sábado, 3 de agosto de 2019

ANEXO XIX. RACIONES C/F


(C de combate y F complementaria)


Esta ración, diversificada en ocho menúes diferentes, esta conformada por elementos que permiten a los efectivos desayunar, almorzar, merendar y cenar con alimentos que se calientan en el lugar de consumo. Cada una pesa 2,300 kilogramos y se almacena en una caja hermética, a prueba de humedad.


Contenido:
1 Lata italiana de macarrones con tuco
1 Lata de carne en salsa, con su correspondiente abrelatas
4 Latas de combustible sólido
1 Calentador
Fósforos
Café con leche soluble
Cacao soluble
2 Sachets de mermelada.
1 Barra de chocolate.
1 Paquete de pastillas.
Chicles
1 Paquete de cigarrillos nacionales.
1 sobre de vitamina “C” (Ascorbisan).
1 Medida de whisky argentino.
1 Sobre de jugo de frutas en polvo.
2 Paquetes de galletitas
1 Jarro de plástico.
Sobres y papel aéreo.
1 Estampita religiosa.
1 Volante de salutación de los embaladores.

La Armada, por su parte, utilizó las Raciones Múltiples para Operaciones de Avanzada (RMOA), elaboradas por una comisión especialmente constituida por el Departamento Catalogación de la Dirección de Abastecimientos Navales, la cual diseñó menúes de cuatro comidas diarias (desayuno-almuerzo-merienda-cena) en una gama de catorce variedades que no requerían frío, ni otro tipo de condición salvo un recipiente de 50/60 litros para su cocción.
De esa manera, se confeccionaron 6000 módulos para un total de 100.000 raciones, los cuales, a su vez, fueron embalados en cajas de cartón sujeto con zunchos y recubierto por una película de polietileno sumamente resistente. Las mismas, fueron consumidas por el Batallón de Infantería de Marina Nº 5, desplegado en Tumbledown y los efectivos de Marina apostados en Tierra del Fuego.
También se utilizaron raciones Long Rande Patrol de procedencia estadounidense, las cuales venían en cajas de 12 y tres variedades de menúes consistentes en guisos a base de carne vacuna o de ave (pollo), arroz, fideos, papas y verduras, además de galletas saladas, chocolate, caramelos, gomas de mascar y café instantáneo, utilizadas preferentemente en la primera línea de fuego.
Sumamente efectivos resultaron los purificadores de agua diseñados y construidos por el teniente de navío bioquímico Juan Agustini, de la División Laboratorio Industrial Farmacéutico. La tarea fue encomendada por el Departamento de Suministros de la Dirección de Abastecimientos Navales y en ellas fue asistido por un técnico civil y dos conscriptos, con apoyo de la empresa Obras Sanitarias de la Nación (OSN). El mismo era capaz de potabilizar 20 litros de agua a muy bajo costo luego. Sus primeros prototipos lograron purificar muestras extraídas del Riachuelo, las cuales fueron probadas por el propio jefe del Departamento de Suministros de la Dirección, capitán de navío contador Roberto A. Sharples, como muestra de confianza y efectividad.
Aprobada su producción, se elaboraron 100 unidades, las cuales fueron distribuidas entre las tropas navales desplegadas en Malvinas y Tierra del Fuego. 



Fuentes: 
-“Clarín”, edición del domingo 6 de junio de 1982.
-Pablo E. Arguindeguy, Carlos María Ibáñez; Armada Argentina. El Escalafón Naval de Intendencia en la Logística de la Guerra de Malvinas, Círculo Goyena, Buenos Aires, 1996, pp. 101-102.