NO ES HORA DE VOTANTES SINO DE HÉROES
Han aparecido en la red diversos artículos que convocan a no
perder las esperanzas de que Macri, finalmente, gane la elección en el
"ballotage" de Noviembre. Todos recuerdan el horror de la tiranía
corrupta de los Kirchner y dicen, con razón, que un nuevo gobierno de
esa facción pro-comunista será el fin de la República. Lo que no dicen
es que fue Macri y sólo Macri (incluyendo su banda de compadritos
semibarbados y descorbatados) el que nos trajo a esta situación. Y que
la reelección del mismo farsante (que es perfectamente posible por medio
del fraude electrónico y de una mentirosa campaña de prensa) no
cambiará la situación sino que la agravará y trasladará el traspaso del
poder al neo-comunismo hasta el 2023 con un país más empobrecido y una
población más corrompida.
No me parece necesario agregar un nuevo artículo a los muchos que he escrito probando esta realidad política. Me remito a ellos, algunos de los cuales he citado en una nota al pie del número 1636, del 13/8/2019.
Estamos, por lo tanto, entre la espada y la pared, salir de la sartén para caer en el fuego o quedarse en la sartén hasta que estemos fritos, o sea, sin una verdadera solución electoral. Pensar que Gomez Centurión, con su 2,60% de votos puede convertirse en el sucesor del 32% de Macri por amor a la causa antiabortista que el mencionado Centurión falsamente dice representar, olvidándose que fue alto funcionario de Macri en la Intendencia mientras éste abortaba en todos los Hospitales de la Ciudad, es un disparate. Seguir el consejo de otro que invita a todos los que se abstuvieron en las PASO a ir a votar, es decir, a darle otra vez el gobierno al inmoral, adúltero, deshonesto e inepto Macri, tampoco es aceptable.
Consecuentemente, es forzoso concluir que no hay solución electoral. Era previsible que esto sucedería cuando las clases cultas, especialmente las más altas, resolvieron ignorar los descalificativos morales, intelectuales y políticos de Macri y resolvieron convertirlo en el candidato de la oposición a los Kirchner y, después, a lo largo de cuatro años, apoyaron todas sus arbitrariedades y su evidente colusión con el kirchnerismo, consolidando la exclusividad de su partido en la indispensable tarea de salvar la Patria de la izquierda corrupta y tiránica.
Como torpe tangente de esa actitud suicida alentaron durante algún tiempo la posibilidad de convertir a la inmoral autora del "chau tabú", fraudulenta gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, en la candidata de la continuidad. Pero no hay manera de convertir a una especie de Barbie tonta e inmoral en un piloto de tormentas.
Por lo tanto, debemos hacernos cargo virilmente de la situación y reconocer que esta no es la hora de los votantes con candidatos que son uno peor que el otro, en un contexto político dominado por la "dirigencia" corrupta e inepta y una prensa agnóstica notoriamente favorable a la ideología de izquierda y de género, con una elección trucada desde el principio por la presencia de STARMATIC (sosías de INDRA) y sus elaborados sistemas de fraude electrónico.
Consecuentemente, esta no es la hora de inventar un voto sino de reconocer que no hay ninguna manera de emitir un voto moralmente lícito y políticamente útil. Nosotros mismos, y en especial las clases cultas empezando por las más altas, somos responsables de este desastre por haber desertado de nuestros deberes patrióticos, dejando la política en manos de delincuentes e ignorantes, casi todos peronistas.
Por lo tanto, esto no es la hora de votantes sino de héroes. Por amor a Dios y a la Patria debemos asumir la obligación de enfrentar los riesgos que implica una acción decidida e inteligente contra toda la "dirigencia" corrupta e inepta y negarles toda colaboración acabando con el subterfugio de "elegir el mal menor" que es el argumento con el cual hemos llegado a esta catástrofe nacional. Ahora hay que busca el bien mayor, o sea, una Argentina gobernada por hombres de bien, justos, inteligentes y decididos, fieles a la Ley de Dios, unidos y generosamente dispuestos a seguir a verdaderos líderes que sean capaces de actuar en el campo minado de la política.
Eso implica reconocer que vamos a sufrir la continuación de esta tiranía macrista o una nueva tiranía kirchnerista, con toda su secuela de pérdida de libertades y bienes pero donde por un tiempo todavía habrá lugar para una reacción salvadora organizada desde sus cimientos por los buenos patriotas. Si dejamos pasar ese tiempo sin modificar nuestra deserción suicida de los deberes para con Dios y con la Patria, caeremos como cayeron Cuba, Venezuela y Nicaragua. Y ahí ni los héroes podrán salvarnos, porque de las garras del comunismo no se sale. Recuerden que España en 1936 pudo salvarse pero con una guerra civil de tres años con el apoyo de una gran parte del Ejército y el armamento provisto por Alemania e Italia, pero con el costo de un millón de muertos e incontables atrocidades cometidas por los rojos. Ahora ni siquiera eso es posible porque no tenemos Ejército y el contexto internacional es completamente distinto.
Cosme Beccar Varela