ANEXO XI. AVIÓN SHORT SC.7 SKYVAN EN MALVINAS
Siguiendo
directivas del comando de la Armada, aeronaves de la Prefectura Naval
Argentina (PNA) fueron asignadas al Grupo de Tareas 80.1 y a la Fuerza
de Tareas 50 (FT50) para llevar a cabo misiones de transporte, búsqueda,
rescate, sostén logístico
móvil y reconocimiento.
Al momento de comenzar la crisis en el Atlántico Sur, la Prefectura Naval
Argentina (PNA) disponía de seis helicópteros Hughes 500C,
tres Pumas SA.330L
Aeroespatiale (operaban desde 1980) y cinco aviones Short SC.7 Skyvan
que la
fuerza había incorporado en 1971, todos ellos con base en la ciudad de
Buenos
Aires, los primeros en el helipuerto de Puerto Nuevo, en dependencias
que el arma posee en el barrio de Retiro y los últimos en el Aeroparque
Metropolitano “Jorge Newbery”, desde donde operaban sobre el Río de la Plata, el Delta del Paraná y
las bocas de los grandes ríos interiores en tareas de búsqueda y patrulla,
transportes de carga y operaciones de reconocimiento que facilitaban notablemente
la labor de las unidades de superficie.
Producida la ocupación de los archipiélagos australes, efectivos del Departamento de Aviación de la PNA, al mando del prefecto aviador Ernesto Gómez, realizaron diversas misiones.
En 1981 las aeronaves de la PNA habían participado en las etapas de
adiestramiento del Grupo Aeronaval Insular, de manera que la integración y
colaboración con el resto de las FF.AA. fue rápida y altamente satisfactoria.
El 2 de abril de 1982, el material con el que contaba la institución estaba en condiciones operativas y pese a que las máquinas volaron siempre sin armas, cumplieron un importante rol, tanto en el archipiélago como en el continente.
Cuando el Comando en Jefe de la Armada Argentina decidió el envío de las lanchas guardacostas “Islas Malvinas” y “Río Iguazú” al Teatro de Operaciones (TO), se dispuso que uno de los Skyvan efectuara apoyo a la navegación.
Con ese propósito, el 6 de abril decoló desde el Aeroparque “Jorge Newbery” el aparato matrícula PA-54 con rumbo a Bahía Blanca, previa escala en Mar del Plata.
Al día siguiente hizo lo propio para relevarlo y cumplir esa misión el PA-51, realizando escalas en Trelew, Comodoro Rivadavia y Puerto Deseado.
Esta noble avión, con su estrafalario aspecto de “heladera flotante” y su esquema de camuflaje marrón, verde y amarillo, regresó al continente por expresa disposición de la Fuerza Aérea Argentina mientras los guardacostas “Río Iguazú” e “Isla de los Estados” continuaban su navegación hacia Puerto Stanley, donde arribaron el 13 de abril por la madrugada.
Para las tareas de búsqueda y rescate la Fuerza de Tareas 50 (FT50) organizó tres equipos compuestos por un Skyvan y un Puma cada uno, con asiento en Río Grande, Río Gallegos y Puerto Stanley. Su misión era brindar apoyo a las aeronaves de la Aviación Naval (ARA) y FAA que cruzaban desde el continente para llevar a cabo sus incursiones de ataque y efectuar patrullas de búsqueda si la ocasión lo requería.
El 2 de abril de 1982, el material con el que contaba la institución estaba en condiciones operativas y pese a que las máquinas volaron siempre sin armas, cumplieron un importante rol, tanto en el archipiélago como en el continente.
Cuando el Comando en Jefe de la Armada Argentina decidió el envío de las lanchas guardacostas “Islas Malvinas” y “Río Iguazú” al Teatro de Operaciones (TO), se dispuso que uno de los Skyvan efectuara apoyo a la navegación.
Con ese propósito, el 6 de abril decoló desde el Aeroparque “Jorge Newbery” el aparato matrícula PA-54 con rumbo a Bahía Blanca, previa escala en Mar del Plata.
Al día siguiente hizo lo propio para relevarlo y cumplir esa misión el PA-51, realizando escalas en Trelew, Comodoro Rivadavia y Puerto Deseado.
Esta noble avión, con su estrafalario aspecto de “heladera flotante” y su esquema de camuflaje marrón, verde y amarillo, regresó al continente por expresa disposición de la Fuerza Aérea Argentina mientras los guardacostas “Río Iguazú” e “Isla de los Estados” continuaban su navegación hacia Puerto Stanley, donde arribaron el 13 de abril por la madrugada.
Para las tareas de búsqueda y rescate la Fuerza de Tareas 50 (FT50) organizó tres equipos compuestos por un Skyvan y un Puma cada uno, con asiento en Río Grande, Río Gallegos y Puerto Stanley. Su misión era brindar apoyo a las aeronaves de la Aviación Naval (ARA) y FAA que cruzaban desde el continente para llevar a cabo sus incursiones de ataque y efectuar patrullas de búsqueda si la ocasión lo requería.
Los aparatos desplegados en el litoral patagónico fueron el
Skyvan matrícula PA-51 y el Puma matrícula PA-11 (Río Gallegos); el Skyvan
matrícula PA-52 y el Puma matrícula PA-13 (Río Grande), manteniéndose como reserva al Skyvan
matrícula PA-53 en su asiento natural del Aeroparque Metropolitano de la ciudad
de Buenos Aires.
En lo que a las lanchas guardacostas se refiere, la GC-79 “Río Deseado” y la GC-73 “Cabo Corrientes”, que
el 28 de abril iban a pasar al archipiélago, permanecieron en el litoral
patagónico operando desde Puerto Santa Cruz en tanto la GC-77 “Golfo San Matías” lo
hizo desde Puerto Deseado, realizando tareas de patrulla, búsqueda y rescate.
Una de las misiones más importantes que llevaron a cabo esas
embarcaciones tuvo lugar el 4 de mayo de 1982 cuando las patrulleras “Cabo
Corrientes” y “Golfo San Matías” partieron en busca del Aviso “Alférez Sobral”
que había sido atacado y dañado por la aviación enemiga.
El 5 de mayo el “Golfo San Matías” se encontraba en
cercanías del Cabo Guardián cuando estableció contacto con la nave y la comenzó
a guiar mientras se le aproximaba para brindarle apoyo junto al BDT de la Armada “Cabo San Antonio.
Ese mismo día a las 01.30 horas, la PNA ordenó a la lancha del
Servicio de Practicaje “SP-23”
que partiese desde el puerto de Ushuaia llevando a bordo personal médico y
auxiliares de medicina para dirigirse a la Bahía Sloggett en
apoyo del ARA "Gurruchaga” que traía a sobrevivientes del Crucero “General
Belgrano”.
Al día siguiente, 15 de abril, se incorporó a las operaciones el Skyvan PA-50.
Al día siguiente, 15 de abril, se incorporó a las operaciones el Skyvan PA-50.
El 12 de abril el PA-51 voló hasta la Isla de los Salvajes, del
conjunto de las Sebaldes, en el extremo occidental de la Gran Malvina, convirtiéndose en
el primer avión de la PNA
en arribar al archipiélago.
El 13 de abril despegó del Aeroparque Metropolitano el PA-54 llevando a bordo al grupo de operaciones de la fuerza, encabezado por el prefecto Francisco Manuel Martínez Loydi e integrado por cinco cabos de la Agrupación de Comandos Albatros. Aterrizó en Comodoro Rivadavia el 14 de abril a las 03.20 y desde ahí siguió a Río Gallegos donde se posó a las 13.50 con la finalidad de efectuar una escala técnica. Su comandante presentó el plan de vuelo a las autoridades de la Región Aérea Sur de la FAA pero las mismas desautorizaron el cruce, lo mismo al día siguiente, evitando, de ese modo, establecer el puesto de mando de la PNA en las islas.
El 15 de abril el PA-50 partió del Aeroparque Metropolitano rumbo a la Base Aeronaval de Punta Indio, con instrucciones de cargar un jeep del Comando de Comunicaciones de la Armada. Por ser un avión del tipo STOL (despegues y aterrizajes cortos), el Skyvan estaba capacitado para moverse en terrenos poco adecuados y eso lo hacía ideal para operar desde las islas. Además poseía una rampa trasera que facilitaba el acsenso y descenso de la carga, recordando vagamente el mecanismo y la configuración de los C-130.
El 13 de abril despegó del Aeroparque Metropolitano el PA-54 llevando a bordo al grupo de operaciones de la fuerza, encabezado por el prefecto Francisco Manuel Martínez Loydi e integrado por cinco cabos de la Agrupación de Comandos Albatros. Aterrizó en Comodoro Rivadavia el 14 de abril a las 03.20 y desde ahí siguió a Río Gallegos donde se posó a las 13.50 con la finalidad de efectuar una escala técnica. Su comandante presentó el plan de vuelo a las autoridades de la Región Aérea Sur de la FAA pero las mismas desautorizaron el cruce, lo mismo al día siguiente, evitando, de ese modo, establecer el puesto de mando de la PNA en las islas.
El 15 de abril el PA-50 partió del Aeroparque Metropolitano rumbo a la Base Aeronaval de Punta Indio, con instrucciones de cargar un jeep del Comando de Comunicaciones de la Armada. Por ser un avión del tipo STOL (despegues y aterrizajes cortos), el Skyvan estaba capacitado para moverse en terrenos poco adecuados y eso lo hacía ideal para operar desde las islas. Además poseía una rampa trasera que facilitaba el acsenso y descenso de la carga, recordando vagamente el mecanismo y la configuración de los C-130.
Desde Punta Indio el PA-50 voló hasta Río Grande, donde
aterrizó el 16 de abril a las 15.30 horas. Allí desembarcó el jeep, porque el
comando del TOAS había decidió despacharlo en otro aeroplano y a partir de ese
momento, quedó asignado a ese área junto a un aparato similar e igual número de
helicópteros Puma.
La noche del 20 de abril, el PA-54 cruzó al archipiélago, escoltado por un King Air naval, para incorporarse al recientemente creado Grupo de Búsqueda y Rescate.
Tres días después, el Puma matrícula PA-12 sobrevoló las rudimentarias instalaciones de la Isla Borbón y el Establecimiento San Carlos, buscando un aeródromo para los Mentor T-34 que operaban en el archipiélago. Ese mismo Skyvan había hecho el cruce desde el continente a mediados de abril y el 27 de ese se trasladó a Bahía Fox (Bahía Zorro), llevando personal desde Puerto Argentino.
La noche del 20 de abril, el PA-54 cruzó al archipiélago, escoltado por un King Air naval, para incorporarse al recientemente creado Grupo de Búsqueda y Rescate.
Tres días después, el Puma matrícula PA-12 sobrevoló las rudimentarias instalaciones de la Isla Borbón y el Establecimiento San Carlos, buscando un aeródromo para los Mentor T-34 que operaban en el archipiélago. Ese mismo Skyvan había hecho el cruce desde el continente a mediados de abril y el 27 de ese se trasladó a Bahía Fox (Bahía Zorro), llevando personal desde Puerto Argentino.
El 30 de abril a las 10.50 aterrizó en la capital de las
islas el PA-50 hacia donde voló escoltado por el King Air 4-G-44 de la Aviación Naval.
Pocas horas después, el mismo aparato se trasladó a la Estación Aeronaval
“Calderón” en la isla de Borbón, llevando personal y equipo.
En la mañana del 26 de mayo despegó de Río Grande el PA-52,
con la misión de efectuar un vuelo de reconocimiento y exploración sobre la Estancia Cullen,
propiedad británica próxima a la frontera con Chile. El avión hizo varios
círculos en torno al establecimiento y regresó a la base sin novedad.
En la madrugada del 1 de mayo tuvo lugar el primer ataque a Puerto Argentino. A las 08.20 se produjo el segundo bombardeo con su secuela de muertos, heridos y daños en las instalaciones. En la zona del aeropuerto, el galpón donde se guardaban equipos de la Armada y del Departamento de Aviación de la PNA se incendió, al ser alcanzado por los impactos de cañones de los Sea Harrier. El Skyvan PA-54 que se encontraba allí guardado, sufrió daños en el empenaje que posteriormente serían reparados.
Cinco días después, el comando creyó prudente trasladarlo desde el aeropuerto hacia el hipódromo, por considerar que su permanencia allí era riesgosa. El avión despegó sin problemas pero al tocar tierra, a poco de finalizar la corrida de aterrizaje, rompió el parante de la rueda de nariz y se desplazó varios metros arrastrando su parte frontal sobre la turba, hasta quedar detenido en una zanja. El incidente motivó su salida de servicio y por esa razón no volvió a operar.
En la madrugada del 1 de mayo tuvo lugar el primer ataque a Puerto Argentino. A las 08.20 se produjo el segundo bombardeo con su secuela de muertos, heridos y daños en las instalaciones. En la zona del aeropuerto, el galpón donde se guardaban equipos de la Armada y del Departamento de Aviación de la PNA se incendió, al ser alcanzado por los impactos de cañones de los Sea Harrier. El Skyvan PA-54 que se encontraba allí guardado, sufrió daños en el empenaje que posteriormente serían reparados.
Cinco días después, el comando creyó prudente trasladarlo desde el aeropuerto hacia el hipódromo, por considerar que su permanencia allí era riesgosa. El avión despegó sin problemas pero al tocar tierra, a poco de finalizar la corrida de aterrizaje, rompió el parante de la rueda de nariz y se desplazó varios metros arrastrando su parte frontal sobre la turba, hasta quedar detenido en una zanja. El incidente motivó su salida de servicio y por esa razón no volvió a operar.
El 15 de mayo, el PA-50 se hallaba en la Estación Naval
“Calderón”, imposibilitado de partir por las intensas lluvias que anegaron la
pista. Carente de armamento y configurado para realizar misiones de
búsqueda y rescate, estaba cargado con 12 cajas de seis bengalas marcadoras
cada una, que debían ser utilizadas para señalar determinados puntos en las
áreas a patrullar. Junto con el avión de la PNA, se hallaban los cuatro Mentor T-34 que la Armada había desplegado en
Borbón y los seis IA-58 Pucará de la
FAA, matrícula A-502, A-509, A-520, A-526, A-527 y A-552.
A las 04.15 de ese día, comandos del Escuadrón “D” del SAS británico llevaron a cabo una audaz incursión sobre la base, destruyendo las once aeronaves.
El PA-50, con combustible al máximo, quedó deshecho por las detonaciones y los efectos de las ondas explosivas de las bengalas, resultando apenas reconocibles sus alas y la cola con su número de matrícula.
A las 04.15 de ese día, comandos del Escuadrón “D” del SAS británico llevaron a cabo una audaz incursión sobre la base, destruyendo las once aeronaves.
El PA-50, con combustible al máximo, quedó deshecho por las detonaciones y los efectos de las ondas explosivas de las bengalas, resultando apenas reconocibles sus alas y la cola con su número de matrícula.
En cuanto al Puma PA-12, la noche del 3 al 4 de mayo sufrió
daños producidos por el cañoneo naval, que lo dejaron fuera de servicio.
Abandonado en una calle próxima a la
Casa de Gobierno, se le retiraron algunas piezas para ser
empleadas en otros aparatos y se lo cubrió con una red de enmascaramiento a
efectos de amortiguar su configuración blanca, azul y amarilla.
Finalizada la guerra, los británicos dieron diferentes
destinos a las aeronaves de la PNA
capturadas. El Puma PA-12 fue conducido por el Chinook matrícula ZA718 del
Escuadrón 18 hasta el buque “Tor Caledonia”, que se hallaba anclado en Puerto
Williams. El 1 de agosto partió hacia Portsmouth, donde fue desembarcado y
luego trasladado a la base aérea de Fleetlands, donde técnicos ingleses lo pusieron nuevamente en
funcionamiento. Incluso fue exhibido en una muestra en Saint Ethan, el 16 de
septiembre del mismo año.
A fines de 1983, los restos del Skyvan PA-50 fueron enterrados
en un cráter abierto por una bomba, en el extremo de la pista de aterrizaje de
la isla Borbón aunque todavía se veían algunas partes a comienzos de 1985. en
cuanto al PA-54, se lo guardó en un hangar y a algunas de sus partes, entre ellas
uno de sus motores, se las cargó en el buque “Santa Helena” y se las condujo a Inglaterra para ser
exhibidas en el Museo del Arma Aérea de Yeovilton, esto el 14 de junio de 1983, un
año después de finalizada la guerra (en 1984 había restos todavía en un extremo del hipódromo).
Los aviones PA-51, PA-52 y PA-53 regresaron a sus pases
continentales y terminaron sus días en los hangares de Morón, antes de ser
vendidos.
Afortunadamente ningún piloto ni tripulante del componente
aéreo de la Prefectura
resultó herido. El personal voló a Puerto Argentino en un helicóptero de la FAA, y posteriormente pasó al
continente a bordo de un Hércules C-130.
Durante la guerra, los cinco Skyvan volaron 236,7 horas,
resultado de 252 misiones en el continente y 95 en Malvinas; ninguno de sus
pilotos y tripulantes resultó muerto o herido.
El 08 de febrero de 1983, la Prefectura Naval hizo entrega de condecoraciones al personal del Departamento de Aviación que había tomado parte en las misiones que se llevaron a cabo en el Teatro de Operaciones.
El 08 de febrero de 1983, la Prefectura Naval hizo entrega de condecoraciones al personal del Departamento de Aviación que había tomado parte en las misiones que se llevaron a cabo en el Teatro de Operaciones.
Características
Tripulación: 2
Capacidad: 19 pasajeros
Longitud: 12,2
m
Envergadura: 19,8
m
Altura: 4,6
m
Superficie alar: 35,1 m2
Peso vacío: 3.331
kg
Peso máximo al despegue: 5.670 kg
Planta
motriz: 2× Turbohélice Garrett AiResearch TPE-331-201.
Potencia: 533 kw cada uno.
Velocidad
nunca excedida: 402
km/h
Velocidad
máxima operativa: 324
km/h
Velocidad
crucero: 315
km/h
Velocidad
de entrada en pérdida: 111 km/h
Alcance:
1.200 km
Techo de
servicio: 6.858 m
Régimen de
ascenso: 8,3 m/s
Carga alar:
136,6 kg/m2
Personal de la PNA destacado en las Islas
Malvinas
Oficiales: prefecto Francisco M. Martínez Loydi, jefe de la Prefectura Islas
Malvinas; subprefectos Enrique J. Cingolani, Florentino D. Lescano y oficial
auxiliar (cuerpo
técnico) Gustavo F. Santos; suboficiales Omar E. Juanola;
cabos Carlos R. Vallejos, Jorge O. Cárdenas, Miguel A. Taborda, Julio A. Vargas
y Sergio O. Matassa; marinero Eduardo López (muerto en combate).
Grupo Aéreo
Pilotos: prefectos Ernesto Gómez (PA-50) y Ernesto A.
Vittorello; subprefectos Alberto A. Maratea, Raúl Novo y Jorge O. Etchetto;
oficial principal Eduardo Blanch Flower y oficiales auxiliares Pedro Mele, Luis
H. Berta y Ricardo A. Blanco y oficial de cuerpo técnico Gisberto Cupo;
suboficiales David E. Toledo, Ramón E. Ríos Pesoa, Ricardo R. Velázquez, Jorge
A. Carlotto, Sergio R. Villalba, José M. Zapata y Alberto Raimon y el cabo
Orestes Megaro. Personal civil: Rubén Sergio Merengone y Pablo Alberto
Procopio.
Dotación Guardacostas
GC-83 “Río Iguazú”
Oficiales: capitán subprefecto Eduardo A. Olmedo y oficiales
principales Gabino O.
González y Juan R. Villar; suboficiales: Juan J. Baccaro y
Jorge A. Gruber; cabos Cristian A. Flores, Carlos A. Bengoechea, Julio O.
Benítez (muerto en combate), José A. Niveyro, José R. Ibáñez, Domingo Vega y
Raúl E. Kunc y marineros Horacio N. Acuña, Alberto Ramírez y Julián W. Ledesma.
Dotación Guardacostas GC-82 “Islas Malvinas”
Oficiales: capitán, subprefecto Jorge C. Carrega y oficiales
principales Osvaldo Aguirre y Rubén E. Martín. Suboficiales Roberto S. Moiana y
Marcelino Blatter; cabos primeros Antonio Aguilera, Juan M. Teixeira, Luis P.
Ballejos Kachuk y Jorge A. San José; cabos Salvador A. Brito, Marcirio O. de
los Santos, Carlos A. Córdoba, José M. Rivadeneira, Antonio R. Grigolatto,
Adrián G. Fernández y Raúl A. Hormazábal; marineros Pedro H. Cruseño y Ángel A.
Domínguez.
Las tripulaciones de las unidades que integraban el
componente aéreo estaban integradas de la siguiente manera:
Short Skyvan PA-50: Pedro Ernesto Gómez, Luis Horacio Berta,
Ernesto A. Vittorello, Adolfo Rubén Fernández, Ricardo Ramón Velázquez, Hugo
Ramón Alfonso
Short Skyvan PA-54: Ricardo Aníbal Blanco, Raúl Novo,
Guillermo E. Blanch Flower, Ramón Eugenio Ríos Pesoa.
Puma SA.330L PA-12: Jorge Omar Etchetto, Pedro Mele, Alberto
Aquiles Maratea, Jorge Abel Carlotto, Alberto Raimon, Sergio Ramón Villalba,
José Mario Zapata, Orestes Megaro
Personal de la PNA destacado en el litoral patagónico
Grupo Aéreo
Prefecto Raúl Hugo Agusti, subprefectos Alejandro Domingo
D’Agostino, Miguel Ángel Ramón Heredia y Raúl Alberto Lanzi; oficiales
principales: Ricardo Luis Escalante, Daniel Horacio Lambert y Roque Ricardo
Rivas; oficiales auxiliares: Eduardo Carlos Jirecek y Miguel Ángel Suñé, cabos
primeros: Alfredo Daniel González (piloto helicóptero Puma PA-13) y Manuel
Alberto López (posiblemente piloto del PA-11); ayudantes de primera: José
Fernández y Erdulfo David Toledo; ayudantes de segunda: Carlos Ayala, Eugenio
Ramón Bareiro, Héctor Raúl Martinho, Justo Esteban Piedrabuena y Paulino
Zárate; ayudantes de tercera Hugo Ramón Alfonso, Carlos Ayala, Juan Bautista
Borda, Ernesto José Cedrón, Rodolfo Rubén Fernández y Fermín Flores; cabos
segundos Restituto Daniel Aquino, Rolando Benegas y José Alberto Vallejos.
Personal civil: Jorge Miguel Álvarez, Rodolfo Carlos Cimalando, Pablo Roberto
Colman y Ángel Martínez,
Dotación Guardacostas GC-73 “Cabo Corrientes”
Osvaldo Enrique Marquevich, Rodolfo Humberto Cerezuela,
Julio Cesar Boero, Cesar Isidoro Santarelli, Juan Alberto Sandoval, Rubén Ángel
Gerffo, José Manuel Carrizo, Ignacio Acosta, Francisco Alberto Rojas, Carlos
Omar Core, Pedro Da Silva, Nicolás del Rosario González, Héctor Roberto
Lunguni, Ángel Pascual Arce y Luis Roberto Serrano.
Dotación Guardacostas GC-77 “Golfo San Matías”
Omar Enrique Cornelli, Eduardo Alfredo Argerich, Miguel
Ángel Aguilar, Héctor Hugo Braga, Héctor Omar Encinas, Domingo Samuel Acosta,
Luis Miguel Pelliza, Blas Ramón Lemos, Enrique Salina, Oscar Osvaldo Lezcano, Emilio
Domingo Mohe, Luis Francisco Sosa, Víctor José Ryndzyc, Jorge Alberto Karma y
Marcos Javier Risco.
Dotación Guardacostas GC-79 “Río Deseado”
Juan Antonio Falco, Mario Gustavo Romero, Miguel Ángel Villalba,
Rosendo Tagliapietra, Luis Carlos Hermosa, José Daniel Dalzotto, José Luis
Carroll, Neri Rubén Espinosa, Domingo Salvatierra, Andrés Luis Quintana,
Francisco Ramón Sotelo, Jorge Miguel Rivas, Hipólito Sabino Coronel, Vicente
Américo Bonet, Ricardo Rubén Chávez, Virginio Estanislao Duarte y Julio
Francisco Martínez.