NUEVOS CHOQUES Y DESPLAZAMIENTOS
El Ejército boliviano ocupa el Campamento Central de la guerrilla |
La
noticia de la captura de Regis Debray y Ciro Roberto Bustos estalló en los
medios de información del mundo, provocando la consiguiente agitación. El Che
se referirá a ello a fines de mayo, al redactar el resumen del mes:
El
status del Chino ha cambiado y será combatiente hasta la formación de un
segundo o tercer frente. Dantón y Carlos cayeron víctimas de su apuro, casi
desesperación, por salir y de mi falta de energía para impedírselos, de modo
que también se cortan las comunicaciones con Cuba (Dantón) y se pierde el
esquema de acción en la Argentina (Carlos).
A
lo que el Che también se refirió, fue al nuevo enemigo que se incorporaba a la
lucha.
Parece
seguro que los norteamericanos intervendrán fuerte aquí y están mandando
helicópteros y, parece, boinas verdes, aunque no se han visto por aquí.
Eso, más el hallazgo del diario de “Braulio”
en el Campamento Central, vino a complicar las cosas en demasía. La guerrilla
estaba a la deriva, sin bases de apoyo y las FF.AA. bolivianas estrechaban cada
vez más el cerco, por lo que se tornaba imperioso captar al campesinado y
sublevar las minas.
En el bando contrario, la preocupación
primaba en el Alto Mando y la moral de las tropas decaía a cada momento después
de tres combates en los que habían sido prácticamente vapuleadas, demostrando
una impericia y falta de profesionalidad alarmantes. Para peor, esas
sensaciones era transmitida a las unidades de apoyo que iban llegando a Camiri,
a saberse, el Regimiento 2 de Artillería “Bolívar”, procedente de Viacha (174
hombres), la Escuela Militar de Clases de Cochabamba (85 hombres), el Centro de
Instrucción de Operaciones en la Selva con asiento en Riberalta (71 hombres) y
el Regimiento 2 de Infantería de Sucre (45 hombres), pues como dice el general
Gary Prado, los cuadros participantes de esas acciones contagiaban su actitud
derrotista ni bien tomaban contacto con los recién llegados1.
El cuadro de situación no podía ser peor.
Siguiendo el relato del oficial boliviano, el terreno y el clima también
constituían serios obstáculos; la falta de caminos tornaba en extremo
dificultosos los desplazamientos, los cauces de los ríos, en especial el
Ñancahuazu y sus afluentes, constituían verdaderas trampas mortales al correr
encajonados por valles de piedra y selva tupida, la vegetación era un verdadero
impedimento dado lo enmarañada y agreste que se presenta en esos parajes, las
alturas obstaculizaban la observación y la niebla matinal brindaba al enemigo
una excelente cobertura.
De ahí las instrucciones del Comando del
Ejército a la IV División a través de la Orden General de Operaciones 4/67,
estableciendo la organización de un dispositivo defensivo apoyado por patrullas
de corto radio de acción en cada una de sus áreas, a los efectos de aislar la
zona ocupada por el enemigo y evitar su abastecimiento.
De regreso de su gira por Europa y Estados
Unidos, el general Ovando reasumió sus funciones como comandante en jefe de las
Fuerzas Armadas y organizó el Comando de Operaciones Antiguerrilleras con asiento
en Camiri, solicitando al gobierno declarar zona militar al Teatro de
Operaciones. Al mismo tiempo, se estrecharon los contactos con la Argentina,
Brasil y Estados Unidos, para coordinar con sus servicios de inteligencia los
procedimientos y determinar si efectivamente el Che Guevara se encontraba en la
región.
El análisis de la documentación y los objetos
secuestrados durante la ocupación de los campamentos guerrilleros, así como los
distintos allanamientos que se llevaron a cabo en las principales ciudades del
país, brindaron a los militares bolivianos los primeros indicios de esa
presencia, pero necesitaban corroborarlo para proceder en consecuencia y
justificar ante el mundo sus inminentes acciones.
La opinión pública local se hallaba
preocupada por la inacción que estaban mostrando las fuerzas armadas pero la
misma, según Gary Prado, tenía su justificación.
Siguiendo directivas del Alto Mando, se
estaban llevando a cabo importantes reajustes en el dispositivo ofensivo, en
especial las unidades que a corto plazo se iban a comprometer en la lucha
armada; se completaba el reclutamiento iniciado en el mes de marzo a efectos de
organizar una nueva brigada destinada a la lucha antiguerrillera, se efectuaba
la selección de los cuatros (650 efectivos) para reorganizar el Regimiento
“Manchego”, dedicado hasta ese momento a actividades agrícolas al norte de
Santa Cruz de la Sierra2 y en “La Esperanza”, recibían instrucción
las tropas de elite (Rangers), comandadas por el mayor Miguel Ayoroa Montaño,
fuerza que se completaba con elementos de otros regimientos, entre ellos el
Grupo 8 de Caballería de Santa Cruz, al que pertenecía el capitán Gary Prado
Salmón3.
Esa era la situación, cuando a las 18.00
horas del 16 de abril, el Comando de la IV División expidió la Orden General de
Operaciones 5/67, estableciendo la necesidad ocupar las áreas a asignar y
montar un dispositivo defensivo, previo reconocimiento del terreno, gravitando
con sus propios medios los posibles ejes progresivos del enemigo a efectos de
montar emboscadas y preparar golpes de mano, tendientes a cortarle los accesos
a las fuentes de suministro, así como cualquier intento de salida hacia otras
regiones.
El dispositivo operacional quedó conformado de la
siguiente manera:
Compañía “A” (Lafuente): ocupar Lagunillas y
el Pincal.
Compañía “B” (Moreira): ídem el área de
Yumau.
Compañía “C” (Oxa): área de Tiraboy.
Compañía “D” (López): área de de Tatarenda.
Compañía “E” (Pacheco): área de Ñancahuazu.
Compañía “F” (Arnez): Pirirenda.
Fracción Vargas: Quebrada de Overa4.
Con
respecto a este plan de operaciones, el embajador Henderson manifestó sus
reparos al Departamento de Estado norteamericano en un nuevo cablegrama
confidencial, enviado el 20 de abril.
Bolivia
está desarrollando dos estrategias contradictorias en relación a la respuesta
con la que hay que enfrentarse a la amenaza guerrillera: por una parte intenta
incrementar el Ejército con un gran número de soldados de leva; por la otra,
adiestra y envía sobre el terreno pequeñas unidades bien preparadas para
afrontar las dificultades más inmediatas. Nuestro gobierno prefiere la segunda
opción porque responde de manera más racional a las actuales necesidades. […].
Después, Morris ha reiterado la posición estadounidense sobre el uso del napalm
(evidenciando los peligros que podrían surgir en el ámbito de las relaciones
internacionales) y a pedido al embajador que transmita esa preocupación al
gobierno boliviano5.
La
presencia guerrillera en cercanías de Muyupampa, representaba una seria amenaza
para la población, pacífica y sumisa en extremo. Con el ejército acampando en
sus contornos, era probable que se produjesen enfrentamientos en epicentro, de
ahí la delegación que el pueblo envió a parlamentar, encabezada por el
subprefecto Corcuyá6, el padre alemán Leo Schwartz y el doctor Mario
Cuéllar, médico de la comunidad.
El
encuentro tuvo lugar en la casa de Nemesio Carballo, plena zona rural, donde
los invasores habían acampado para adquirir productos y merendar.
Pasado
el mediodía, se presentó en la finca una camioneta portando bandera blanca,
detalle que el Che apunta el día 20 de abril. Eran los enviados que llegaban a
dialogar.
En
su libro, el general Gary Prado reproduce el diálogo en detalle:
Padre Schwartz: venimos en
representación del pueblo que se encuentra alarmado por la presencia de
ustedes. Se cree que ustedes quieren ingresar al pueblo.
“Inti” Peredo: Evidentemente
nuestra intención es llegar al pueblo para aprovisionarnos de víveres.
Suspendimos un ataque porque observamos la presencia de gente civil armada.
Padre Schwartz: ¿Qué es lo que
quieren y cuáles sus objetivos?
“Inti” Peredo: Nos hemos levantado
porque estamos hartos de soportar tanta injusticia. Queremos cambiar el régimen
actual porque somos fiel expresión de la gente pobre.
Subprefecto Corcuyá: ¿No hay alguna
forma para terminar esta lucha y llegar a una pacificación? Con esta lucha se
ha intranquilizado y enlutado al pueblo.
“Inti” Peredo: Por favor, no hable
de pacificación. Ese término ha sido inventado por Barrientos y estamos
cansados de escucharlo.
Doctor Cuéllar: Ustedes no tienen [ni] un poco de sensibilidad. Creo que
también son humanos como nosotros y tienen que tener lástima de la gente que va
a morir. Ustedes mismos no deben estar felices por el camino que han escogido.
Sufren hambre, sed y cansancio, cuando podían estar tranquilos en sus hogares.
“Inti” Peredo: Usted tiene razón,
pero sabe usted que todo premio significa un sacrificio y que en toda guerra
muere gente inocente. Porque estamos seguros de nuestros ideales y de que es la
única forma de poder cambiar el actual estado de las cosas del país es que nos
hemos armado. Hemos renunciado a todo. Habemos profesionales, médicos,
geólogos, ingenieros. Nuestra guerra no durará un año, sino muchos. Es muy posible
que la mayoría sucumba, pero tenemos la seguridad de que vendrán días mejores
para el país. Somos bolivianos y habemos de diferentes partidos PRIN, MNR, PC y
también hay cristianos y no cristianos. Y a propósito, ¿Qué es de los tres
periodistas extranjeros, seguramente están presos?
Subprefecto Corcuyá: Efectivamente,
están presos pero se los trata bien.
Doctor Cuéllar: Inclusive le he
prestado atención médica a uno de ellos.
“Inti” Peredo: Eran nuestros
prisioneros. Hace dos días que los tomamos pero los tuvimos que dejar en
libertad porque dificultaban nuestras maniobras. Además no les permitimos que
obtuvieran fotos.
Padre Schwartz: ¿No hay forma de
dejar las armas y dejar tranquilo al pueblo ya que los pobladores nada
tienen que ver con ustedes?
“Inti” Peredo: Necesitamos
conseguir víveres y drogas. Éstas no las queremos para nosotros, sino para la
gente campesina que se encuentra enferma y para los mismos soldados del
ejército que cayeran heridos. Nosotros les vamos a pagar el costo de todos estos
elementos. Usted doctor, a ver, escriba una lista de todo lo que necesitamos,
charque, arroz, frijoles, harina, manteca, antibióticos, sulfas y otras drogas
para primeros auxilios.
Subprefecto Corcuyá: Es difícil
conseguir lo que piden. Debemos informar de ello a las autoridades militares y
es muy difícil que nos autoricen.
“Inti” Peredo: Hasta las 18.00 de
hoy jueves tienen plazo para traernos lo que hemos pedido. El punto de reunión
será éste. Si hay alguna acción con el ejército es mejor que no vengan y si es
más tarde de lo que hemos señalado, ni se atrevan a aparecer por estos lugares.
Finalizado
el parlamento, la embajada abordó nuevamente la camioneta y se retiró. La
respuesta del Ejército llegó cuatro horas después, cuando una formación de tres
AT-6 bombardeó la posición, forzando a los guerrilleros a buscar cobertura.
Los
aviones llegaron desde el norte accionando sus ametralladoras y en una segunda
pasada, arrojaron sus bombas, dañando parte la propiedad.
Una
de las esquirlas alcanzó a “Papi” cuando corría a buscar refugio, hiriéndolo
levemente. El experimentado combatiente cayó al suelo pero si incorporó
enseguida y con la ayuda de sus compañeros, corrió hasta un conjunto de árboles
para agazaparse entre ellos.
El
Che en su diario, le restó importancia a la acción pero fue el primer indicio
de que los pilotos bolivianos estaban ajustando la mira.
La guerrilla se retiró por el camino de Ticucha (22.30), llevándose los dos caballos que había confiscado, uno de ellos el que había utilizado Roth para llegar desde Lagunillas y tres horas después, se detuvo en un claro a reponer fuerzas. Pasaron por la finca del campesino Roso Carrasco, en Taperillas, donde adquirieron víveres y siguieron hasta la intersección de los caminos a Monteagudo y Muyupampa, un paraje inhóspito, próximo a Coripati, donde se encontraba la propiedad de Adolfo Rodas. Agotados y famélicos, se detuvieron a racionar, necesitados de reponer fuerzas y planificar sus siguientes tácticas.
La aviación boliviana ataca a la guerrilla. "Papi" resulta herido (Imagen: El Che Guevara de Paolo Heusch, con Francisco Rabal) |
La guerrilla se retiró por el camino de Ticucha (22.30), llevándose los dos caballos que había confiscado, uno de ellos el que había utilizado Roth para llegar desde Lagunillas y tres horas después, se detuvo en un claro a reponer fuerzas. Pasaron por la finca del campesino Roso Carrasco, en Taperillas, donde adquirieron víveres y siguieron hasta la intersección de los caminos a Monteagudo y Muyupampa, un paraje inhóspito, próximo a Coripati, donde se encontraba la propiedad de Adolfo Rodas. Agotados y famélicos, se detuvieron a racionar, necesitados de reponer fuerzas y planificar sus siguientes tácticas.
A
la par que se desarrollaban esos acontecimientos, las radios anunciaban la
captura de tres mercenarios, uno de origen francés, otro argentino y el tercero
inglés en tanto el gobierno establecía la censura a nivel nacional.
En
cuanto a la ayuda extranjera que Bolivia estaba recibiendo en esos días para
contrarrestar el accionar guerrillero, dos documentos esclarecedores revelan
que Washington nada tuvo que ver con el uso de bombas incendiarias por la
aviación, como falsamente se la había acusado desde La Habana (y se lo sigue
haciendo aún).
El
Departamento de Estado constata que Argentina ha proporcionado a Bolivia cierta
cantidad de gel, componente base del napalm, y cien cápsulas para bombas de
este tipo. Si estos artefactos fueran utilizados y la cuestión fuese de dominio
público entre asistentes a reuniones de la coordinadora [militar
latinoamericana] de La Paz, se llegaría a la inevitable conclusión de que el
gobierno de Estados Unidos ha aprovisionado de napalm a los bolivianos. La
cuestión nos preocupa […]7.
Washington
temía las repercusiones que aquel accionar podía generar y sobre todo, ser
acusada de estar proveyendo armamento prohibido por la Convención de Ginebra
cuando en realidad, se lo hacía desde Buenos Aires.
Al
día siguiente, el embajador Henderson confirmaba la información:
Utilizando
los canales militares regulares, hemos comunicado al gobierno boliviano los
aspectos negativos del posible uso de napalm. No tenemos pruebas de que el
gobierno lo haya utilizado ya en las acciones de contraguerrilla o tenga la
intención de hacerlo. Por iniciativa suya, hace dos años nuestra embajada pidió
oficialmente la eliminación de todo el napalm estadounidense, y no ha tenido
nada que ver con la adquisición o el uso de éste por parte de los bolivianos.
Tenemos constancia de que, hace un año aproximadamente, el gobierno de La Paz
adquirió napalm a Argentina y sabemos que, recientemente, ha aumentado sus
arsenales8.
El
21 de abril la columna guerrillera se dirigía a Taperillas, con la idea de
alcanzar Ticucha. Ese día ocupó la hacienda Ciripoti y tomó prisioneros a todos
sus ocupantes. Poco después, capturó una camioneta de YPFB cuyos ocupantes se
hallaban concentrados en las huellas que habían dejado y horas después hizo lo
propio con un camión repleto de comestibles, en especial plátanos.
La
idea era cargar la camioneta con la mayor cantidad posible de provisiones y
abandonar ese paraje lo antes posible pero previamente, el Che, que para
entonces había cambiado su nombre de guerra por el de “Fernando”, montó una
emboscada integrada por “Papi”, “Urbano” y “Pachungo”, para que la tropa
completase la faena a cubierto.
El
22, los guerrilleros se encontraban en el interior de la hacienda cuando una
patrulla del Centro de Instrucción de Operaciones en la Selva (CIOS), al mando
del capitán Pacheco, se aproximó al lugar.
Advertido
por los campesinos, el oficial eludió la emboscada, así como los PO que el Che
había situado en diferentes sectores y alcanzó el perímetro de la finca,
divisando a lo lejos las fogatas del enemigo.
El
general Reque Terán se limita a decir que el pelotón rodeó la propiedad y la
ocupó sin resistencia, para encontrar en su interior, a sus moradores
maniatados. La guerrilla se había llevado los víveres, cuatro caballos y otros
elementos, tomando hacia el norte, en dirección a Ticucha.
Gary
Prado tiene otra versión.
Después
de sobrepasar la emboscada, el capitán Pacheco cruzó a campo traviesa hasta los
límites de la finca y después de observar las fogatas y los movimientos en
torno a ellas, ordenó abrir fuego.
Su
proceder fue completamente errado porque, a decir del general Prado, debió
cercar la propiedad o al menos bloquear las rutas de escape, pero en lugar de
ello ordenó disparar desde una distancia de 100 metros y eso posibilitó la fuga
del enemigo.
El 21 de abril la guerrilla capturó una camioneta y un camión repletos de víveres |
Prado dice que la gente del Che se retiró hacia El Mesón sin ser perseguida, en tanto Reque Terán asegura que sí lo fue y que una sección comandada por el subteniente Carlos Monje Landívar, llegó a accionar sus armas, sin ocasionar bajas.
Bien
o mal, la acción del capitán Pacheco forzó la estampida del invasor y provocó
el desprendimiento del “Loro” que en la confusión, quedó a la deriva, sin
volver a reunirse con el resto de la columna.
Ese
mismo día, el general Barrientos mantuvo una charla informal con el embajador
Henderson, durante la cual le dio a entender que el Ejército boliviano no
pensaba hacer prisioneros entre los subversivos. El legado se apresuró a
informar la novedad a su gobierno a través de un telegrama secreto despachado a
las 16.10 horas, remarcando que durante la conversación, le había hecho ver al
mandatario lo contraproducentes que podían resultar las prácticas ilegales y
que lo más aconsejable era constituir tribunales de guerra para someter a los
prisioneros a procesos regulares. Sin embargo, según su opinión, no había
logrado convencer al militar boliviano10.
En
Buenos Aires, en tanto, el embajador Martins se reunió con el ministro de
Relaciones Exteriores, Nicanor Costa Méndez11, para escuchar de su
boca que la columna guerrillera en Bolivia no contaba con el apoyo del
campesinado, ni las clases trabajadoras y que no tenía referencias sobre la
muerte de Regis Debray. También le mencionó la preocupación de su gobierno por
el uso de napalm por parte de las Fuerzas Armadas bolivianas y pidió trabajar
en el asunto12. Era el doble discurso que caracteriza a los
gobiernos en tiempos de conflicto.
Notas
1 Gary Prado Salmón,
op. Cit., p. 136.
2 Más precisamente en
la localidad de Guabirá.
3 La flamante unidad
quedaba subordinada al teniente coronel José R. Gallardo.
4 Gary Prado Salmón,
op. Cit., pp. 148-149.
5 Mario José Cereghino,
Vincenzo Vasile, op. Cit., pp. 70-71 (Memorándum de la conversación entre Julio
Sanjinés Goitía, embajador boliviano en Washington, y Patrick F. Morris, responsable
del Departamento de Estado para Asuntos Bolivianos y Chilenos, confidencial, 20
de abril de 1967, NARA, Rg 59, General
Records of the Departamen of State, 1967-1969, sobre 1523, fascículo Def
Bol/ I.I.67.).
6 En algunas fuentes
aparece como Corcuí.
7 Mario José Cereghino,
Vincenzo Vasile, op. Cit., p. 71 (Circular enviada por el Departamento de
Estado a todas las sedes diplomáticas estadounidenses en América Latina,
confidencial, 20 de abril de 1967, 16:35 horas, NARA, Rg 59, General Records of the Departamen
of State, 1967-1969, sobre 1523, fascículo Def Bol/ I.I.67.).
8 Mario José Cereghino,
Vincenzo Vasile, op. Cit., pp. 71-72 (Telegrama enviado al Departamento de
Estado por el embajador Henderson, La Paz, confidencial, 21 de abril de 1967,
21:30 horas, NARA, Rg 59, General
Records of the Departamen of State, 1967-1969, sobre 1895, fascículo Pol
23-9 Bol/ I.I.67.).
9 Gary Prado Salmón,
op. Cit., p. 155.
10 Mario José Cereghino,
Vincenzo Vasile, op. Cit., pp. 72-73 (Telegrama enviado al Departamento de
Estado por el embajador Henderson, La Paz, secreto, 22 de abril de 1967, 16:10
horas, NARA, Rg 59, General
Records of the Departamen of State, 1967-1969, sobre 1895, fascículo Pol
23-9 Bol/ I.I.67.).
11 Canciller argentino durante la guerra del
Atlántico Sur en 1982.
12 Mario José Cereghino,
Vincenzo Vasile, op. Cit., p. 73 (Telegrama enviado al Departamento de Estado
por laembajada estadounidense en Buenos Aires, confidencial, 22 de abril de
1967, 18:00 horas, NARA, Rg 59, General
Records of the Departamen of State, 1967-1969, sobre 1895, fascículo Pol
23-9 Bol/ I.I.67.).