DOCTRINA NEGATIVA:
TEMA VIII
La Reforma Laicista de la Educación en todos sus grados.
El planteo de una Escuela sin Religión y sin Tradición.
Descristianización y desarraigo progresivos.
La Reforma Educacional del 80 en nuestro país y la Reforma
Universitaria del 18.
Laicismo y Marxismo en
la formación de las generaciones argentinas y, en particular, en su clase
dirigente actual. Consecuencias para la lucha contra el Comunismo.
El 8 de julio de '1884
se sanciona la ley 1420 de Educación Común. El significado y trascendencia de
su aplicación durante generaciones quedó manifiesto al final del memorable
discurso pronunciado por el doctor Pedro Goyena, durante el debate en la Cámara
de Diputados de la Nación: "Señores: mañana regresaréis a las provincias
que os enviaran a esta Cámara. Allí donde la Fe se conserva, os preguntarán
cuál es el principal trabajo legislativo del año. Hemos descristianizado la
escuela, será la respuesta si prevalece el proyecto de los señores diputados.
Imaginad el efecto de esa noticia en el seno de las familias; y no olvidéis que
en estos asuntos debemos legislar inspirándonos en las tradiciones del pueblo y
sintiendo las palpitaciones de su corazón". Y el proyecto se hizo ley; que
en la práctica se tradujo no sólo en la eliminación de la enseñanza religiosa
sino en la descristianización total de la educación primaria y secundaria; esto
es, en la implantación sistemática de un laicismo integral en las escuelas
públicas; y también en las privadas por la obligada subordinación al molde
oficial, sobre todo, en la enseñanza de la Lengua Castellana, de la Historia
Patria y Universal, de la Moral e Instrucción Cívica, de la Filosofía y
Pedagogía. Desde 1871, con la creación de la Escuela Normal de Paraná, modelo
de las subsiguientes que se extendieron por todo el país, Sarmiento había
iniciado la formación de maestros y profesores argentinos en la mentalidad
laicista y en la ruptura con la Tradición Católica e Hispánica de la Patria. Se
contrataron profesores y maestras norte americanas, protestantes y masones,
para preparar los primeros planteles de educadores argentinos. El presidente
Sarmiento y, en general, los conductores y organizadores de la Nación, creían
servir de este modo a la causa de la Civilización y del Progreso, comprometida
gravemente por nuestro pasado español, oscurantista, retrógrado y bárbaro. En
los Capítulos 13 y 14 de la edición definitiva de BASES de Alberdi, se fija
claramente la política educacional en armonía con la Constitución Nacional que
nos rige desde 1853: "La instrucción, para ser fecunda, ha de contraerse a
ciencias y artes de aplicación a cosas prácticas, a lenguas vivas, a
conocimientos de utilidad material e inmediata. "El idioma inglés como
idioma de la libertad, de la industria y del orden, debe ser aún más
obligatorio que el latín; no debiera darse diploma ni título universitario al
joven que no lo hable... "La industria es el gran medio de moralización. .
. La Inglaterra y los Estados Unidos han llegado a la moralidad religiosa por
la industria; y la España no ha podido llegar a la industria y a la libertad
por la simple devoción... ''Con la revolución americana acabó la acción de la
Europa española en este continente; pero tomó su lugar la acción de la Europa
anglosajona y francesa. Los americanos de hoy somos europeos que hemos cambiado
de maestros; a la iniciativa española ha sucedido la inglesa y la francesa. ..
a la necesidad de gloria ha sucedido la necesidad de provecho y comodidad, y el
heroísmo guerrero no es ya el órgano competente de las necesidades prosaicas
del comercio y de la industria, que constituyen la vida actual de estos
países". Hemos prolongado la cita para que se aprecie debidamente que la
misma idea orientadora ha presidido la constitución del Estado, el Derecho, la
Economía y la Educación nacionales. A la Constitución sin Religión ni
Metafísica debe corresponder un Derecho, una Economía y una Educación sin
Religión ni Metafísica: el Laicismo Integral. En el Capítulo 30, insiste
Alberdi que la misión de la Constitución "es esencialmente económica"
y que tiene un carácter circunstancial. En armonía con este espíritu liberal,
económico y burgués que preside la Constitución del 53, Sarmiento y sus
hermanos masones tenían que plantear una educación nacional con sentido
positivista y utilitario. Una escuela en todos sus grados, sin Religión ni
Metafísica, que espera de los principios de la vida civilizada y progresista:
la Democracia Liberal y la Técnica Científica. José Manuel Estrada y sus
hermanos católicos del 80 denunciaron el sesgo naturalista y utilitario de la
nueva educación ya oficializada: "Es incomparable insania negar el orden
sobrenatural, la Providencia, la inmortalidad del alma, las recompensas y los
castigos futuros... Es atentado derogar el derecho divino quitando a la
Iglesia, y derogar el derecho natural quitando a la familia, sus respectivas
funciones en la educación de la infancia, aniquilando el organismo de la
Sociedad cristiana y subyugándola bajo la presión del Estado de molde cesáreo
en que el poder es todo y nada el hombre" 84 EL LIBERALISMO Y EL PUEBLO, 7 de
julio de 1889.. Para comprender en todo su alcance esta acusación de la
prepotencia totalitaria del Estado jacobino—demo liberal—, hay que tener
presente la población argentina hacia 1890, católica en su casi totalidad,
incluido el aporte inmigratorio en su mayoría italiano y español. Una
insignificante minoría ilustrada y uniformada en las Logias Masónicas, cuya
sustancia doctrinaria es el Laicismo Integral, impuso oficialmente un Derecho
sin Cristo, una Economía sin Cristo y una Escuela sin Cristo a un pueblo
cristiano. Ésta es la verdadera historia patria en los últimos cien años. El
laicismo escolar es la proyección pedagógica de la concepción naturalista y utilitaria
de la vida. El prototipo humano es el buen hombre Ricardo, versión idealizada
de su autor, D. Benjamín Franklin, gran masón, inventor del pararrayos y de la
conocida sentencia burguesa: "el tiempo es dinero". Sarmiento no
vacilaba en sostener que Franklin avanza en moral sobre Jesucristo que ignora
la parte económica de la vida. Y la verdad es que la contemplación y la
donación generosa de sí mismo no logran que el dinero críe más dinero. Pero es
fácil hacer fortuna con trabajo y ahorro, con celo y puntualidad, con castidad
por
economía y con
honestidad por el negocio de la consideración pública. Por esto es que el
máximo promotor del laicismo escolar en nuestra Patria insiste en proponer ese
modelo a la infancia y juventud argentinas: "VIDA DE FKANKLIN. Encomendé a
un amigo la traducción, a fin de popularizar el conocimiento de este hombre
extraordinario, porque sé cuánto bien puede obrar en el pensamiento de los
niños, el ejemplo de sus virtudes y de sus trabajos" 85 RECUERDOS DE
PROVINCIA. . Integrar estas virtudes menores del trabajo y la economía
en las grandes virtudes intelectuales y morales de orden natural y sobrenatural
era una necesidad y una urgencia del Bien Común. No se discute siquiera el
valor de la comodidad, de la seguridad, de la previsión y de la prosperidad
material tanto para el individuo como para la sociedad. No se discute la
importancia de la técnica científica, ni de la industria, ni de la habilidad
para el desarrollo, el bienestar y la defensa de la Nación. Pero se trata de
medios y de bienes instrumentales, cuya consideración nos conduce
necesariamente a preguntarnos por el Fin y el Bien superior que deben servir.
El saber de instrucción y sus verdades para usar están subordinados al saber
formativo y al saber de salvación. La habilidad debe ordenarse a la sabiduría y
el trabajo a la contemplación. La economía ha de ser función de da Justicia y
de la Caridad. El hombre no es un fin en sí, sino que existe para servir a Dios
y al bien del prójimo, la Patria, la familia, sus amigos. Disminuyen las
verdades y los fines cuando la educación nacional en todos sus grados —como en
nuestro caso desde la Ley 1420 y desde la Ley Avellaneda— prescinde de la
Religión v de la Metafísica para limitarse a las ciencias y artes útiles, junto
con las virtudes pequeñoburguesas de la economía. Lo más grave y funesto para
la Patria es que el proceso de descristianización del pueblo argentino obrado por
el laicismo escolar se consuma ahora con la subversión marxista de la
inteligencia y el resentimiento social que se promueve oficialmente desde las
Universidades Nacionales. La Ley Avellaneda sancionada el año 1885 estructura a
la Universidad como un conjunto administrativo de facultades puramente
profesionales. Pero en 1918, al año siguiente de la Revolución Rusa, se impone
en Córdoba, para toda la América Latina la Reforma Universitaria; esto es, el
soviet en la Universidad. A partir de ese momento y en forma progresiva, con
algunas interrupciones y retrocesos, pero firmemente, la Universidad Nacional
se va configurando como el Estado Mayor del Comunismo, en la Guerra
Revolucionaria desencadenada en América Latina... Quiere decir que, en una
primera etapa, el laicismo produjo la descristianización de la Universidad hasta,
reducirla al profesionalismo utilitario. En una segunda etapa, la Reforma
Universitaria del 18 la ha convertido en el vivero del Comunismo. Del servicio
de la burguesía liberal triunfante en el fin del siglo y hasta la Primera
Guerra Mundial, ha pasado a servir al proletariado organizado como clase por el
marxismo para la conquista de la democracia. Nada mejor que citar los
documentos oficiales de la Reforma Universitaria, o la interpretación de sus
protagonistas y sucesores, para comprender el verdadero significado de este
primer triunfo decisivo del Comunismo en la Patria: "...Estamos pisando
sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana. .. La Federación
Universitaria de Córdoba. . . reclama un gobierno estrictamente democrático y
sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el
gobierno propio, radica principalmente en los estudiantes. "'La
juventud... no se equivoca nunca en la elección de sus propios maestros. . .
"Levantar bien alta la llama que está quemando el viejo reducto de la
opresión clerical. En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta Ciudad no se
han presenciado desórdenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de
una verdadera revolución que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los
hombres libres del Continente" SG. Uno de los protagonistas cordobeses de
la Reforma, doctor Deodoro Roca, declaraba en el año 1920: "Los jóvenes
tomaron las Universidades proclamando el derecho a darse sus propios dirigentes
y maestros" Y el dirigente estudiantil cubano, Julio A. Mella, anunciaba
proféticamente hacia 1925: "En el mañana, cuando América no sea lo que hoy
es; cuando la generación que pasa hoy por las universidades sea la generación
directiva, las revoluciones universitarias se considerarán como uno de los
puntos iniciales de la unidad del Continente, y de la gran transformación que
tendrá efecto". El doctor Julio V. González, que fuera uno de los gestores
reformistas en su libro sobre la Universidad, interpreta el movimiento iniciado
en 1918, en estos términos inequívocos: "En nombre de la Reforma
Universitaria, los estudiantes incitaban al pueblo a tomar la Bastilla, a
barrer con las oligarquías, a descubrir las mentiras sociales, a concluir con
los privilegios, a extirpar los dogmas religiosos, a realizar ideales
americanos de renovación social. . . a convertir la Universidad en la Casa del
Pueblo". ". . .La Revolución Rusa surgía como un lucero anunciando la
aurora de un mundo mejor" La Reforma Universitaria inspiró la creación en
el Perú, bajo la dirección de Haya de la Torre, del movimiento marxista APRA
(Alianza Popular Revolucionaria Argentina), con su programa de cinco puntos,
entre los cuales se cuentan: b. Por la unidad política de Indo América. c. Por
la socialización de la tierra y de la industria. En el décimo aniversario de la
Reforma, el dirigente de la FÍJBA, Alberto Ciria, subraya los tres caracteres
esenciales de la acción reformista:
86 MANIFIESTO DE LA JUVENTUD
ARGENTINA DE COUDOBA. del 1 de junio de 1918.
1. Anticlericalismo.
2. Antimilitarismo. 3. Antiimperialismo. Y en vísperas de la entrada triunfal
de Castro en La Habana, recuerda que "Cuba es heredera de una trayectoria
viril en el Movimiento Estudiantil Latinoamericano". El gobierno
tripartito de las Universidades Nacionales —representación igual en los
Consejos Directivos de estudiantes, egresados y profesores—, hoy en plena
vigencia, significa la consagración del soviet universitario. "La Reforma
Universitaria del 18 es la negación y la destrucción de la Universidad
Argentina, por cuanto hace de la Universidad un remedo y una caricatura de la
Ciudad Jacobina. "La Reforma Universitaria del 18 es una adulación de la
juventud. Las Universidades, en cambio, son una exigencia y un rigor para la
juventud. "A los que no saben y deben someterse a la disciplina de
aprender se los reviste con una máscara de fingida autoridad para dirigir y
mandar. Los maestros son, cada vez más, hechuras de los aprendices y todo su
empeño consiste en halagar a los jóvenes. "La libertad de pensamiento deja
de ser la autoridad de la Verdad para convertirse en la libertad ilimitada de
opinión, cuyo verdadero fundamento es el pretendido derecho de la ignorancia d
cualquier problema y a discutirlo todo" 8r. Estas son las fundadas razones
por las cuales se demuestra que la Universidad Nacional en nuestra Patria y en
toda América Latina es el Estado Mayor del Comunismo. Después de 45 años de
Reforma Universitaria, se puede afirmar, sin lugar a dudas, que la clase
dirigente intelectual y los equipos gobernantes en todas las Repúblicas centro
y sudamericanas son marxistas o pro marxistas.
Se comprende que la
Guerra Contrarrevolucionaria de 87 Jordán B. Genta, REHABILITACIÓN DE LA INTELIGENCIA.