Boletin 53 - mayo 2004 -
"La rendición fue más total" y "¿Hasta donde llegará?"
"OTROSÍ" Nro. 53 – mayo del 2004
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"LA RENDICIÓN FUE MAS TOTAL"
El
nefasto 3 de marzo - día que deberá olvidarse de la memoria de la
Armada porque fue una rendición sin gloria y recordarlo como ejemplo de
lo que no hay que hacer - el almirante Jorge Godoy hizo algo más y peor
que anunciar la entrega de las instalaciones navales al enemigo.
Procedió
contra el reglamento y, al mismo tiempo, contra la realidad histórica y
el sentido común. En cumplimiento de órdenes superiores (las del
presidente Kirchner) él también descolgó el cuadro del almirante Eduardo
Massera que, con todo derecho, figuraba en la sala dedicada a aquellos
que fueron comandantes.
Con
mayor sentido del ridículo y de la discreción, prescindió del banquito
(al que con gracia José Gobello propuso incluir en el futuro "museo de
la memoria") ya mítico del general Bendini y actuó a solas, sin la
presencia de esas indiscretas y divertidas cámaras de TV que registran
cada debilidad y traspié que pueden..
Pero
el acto bochornoso se cumplió y el almirante, seguramente, de inmediato
informó con disciplina castrense al comandante supremo que así lo había
dispuesto. Con su conciencia ya tranquilizada se retiró a su despacho
convencido de haber cumplido con alguna convención internacional (no se
sabe cual), de ésas que protegen a los terroristas.-
No
sabemos si el almirante Godoy asumió el nivel de su responsabilidad al
comportarse de esta manera hasta las últimas consecuencias. O, en su
caso, en qué tipo de especulaciones -más o menos maquiavélicas - se
perdió para aceptar y cumplir personalmente tan innoble mandato. Ni qué
criterio de obediencia debida aplicó para deshonrar de tal forma y en
tal magnitud no sólo su uniforme sino a la fuerza que la nación (no el
gobierno ni la dirigencia política ni los organismos de derechos
humanos) puso a su cargo. ¿Qué buscó, qué supuso, qué pretendió al
actuar así?
Se
confundió en algo muy esencial y muy evidente: enfrente no había ningún
enemigo en condiciones de exigirle semejante tributo. Se equivocó si
dio por perdida la guerra que sus subordinados (antiguos compañeros)
habían ganado. Se volvió a equivocar si creyó que la guerra subversiva
(y, consecuentemente, la antisubversiva) había terminado.
No
advirtió (o no quiso advertir, apurado por las órdenes presidenciales)
que la misma se había reanudado apenas finalizada la anterior, la
propiamente armada. Estos años - de sordo rencor y de reubicación de las
tropas montoneras y erpianas ahora en los lugares del poder - no
pasaron en vano sino que fueron utilizados por la subversión para
alterar la historia vivida y para hacerse olvidar sus crímenes.
Ahora
esa guerra - cuya mayor habilidad consistió en hacer creer que no había
sucedido - se reanuda. Lo sabemos, con otras características, con otros
métodos, incluso con otros nombres. Firmenich, por ejemplo, no puede
volver, tragado por la propia dinámica que él mismo desató, Santucho
muerto no encontró sucesor en su carrera de asesino serial, los
Montoneros demostraron acabadamente que son infértiles y que, en rigor,
no sólo no elaboraron ningún un programa que llevar a cabo sino, que no
tienen la mínima capacidad de gobierno y que es el disfrute de éste lo
que los movió.
Este
no es un dato secundario y debió ser tenido especialmente en cuenta por
los responsables de las Fuerzas Armadas - en este caso de la Marina -
para disponer del contexto político en el que se adoptó la decisión de
la entrega. Porque el gobierno montonero de Kirchner carece de políticas
ciertas y de respuestas concretas para los problemas argentinos.y su
única preocupación es la de reivindicar a los terroristas de un cuarto
de siglo atrás y es a ésta a la que se adaptan sin resistencia los
comandantes de las tres armas ¿Porqué comprometerse con un gobierno y
con una gestión signada e inspirada por el enemigo y que en las otras
áreas va directamente al fracaso, cuyos síntomas ya se empiezan a
percibir?
Pero
Godoy hizo más. O, mejor, hizo menos. Permitió que el acto de toma de
la ESMA fuese llevado a cabo por medio de un lumpen que asoló sus
instalaciones, violando y destrozando la mitad de sus oficinas,
implantaran el rostro del Che Guevara sobre la bandera patria, se
tapizaran sus paredes con carteles de las Madres y, para culminar de un
modo simbólico, grotesco y desagradable, se tocara el himno nacional en
tono de rock en la versión de García, un exponente de la decadencia y de
la descomposición.
A
tanto llegaron los excesos - ante la pasividad de la policía, la
ausencia de los hombres de la Armada y la pasividad de la justicia - que
el propio presidente vaciló y se mostró arrepentido de la realización
del acto. Fue como si constatara en ese momento que había desatado los
demonios de la Caja de Pandora al punto que él no podía ya dominarlos.
Lo
que empezó como un gesto de retórica vana, casi un divertimento se
transformara no para espanto - porque los progresistas no se espantan de
sus propias desmesuras - sino para alarma ante un paso del que
resultará difícil volver. Porque a los unos se les concedió demasiado y a
los otros se los ofendió demasiado.
El
proyecto de unión con que llegó la socialdemocracia hoy gobernante se
hizo añicos en esas horas del 24 de marzo del 2004 en las que cada uno
actuó como lo que realmente es. Todo a cargo de una pequeña multitud que
pretendía representar a todos los argentinos y apenas si estaban ellos,
los verdaderos y supuestos presos de la ESMA.
Todo
muy hipócrita, muy falso, muy virtual, una gran ficción cuyo principal
protagonista - aunque ausente - fue el almirante Godoy. Nos preguntamos
todavía si se preocupó lealmente en hacer la denuncia judicial
correspondiente y llevarla adelante o se conformará con el gesto ritual
de la presentación ante el juez Bonadío que es un personaje solícito del
régimen, del que cuadre.-
Rendirse
por la orden dada por el jefe enemigo es un absurdo militar, político,
jurídico y ético y eso es lo que hizo Jorge Godoy.-
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¿HASTA DONDE LLEGARA?
Kirchner
- hombre mediocre pero de odios duraderos y profundos - ciertamente
dista de ser un buen gobernante y, de hecho, no gobierna. Se deja llevar
por los acontecimientos y, tal vez satisfecho de dirigir un país
periférico, ha optado (como todos sus predecesores) porque nuestra
suerte y destino se jueguen en otras latitudes. Así contempla,
distraído, cómo la economía empieza a paralizarse primero y a
desmoronarse después, cómo van bajando paulatinamente los precios de los
productos argentinos cómo trepa la tasa internacional de interés al
ritmo del de barril de petróleo.
Esto
poco y nada le preocupa porque lo suyo está en otra parte, sus
inquietudes son ajenas a estos vaivenes planetarios. El no es un
estadista sino un vengador, no es un pensador sino un ideólogo, no es un
político en la acepción noble y clásica sino un artesano del rencor y
del enjuague. Por esto es que lo prioritario de su agenda - en verdad lo
único que lo reclama - es reinstalar las hasta hace poco dispersas
fuerzas subversivas de todos los colores para reiniciar el ataque contra
el orden republicano, débil pero perfectible. El mismo ataque que había
quedado en suspenso a finales de los años 70, década de la formación
"intelectual" del hoy presidente.-
Aparte
de designar como embajador en España a un amigo suyo de las milicias
montoneras - integrante que fue como él de la juventud maravillosa de
entonces - Carlos Bettini, hizo lo propio con Néstor Timmerman como
cónsul en Nueva York del que lo peor que podemos decir es que sigue las
huellas de su papá Jacobo con el que hasta comparte el mismo
desagradable gesto de quien se siente en el exilio.
Con
respecto al primero tomó estado público no su currículum sino su
prontuario por boca -ni más ni menos - de la insospechable Patricia
Bulrich quien pudo haber sido su correligionaria y compañera de
aventuras y de inquietudes por aquellos magníficos tiempos en los que la
izquierda armada tenía convicciones, soluciones y armas.
En
el presente nuestro nuevo representante en la Madre Patria - más bien
burgués y ricachón el mozo - se manifestó no sólo un lobbysta más o
menos descarado sino un delincuente económico que, por esos azares de la
justicia argentina, viene escapando a las redes que atraparon en su
tejido a Carlos Menem.
En
cuanto al hijo del fundador de La Opinión - útero en el que se
engendraron los peores especimenes de la subversión, desde Walsh hasta
Bonasso y Verbiztky (ambos confidentes del primer magistrado) - fue el
que pronunció por TV en el programa Hora Clave de un impertérrito
Mariano Grondona y en su presencia una fórmula definitoria de lo que es
su ideario y de lo que sería su gobierno: las Fuerzas Armadas no tienen
función que cumplir en el estado que Timmerman y los suyos pergeñan.
Exactamente proclamó por un medio masivo de comunicación su programa de
extinción de nuestras instituciones militares.
Claro,
sin reacción alguna de parte de sus responsables (¿) probablemente por
que Godoy, Bendini ni Rhode, marchitos en el cumplimiento de sus
deberes, no tienen tiempo de ver televisión. Nos cabe preguntar ¿si se
hubieran enterado qué habrían hecho ante los planes del enemigo que tuvo
a bien informarles? Y ¿cómo compatibilizarían su inactividad bélica
-rendición expresa sin luchar, cumplimiiento ciego de órdenes ilegítimas
y absurdas, sometimiento al ridículo público, pedido unilateral de
perdón - con la noticia de su anunciada y deseada desaparición? ¿No les
dice nada la circunstancia de que tamaño energúmeno pase a ocupar el,
quizá, más codiciado puesto del servicio exterior del país? Su asepsia
disciplinaria llega al suicidio.-
Como
es de público y notorio, Kirchner se encuentra absorbido desde que
asumió el gobierno en cuestiones más importantes que la de atender al
bien común de los argentinos . Su tema central, su problema mayor es
vengar los 70 y reactualizar ese pasado que añora al parecer cada vez
más. Y no se detiene en discursos ni retóricas. Acaba de nombrar jefe de
instrucción de la policía de la provincia de Buenos Aires a Jorge Omar
Lewinger (a) "el francés" en la jerga de la terrorista organización que
integró desde su fundación, FAR de la que llegó a ser comandante de la
Columna 8, caracterizada por su barbarie en los atentados que cometió.
Es
una obvia filtración en una fuerza de seguridad que se destacó
especialmente en la represión de los subversivos que tomaron a finales
del gobierno de Alfonsín el regimiento de La Tablada, encerrándolos allí
hasta la llegada de las fuerzas del Ejército que recuperaron el
establecimiento. Una institución así de desagradable para la memoria
terrorista no podía quedar impune: ese mismo terrorismo en el poder bajo
el comando de Kirchner decidió recomponerla con un signo contrario
Es
una forma, si dispone del tiempo necesario, de crear un nuevo ejército
"popular" por ahora de un modo clandestino pero más adelante cuando
Montoneros, ERP. FAR y similares, sean un recuerdo y un referente - la
policía bonaerense pasará a ocupar el lugar de éstas y a cumplir sus
funciones. Entre leninista y gramsceana la estrategia montonera se
apresta para todos los frentes.
Para
más datos, se ha de saber que el nuevo funcionario policial integró la
delegación argentina (¿) a la reunión de La Habana de 1967 de la que
habría de surgir el terrorismo sistematizado de O.L.A.S. que se encargó
de diseñar y coordinar la violencia guerrillera en todo el continente.
En esa embajada el flamante jefe de una de las fuerzas de seguridad más
importantes del país fue acompañado por el legendario Williams Cooke, la
simpática asesina del general Aramburu, Arrostito, su cómplice en la
aventura Fernando Abal Medina, el ideólogo máximo del crimen en la
Argentina - inspirador hasta su separación del asesino serial Roberto
Santucho - Nahuel Moreno; y otros prohombres del averno que concurrieron
a la fundación de una entidad que atacaba un imperialismo en nombre y
al servicio de otro y que pretendía defender las naciones
hispanoamericanas actuando en representación de intereses
internacionales.
Este
es el hombre que el primer magistrado se ocupó de insertar en la
policía, justo en el momento en que el organismo nacional se vuelve a
resquebrajar bajo los golpes de una realidad que no merece la atención
de este gobierno montonero llegado, como se dijo, para vengarse y no
para administrar.-
"Hebe
Bonafini es una mujer detestable. Vive del cuento y del dolor ajeno. Es
la más conocida de las Madres de Plaza de Mayo. La diferencia entre la
Bonafini y el resto de sus compañeras es que a la gorda no le
desapareció hijo alguno durante la dictadura militar. Los hijos de la
foca porteña y batasunera viven en Paris con su padre ... Se fueron
porque no podían soportar a su madre sencillamente La gorda se anudó el
pañuelo blanco en la cabeza y ha recorrido el mundo de gorra y en
asientos de primera clase ... un amplio sector de auténticas madres de
desaparecidos se escindieron del grupo radical de la gorda por graves y
profundos desacuerdos con el proceder y el buen vivir de la impostora y
nauseabunda porcina ... probablemente algún pico del dinero recaudado
con los secuestros y chantajes de la ETA ha terminado en el bolsillo de
la vociferante puerca ... Alfonso Ussía".
Este
texto violento pero exacto de un indignado periodista español comenta
el aporte que el gobernador socialista de Asturias Alvarez Arece le hizo
a la Bonafini de 180.000 euros. De esta manera es lindo ser perseguida a
partir del desconocimiento de los unos y de la imaginación de otros .. Y
la solemne complicidad de la CONADEP.-
Víctor Eduardo Ordóñez
"CUANDO LA GUERRA ES JUSTA
EL QUE NO MATA PECA"
(San Agustín)
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Dr. Víctor Eduardo Ordóñez
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