domingo, 23 de junio de 2019

Massa, Cambió su vocación presidencial por un carguito




Hace 7 días atrás adelantamos lo que le iba pasar a Sergio Massa y pasó. Cambió su vocación presidencial por un carguito


Compartir



Sergio Massa ratificó que será candidato y llama a un gran acuerdo contra Mauricio Macri - Foto: Prensa Sergio Massa
11:00 – (Por Rubén Lasagno) – El día 12 de junio, después de aquella ridícula presentación de Sergio Massa ante los medios al salir de la reunión con Alberto Fernández, en una parte de nuestra opinión en la nota de entonces, dijimos lo siguiente:
“Ya sin la expectativa de “como jugará Massa”, hoy la historia se debate en “Por qué jugará Massa”. Hasta ayer el tigrense imponía condiciones para integrar una alianza con lo peor de la política nacional en los últimos 30 años y la negociación pasaba por no quedar subsumido dentro del kirchnerismo, sino yendo como Frente Renovador a disputar en unas PASO la candidatura de Fernández-Fernández, algo que Cristina no aceptará y mucho menos ahora que Massa está prácticamente obligado a agarrar “lo que le den” y no lo que fue a buscar.

Casi con seguridad Sergio Massa va quedar absorbido por el kirchnerismo residual, hoy transformado en esa foto patética que vimos ayer en el atril, de personas desalineadas empujándose como muñequitos alrededor de Gioja para entrar en cuadro y hablar dos minutos en el micrófono; seguramente va a conformarse con una diputación y allí terminará la historia de este “renovador” que alguna vez soñó con llegar a la presidencia del país”.
Y así sucedió. Massa anunció el lunes que bajó su candidatura presidencial y aceptó ser diputado por el kirchnerismo. Para imprimirle cierta importancia a la capitulación del tigrense, hablan de que va a presidir la lista de diputados en la provincia de Buenos Aires. Nada y aún está por verse si su madrina le cumple la pobre promesa con la que lo conformaron.
Resumiendo: Sergio Massa pasó de la gran aspiración presidencial, perfilado como un renovador de la política, enfrentando al sistema corrupto de la década pasada, el templario de la tercera vía, el gran conductor por la ancha avenida del medio y la reserva fría de la moral política del país, a la aceptación de un carguito en la legislatura provincial, siempre y cuando gane CFK y se alineen los planetas o alguien no lo corra a codazos como cuerpo extraño que es, por no decir un traidor al kirchnerismo, del cual nunca se fue, al menos espiritual y conceptualmente.
Es decir, Sergio Massa es lo que siempre fue: un kirchnerista agazapado que mantuvo confundido a muchos por bastante tiempo, pero no el suficiente como para lograr que alguien vote en octubre a un obsecuente disimulado quien no dudó en correr al regazo de su madre putativa, cuando la abstinencia de kirchnerismo explícito se le hizo imposible de sobrellevar.
Y hoy hizo lo que hace al menos siete días antes dije que iba a hacer. Entregar todo por nada; ah!, perdón, olvidaba que dentro de sus “negociaciones” existe la posibilidad que su mujer sea candidata a la intendencia de Tigre. Una pena, todo por nada.
Lo que si es cierto, que de ésta Sergio Massa no vuelve más. Si la fórmula Fernández-Fernández pierde, como es de esperar, los aventureros del nuevo emprendimiento político como son quienes le dan nombre a la cara visible del kirchnerismo explícito, no van a sufrir más daño que el mostrado hasta minutos antes de inventar la fórmula, pero Sergio Massa, sí perderá y nada menos que todo o la mayor parte de su capital político.
Una vez más y como exige el kirchnerismo a sus adeptos, al tigrense le hicieron entregar todas las banderas. CFK le exigió rendición absoluta y Sergio Massa cumplió como un soldado derrotado: entregó al Frente Renovador, su dignidad y sus aspiraciones política; es decir, le entregó su futuro nada menos que a Cristina, quien cultivó por su ex funcionario un odio visceral dado que en su aventurera carrera personal, le arruinó tres elecciones claves.
Nadie entiende qué le pasó a Massa, para ser atraído por el polo político más corrupto del país. Es solo una vil excusa y no basta con oponerse a Macri para aliarse con lo peor de la política nacional. Los más falaces, autoritarios y radicalizados. Un conjunto de desesperados que actúan en defensa propia. Los que esperan volver al poder para dejar libres a los corruptos para quienes el propio Massa pedía extinción de dominio y recuperación de los activos robados. Lo que abogan por la venganza, anular la justicia, cambiar la Constitución, revisar los fallos y hacer una Conadep de periodistas.
No es de republicano ni de democrático adherir a estos principios fascistas. Espero, sinceramente, que el pueblo se lo haga pagar en las urnas. (Agencia OPI Santa Cruz)
 =======================================================================
Ya sin la expectativa de “como jugará Massa”, hoy la historia se debate en “Por qué jugará Massa”. Hasta ayer el tigrense imponía condiciones para integrar una alianza con lo peor de la política nacional en los últimos 30 años y la negociación pasaba por no quedar subsumido dentro del kirchnerismo, sino yendo como Frente Renovador a disputar en unas PASO la candidatura de Fernández-Fernández, algo que Cristina no aceptará y mucho menos ahora que Massa está prácticamente obligado a agarrar “lo que le den” y no lo que fue a buscar.
Casi con seguridad Sergio Massa va quedar absorbido por el kirchnerismo residual, hoy transformado en esa foto patética que vimos ayer en el atril, de personas desalineadas empujándose como muñequitos alrededor de Gioja para entrar en cuadro y hablar dos minutos en el micrófono; seguramente va a conformarse con una diputación y allí terminará la historia de este “renovador” que alguna vez soñó con llegar a la presidencia del país.
Ayer el gobierno nacional hizo una jugada cuyos efectos se pudieron ver en el rostro de Sergio Massa en los pocos segundos que duró su aparición en cámara, antes de correrse y dejarle el micrófono a un Gioja, más para la jubilación que para la política y al tren fantasma que se alineó a su lado para decirle a la ciudadanía “Aquí estamos, somos la renovación y venimos de parte de Cristina a abrazar a Sergio y decirle que este es un espacio del cual nunca, verdaderamente, se fue”. Hoy Sergio Massa prácticamente no tiene otra opción que aliarse con CFK. Ya no puede volver, cruzó el punto de no retorno. Atrás el Peronismo Federal que él mismo dinamitó tomó una decisión y le sacó las bases de sustentación a su pretendida carrera a la presidencia por la “ancha avenida del medio”. Adelante, Cristina lo espera rememorando las estrofas del tango “Volver”, solo que esta vez, además del Frente marchito de Sergio Massa, el ex hombre fuerte del cambio argentino vuelve por lo que queda y le quieran dar. (Agencia OPI Santa Cruz)