jueves, 19 de diciembre de 2019

8-¡O CRISTO Y SU IGLESIA CATÓLICA!. . LA ÚNICA SOLUCIÓN.





¡O CRISTO Y SU IGLESIA CATÓLICA!. . LA ÚNICA SOLUCIÓN.

LIBRE EXAMEN Y COMUNISMO
CAPÍTULO VIII

Después de haber examinado la acción desintegradora y el avance arrollador del Comunismo Marxista . . —apenas un siglo de desarrollo y ya parece dominar al mundo entero—, . .  debemos reconocer que toda reacción anticomunista demasiado humana,. . exclusivamente humana, está condenada al fracaso. . .
La experiencia reciente del Fascismo y del Nazismo documenta con su trágico epílogo,. . que no basta el genio de los conductores ni el patriotismo inquebrantable, ni la capacidad de sacrificio de grandes pueblos para enfrentar al Poder Comunista,. . . sostenido por todos los secuaces del Anticristo: Judaísmo, . . Masonería, . . Poder Financiero; es decir, todas las fuerzas reguladoras de las Democracias contemporáneas. . Es que esas magnas reacciones nacionalistas se promovieron sobre los mismos supuestos anti teológicos y anti metafísicos en que se fundan tanto la Democracia Jacobina como el Comunismo Marxista:. . . el Libre Examen y el idealismo filosófico, radicalmente subjetivista e inmanentista.
El Materialismo no se contrapone al Idealismo como una crítica superficial pretende hacernos creer. . . El llamado materialismo francés del siglo 18 que los marxistas reconocen como antecedente del materialismo dialéctico, es una construcción mental sin fundamento en la esencia ni en el orden esencial de la realidad;. .  un esquema idealista, o mejor, ideológico,. . sin más apoyo que la apariencia sensible, el hecho bruto, imponente pero pasajero y mudable, como todo lo accidental. . . El materialismo dialéctico e histórico elaborado por Marx y Engels,. . a pesar de su aparato científico y de su abrumadora ilustración en los hechos sociales, es también una mera ficción ideológica y un verdadero atentado contra la esencia o naturaleza de las cosas. . .
El Libre examen es el origen de todas las variaciones del idealismo moderno,. . incluso materialistas, . . con su posición fiel yo y su libertad como punto de partida, como comienzo absoluto. . .  Lo mismo da que ese idealismo radical se denomine racionalismo o empirismo,. . . idealismo crítico o idealismo absoluto, materialismo abstracto o materialismo dialéctico,. . . historicismo o positivismo, fenomenología de las esencias o de la existencia. Por más diversidad de niveles intelectuales que se registren en estas concepciones anti teológicas y anti metafísicas, . . . en todos los casos nos encontramos con la misma negación de la, trascendencia del ser y de la verdad y, por lo tanto, de Dios; y con la misma exclusión de la fe y de la revelación en lo que se pretende discurso objetivo de la razón. . .Todos parten de la división obrada por el Libre Examen entre la Fe y la Razón; han olvidado o desconocen que la Fe es para entender como enseñaba San Agustín, comentando la sentencia de Isaías. . "Si no creyereis no entenderéis". . Es así que los filósofos y científicos modernos prescinden absolutamente de Dios, de la Santísima Trinidad, de la Encarnación, del Pecado Original, de la Redención, de la Gracia, de la Caridad, de la Iglesia de Cristo y de María, de los Sacramentos, . . . cuando estudian al hombre interior, su obra, su conducta, su vida temporal y su fin último,. .  la sociedad, la política, el derecho, la educación, la economía.  El criterio naturalista sostiene que para entender los problemas humanos, para conocerlos objetiva y científicamente, proyectar sobre ellos la luz de la Fe sería oscurecerlos, confundirlos, subjetivarlos, conforme a un sectarismo incompatible con la seriedad científica. . .  Hasta los católicos han abandonado el Cristocentrismo para caer en el antropocentrismo o naturalismo científico imperantes. . . Hasta los católicos arrastrados por un lamentable conformismo burgués, dividen a Cristo; dividen lo humano de lo divino, lo natural de lo sobrenatural, la libertad de la Gracia, cuando hacen ciencia del hombre, política, educación o cultura. También ellos hacen girar al hombre alrededor del hombre como si fuera su propio sol, para decirlo con una imagen de Marx.
Lo mismo es que se pretenda suprimir la Religión de Cristo o que se le convierta en una cuestión privada; en ambos casos, la Religión se separa de la ciencia, de la Cultura y de la Política,. . . las que fuera de la Fe, se hacen anti religiosas, o más precisamente, anticristianas. Es lo que se llama actualmente, laicismo integral. . .
La Democracia jacobina, liberal, mayoritaria que consagra la soberanía popular en contra de la Realeza política de Cristo,. . . tiene su fundamento idealista o ideológico en el materialismo abstracto, mecanicista, cuantitativo que procede de Descartes,. . . empresario del Libre Examen con su Duda Metódica y padre del idealismo moderno. A favor de la libertad del Yo individual, la Religión de Cristo se reduce a una cuestión estrictamente privada que se ha de plantear y resolver en el fuero de la conciencia y no debe gravitar públicamente para nada en aras de la paz social. . . Así es como el filósofo católico Maritain nos habla de una ciudad democrática "vitalmente cristiana",. . . fundada en el pluralismo religioso. Cristo y su Iglesia Católica, que es todo uno, se encuentran mediatizados por la libertad del individuo y su vigencia social depende de los sufragios de la multitud. . .
Hemos demostrado en el primer capítulo que el comunismo marxista sale de esta democracia jacobina como el fruto de la flor. . . Del mismo modo ocurre que el comunismo marxista tiene su fundamento ideológico en el materialismo dialéctico que procede del materialismo francés del siglo 18. . . En la lógica interna de este proceso, se comprende que al desplazamiento de Cristo hacía la vida privada, siga su completa eliminación de la existencia humana que plantea expresamente el comunismo marxista. . . Aunque contrario en principio a toda religión, el comunismo marxista es implacable en su odio al Catolicismo romano y en un grado apenas menor al ortodoxo ruso;. . . y los combate con virulencia extrema, con saña feroz, incluso favoreciendo creencias "cristianas" vagas, difusas, subjetivas que han disuelto a Cristo y se prestan para con fundir su Santo Nombre. Insistimos, una vez más, que el objetivo final del comunismo marxista es la descristianización absoluta de las almas y de las sociedades;. . . nihilismo puro.
El Nazismo y el Fascismo tenían su filiación ideológica en el idealismo panteísta de Fichte y de Hegel respectivamente. . . En el pensamiento de ambos, . .Cristo y su Iglesia son mediatizados por la Nación o el Estado:. . . "Dios en el mundo" según la expresión de Hegel.
Las fuerzas morales y materiales de la Nación, aún llevadas a la dimensión del sacrificio y del heroísmo, de la donación entera de sí mismo, no son suficientes para dominar y prevalecer sobre las fuerzas diabólicas del nihilismo comunista. . . Y la razón es que sus maestros y sus jefes dejaron de oír la palabra que dice:
"¿Qué tienes que no hayas recibido?" (Corintios).
"¡Sin  Mi  nada  podéis  hacer?" (San  Juan).
El cristianismo sabe que el libre albedrío, la libertad del hombre,. . . no pereció en la naturaleza humana por el pecado de Adán, sino que tiene potencia para el mal;. . . pero para hacer el bien y piadosamente, no tiene potencia si la misma voluntad no fuese liberada por la gracia de Dios y auxiliada en toda obra buena de acción, de palabra y de pensamiento. . . Así que no está en que uno quiera ni en que uno corra» sino en que Dios se compadezca" (Romanos) . . . Así, pues, la ley hace oidores de la justicia y la gracia cumplidores"). . .
Prescindimos aquí de las concesiones y de las transacciones circunstanciales en la práctica,. . . para atenernos estrictamente a las consecuencias necesarias de los principios teóricos que constituyen el punto de partida de una posición filosófica o de un programa político. . .
Cuando Lutero se proclama a sí mismo "Evangelista por la gracia de Dios" y concluye que "ni el Papa, ni un Obispo, ni hombre alguno, tiene el derecho de imponer a un cristiano una sola sílaba sin su consentimiento". . . Cuando Descartes plantea la duda metódica y propone una práctica en lugar de las ciencias especulativas;. . . cuando Rousseau recomienda que para encontrar la Verdad no debemos "atribuir nada al derecho de nacimiento, ni a la autoridad de nuestros padres y pastores;. . . pero sí hemos de someter el examen de la conciencia y de la razón todo cuanto nos enseñaron en la niñez";. . . cuando Marx insiste que es en la práctica donde el hombre debe demostrar la Verdad. . . y que los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo;. . . cuando W. James concluye que "la verdad es una construcción como la salud y riqueza, fabricada en el curso de la experiencia"; . . . cuando Lenín declara que no tienen cura "los que todavía no saben que todos los límites en la naturaleza y en la historia son variables y hasta cierto punto convencionales";. . .  cuando Einstein arguye que "el hombre penetrado de las leyes causales que rigen los acontecimientos,   no puede admitir la idea de un ser interviniendo en la marcha del mundo";    cuando Sartre sentencia que "el hombre es una pasión inútil"; en todos estos alardes de suficiencia humana, resalta la figura del Pecado, esa posición de la propia autonomía,    de la independencia absoluta que es el Libre Examen.    El hombre del pecado, enamorado de su libertad y de su poder, convertido en el avaro que quiere todo para sí,   se lanza a la conquista del Universo para terminar estrellándose contra su nada, contra lo único que es realmente suyo. . . 
Se comprende este resultado inevitable, porque partir del propio yo significa poner la nada como principio.     El desarrollo lógico de ese principio tiene su fin necesario en la nada, ya que el discurso procede de lo mismo a lo mismo.
La dedicación del yo individual o colectivo   —individuo, persona, clase, pueblo, raza, Estado—,    termina en subversión y confusión, en expropiación y exterminio;    esto es, en nihilismo comunista.
Es la nueva Babel que se levanta sobre la anarquía democrática para culminar en el terror bolchevique.    El delirio panteísta del idealismo acaba inexorablemente en materialismo nihilista.
El cristiano no puede renegar impunemente de Cristo y de su Iglesia Romana que es todo uno.    No puede desconocer ni repudiar impunemente a su divino Redentor.
La vida del cristiano, su persona, su ciudad y su civilización,. . . se fueron edificando lentamente alrededor de la Iglesia. . . El hombre caído y contrahecho por el pecado, fue levantando y rehaciendo su humanidad en Cristo; . . adhiriéndose, aferrándose y alimentándose de Cristo. . . Después de mil quinientos años de edificar en la Unidad —integración de la razón en la Fe,. . . de la política en la Religión, de la libertad en la gracia—, . . .la herejía abrió una profunda brecha en las almas y en las naciones del Occidente
cristiano; pudo hacerlo entonces porque poderosos príncipes abrazaron la rebelión de Lutero. . .
La división de Cristo, la negación de la Encarnación y de la acción redentora, que había comenzado a manifestarse en el pensamiento, . . .en la conducta y en la vida temporal del cristiano reformado, no pudo ser contenida por la contra reforma ni por la inmensa obra de restauración disciplinaria que llevó a cabo el Concilio de Trento.  Los  reformadores unidos a los judíos de la Kábala en la negación de Cristo y de su Iglesia,. . . se valieron del Poder Oculto —la Masonería— para penetrar furtivamente en el seno de las naciones católicas de Europa y de sus dominios de ultramar. . . Es así que príncipes,   nobles,   intelectuales,   artistas   y   hasta   sacerdotes fueron seducidos por el espíritu del Anticristo: . . . disminuyeron las verdades y las monarquías que habían hecho la grandeza de las naciones europeas fueron socavadas por sus  propios hijos. . . Lo  mismo ocurrió  en la Rusia Ortodoxa e Imperial, agravado por su Iglesia cismática,. . . aislada e indefensa frente a la prepotencia del Zar reformador.
Todo comienza en la inteligencia, también la revolución comunista. . . ."En el principio existía el verbo... y todo fue hecho por El y se hizo carne para rehacer lo que el pecado había deshecho. . . La negación del Verbo encarnado —la unidad hipostática de lo divino y de lo humano—, . . . es todavía un acto intelectual; un verbo que rechaza a su Creador y Redentor; una libertad demasiado humana que reniega de la verdad para afirmar su derecho de juzgarlo todo, de elegir en todo y de permitírselo todo.
El Libre Examen sutilmente propagado por la Masonería, . . . fue debilitando primero y luego disolviendo a Cristo en el pensamiento de los filósofos y en la política de los príncipes católicos. . .Y por esta pendiente de secularización de la vida humana (laicismo integral), . . .se precipitó la Revolución Francesa que los masones reivindican con razón como obra suya y es la antesala del
Comunismo marxista: . . . la soberanía divina fue sustituida por la soberanía popular.
Lo más grave para el Cuerpo Místico de la Iglesia,. . . inconmovible en su cabeza y en su Cátedra infalible, es esa división de Cristo en la conciencia y en la conducta de muchísimos católicos laicos y de cierto clero desprevenido o aburguesado. . . Dividen el cielo de la tierra, lo sobrenatural de lo natural, la gracia de la libertad, en la filosofía, en las ciencias y en la política; . . .incluso pretenden levantar una nueva cristianidad sobre esa pavorosa impiedad.
Son innumerables los fieles observantes del Culto, de los Sacramentos,. . . de la obediencia a la Jerarquía;. . . pero anti confesionales en filosofía, en ciencias y,. . . sobre todo en política. Aquí el magisterio del Papa no hace mella ni siquiera inquieta a los católicos que claman con los masones, judíos y comunistas: . . . ¡Fuera la Religión de la Política!
Desde hace más de doscientos años los Papas vienen denunciando y previniendo a los fieles contra lo ponzoña masónica;. . . pero estos católicos que limitan a Cristo, arguyen que la Masonería no existe o es inofensiva. . .
Son cristianos en el negocio de la salvación personal y de la vida eterna;. . . pero son judíos en el negocio de la política y de la vida temporal.
Medítese el caso de nuestra Argentina de hoy. La Iglesia Católica reúne impresionantes multitudes en sus actos del Culto, procesiones, misiones, congresos eucarísticos; pero el gobierno republicano y representativo es enteramente izquierdista, laicista y marxista. . . El Catolicismo no tiene representación ni gravitación en la Argentina oficial, regulada por la Masonería desde Caseros.
No influye lo más mínimo en esta constante masónica que el SEÑOR presidente deba ser católico según la Constitución Nacional;. . . ni tampoco el hecho de que no falten nunca ministros
ni legisladores que son católicos en privado,. . . pero se prestan a servir la obligada línea liberal y marxista de la política oficial.
¿Cómo no vamos a ser arrastrados implacablemente hacia el Comunismo,. . . si se entrega el gobierno de la Sociedad a sus aliados y a sus cómplices?
¿Comprenderán algún día los católicos hostiles a la realeza política de Cristo que son los idiotas útiles del Comunismo?
Una comprensión más esclarecida y acabada de la cuestión teológica que está en el fondo del Libre Examen,. . . de la democracia Liberal y del Comunismo ateo, exige demorarnos en la consideración del Pecado Original y del misterio de la Encamación del Verbo que constituyen el eje de la Historia Universal.
El hombre creado a imagen y semejanza de Dios, estaba unido al Creador por la Gracia de la Visión: "en Tu Luz veremos la Luz". Si quería hubiese podido permanecer unido hasta merecer no poder separarse más que es la suma libertad. . . Pero no supo resistir el halago del gran seductor y quiso ser como Dios, separándose de El: así perdió la Visión,. . . desfiguró su imagen y cayó en la desemejanza.
El Pecado Original consistió, pues, en la avaricia de estar sólo, de ser para sí. . .Y la justicia de Dios condenó al hombre a continuar sólo y herido de muerte, rodando en un vivir temporalizado hasta la caducidad inexorable,. . . aferrado a las cosas efímeras que se le entregan para despojarlo finalmente. . .
Pero el Dios justiciero es, a la vez, misericordioso. . . Desde el principio dispuso descender en su Hijo —el Verbo de Dios—, hasta el fondo de la Creación, viniendo en la carne. . . Acaso prefirió al hombre por ser la más ínfima de las inteligencias creadas, tanto que necesita de la materia para existir, obrar y expresarse y porque se compadeció al verlo tan desvalido e impotente en manos del príncipe de este mundo. . . Acaso el buen Dios se propuso también aleccionar en la humildad a las jerarquías angélicas,. . . recordándoles que todo lo que son y valen, les ha sido dado y no sólo para sí mismas.
El Amor de Dios es infinito y lo prodiga en una medida igual al mismo Dios. . . Tan delicado es este Amor que a la criatura que se perdió sin Él, no la salva sin ella (San Agustín). . .
 La separación fue una falta de amor; pero la unión es una plenitud de amor. . .
El trato de honor incomparable del Creador hacia la criatura, se manifestó desde el instante en que Dios solicitó el consentimiento de la Santísima Virgen. . . La Creación entera respondió en el sí de María, . .  excepto el Ángel envidioso que no pudo soportar esa preferencia de Dios por la última de las inteligencias. . . Olvidó su origen y dependencia, negándose a obedecer al último que no había dejado de ser el primero. . .
El Verbo encarnado —verdadero Dios y hombre verdadero—, renovó la alianza entre el Creador y la criatura por medio del Agua, de la Sangre y del Espíritu Santo. La Justicia de Dios se consumó en la Pasión y Muerte de Cristo que saldó la deuda del hombre caído.
Y como en esta vida temporalizada y mortal,. . . persisten las consecuencias penales del Pecado Original, Cristo fundó la Iglesia para que el Verbo permaneciera entre los hombres;. . . para seguir alimentándolos con su propio Cuerpo y llenando con la abundancia de su Amor toda indigencia.
"En Cristo somos, vivimos y nos movemos". . ., dice San Pablo para significar esa Presencia Soberana del Verbo encarnado sobre las flaquezas humanas: potenciando su razón con la Fe,. . . sosteniendo su voluntad con la Esperanza y perfeccionando su justicia con la Caridad.
Así es como el hombre asistido y realzado sobrenaturalmente,. . . fue construyendo su vida, su hogar, su Patria y su Civilización en Cristo Nuestro Señor. Nos lo recuerda León XIII en la Encíclica "Inmortale Dei". . . la influencia de la Sabiduría cristiana y su Virtud divina penetraba en las leyes, en las instituciones, en las costumbres de los pueblos, en todas las categorías y relaciones de la Sociedad Civil. En aquel entonces,. . . la Religión fundada por Jesucristo, instituida sólidamente en el grado de dignidad que le es debida, era floreciente en todas partes,. . . gracias al favor de los príncipes y a la protección legítima de los magistrados. . . En aquel tiempo, el sacerdocio y el imperio estaban unidos entre sí para una feliz concordancia y por la permuta amistosas de sus buenos oficios".
Europa, las naciones del Occidente Cristiano, fueron, pues, obra de la Fe.
Y cuando los reformadores, los filósofos y los príncipes cristianos bajo la seducción satánica del Libre Examen, comenzaron a dividir al Verbo encarnado, separando la doctrina de la Verdad de la Cátedra de la Unidad instituida por el mismo Cristo; cuando la Sabiduría y las virtudes sobrenaturales fueron excluidas de la filosofía, de las ciencias,. . de las leyes,. . de las instituciones y del gobierno de las sociedades, disminuyeron también las verdades,. . . las virtudes y las potestades humanas. Una vez que se permitió sustituir la autoridad divina del Papa por la pretendida suficiencia del juicio de cualquiera, todas las autoridades y jerarquías humanas fueron arrasadas por la crítica y la acción revolucionarias.
Este proceso de descristianización de la humanidad que se viene operando desde la Reforma, se evidencia en el vacío pavoroso que soporta el hombre contemporáneo en su alma y en su ciudad terrenal. Su poder formidable sobre la materia y el espacio exterior, contrasta con su impotencia sobre el espíritu y el espacio interior.
Un rey hacia afuera y un esclavo por dentro, no hacen en verdad más que "una pasión inútil", como dice Sartre.
Es el vacío irremediable que se ha ido haciendo a medida que los cristianos apartaban lo sobrenatural de su conciencia y de su vida; esto es, a medida que dividían lo que es uno en el Verbo Encarnado y lo que la divina Redención ha unido en el hombre, por el vínculo sacramental del Agua, de la Sangre y del Espíritu Santo (San Juan). . . 
La criatura humana sostenida y sobrellevada en su debilidad,. . . por la Fortaleza divina, cuando se suelta cae por debajo de sí misma, con el rostro vuelto hacia las bestias. . . Esto nos explica el auge del evolucionismo naturalista, del transformismo y de otras hipótesis darwinistas en que los "sabios" de la época, se complacen en resaltar el parecido que hemos alcanzado con los irracionales de tanto mirarnos en ellos. . .
Los ídolos, mitos, ideologías y utopías, . .los prodigios y trucos de los magos de la Tecnocracia, no hacen más que ahondar el vacío de la única Palabra y del único Amor que pueden llenar con su abundancia.
El Nihilismo Comunista no es más que la expresión final de ese Vacío, de esa Nada hacía la cual se precipita la criatura humana en su alejamiento de Cristo y de su Iglesia.
No hay, no puede haber salida humana. No queda más que el socorro de María —la Omnipotencia Suplicante—, para mover el Corazón de su divino Hijo hacia nosotros y para que reunidos en El y desde El,. . . podamos remontar la pendiente de dispersión hacia la Unidad alzada sobre las almas y sobre las Naciones.
Las más nobles y puras aspiraciones individuales o colectivas están condenadas al fracaso,. . . porque desviadas del Fin último y trascendente declinan hacia la Avaricia que es la figura del Pecado. . . .Así, por ejemplo, cuando la Nación es erigida en algo absoluto y se pretende resolver la eternidad en su tiempo histórico y la Universidad en su particularidad (subvirtiendo el orden real),. . . la virtud nobilísima del patriotismo degenera en una forma de avaricia que todo lo juzga en vista de su nación y los demás existen para la propia y exclusiva afirmación de ella. . .
No cabe duda de que en los "Discursos a la Nación Alemana" del filósofo idealista Fichte, hay un sentido de heroica grandeza en la exaltación del amor y de la fidelidad a la Patria hasta el sacrificio voluntario y extremo. . .
No se puede dudar tampoco que la educación nacional propuesta por Fichte, . . ha logrado con su invencible obstinación, forjar el carácter alemán sobre el molde previsto en sus Discursos: "es aquel en quien la llama del patriotismo es abrasadora; y que ve en la Nación, la depositaría de la vida eterna, . . sacrificándose gozosamente por ella; sea noble o villano, . . solo existe para esto y así debe sacrificarse". . .
Superar el egoísmo individual que todo lo divide y disgrega, en aras de una entrega lúcida y fervorosa a la Nación,. . es cosa digna de alabanza;. . pero divinizar a la Nación hasta hacer de ella "la vida eterna que dura aquí abajo más allá de la vida terrenal",. . es cosa vituperable porque significa caer en una funesta idolatría y en una ceguera irremediable. . . En lugar del egoísmo individual,. . . el corazón se cierra en un egoísmo colectivo tan avaro de si como el primero. . . No reconoce, ni comprende, no sabe estimar ni respetar a las otras naciones;. . . o yerra gravemente en su discriminación de valores. . .Se propone a sí mismo como una mónada sin ventanas hacia afuera, cuando declara que "todo alemán verdadero debe querer vivir solamente para ser y permanecer alemán y preparar los suyos a lo mismo". . .
En este matiz que hemos subrayado —solamente—, radica toda la cuestión. . . Nada de lo que somos y sabemos, individual o colectivamente, lo hemos recibido para nosotros solos. . . Lo afirmaba Platón en su carta a Arquitas y lo perfecciona el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. . .
En esta exageración, o mejor, exasperación del Nacionalismo alemán;. . en este demasiado humano, está la verdadera razón para nosotros, de su fracaso en la lucha gigantesca que emprendió contra el Poder Comunista y sus aliados judíos y masones.
Hítler buscó entenderse, a todo trance, con los ingleses que padecían su misma avaricia y no soportaban la existencia de una Gran Alemania. . . Y no supo entender ni valorar la grandeza del pueblo ruso,. . . la obra universal y civilizadora realizada por la antigua Rusia Ortodoxa, Monárquica e Imperial. . . Tampoco entendió el significado de los dos millones de rusos blancos que integraron los Ejércitos Alemanes.
Hitler no invadió a Rusia como un libertador, sino como conquistador. . . No pensó en ningún momento en el resurgimiento del antiguo Imperio, sino en la disgregación de las diversas nacionalidades y en la incorporación de Ucrania como granero del Tercer Reich. Provocó así la inevitable y extrema reacción del patriotismo ruso, . . . del nacionalismo ruso contra el invasor extranjero que fue hábilmente aprovechada por Stalin;. . el resultado fue no sólo la derrota, de Alemania, sino la expansión mundial del Comunismo gracias al decisivo apoyo de las grandes Democracias masónicas y plutocráticas.
A pesar de todo, la Nación alemana arrasada, masacrada, ocupada y dividida, no podía perecer en manos de sus implacables vencedores. . No podía perecer porque la Divina  Providencia  le  tiene  reservada  una  gran  misión  ecuménica y libertadora como la espada fiel de Cristo y de su Iglesia Católica, en la lucha contra el Comunismo y sus aliados.
Claro  está  que esa misión no  la  podía  cumplir con   la bandera de un nacionalismo avaro; pero lo hará ahora victoriamente con la bandera de un nacionalismo generoso al servicio de la Cristianidad Católica. .
. Son las proféticas palabras de Pío XI, al finalizar valerosa y tajante Encíclica "Mit Brenender Sorge", condenando los errores teóricos y prácticos del Nazismo, el 14 de marzo de 1937. . .Son las palabras que ya están en plena ejecución, en medio de los prematuros himnos de triunfo de los enemigos de Cristo y de los hombres.
Está próximo el día en el cual "se elevará al Cielo desde los corazones y labios de los fieles, él Te Deum de la libertad, un Te Deum de Acción de gracias al Altísimo, un Te Deum de júbilo, porque el pueblo alemán, . . aún en sus miembros extraviados, habrá encontrado el camino de retorno a la religión, con una fe purificada por el dolor; doblará nuevamente la rodilla ante Jesucristo, el Rey del tiempo y de la eternidad, y se ceñirá para la lucha contra los renegados y destructores del Occidente Cristiano, en unión con todos los hombres honestos de las demás naciones, cumpliendo así la misión que le ha sido señalada en los planes del Eterno".
Y esta nueva Cruzada traerá,. . por fin, la Paz entre los hombres, "porque la Paz verdadera no puede venir sino de Dios; tiene un solo nombre: Pax Christi"; tiene un solo rostro : el que Cristo imprimió. (Juan XXIII, Mensaje de Navidad, 1960).