¡O CRISTO Y SU IGLESIA CATÓLICA!. . LA ÚNICA SOLUCIÓN.
LIBRE EXAMEN Y COMUNISMO
CAPÍTULO VIII
Después
de haber examinado la acción desintegradora y el avance arrollador del
Comunismo Marxista . . —apenas un siglo de desarrollo y ya parece dominar al
mundo entero—, . . debemos reconocer que
toda reacción anticomunista demasiado humana,. . exclusivamente humana, está
condenada al fracaso. . .
La
experiencia reciente del Fascismo y del Nazismo documenta con su trágico
epílogo,. . que no basta el genio de los conductores ni el patriotismo
inquebrantable, ni la capacidad de sacrificio de grandes pueblos para enfrentar
al Poder Comunista,. . . sostenido por todos los secuaces del Anticristo:
Judaísmo, . . Masonería, . . Poder Financiero; es decir, todas las fuerzas
reguladoras de las Democracias contemporáneas. . Es que esas magnas reacciones
nacionalistas se promovieron sobre los mismos supuestos anti teológicos y anti
metafísicos en que se fundan tanto la Democracia Jacobina como el Comunismo
Marxista:. . . el Libre Examen y el idealismo filosófico, radicalmente
subjetivista e inmanentista.
El
Materialismo no se contrapone al Idealismo como una crítica superficial
pretende hacernos creer. . . El llamado materialismo francés del siglo 18 que
los marxistas reconocen como antecedente del materialismo dialéctico, es una
construcción mental sin fundamento en la esencia ni en el orden esencial de la
realidad;. . un esquema idealista, o
mejor, ideológico,. . sin más apoyo que la apariencia sensible, el hecho bruto,
imponente pero pasajero y mudable, como todo lo accidental. . . El materialismo
dialéctico e histórico elaborado por Marx y Engels,. . a pesar de su aparato
científico y de su abrumadora ilustración en los hechos sociales, es también
una mera ficción ideológica y un verdadero atentado contra la esencia o
naturaleza de las cosas. . .
El
Libre examen es el origen de todas las variaciones del idealismo moderno,. .
incluso materialistas, . . con su posición fiel yo y su libertad como punto de
partida, como comienzo absoluto. . . Lo
mismo da que ese idealismo radical se denomine racionalismo o empirismo,. . .
idealismo crítico o idealismo absoluto, materialismo abstracto o materialismo
dialéctico,. . . historicismo o positivismo, fenomenología de las esencias o de
la existencia. Por más diversidad de niveles intelectuales que se registren en
estas concepciones anti teológicas y anti metafísicas, . . . en todos los casos
nos encontramos con la misma negación de la, trascendencia del ser y de la
verdad y, por lo tanto, de Dios; y con la misma exclusión de la fe y de la
revelación en lo que se pretende discurso objetivo de la razón. . .Todos parten
de la división obrada por el Libre Examen entre la Fe y la Razón; han olvidado
o desconocen que la Fe es para entender como enseñaba San Agustín, comentando
la sentencia de Isaías. . "Si no creyereis no entenderéis". . Es así
que los filósofos y científicos modernos prescinden absolutamente de Dios, de
la Santísima Trinidad, de la Encarnación, del Pecado Original, de la Redención,
de la Gracia, de la Caridad, de la Iglesia de Cristo y de María, de los
Sacramentos, . . . cuando estudian al hombre interior, su obra, su conducta, su
vida temporal y su fin último,. . la
sociedad, la política, el derecho, la educación, la economía. El criterio naturalista sostiene que para
entender los problemas humanos, para conocerlos objetiva y científicamente,
proyectar sobre ellos la luz de la Fe sería oscurecerlos, confundirlos,
subjetivarlos, conforme a un sectarismo incompatible con la seriedad
científica. . . Hasta los católicos han
abandonado el Cristocentrismo para caer en el antropocentrismo o naturalismo
científico imperantes. . . Hasta los católicos arrastrados por un lamentable
conformismo burgués, dividen a Cristo; dividen lo humano de lo divino, lo
natural de lo sobrenatural, la libertad de la Gracia, cuando hacen ciencia del
hombre, política, educación o cultura. También ellos hacen girar al hombre
alrededor del hombre como si fuera su propio sol, para decirlo con una imagen
de Marx.
Lo
mismo es que se pretenda suprimir la Religión de Cristo o que se le convierta
en una cuestión privada; en ambos casos, la Religión se separa de la ciencia,
de la Cultura y de la Política,. . . las que fuera de la Fe, se hacen anti
religiosas, o más precisamente, anticristianas. Es lo que se llama actualmente,
laicismo integral. . .
La
Democracia jacobina, liberal, mayoritaria que consagra la soberanía popular en
contra de la Realeza política de Cristo,. . . tiene su fundamento idealista o
ideológico en el materialismo abstracto, mecanicista, cuantitativo que procede
de Descartes,. . . empresario del Libre Examen con su Duda Metódica y padre del
idealismo moderno. A favor de la libertad del Yo individual, la Religión de
Cristo se reduce a una cuestión estrictamente privada que se ha de plantear y
resolver en el fuero de la conciencia y no debe gravitar públicamente para nada
en aras de la paz social. . . Así es como el filósofo católico Maritain nos
habla de una ciudad democrática "vitalmente cristiana",. . . fundada
en el pluralismo religioso. Cristo y su Iglesia Católica, que es todo uno, se
encuentran mediatizados por la libertad del individuo y su vigencia social
depende de los sufragios de la multitud. . .
Hemos
demostrado en el primer capítulo que el comunismo marxista sale de esta
democracia jacobina como el fruto de la flor. . . Del mismo modo ocurre que el
comunismo marxista tiene su fundamento ideológico en el materialismo dialéctico
que procede del materialismo francés del siglo 18. . . En la lógica interna de
este proceso, se comprende que al desplazamiento de Cristo hacía la vida
privada, siga su completa eliminación de la existencia humana que plantea
expresamente el comunismo marxista. . . Aunque contrario en principio a toda
religión, el comunismo marxista es implacable en su odio al Catolicismo romano
y en un grado apenas menor al ortodoxo ruso;. . . y los combate con virulencia
extrema, con saña feroz, incluso favoreciendo creencias "cristianas"
vagas, difusas, subjetivas que han disuelto a Cristo y se prestan para con
fundir su Santo Nombre. Insistimos, una vez más, que el objetivo final del
comunismo marxista es la descristianización absoluta de las almas y de las
sociedades;. . . nihilismo puro.
El
Nazismo y el Fascismo tenían su filiación ideológica en el idealismo panteísta
de Fichte y de Hegel respectivamente. . . En el pensamiento de ambos, . .Cristo
y su Iglesia son mediatizados por la Nación o el Estado:. . . "Dios en el
mundo" según la expresión de Hegel.
Las
fuerzas morales y materiales de la Nación, aún llevadas a la dimensión del
sacrificio y del heroísmo, de la donación entera de sí mismo, no son suficientes
para dominar y prevalecer sobre las fuerzas diabólicas del nihilismo comunista.
. . Y la razón es que sus maestros y sus jefes dejaron de oír la palabra que
dice:
"¿Qué
tienes que no hayas recibido?" (Corintios).
"¡Sin Mi
nada podéis hacer?" (San Juan).
El
cristianismo sabe que el libre albedrío, la libertad del hombre,. . . no
pereció en la naturaleza humana por el pecado de Adán, sino que tiene potencia
para el mal;. . . pero para hacer el bien y piadosamente, no tiene potencia si
la misma voluntad no fuese liberada por la gracia de Dios y auxiliada en toda
obra buena de acción, de palabra y de pensamiento. . . Así que no está en que
uno quiera ni en que uno corra» sino en que Dios se compadezca" (Romanos)
. . . Así, pues, la ley hace oidores de la justicia y la gracia
cumplidores"). . .
Prescindimos
aquí de las concesiones y de las transacciones circunstanciales en la
práctica,. . . para atenernos estrictamente a las consecuencias necesarias de
los principios teóricos que constituyen el punto de partida de una posición
filosófica o de un programa político. . .
Cuando
Lutero se proclama a sí mismo "Evangelista por la gracia de Dios" y
concluye que "ni el Papa, ni un Obispo, ni hombre alguno, tiene el derecho
de imponer a un cristiano una sola sílaba sin su consentimiento". . .
Cuando Descartes plantea la duda metódica y propone una práctica en lugar de
las ciencias especulativas;. . . cuando Rousseau recomienda que para encontrar
la Verdad no debemos "atribuir nada al derecho de nacimiento, ni a la
autoridad de nuestros padres y pastores;. . . pero sí hemos de someter el
examen de la conciencia y de la razón todo cuanto nos enseñaron en la
niñez";. . . cuando Marx insiste que es en la práctica donde el hombre
debe demostrar la Verdad. . . y que los filósofos no han hecho más que
interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo;. . . cuando
W. James concluye que "la verdad es una construcción como la salud y
riqueza, fabricada en el curso de la experiencia"; . . . cuando Lenín
declara que no tienen cura "los que todavía no saben que todos los límites
en la naturaleza y en la historia son variables y hasta cierto punto
convencionales";. . . cuando
Einstein arguye que "el hombre penetrado de las leyes causales que rigen
los acontecimientos, no puede admitir
la idea de un ser interviniendo en la marcha del mundo"; cuando Sartre sentencia que "el hombre
es una pasión inútil"; en todos estos alardes de suficiencia humana,
resalta la figura del Pecado, esa posición de la propia autonomía, de la independencia absoluta que es el
Libre Examen. El hombre del pecado,
enamorado de su libertad y de su poder, convertido en el avaro que quiere todo
para sí, se lanza a la conquista del
Universo para terminar estrellándose contra su nada, contra lo único que es
realmente suyo. . .
Se
comprende este resultado inevitable, porque partir del propio yo significa
poner la nada como principio. El
desarrollo lógico de ese principio tiene su fin necesario en la nada, ya que el
discurso procede de lo mismo a lo mismo.
La
dedicación del yo individual o colectivo
—individuo, persona, clase, pueblo, raza, Estado—, termina en subversión y confusión, en
expropiación y exterminio; esto es, en
nihilismo comunista.
Es
la nueva Babel que se levanta sobre la anarquía democrática para culminar en el
terror bolchevique. El delirio
panteísta del idealismo acaba inexorablemente en materialismo nihilista.
El
cristiano no puede renegar impunemente de Cristo y de su Iglesia Romana que es
todo uno. No puede desconocer ni
repudiar impunemente a su divino Redentor.
La
vida del cristiano, su persona, su ciudad y su civilización,. . . se fueron
edificando lentamente alrededor de la Iglesia. . . El hombre caído y
contrahecho por el pecado, fue levantando y rehaciendo su humanidad en Cristo;
. . adhiriéndose, aferrándose y alimentándose de Cristo. . . Después de mil
quinientos años de edificar en la Unidad —integración de la razón en la Fe,. .
. de la política en la Religión, de la libertad en la gracia—, . . .la herejía
abrió una profunda brecha en las almas y en las naciones del Occidente
cristiano;
pudo hacerlo entonces porque poderosos príncipes abrazaron la rebelión de
Lutero. . .
La
división de Cristo, la negación de la Encarnación y de la acción redentora, que
había comenzado a manifestarse en el pensamiento, . . .en la conducta y en la
vida temporal del cristiano reformado, no pudo ser contenida por la contra
reforma ni por la inmensa obra de restauración disciplinaria que llevó a cabo el
Concilio de Trento. Los reformadores unidos a los judíos de la Kábala
en la negación de Cristo y de su Iglesia,. . . se valieron del Poder Oculto —la
Masonería— para penetrar furtivamente en el seno de las naciones católicas de
Europa y de sus dominios de ultramar. . . Es así que príncipes, nobles,
intelectuales, artistas y
hasta sacerdotes fueron
seducidos por el espíritu del Anticristo: . . . disminuyeron las verdades y las
monarquías que habían hecho la grandeza de las naciones europeas fueron
socavadas por sus propios hijos. . .
Lo mismo ocurrió en la Rusia Ortodoxa e Imperial, agravado por
su Iglesia cismática,. . . aislada e indefensa frente a la prepotencia del Zar
reformador.
Todo
comienza en la inteligencia, también la revolución comunista. . . ."En el
principio existía el verbo... y todo fue hecho por El y se hizo carne para
rehacer lo que el pecado había deshecho. . . La negación del Verbo encarnado
—la unidad hipostática de lo divino y de lo humano—, . . . es todavía un acto
intelectual; un verbo que rechaza a su Creador y Redentor; una libertad
demasiado humana que reniega de la verdad para afirmar su derecho de juzgarlo
todo, de elegir en todo y de permitírselo todo.
El
Libre Examen sutilmente propagado por la Masonería, . . . fue debilitando
primero y luego disolviendo a Cristo en el pensamiento de los filósofos y en la
política de los príncipes católicos. . .Y por esta pendiente de secularización
de la vida humana (laicismo integral), . . .se precipitó la Revolución Francesa
que los masones reivindican con razón como obra suya y es la antesala del
Comunismo
marxista: . . . la soberanía divina fue sustituida por la soberanía popular.
Lo
más grave para el Cuerpo Místico de la Iglesia,. . . inconmovible en su cabeza
y en su Cátedra infalible, es esa división de Cristo en la conciencia y en la
conducta de muchísimos católicos laicos y de cierto clero desprevenido o
aburguesado. . . Dividen el cielo de la tierra, lo sobrenatural de lo natural,
la gracia de la libertad, en la filosofía, en las ciencias y en la política; .
. .incluso pretenden levantar una nueva cristianidad sobre esa pavorosa
impiedad.
Son
innumerables los fieles observantes del Culto, de los Sacramentos,. . . de la
obediencia a la Jerarquía;. . . pero anti confesionales en filosofía, en
ciencias y,. . . sobre todo en política. Aquí el magisterio del Papa no hace
mella ni siquiera inquieta a los católicos que claman con los masones, judíos y
comunistas: . . . ¡Fuera la Religión de la Política!
Desde
hace más de doscientos años los Papas vienen denunciando y previniendo a los
fieles contra lo ponzoña masónica;. . . pero estos católicos que limitan a
Cristo, arguyen que la Masonería no existe o es inofensiva. . .
Son
cristianos en el negocio de la salvación personal y de la vida eterna;. . .
pero son judíos en el negocio de la política y de la vida temporal.
Medítese
el caso de nuestra Argentina de hoy. La Iglesia Católica reúne impresionantes
multitudes en sus actos del Culto, procesiones, misiones, congresos eucarísticos;
pero el gobierno republicano y representativo es enteramente izquierdista,
laicista y marxista. . . El Catolicismo no tiene representación ni gravitación
en la Argentina oficial, regulada por la Masonería desde Caseros.
No
influye lo más mínimo en esta constante masónica que el SEÑOR presidente deba
ser católico según la Constitución Nacional;. . . ni tampoco el hecho de que no
falten nunca ministros
ni
legisladores que son católicos en privado,. . . pero se prestan a servir la
obligada línea liberal y marxista de la política oficial.
¿Cómo
no vamos a ser arrastrados implacablemente hacia el Comunismo,. . . si se
entrega el gobierno de la Sociedad a sus aliados y a sus cómplices?
¿Comprenderán
algún día los católicos hostiles a la realeza política de Cristo que son los
idiotas útiles del Comunismo?
Una
comprensión más esclarecida y acabada de la cuestión teológica que está en el
fondo del Libre Examen,. . . de la democracia Liberal y del Comunismo ateo,
exige demorarnos en la consideración del Pecado Original y del misterio de la
Encamación del Verbo que constituyen el eje de la Historia Universal.
El
hombre creado a imagen y semejanza de Dios, estaba unido al Creador por la
Gracia de la Visión: "en Tu Luz veremos la Luz". Si quería hubiese
podido permanecer unido hasta merecer no poder separarse más que es la suma
libertad. . . Pero no supo resistir el halago del gran seductor y quiso ser
como Dios, separándose de El: así perdió la Visión,. . . desfiguró su imagen y
cayó en la desemejanza.
El
Pecado Original consistió, pues, en la avaricia de estar sólo, de ser para sí.
. .Y la justicia de Dios condenó al hombre a continuar sólo y herido de muerte,
rodando en un vivir temporalizado hasta la caducidad inexorable,. . . aferrado
a las cosas efímeras que se le entregan para despojarlo finalmente. . .
Pero
el Dios justiciero es, a la vez, misericordioso. . . Desde el principio dispuso
descender en su Hijo —el Verbo de Dios—, hasta el fondo de la Creación,
viniendo en la carne. . . Acaso prefirió al hombre por ser la más ínfima de las
inteligencias creadas, tanto que necesita de la materia para existir, obrar y
expresarse y porque se compadeció al verlo tan desvalido e impotente en manos
del príncipe de este mundo. . . Acaso el buen Dios se propuso también
aleccionar en la humildad a las jerarquías angélicas,. . . recordándoles que
todo lo que son y valen, les ha sido dado y no sólo para sí mismas.
El
Amor de Dios es infinito y lo prodiga en una medida igual al mismo Dios. . .
Tan delicado es este Amor que a la criatura que se perdió sin Él, no la salva
sin ella (San Agustín). . .
La separación fue una falta de amor; pero la
unión es una plenitud de amor. . .
El
trato de honor incomparable del Creador hacia la criatura, se manifestó desde
el instante en que Dios solicitó el consentimiento de la Santísima Virgen. . .
La Creación entera respondió en el sí de María, . . excepto el Ángel envidioso que no pudo
soportar esa preferencia de Dios por la última de las inteligencias. . . Olvidó
su origen y dependencia, negándose a obedecer al último que no había dejado de
ser el primero. . .
El
Verbo encarnado —verdadero Dios y hombre verdadero—, renovó la alianza entre el
Creador y la criatura por medio del Agua, de la Sangre y del Espíritu Santo. La
Justicia de Dios se consumó en la Pasión y Muerte de Cristo que saldó la deuda
del hombre caído.
Y
como en esta vida temporalizada y mortal,. . . persisten las consecuencias
penales del Pecado Original, Cristo fundó la Iglesia para que el Verbo
permaneciera entre los hombres;. . . para seguir alimentándolos con su propio
Cuerpo y llenando con la abundancia de su Amor toda indigencia.
"En
Cristo somos, vivimos y nos movemos". . ., dice San Pablo para significar
esa Presencia Soberana del Verbo encarnado sobre las flaquezas humanas:
potenciando su razón con la Fe,. . . sosteniendo su voluntad con la Esperanza y
perfeccionando su justicia con la Caridad.
Así
es como el hombre asistido y realzado sobrenaturalmente,. . . fue construyendo
su vida, su hogar, su Patria y su Civilización en Cristo Nuestro Señor. Nos lo
recuerda León XIII en la Encíclica "Inmortale Dei". . . la influencia
de la Sabiduría cristiana y su Virtud divina penetraba en las leyes, en las
instituciones, en las costumbres de los pueblos, en todas las categorías y
relaciones de la Sociedad Civil. En aquel entonces,. . . la Religión fundada
por Jesucristo, instituida sólidamente en el grado de dignidad que le es
debida, era floreciente en todas partes,. . . gracias al favor de los príncipes
y a la protección legítima de los magistrados. . . En aquel tiempo, el
sacerdocio y el imperio estaban unidos entre sí para una feliz concordancia y
por la permuta amistosas de sus buenos oficios".
Europa,
las naciones del Occidente Cristiano, fueron, pues, obra de la Fe.
Y
cuando los reformadores, los filósofos y los príncipes cristianos bajo la
seducción satánica del Libre Examen, comenzaron a dividir al Verbo encarnado,
separando la doctrina de la Verdad de la Cátedra de la Unidad instituida por el
mismo Cristo; cuando la Sabiduría y las virtudes sobrenaturales fueron
excluidas de la filosofía, de las ciencias,. . de las leyes,. . de las
instituciones y del gobierno de las sociedades, disminuyeron también las
verdades,. . . las virtudes y las potestades humanas. Una vez que se permitió
sustituir la autoridad divina del Papa por la pretendida suficiencia del juicio
de cualquiera, todas las autoridades y jerarquías humanas fueron arrasadas por
la crítica y la acción revolucionarias.
Este
proceso de descristianización de la humanidad que se viene operando desde la
Reforma, se evidencia en el vacío pavoroso que soporta el hombre contemporáneo
en su alma y en su ciudad terrenal. Su poder formidable sobre la materia y el
espacio exterior, contrasta con su impotencia sobre el espíritu y el espacio
interior.
Un
rey hacia afuera y un esclavo por dentro, no hacen en verdad más que "una
pasión inútil", como dice Sartre.
Es
el vacío irremediable que se ha ido haciendo a medida que los cristianos
apartaban lo sobrenatural de su conciencia y de su vida; esto es, a medida que
dividían lo que es uno en el Verbo Encarnado y lo que la divina Redención ha
unido en el hombre, por el vínculo sacramental del Agua, de la Sangre y del
Espíritu Santo (San Juan). . .
La
criatura humana sostenida y sobrellevada en su debilidad,. . . por la Fortaleza
divina, cuando se suelta cae por debajo de sí misma, con el rostro vuelto hacia
las bestias. . . Esto nos explica el auge del evolucionismo naturalista, del
transformismo y de otras hipótesis darwinistas en que los "sabios" de
la época, se complacen en resaltar el parecido que hemos alcanzado con los
irracionales de tanto mirarnos en ellos. . .
Los
ídolos, mitos, ideologías y utopías, . .los prodigios y trucos de los magos de
la Tecnocracia, no hacen más que ahondar el vacío de la única Palabra y del
único Amor que pueden llenar con su abundancia.
El
Nihilismo Comunista no es más que la expresión final de ese Vacío, de esa Nada
hacía la cual se precipita la criatura humana en su alejamiento de Cristo y de
su Iglesia.
No
hay, no puede haber salida humana. No queda más que el socorro de María —la
Omnipotencia Suplicante—, para mover el Corazón de su divino Hijo hacia
nosotros y para que reunidos en El y desde El,. . . podamos remontar la
pendiente de dispersión hacia la Unidad alzada sobre las almas y sobre las
Naciones.
Las
más nobles y puras aspiraciones individuales o colectivas están condenadas al
fracaso,. . . porque desviadas del Fin último y trascendente declinan hacia la
Avaricia que es la figura del Pecado. . . .Así, por ejemplo, cuando la Nación
es erigida en algo absoluto y se pretende resolver la eternidad en su tiempo
histórico y la Universidad en su particularidad (subvirtiendo el orden real),.
. . la virtud nobilísima del patriotismo degenera en una forma de avaricia que
todo lo juzga en vista de su nación y los demás existen para la propia y
exclusiva afirmación de ella. . .
No
cabe duda de que en los "Discursos a la Nación Alemana" del filósofo
idealista Fichte, hay un sentido de heroica grandeza en la exaltación del amor
y de la fidelidad a la Patria hasta el sacrificio voluntario y extremo. . .
No
se puede dudar tampoco que la educación nacional propuesta por Fichte, . . ha
logrado con su invencible obstinación, forjar el carácter alemán sobre el molde
previsto en sus Discursos: "es aquel en quien la llama del patriotismo es
abrasadora; y que ve en la Nación, la depositaría de la vida eterna, . .
sacrificándose gozosamente por ella; sea noble o villano, . . solo existe para
esto y así debe sacrificarse". . .
Superar
el egoísmo individual que todo lo divide y disgrega, en aras de una entrega
lúcida y fervorosa a la Nación,. . es cosa digna de alabanza;. . pero divinizar
a la Nación hasta hacer de ella "la vida eterna que dura aquí abajo más
allá de la vida terrenal",. . es cosa vituperable porque significa caer en
una funesta idolatría y en una ceguera irremediable. . . En lugar del egoísmo
individual,. . . el corazón se cierra en un egoísmo colectivo tan avaro de si
como el primero. . . No reconoce, ni comprende, no sabe estimar ni respetar a
las otras naciones;. . . o yerra gravemente en su discriminación de valores. .
.Se propone a sí mismo como una mónada sin ventanas hacia afuera, cuando
declara que "todo alemán verdadero debe querer vivir solamente para ser y
permanecer alemán y preparar los suyos a lo mismo". . .
En
este matiz que hemos subrayado —solamente—, radica toda la cuestión. . . Nada
de lo que somos y sabemos, individual o colectivamente, lo hemos recibido para
nosotros solos. . . Lo afirmaba Platón en su carta a Arquitas y lo perfecciona
el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. . .
En
esta exageración, o mejor, exasperación del Nacionalismo alemán;. . en este
demasiado humano, está la verdadera razón para nosotros, de su fracaso en la
lucha gigantesca que emprendió contra el Poder Comunista y sus aliados judíos y
masones.
Hítler
buscó entenderse, a todo trance, con los ingleses que padecían su misma
avaricia y no soportaban la existencia de una Gran Alemania. . . Y no supo
entender ni valorar la grandeza del pueblo ruso,. . . la obra universal y
civilizadora realizada por la antigua Rusia Ortodoxa, Monárquica e Imperial. .
. Tampoco entendió el significado de los dos millones de rusos blancos que
integraron los Ejércitos Alemanes.
Hitler
no invadió a Rusia como un libertador, sino como conquistador. . . No pensó en
ningún momento en el resurgimiento del antiguo Imperio, sino en la disgregación
de las diversas nacionalidades y en la incorporación de Ucrania como granero del
Tercer Reich. Provocó así la inevitable y extrema reacción del patriotismo
ruso, . . . del nacionalismo ruso contra el invasor extranjero que fue
hábilmente aprovechada por Stalin;. . el resultado fue no sólo la derrota, de
Alemania, sino la expansión mundial del Comunismo gracias al decisivo apoyo de
las grandes Democracias masónicas y plutocráticas.
A
pesar de todo, la Nación alemana arrasada, masacrada, ocupada y dividida, no
podía perecer en manos de sus implacables vencedores. . No podía perecer porque
la Divina Providencia le
tiene reservada una
gran misión ecuménica y libertadora como la espada fiel
de Cristo y de su Iglesia Católica, en la lucha contra el Comunismo y sus
aliados.
Claro está
que esa misión no la podía
cumplir con la bandera de un
nacionalismo avaro; pero lo hará ahora victoriamente con la bandera de un
nacionalismo generoso al servicio de la Cristianidad Católica. .
.
Son las proféticas palabras de Pío XI, al finalizar valerosa y tajante
Encíclica "Mit Brenender Sorge", condenando los errores teóricos y
prácticos del Nazismo, el 14 de marzo de 1937. . .Son las palabras que ya están
en plena ejecución, en medio de los prematuros himnos de triunfo de los
enemigos de Cristo y de los hombres.
Está
próximo el día en el cual "se elevará al Cielo desde los corazones y
labios de los fieles, él Te Deum de la libertad, un Te Deum de Acción de
gracias al Altísimo, un Te Deum de júbilo, porque el pueblo alemán, . . aún en
sus miembros extraviados, habrá encontrado el camino de retorno a la religión,
con una fe purificada por el dolor; doblará nuevamente la rodilla ante
Jesucristo, el Rey del tiempo y de la eternidad, y se ceñirá para la lucha
contra los renegados y destructores del Occidente Cristiano, en unión con todos
los hombres honestos de las demás naciones, cumpliendo así la misión que le ha
sido señalada en los planes del Eterno".
Y esta nueva Cruzada
traerá,. . por fin, la Paz entre los hombres, "porque la Paz verdadera no
puede venir sino de Dios; tiene un solo nombre: Pax Christi"; tiene un
solo rostro : el que Cristo imprimió. (Juan XXIII, Mensaje de Navidad, 1960).