jueves, 19 de diciembre de 2019

PREFACIO- DOCTRINA POSITIVA-TEMA 1-DOCTRINA CATOLICA,OCCIDENTAL Y ARGENTINA


PREFACIO

A principios del año 1962 se solicitó mi colaboración para redactar una Doctrina de Guerra Contrarrevolucionaria destinada a la Aeronáutica Militar. Asumí la tarea como un acto de servicio a la Patria, en forma gratuita y dispuesto a prescindir de mi nombre para evitar prevenciones y sobresaltos. El primer folleto con el plan general y el desarrollo de los principios de la Doctrina, incluso el nihil obstat del Arzobispo de Buenos Aires, fue aprobado, publicado y distribuido oficialmente a todo el personal del Arma. Una semana después, la Masonería dio la voz de alarma por medio de uno de sus órganos profanos de prensa. Se produjo la previsible marcha atrás; el folleto fue desaprobado oficialmente y se ordenó la devolución inmediata de todos los ejemplares. A pesar de este contratiempo, resolví continuar el trabajo por considerarlo necesario e imprescindible, tanto para militares como para civiles, dispuestos a batirse por Dios y por la Patria, contra los enemigos y renegados del Occidente Cristiano. Lo que aprendí enseñando durante treinta años se recoge en estas páginas que quieren contribuir a la formación política de una verdadera Milicia que sepa lo que debe defender y lo que debe combatir a muerte. Doctrina Nacionalista y Jerárquica, reconoce que todo depende de la Voluntad de Dios; pero enseña que los hombres deben empeñarse como si todo dependiera exclusivamente de ellos. Es lo que Dios quiere y espera de los suyos; en primer lugar, de la juventud capaz de una heroica fidelidad, dispuesta a mantener el compromiso de los claros varones:
Como León Degrelle "Renuevo mi promesa de intransigencia. Más que nunca iré recto, sin ceder en nada, duro con mi alma, duro con mis deseos, duro con mi juventud".
JORDÁN B. GENTA

INTRODUCCION A LAS PRIMERA Y SEGUNDA EDICIONES
La preparación adecuada y eficiente de los militares argentinos para enfrentar la Guerra Revolucionaria, actualmente en su etapa decisiva en América, requiere una doble disciplina formativa:
1. La Doctrina Positiva que comprende los principios, valores e instituciones fundamentales que se deben afirmar, servir y defender en todos los terrenos teóricos y prácticos. 2. La Doctrina Negativa que ha desencadenado la Guerra Revolucionaria total —el Comunismo—, así como sus antecedentes y aliados ideológicos; su estrategia, táctica y armas dialécticas. Su conocimiento y dominio es indispensable para superarlo en la lucha.
En síntesis: se trata de saber lo que hay que defender y lo que hay que combatir en esta guerra religiosa, mental, moral, política y física, de todo el hombre y de todos los días, de todos los ambientes y en toda la Patria, hasta el triunfo o la derrota totales. Lo primero es formar una conciencia lúcida, firme e inconmovible de la Doctrina Positiva que es la de la Cristiandad o del Occidente Católico y Romano. Saber lo que es definirse cristiano y occidental para evitar confusiones, equívocos y desviaciones ideológicas que quiebran la unidad espiritual y debilitan gravemente nuestro frente. Esas confusiones, equívocos y desviaciones son promovidos o utilizados ampliamente por el enemigo en la propaganda, en la educación y en la acción cultural, en el derecho y en la economía, en la política y en la religión. La concepción doctrinaria del Occidente Católico y Romano —que nosotros llamamos Doctrina Positiva— se desarrollará a través del temario siguiente:
1. Lineamientos esenciales de la Doctrina Católica, Occidental y Argentina.
2. La Fe Católica en la formación de la Civilización y de las Naciones de Occidente.
3. La Filosofía en la Civilización Occidental. Integración de la razón natural y de la Fe sobrenatural en la Filosofía cristiana: San Agustín y Santo Tomás. Filosofía; del Ser y lógica de la identidad con relación al Sentido Común.
4. El Derecho romano. Poder ordenador y asimilador de las civitas.  El Imperio Romano y la expansión del Cristianismo. Integración de la justicia natural en la Caridad sobrenatural para presidir la Ciudad Cristiana.
5. La Patria es la historia verdadera de la Patria. El Imperio Católico y Romano de España: su obra misional y civilizadora en América. El territorio estable y las tradiciones legítimas de nuestra Patria.
6. La Familia Cristiana fundada en el matrimonio indisoluble y en la patria potestad.
7. La Propiedad Privada: posesión y uso. El capital y la extensión de la Propiedad Privada al trabajo productivo. Encíclica MATER ET MAGISTER de Juan XXIII.
8. La Educación cristiana y nacional. La Escuela y la Universidad al servicio de la Verdad y de la Patria.
9. El Estado: organización jurídica de la Soberanía política y gobierno para el Bien Común. El Estado de Derecho y los supremos intereses de una nación católica y occidental. Relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica. Relación del Estado con las Sociedades Intermedias.
10. Las Fuerzas Armadas de la Nación. Su misión específica: La defensa de los valores esenciales y permanentes de la Nación; esto es, de lo que en los Reglamentos Militares se denominan Supremos Intereses de la Nación.
El temario correspondiente a la doctrina anticristiana, antioccidental y anti argentina del Comunismo Marxista —que nosotros llamamos Doctrina Negativa— debe desarrollarse en forma paralela y en contraposición expresa con las posiciones afirmativas. Es el procedimiento didáctico más eficaz para agudizar y agilizar la mente en el sentido crítico y polémico.
1. La Revolución Liberal contra el Orden Católico y Occidental, en sus etapas religiosa, filosófica y política, hasta culminar en la Revolución Social del Comunismo Marxista. El proceso del Liberalismo en la Argentina.
2. La Reforma Protestante y la ruptura de la unidad católica de Occidente. El Libre Examen contra la autoridad de la Verdad y su Cátedra de la unidad.
3. La revolución cartesiana de la filosofía con la teoría de la doble verdad y la separación de la razón y de la Fe. El nuevo punto de partida de la filosofía: idealismo, racionalismo, empirismo, criticismo, panteísmo y nihilismo materialista. Eliminación de la Teología y de la Metafísica del campo de las ciencias. Filosofía del devenir y dialéctica de la contradicción infinita.
4. La Revolución Liberal en la política. Secularización radical del Poder y la sustitución de la Soberanía de Dios por la Soberanía Popular.
El laicismo masónico en la Revolución Francesa. La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano contra sus deberes previos hacia Dios, la Patria y la Familia. El Derecho Liberal contra el Derecho Católico Tradicional en nuestro país.
5. Ruptura Liberal de la Patria con el pasado y su mediatización por la libertad individual. El oscurantismo medieval y la Leyenda negra sobre España. La Ruptura Liberal con el pasado en la Historia Patria: Civilización y Barbarie. La Masonería en la historiografía argentina.
6. Disolución Liberal de la Familia. El matrimonio civil en lugar del Gran Sacramento. El divorcio y la indiscriminación de los hijos. La situación actual de la familia en nuestro Estado de Derecho.
7. El absolutismo de la Propiedad Privada en el derecho liberal y la crítica marxista de la Propiedad Privada, completando su crítica de la Religión y del Estado. Estructura económica de la sociedad y superestructura ideológica: religiosa, filosófica, jurídica, etcétera, en la concepción del Comunismo.
8. La reforma laicista de la Educación en todos sus grados. El planteo de una Escuela sin Religión y sin Tradición. Descristianización y desarraigo progresivo de las naciones occidentales. La reforma educacional del 80 en nuestro país y la Reforma Universitaria del 18: Laicismo y marxismo en la formación de las generaciones argentinas y, en particular, de su clase dirigente actual. Consecuencias para la lucha contra el Comunismo.
9. Concepción Liberal del Estado: Contrato Social, Derechos Individuales y Soberanía Popular. Mediatización del Bien Común por el interés individual, de clase o de partido. El Estado sin Religión no es un Estado neutro sino irreligioso, contra la Religión Católica Apostólica y Romana. Crítica marxista y su planteo utópico de la abolición del Estado en la futura sociedad comunista.
10. Concepción antimilitarista del liberalismo burgués y proletario. Crítica marxista de las Fuerzas Armadas de la Nación como "instrumento pretoriano del Estado al servicio de clase explotadora". Sustitución revolucionaria de las Fuerzas Regulares por las milicias populares.
Tema I
DOCTRINA POSITIVA:
Lineamientos esenciales de la Doctrina Católica, Occidental y Argentina El enfrentamiento eficaz de la Guerra Revolucionaria desatada por el Comunismo nos impone saber, en primer término, qué es lo que nos identifica como occidentales y cristianos. Se trata de adquirir una conciencia lúcida y distinta de los contenidos de valor que son esenciales y permanentes, es decir, que definen a la Cristiandad Occidental o Civilización Occidental. La posesión de la Doctrina Positiva en sus líneas esenciales es el único medio eficiente para combatir y superar el confusionismo ideológico que nos abruma y es como una cortina de humo, a través de la cual avanza impunemente el enemigo dentro de nuestra mente, de nuestros hogares y de nuestra Patria. Tres son los contenidos de valor, los pilares sobre los que se levanta la Civilización Occidental, Cristiana y, por lo tanto, Argentina:
1. La Revelación Cristiana y su Iglesia Católica, Apostólica y Romana.
2. La filosofía griega clásica: Sócrates, Platón y Aristóteles.
3. El Derecho Romano y su Política Arquitectónica.
El primero es de orden sobrenatural, divino. Los otros dos son de orden natural, humano. Vamos a comenzar por los contenidos naturales y humanos, examinando en primer lugar lo que significa la Filosofía en la vida del hombre y de la civilización:
a. La Filosofía Griega Clásica: Sócrates Platón y Aristóteles Filosofía, etimológicamente, quiere decir amor (filo) al saber (sofía). Es la ciencia por excelencia en el orden natural. Y se denominan clásicos Sócrates, Platón y Aristóteles, porque su pensamiento es siempre actual, su magisterio siempre contemporáneo, a pesar de que vivieron entre los siglos V y IV antes de Cristo. Aprendemos a pensar, a definir, a distinguir, a discutir con razones, a dialogar en la verdad, en Platón y Aristóteles. Le debemos a Sócrates la liberación del pensamiento respecto de la sensación V su elevación a la altura del concepto y de la definición. El concepto refiere lo que una cosa es, su esencia fija e inmutable, lo que hace que el agua sea agua; el pan, pan; el vino, vino. La esencia o forma constitutiva de las cosas es la razón de ser, lo que permanece siempre igual a sí mismo, lo que nos permite identificar una cosa con ella misma, a pesar de todos sus cambios sensibles, aparentes. El concepto o definición, por lo mismo que dice la esencia, es único como ella misma; así la definición de hombre afirma que es un animal racional. Hoy y siempre el concepto de hombre será el mismo. En cambio, las opiniones acerca de algo son innumerables, porque la opinión encara un aspecto, el que nos interesa o nos impresiona, de una cosa; y puede haber múltiples enfoques, desde múltiples ángulos, de una misma cosa. Ciencia, para los clásicos del pensamiento, significa conocimiento por las causas o razones de lo que existe. La filosofía es la ciencia por excelencia, la ciencia soberana, porque estudia la causa primera y el fin último de todo lo que existe o puede existir. En el mismo sentido, podemos definir a la filosofía como la ciencia de las esencias y del fin de la existencia. Se la define, también, como la ciencia de la Verdad que el hombre debe servir. Las ciencias empíricas y las ciencias exactas y experimentales que estudian las leyes de los fenómenos físicos se ocupan de verdades que son para usar. La ciencia que estudia lo permanente, lo esencial y lo eterno de los seres y el fin para que existen, culmina en Dios, causa primera y fin último. La razón humana se remonta por la exigencia de encontrar la causa o la razón (el qué, el por qué y el para qué) hasta demostrar la necesidad de una primera razón o causa. Pero libradas a sus solas fuerzas naturales, su razón no le permite acceder a la vida íntima de Dios; lo infinito y trascendente no puede ser abarcado por la razón finita y discursiva del hombre. Tiene que ser Dios mismo que se manifieste y revele al hombre; y esa Revelación se ha manifestado en Jesucristo Nuestro Señor, verdadero Dios y hombre verdadero. Y tiene que ser el mismo Dios que nos infunda la Fe en su Palabra para que podamos entender lo que Dios es en Sí mismo y lo que somos en relación a Dios. De allí que la verdadera Sabiduría necesita de la integración de la razón natural en la Fe sobrenatural, es decir, de la filosofía humana con la Divina Revelación para constituir la Teología Sagrada. Fue la obra de los Padres y Doctores de la Iglesia, de San Agustín y Santo Tomás principalmente. La filosofía no difiere del Sentido Común en sus afirmaciones esenciales; es el mismo Sentido Común reflexivamente asumido. 'Es el Sentido Común reajustado con espíritu crítico. La lógica que se funda en la filosofía es la que rige el discurso por los principios de identidad y de no contradicción. Se comprende que la lógica de la identidad se funda en la filosofía del ser, de las esencias y del fin de la existencia. La filosofía que es pilar del Occidente Cristiano es la ciencia de la eternidad y de lo que es eterno en las cosas. La lógica que define la mentalidad occidental es la lógica de la identidad esencial de lo que existe, esto es, el discurso que concluye que el agua es agua y no es vino; y que el vino es vino y no es agua, a pesar de que el vino contiene agua. Es la lógica que discurre en función de verdades esenciales y de la Verdad Absoluta que comprende a todas las otras.
b. El Poder Político y el Derecho Romano
La vida política de los griegos se circunscribió a la Polis (ciudad); no llegó a tener dimensión imperial hasta Alejandro, pero esa voluntad de dominio no se hizo estable, no se constituyó en imperio. Había que esperar a Roma para que se realizara la primera expansión verdaderamente política, sabiamente organizadora de la autoridad. Esa capacidad inigualada para el mando hizo de una pequeña ciudad el mayor y más durable Imperio conocido hasta entonces. Roma es la organización perfecta del poder político. Hizo cumplir sus leyes hasta en los lugares más remotos. Roma no se impone nunca de inmediato a pueblos que no la aman, ni la comprenden, ni la admiran. Crea primero una colonia romana donde alienta el espíritu de Roma; y es esta colonia la que va realizando la difícil conquista que las legiones sólo podrían iniciar y sostener con las Armas. Tina ciudad bajo la férula de un enemigo victorioso que soporta el despliegue de su poderío, la ostentación de la autoridad, el peso de los impuestos y servicios, no es una ciudad realmente conquistada. Roma sabe muy bien que no es ése el camino de la conquista segura. Su política tiene algo de su arquitectura: la columna romana, firme y rigurosa, puede ser el símbolo de ese pueblo que supo fundar una dominación de doce siglos. Frente a esos pueblos de la antigüedad que establecían con las vencidas relaciones de dominio estricto y que le cerraban a los subyugados el acceso a la dignidad civil, Roma trae un aporte nuevo que explica su expansión territorial y su unidad política.
Lentamente va consintiendo que los hijos de pueblos sojuzgados que han dado pruebas de adhesión y han sabido interpretar el sentido de la paz romana se eleven a la dignidad no sólo de ciudadanos sino incluso a la de miembro de la minoría rectora del Senado. La conquista romana que traza tan rápidamente caminos y rutas, por entre las montañas, hasta las zonas más apartadas, es la conquista realizada no sólo por el genio de un ¡hombre, un conductor genial, sino por el genio de todo un pueblo. ¿Cómo pudo Roma mantener la cohesión y la unidad en tan dilatada extensión y en tan grande variedad de pueblos? Por medio del Derecho. Los romanos llevaban a todas partes el orden, una regla estable de convivencia; y la tranquilidad en ese orden jurídico rígido y preciso: la paz romana. La vigencia del Derecho va eliminando las discordias, y contradicciones internas en los pueblos conquistados; la lengua vernácula va cediendo su lugar a la lengua latina; también van desapareciendo los aspectos más crueles y perversos de las religiones bárbaras. Las etapas de la conquista romana son:
1. La Paz, la tranquilidad en el orden por medio del Derecho.
2. La prosperidad material que es el resultado del orden político.
3. La elevación y riqueza de cultura.
Los pueblos bárbaros (extranjeros) acatan finalmente la ley romana porque los eleva o les suscita la esperanza de otorgarles la ciudadanía romana. El ciudadano romano en cualquier lugar del imperio,, aun en el más remoto, sigue viviendo en Roma —como el inglés de hoy en la City—. El mejor ser de Roma se expresa en esta conquista, cuya divisa no es sólo la del César vencedor: "veni, vidi vid"; ya que después de aquella admirable conquista de las armas, la completaba con la codificación del Derecho.
Claro está que la indiferencia del romano hacia lo que era extraño a su dignidad civil en el propio ámbito tiene su personificación cabal en Poncio Pilato —finalmente se lava las manos—. Además la rigidez, el exceso, las discriminaciones arbitrarias —la condición de la mujer, la esclavitud, la propiedad, la patria potestad, etcétera— son conocidos; pero sus defectos y excesos, incluso las aberraciones propias de su paganidad, no anulan la grandeza ni la validez sustancial del Derecho Romano, fundamento natural de todo Derecho justo de Occidente. Se impone reconocer la capacidad superior y el sentido universal que era menester para legislar sobre un vasto imperio que fue cimentado en la objetividad del Derecho, en función de la Justicia, a pesar de las limitaciones apuntadas. El Código de Justiniano representa la síntesis de toda una larga elaboración jurídica, y es el fundamento del Derecho Positivo de Occidente, porque en él se concretan y legislan las principales instituciones humanas en el orden privado: Familia, Propiedad, Derechos Patrimoniales, dentro de la gran concepción del Municipio y del Estado Romanos. El legado definitivo de Roma al Occidente Cristiano son estos fundamentos del Derecho, en orden a la Justicia natural de carácter ético esencial. El mismo helenismo, la herencia inmortal e inagotable de la Sabiduría Humana, es decir, de la Filosofía Griega proyectada en la contemplación y en la acción, entra en la formación de Occidente a través de Roma. Sin la larga paz romana, conquistada por las Armas y estabilizada por el Derecho, no habría sido posible el medio adecuado, el reposo que exige el estudio de la filosofía de las esencias y del fin de lo que existe, la contemplación de la verdad, la más noble y más pura actividad humana. Reviste importancia decisiva entender que ni las filosofía de Sócrates, Platón y Aristóteles, ni el Derecho de la paz romana, hubieran durado y trascendido en\la Historia Universal sin el Cristianismo que une al concepto de la universalidad política del Imperio la misión divina de la Redención de todos los hombres. La Cristiandad potencia y engrandece cuanto hay de verdadero y justo en la Filosofía Griega; así como cuanto hay de noble y ordenado en la política romana. Y realza la filosofía natural en la Fe Sobrenatural y la justicia humana en la Caridad Sobrenatural. Constantino inicia el Imperio Romano Cristiano cuya codificación es obra de Justiniano. Carlomagno lo restablece y en Carlos Y culmina y se interrumpe su gestión ecuménica, católica, hasta el día de hoy. La dignidad de la persona humana; la igualdad esencial de los hombres; la elevación de la mujer hasta contemplarla en su paradigma: la Santísima Virgen María, Madre de Dios y de Nuestra Patria; el verdadero sentido social de la Propiedad Privada; el origen y la legitimidad del Poder; la necesidad de la Fe para entender en las cosas de Dios y del destino de las almas v de las Naciones; el auxilio de la Gracia para ser libres en el bien; la Caridad de Dios para la perfección de la justicia; todo esto y mucho más es lo que ha significado la integración de la filosofía natural de los griegos y del orden político romano en la Revelación. Cristiana, cuyo fruto es la Civilización Occidental.
c. Proyección Espiritual y Política de la Iglesia Romana Católica de Occidente
El Occidente Cristiano, los Imperios y Estados nacionales Católicos de Europa y América se han construido alrededor de la Iglesia Católica, Apostólica v Romana. El Papa León XIII lo destaca en su encíclica INMORTALE DEI: "Hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los Estados. En aquella época, la eficacia propia de la Sabiduría Cristiana y su virtud divina habían penetrado en las leyes, en las instituciones, en la moral de los pueblos, infiltrándose en todas las clases y relaciones de la Sociedad. La Religión fundada por Jesucristo se veía colocada firmemente en el grado de honor que le corresponde y florecía en todas partes, gracias a la adhesión benébola de los gobernantes y a la tutela legítima de los magistrados. El Sacerdocio y el Imperio vivían unidos en mutua concordia y amistoso consorcio de voluntades. Organizado de este modo, el Estado produjo bienes superiores a toda Esperanza. Si la Europa Cristiana dominó las naciones bárbaras y las hizo pasar de la fiereza a la mansedumbre y de la superstición a la Verdad; si rechazó victoriosa las invasiones musulmanas, si han conservado el cetro de la civilización y se ha mantenido como maestra y guía del mundo en el descubrimiento y en la enseñanza de todo cuanto podía redundar en pro de la cultura humana; si ha procurado a los pueblos el bien de la verdadera libertad en sus más variadas formas; si con una sabia providencia ha creado tan numerosas y heroicas instituciones para aliviar las desgracias de los hombres, no hay que dudarlo: Europa tiene por todo ello una enorme deuda de gratitud con la Religión, en la cual encontró siempre una inspiradora de sus grandes empresas y una eficaz ayuda en sus realizaciones". En conclusión: La Doctrina Positiva del Occidente Cristiano es la que se funda en la Palabra de Dios, cuyo magisterio divino reside en la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, fundada por el mismo Cristo: "Dios instituyó la Doctrina de la Verdad en la Cátedra de la Unidad" 2. No hay, no puede haber otro principio de unidad espiritual y moral para los hombres y las naciones de Occidente, que esa Palabra de Dios y su Cátedra infalible que es la Iglesia Romana. Es menester que nos edifiquemos en la Unidad Verdadera, para no caer en la separación, en la división, en la pluralidad que son principios de negación y de muerte. Y sobre esta roca inmutable que puso el mismo Dios, se potencian, realzan y prestigian en la divina luz, la Filosofía Clásica de los griegos y el Derecho y arquitectura del Poder de los romanos, pilares del Occidente Cristiano. A partir de Cristo, toda elevación humana en la Historia de Occidente se prosigue en y por la Iglesia Católica, que se abre a todos y abraza a todos los hombres de buena voluntad, que son aquellos que hacen la voluntad de Dios.