¿Porque no hablar de ellos? Por Mario Sandoval
Usted que dice
defender, interesarse, proteger, los derechos humanos de todas las
personas por igual, que no se calla de nada, por nada ni por nadie.
¿Porque no habla de los más de 3000
Prisioneros Políticos que tiene el gobierno argentino? Ahora que los
temas de justicia, política, corrupción, derechos humanos, campañas
electorales, son lo cotidiano.
Magistrados, sacerdotes, abogados,
médicos, ex-agentes del Estado, académicos, empresarios, y otros actores
socio-profesionales que, en los años 70, protegieron las instituciones
del Estado y la sociedad de los ataques armados de grupos terroristas
que intentaron tomar el poder por las armas, hoy están acusados
ilegalmente de haber cometido crímenes de lesa humanidad.
Porque no hace saber que, a esos hombres
y mujeres, mayores de 70 años, enfermos, en prisión o detenciones
domiciliarios, la justicia argentina les viola los principios de
legalidad, garantías constitucionales y convencionales, ante la
pasividad de la sociedad y la complicidad del gobierno. Pero, además,
los jueces federales aplican la retroactividad penal, la responsabilidad
penal colectiva, la analogía penal, prisiones preventivas ilimitadas,
no reconocen la prescripción, la amnistía, el debido proceso, garantías
procesales imperativas. Con argumentos de excepciones permanentes
suspenden garantías. Ningún país del Consejo de Europa y otras
democracias utilizan similares procedimientos.
En sus domicilios son escrachados,
amenazados junto a sus familias, por las asociaciones llamadas de
derechos humanos. Las municipalidades los declaran personas non-grata.
Son víctimas de tratos crueles e inhumanos, de discriminación, de
persecución, no pueden acceder a tratamientos médicos externos, no
pueden estudiar, no tienen asistencia espiritual, el acceso a la
justicia es imposible. ¿Ese es el modelo de justicia en nombre de los
derechos humanos que usted defiende?
Esos
hombres, mujeres y sus familias son víctimas de la violación de los
derechos humanos por la venganza jurídica -política que decidieron
impunemente sectores radicalizados, fueron condenados a la muerte civil,
social. Evitar hablar de ellos, esconderlos, negar su existencia, es
ser cómplice de la violación de los Derechos Humanos de esas
personas. No hay que tener miedo de hablar de la historia del país de
los años70, revisionistas son los que instalan un relato oficial.
El presidente de la CSJN, el ministro de
Justicia y algunos fiscales, declararon, denunciaron, los problemas en
el Poder Judicial de la influencia política en los fallos judiciales, la
corrupción e impunidad de los jueces. Se instaló una cultura de
inseguridad jurídica, una ausencia de legitimidad de la institución
judicial, la politización de la justicia, el Estado de derecho está en
peligro.
Porque no hablar de las víctimas
nacionales y extranjeras que dejaron los grupos terroristas en los años
70, que a la fecha ni la justicia ni el gobierno las reconocen. Son más
de 1500 personas, entre muertos, heridos, secuestrados, extorsionados.
Los autores de esos hechos están en libertad, benefician de la
protección de la justicia y del gobierno.
No se le demanda defender una causa,
sino hablar, hacer saber, alertar, para que la sociedad conozca la grave
situación que vive un grupo social en la Argentina, cuando el gobierno
dice ser modelo en la garantía y protección de los Derechos Humanos.
¿Esos hombres y mujeres no tienen derechos humanos?.
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