miércoles, 21 de agosto de 2019

EL DINERO NO "TRABAJA"

lunes, 19 de agosto de 2019

EL DINERO NO "TRABAJA"

La paradoja del interés bancario
Si yo necesitara pedir prestado un lote de semillas de soja para sembrar en mi campo, y conociendo que puedo cosechar 3.000 kg por hectárea en correspondencia con 70 kgs de semilla plantadas, puedo deducir que por cada semilla prestada consigo 43 semillas en la cosecha.
Resumiendo, 1 kg de semilla prestada me devuelve 43 kgs.
Si acaso el proveedor de semillas me exigiera a cambio de su préstamo un 10 % de beneficio, para mi es perfectamente viable devolverle dado que como agricultor puedo crear riqueza, y puedo producir soja nueva a partir del préstamo.
Sin embargo, en la economía cuando hablamos de devolver un interés en moneda de curso legal es físicamente inviable, dado que la única institución que puede emitir moneda de curso legal es el banco central.
 
Cuando un banco central crea dinero usando tinta y papel, y exige su devolución con intereses, es imposible que las empresas y los particulares puedan devolverlo porque ese dinero no existe ni existirá en la economía.
Cualquier empresa para poder funcionar necesita dinero líquido, y si para conseguirlo debe pagar intereses, entonces la empresa cargara a sus productos el costo financiero total.
Este costo financiero se traslada al precio final de todos los productos de todas las empresas, y así se forma un aumento generalizado de precios, al que nosotros llamamos inflación.
Por supuesto que el pensamiento académico no reconoce al interés como el factor determinante y generador de la inflación, y esto se debe a que el poder financiero tapa con sus influencias cualquier crítica referida a la usura y el anatocismo, fuente de poder y dominación de esa industria.
La pregunta inteligente que deberíamos hacernos es: porque razón el Banco Central debería cobrar intereses a los ciudadanos de una nación por el solo hecho de imprimir papel con tinta en una imprenta?, sin costo financiero

Es una falacia gigante lo que muchos monjes de la usura predican por ahí, en cuanto a que "el dinero trabaja", o que "el dinero debe ser puesto a trabajar". 

Mentira, las personas trabajan y no el dinero. 

Esta falacia es fruto de una perversión cultural desde el mundo académicos que aceptan al interés como un instrumento maravilloso para regular el mercado y para compensar el sacrificio de postergar consumo.

En realidad, el interés del préstamo es una perversión porque:

1- Es intrínsecamente inflacionario y produce un daño enorme a la economía.

2- Produce una enorme transferencia de riqueza desde los que trabajan y viven de su esfuerzo y creatividad, hacia los que acumulan.

3- El crecimiento del interés compuesto es antinatural dado que sigue una curva exponencial infinita mientras que los recursos del planeta son finitos.

4- Atenta contra el orden de méritos en una sociedad, puesto que el banquero consigue beneficios extremadamente superiores al industrial y demás empresarios productivos.

5- Le asigna un poder omnipotente al banquero por encima del resto de los empresarios, porque controlan el crédito y deciden quien vive y quien desaparece dentro de la economía.

6- Los banqueros controlan cualquier gobierno, manipulando la “falsa democracia” y los “medios de desinformación” que le pertenecen
Marcelo Sanchez Alonso