Si regulan lo que dices, regulan lo que piensas
Aunque parezca mentira, es así nomás: si regulan lo que dices, deciden lo que piensas…
Es que el lenguaje moderno, políticamente correcto, no sólo es contrario a la parresía (esa
virtud olvidada que regula el miedo a decir la verdad por temor al qué
dirán o a la persecución) sino también contrario al mismo intelecto,
hecho para adecuarse a la realidad tal-como-es.
Los
que realmente manejan el mundo son extremadamente cuidadosos al momento
de dirigir el pensamiento del rebaño global: palabras, frases, gestos y
conceptos que, tarde o temprano, terminan condicionando nuestro modo de
pensar.
Porque de nuevo: si regulan lo que dices, regulan lo que piensas.
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Si estamos obligados a decir «interrupción voluntaria del embarazo» en
vez de «aborto», tarde o temprano, terminaremos pensando que en vez de
un asesinato, hubo una decisión libre y sopesada para «frenar» una
gestación en curso.
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Si repetimos como loros que «no hay que discriminar», a la larga o a la
corta creeremos que toda opinión, conducta o expresión, tienen el mismo
valor, sea la de Sócrates, Maradona o de Nerón.
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Si debemos llamar «señor banquero» a un miserable usurero, terminaremos
creyendo que es lo mismo un florero que un estercolero.
Porque es así nomás…: si regulan lo que dices, regulan lo que piensas…
Venga
un vídeo que, quizás, nos haga pensar, del Dr. Jordan Peterson,
destacado psicólogo canadiense, especialista en el estudio de la
psicología anormal y social.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE