sábado, 14 de diciembre de 2019

12-SEGUNDA PARTE DEL PREFACIO PERSONAL DEL SEÑOR HENRY FORD

12-SEGUNDA PARTE  DEL PREFACIO PERSONAL DEL SEÑOR HENRY FORD
XII LA ORDEN UNIVERSAL DE LOS "B'NAI B'RITH"

Son tan numerosas como admirablemente repartidas las organizaciones del judaísmo. Prácticamente, todas son internacionales, se haga constar o no en los estados. La " Alliance Israelite Universelle " (París) puede considerarse como centro mundial de gravitación de la política hebrea internacional, pues todo conjunto de sociedades en los diversos países guarda relación con ella. 
La Orden independiente B'nai B'rith, que totalizo ya el millón de socios, es manifiestamente internacional, habiendo parcelado la tierra habitada en 11 distritos, de los cuales 7 están enclavados en los Estados Unidos. De acuerdo con la última memoria, ascendió a 426 el número de sus logias radicadas en los Estados Unidos, Europa, Asia y África. De los cuatro miembros del Comité ejecutivo no residentes en Estados Unidos, cada uno de ellos vive respectivamente en Berlín, Viena, Bucarest y Constantinopla. 
Al examinar las juntas directivas de las asociaciones hebreas, llama la atención el hecho de que en todas aquellas de cierta importancia los dirigentes sean siempre los mismos. Se repiten algunos nombres constantemente, pero no solo en estas juntas, sino también en Comisiones del Senado, en los puestos más importantes de la Administración militar y en todos aquellos puntos donde el judaísmo internacional interviene en la política del mundo. Convergen todos estos hilos finalmente en el Comité judeo-norteamericano y en la Kehilla neoyorquina. Los Mack, Bandeis, Warburg, Schiff, Morgenthau, Wolf, Kraus, Elkus, Stranb, Luis Marshall, siempre aparecen en los asuntos de particular importancia.
Existen en los Estados Unidos 6.100 organizaciones hebreas, de las que según las últimas publicaciones funcionan en Nueva York unas 4.000. Demuestra esto cuan estrecha e íntimamente están unidos los hebreos entre si (en las formas mas variadas), pero siendo siempre el lazo irrompible de unión el de la raza. 
La entidad más conocida es la Orden "B'nai B'rith", radicada en Chicago, y que se fundo en 1843. Sus fundadores fueron casi todos hebreos de procedencia alemana. "B'nai B'rith" significa "Hermanos de la Ley" (mosaica). La primera fundación filial fuera de los Estados Unidos, se efectuó en Berlín el año 1885, donde se constituyo la Gran Logia numero 8 y a la que siguieron muy pronto otras Grandes Logias en Rumania y Austria. 
Tiende la Orden a educar a sus miembros en el patriotismo. Como, para citar un ejemplo, la logia numero 6 de Illinois puede fortalecer el patriotismo de los miembros de la logia numero 8, de Alemania, no es fácil, empero, comprender. 
La orden pretendió manifestarse también en el campo político. La historia diplomática de los Estados Unidos en estos últimos 70 años conserva rastros del B'nai B'rith. En 1870 designóse cónsul de los Estados Unidos, en Bucarest, al hermano Peixotto, con la misión especial de "mejorar la situación de los hebreos cruelmente perseguidos en Rumania". Estas "persecuciones" no eran sino la defensa de los campesinos rumanos contra sus dos peores enemigos: el aguardiente hebreo y el terrateniente hebreo. Se hizo aquel nombramiento "a raíz de proposiciones formuladas por la Orden. Las negociaciones se llevaron a cabo preferentemente por el hermano Simón Wolf". 
Fué este Simón Wolf durante 50 años el representante permanente y oficial de los intereses hebreos en Washington. Podría escribir si quisiera, una historia en extremo instructiva sobre las relaciones entre el B'nai B'rith y los nombramientos diplomáticos norteamericanos. Fue el quien propuso al ministro de Estado, Bryan la designación de un embajador hebreo pa a España, para demostrar así que "Norteamérica" protesta aun contra la expulsió n de los judíos en el siglo XV. También fueron judíos los que indujeron al presidente Harding a que designara a un judío embajador en Berlín, para demostrar a los germanos su desaprobación a denegar el predominio judío en la industria, hacienda y política. Esta interpretación del servicio diplomático norteamericano como agencia ejecutiva de los intereses mundiales hebreos, existe desde hace tiempo, habiendo tenido por consecuencia numerosos nombramientos que en todo el país provocaron extrañeza y duda.
Merece especial atención el hecho de que mientras los judíos norteamericanos proveyeron los puestos diplomáticos orientales con los suyos, los hebreos británicos hicieron otro tanto con los altos cargos en India, Persia y la Palestina. De este modo todo el medio Oriente se encuentra bajo la inspección semita, dando a entender al mundo mahometano que los judíos, una vez conquistado el de raza blanca, se preparan ahora a retornar a su antigua patria. Este intento de aproximación de los creyentes de Moisés con los de Mahoma requiere especial atención. 
Pertenece a la Orden de B'nai B'rith de preferencia los hebreos religiosamente un tanto liberales, de los que indudablemente muchos pensaran también con mayor libertad acerca de la cuestión racial. No es esta Orden el portavoz de la totalidad de los ideales hebreos, sino que representan el c e n r o de ciertas intenciones determinadas. No es que gire dicha Orden más alto que el Comité judeonorteamericano, sino que representa un brazo ejecutivo de largo alcance. Se la puede considerar como exclusiva masonería de los israelitas, y esto indica su particularidad característica, a saber, que el hebreo exige como un derecho el será dimitido en todas las sociedades y Ordenes cristianas; pero que las suyas, exclusivamente admiten a judíos. Es norma israelita, tal política unilateral. 
A la cabeza de la actuación del B'nai B'rith figura la labor de la " Liga antidifamatoria". Dicha junta interior existente en toda logia, presta el necesario servicio de espionaje para mantener a la Gran Logia al tanto de todo cuando pueda afectar al judaísmo. En su provocativo proceder procede la Liga antidifamatoria de acuerdo con directivas trazadas con extremada precaución. Generalmente figura como presidente de la Liga un personaje  de suma influencia, capaz de presionar a la prensa. Es a veces el propietario de una agencia de publicidad que dispone de la distribución de los avisos entre los diarios locales, de modo que estos, desde dicho punto de vista, dependerá de su benevolencia. La Liga antidifamatoria es la organizadora de los boicots. Y no es que solo emita sus protestas alta y públicamente, sino que también utiliza los medios callados de presión y coacción, que en apariencia ni se notan. En síntesis: una corporación en extremo belicosa, cuyos medios empleados no son dictados siempre por la moral y la justicia. 
Consiste uno de sus éxitos mas visibles en haber suprimido realmente el uso del termino "judío", salvo en sentido laudatorio. Durante largo tiempo no sabia la gente como denominar a los judíos: si "hebreos" o "israelitas", o como fuera. Fue consecuencia lógica de ello, que todos los pueblos debieron sufrir las "teorías" procedentes de los judíos, cuyo nombre no era licito pronunciar. Hace poco compareció ante el juez un judío acusado del asesinato de su mujer; los diarios le llamaron "un precoz inglesito". Los rusos y  polacos residentes en los Estados Unidos tienen que soportar indignados, y muchas veces, pero siempre en vano, protestaron públicamente contra ello, de como se abusa de la denominación de sus nacionalidades en las crónicas periodísticas y los informes policiales, para hacer desaparecer la de los hebreos. 
Apenas un periódico añade el término "judío" al nombre de cualquier criminal, aparece de inmediato la Liga anti-difamatoria con su protesta. El razonamiento siempre repetido, es: "Si fuera este criminal metodista o prebisteriano, no se lo haría constar expresamente; ¿por que se lo hace constar tratándose de un judío, ya que este concepto no tiene sino un significado religioso?" Si ese razonamiento no se basara sobre el supuesto falso de que la palabra "judío" se empleo en sentido religioso, lo que a nadie se le ocurre, podría parecer correcto. Empero, la practica, esta ocultación de la nacionalidad de un criminal es una manifiesta injusticia contra los miembros de otras nacionalidades, que tienen que sufrir así la maldad de los delincuentes judíos. Significa tal proceder una restricción de la honrosa libertad de la prensa. 
Quita este proceder de la Orden B'nai B'rith toda esperanza de un acercamiento o reconciliación. Acaso no exista en el mundo pueblo alguno que se halle mas dispuesto a resolver la cuestión judía justiciera y pacíficamente, que el norteamericano; pero el arreglo no podrá jamás conseguirse en el sentido de la descristianización y judaización de los Estados Unidos, y tal es lo que pretende la Liga anti-difamatoria. 
Una de las pantallas mas eficaces, tras de la cual el judaísmo sabe ocultar sus reales intenciones, es la de organizar mítines gigantescos. La Kehilla neoyorquina, o lo que es igual, el Comité judeonorteamericano, puede organizar en 24 horas mítines monstruos en cada población yanqui. Estos son medios de combate netamente mecánicos, no para expresar francamente la opinión hebrea, sino para influenciar a la "opinión publica" en un sentido perfectamente determinado. En pocas palabras: ¡arte de tramoya! 
Merced a los mítines monstruos obligóse en un tiempo al gobierno a que revocara el tratado de comercio existente con Rusia; también se impedía la necesaria modificación de la Ley de Inmigración. En el supuesto caso de que el presidente de los Estados Unidos despidiese a un funcionario judío, o de que el Negociado Estadístico quisiera hacer figurar a los judíos residentes en Norteamérica según su raza, mañana mismo en cien ciudades de todo nuestro territorio se organizarían las consabidas manifestaciones gigantescas, protestando estruendosamente contra ello. 
La razón por la cual la orden B'nai B'rith concentro todas sus energías en eliminar de la literatura escolar y universitaria el "Mercader de Venecia", de Shakespeare, no es claramente comprensible. Empero, en gran parte logro su objeto. En noviembre de 1919 la Liga antidifamatoria pudo anunciar que dicha obra había sido suprimido en 150 colegios, lo cual precisamente redundo en desventaja de los judíos en todos los conceptos. Un éxito que no pudo alcanzar la Orden fue eliminar de la Biblioteca de Boston el cuadro de Sargen "La Sinagoga". A pesar de las muchas protestas que se elevaron, el cuadro sigue en su puesto. 
En la Navidad del año ultimo apenas hubo tarjetas de felicitación que mencionaran el significado de la festividad. En las Pascuas próximas ocurrirá otro tanto: todo lo cristiano es "antisemitismo" y debe desaparecer. El rabi Cofee manifestó que el Nuevo Testamento era el libro más antisemita que se ha escrito. 
Toda esta agitación judía, que comenzó por la supresión de la Biblia hasta finalizar en la eliminación de Shakespeare, fue un enorme desacierto y se trocara en descalabro, cuyas consecuencias deberá sentir el pueblo judíos en días no muy lejanos.