía en las
negociaciones sobre los bienes expoliados durante la ocupación (alemana de 1940
a 1945)35.
Finalizadas las negociaciones, los bancos, las aseguradoras y el Estado belga
abonaron más de 100 millones de euros a los supervivientes judíos de las
deportaciones nazis36.
Un dato que señalo de pasada: el Sr. Modrikamen fue inculpado el 25 de
marzo por falsificación y blanqueo37,
en relación con la quiebra de la sociedad Donaldson, cuyo consejo de
administración presidía.
Mischaël
Modrikamen es un agente de Israel en Europa y un transmisor de la propaganda
sionista.
En diciembre de 2016, participó en el International Leaders Summit de
Jerusalén, donde fue recibido como presidente del Partido Popular, con su
delegación, por el jefe del Consejo de Shomron (Samaria) y en la Kneset (el
Parlamento israelí)38.
En esa
ocasión, Modrikamen pronunció un discurso que atestigua bien de la estrategia
sionista de apropiación de la ola populista europea:
«Se
me trata de populista. No me molesta. El populismo es expresar lo que la gente
ordinaria desea (…). Las élites no se dan cuenta de lo que está tomando forma a
nivel mundial. El Brexit y Trump han señalado el camino. ¡Lo que hay en marcha
es una verdadera revolución!
Somos
ciudadanos del mundo y no rechazamos a nadie, pero vemos que a menudo no se nos
respeta en nuestros países ni en el mundo. Esto nos da algo en común con
Israel, a menudo criticado por gente que jamás han puesto los pies aquí y que
se deja intoxicar por los medios occidentales. No, no es un país en guerra
perpetua. Mucha gente vive y trabaja aquí con normalidad, tanto israelíes como
palestinos. No se resume todo a la situación de Gaza. Tenemos mucho que
aprender de este país, en la lucha contra el terrorismo, pero también en
materia económica».
En esa
cumbre, coorganizada y dirigida por Yasmine Dehaen —que casualmente es la
esposa de Mischaël Modrikamen—, hubo participantes estadounidenses, belgas,
indios, israelíes e ingleses. También estuvieron presentes partidos
euroescépticos como el UKIP de Nigel Farage.
Recuerdo en este punto que el principal financiador del partido UKIP de
Nigel Farage es Richard Desmond, un millonario judío inglés, propietario entre
otros del diario Daily Express, de OK Magaziney de cadenas de televisión pornográficas.
Señalemos también que daba apoyo financiero al Partido Laborista y, después, al
Partido Conservador, antes de volverse hacia el partido de Farage, a fin de
tomar el control de esa corriente de oposición. Nótese que Richard Desmond se
mantuvo ambiguo en 2015 declarando que era partidario del referéndum, pero que
no sabía si votaría a favor o en contra39.
La cumbre de Jerusalén fue la ocasión, para los participantes, de
expresar su suspicacia respecto a la Unión Europea —en conformidad
con el reposicionamiento israelí que he descrito antes—, según informó Didier
Swysen (enviado especial a Jerusalén), que añadía: «Llamaron a respetar el
Estado de derecho, demasiado maltratado a juicio de los oradores, inquietándose
por la lucha contra el terrorismo y los flujos migratorios incontrolados,
caballos de batalla del Partido Popular y de sus aliados europeos».
La cumbre
terminó con la firma de la Declaración de Jerusalén, documento que, en palabras
del Sr. Modrikamen:
«Reafirma
el Estado de derecho, la libre empresa, los impuestos controlados, la defensa
de los valores de la sociedad occidental y la lucha contra el islam radical».
Es por
tanto en Jerusalén donde se ha elaborado oficialmente la nueva estrategia
atribuida a Bannon; y esto, el mes anterior a la creación de The Movement: una
estrategia que no busca emancipar a los pueblos de Europa, sino meterlos en el
bolsillo de Israel.
Esta es la
trampa tendida a los pueblos de Europa.
Youssef Hindi, 19 diciembre 2018
***
REFERENCIAS
1 https://arretsurinfo.ch/lelection-de-trump-mort-de-la-globalisation-et-renaissance-de-la-nation/En español: http://katehon.com/es/article/la-eleccion-de-trump-muerte-de-la-globalizacion-y-renacimiento-de-la-nacion
2 https://www.lexpress.fr/actualite/monde/trump-aurait-propose-a-macron-de-quitter-l-union-europeenne_2021403.html
4 Valeurs Actuelles, Brexit : Georges Soros prédit l’appauvrissement
« de la plupart des électeurs », 21/06/2016.
5 Ambrose Evans-Pritchard, « Mario Monti’s exit is only way to save
Italy », 10/12/2012, Daily Telegraph.
6 https://www.welt.de/wirtschaft/article158574990/Star-Oekonom-erwartet-den-Euro-Austritt-Italiens.html
7 http://www.economiematin.fr/news-italie-zone-euro-sortie-union-europeenne-banques-previsions-sannat
9 https://www.la-croix.com/Economie/Monde/Dette-publique-lItalie-emprunte-cher-2018-08-30-1200965081
11 Europe 1, Brexit : « révélateur d’un malaise trop
longtemps ignoré au sein de l’UE », por Manuel Valls.
12 Le Monde, « Hubert Védrine : ‘‘L’ère des insurrections
électorales’’ », 11/11/2016.
13 Le Figaro, « Hubert Védrine : ‘‘Après le coup de gong, que faire
?’’ », 12/13 novembre 2016.
16 http://www.medias-presse.info/netanyahu-se-veut-un-patriarche-pour-les-trump-poutine-orban-salvini-le-piege-israelien/95175/
17 http://www.liberation.fr/debats/2018/07/19/anshel-pfeffer-pour-les-trump-poutine-orban-netanyahou-fait-office-de-patriarche_1667588
18 Cf. Youssef Hindi, Occident & Islam – Tome II : Le
paradoxe théologique du judaïsme. Comment Yahvé usurpa la place de
Dieu, 2018, Sigest, capítulo IV.
19 https://reseauinternational.net/les-milliardaires-americains-saffrontent-pour-le-controle-politique-de-leurope/
21 https://www.lexpress.fr/actualite/politique/fn/dans-la-famille-le-pen-steve-bannon-prefere-la-niece_1991403.html
22 Cf. André Archimbaud, « Présent au congrès du Front national,
Steve Bannon construit patiemment son International populiste », Boulevard
Voltaire, 10/03/2018.
23 L’Observatoire du journalisme (OJIM), 15/09/2017.
25 https://www.timesofisrael.com/at-zoa-event-bannon-asks-jews-to-join-his-war-on-gop-establishment/
27 https://www.theguardian.com/us-news/2016/sep/23/sheldon-adelson-trump-super-pac-donation-25-million
28 https://www.timesofisrael.com/at-zoa-event-bannon-asks-jews-to-join-his-war-on-gop-establishment/
35 http://www.lalibre.be/actu/belgique/le-monde-juif-a-l-assaut-des-banques-51b878d7e4b0de6db9a72e34
36 http://www.lalibre.be/actu/belgique/l-accord-est-conclu-avec-les-banques-51b8792fe4b0de6db9a74b1f
37http://www.lalibre.be/actu/belgique/modrikamen-inculpe-par-le-juge-claise-51b8b96fe4b0de6db9babd62
39 Henry
Mance, Ukip donor Richard Desmond unsure over EU exit, FT.com,
12/06/2016.