jueves, 19 de diciembre de 2019

DOCTRINA NEGATIVA-TEMA II -LA REFORMA PROTESTANTE Y +


TEMA II. 
DOCTRINA NEGATIVA:
La Reforma Protestante y la ruptura de la unidad Católica de Occidente. El Libre Examen contra la autoridad de la Verdad y su Cátedra de la Unidad.

Se equivocan gravemente quienes pretenden interpretar al Comunismo como un fenómeno asiático. La verdad es que no procede del Oriente, sino del seno mismo de la Cristiandad Occidental y por obra de cristianos renegados, al menos sus primeros ensayos históricos. El actual predominio judío en la dirección comunista y en la explotación financiera se explica por el proceso de descristianización de las naciones occidentales bajo la acción disgregadora del Libre Examen. Para los cristianos reformadores (Lutero, Calvino, Swinglio) que se rebelaron contra la autoridad de Roma y su cátedra de la Unidad cayendo en la anarquía y en la separación vale la tremenda imputación de San Juan a los judíos: "Estaba en el mundo y el mundo fue hecho por El, pero el mundo no le conoció. Vino a los suyos y los suyos no le recibieron". Después de mil quinientos años de acción redentora y civilizadora de la Iglesia de Cristo, hubo cristianos que la desconocieron, rechazaron e intentaron destruirla. Las gentes y las naciones apartadas del Divino Reformador comenzaron a seguir a los reformadores improvisados, que brotaban como bongos en todas las clases sociales, particularmente en las menos distinguidas y cultivadas, otros tantos "Cristos" demasiado humanos, nivelados en la vulgaridad que osaron confundirse con el único Cristo, verdadero Dios y hombre verdadero... Quiere decir que el Libre Examen es el principio del Comunismo... porque es el principio de la crítica de toda autoridad divina y humana; de la Revolución Permanente contra toda distinción y jerarquía.
En vano pretenderá Descartes frenar a sus discípulos de la duda metódica —fórmula técnica del Libre Examen—, previniéndole que no "apoyaría de ningún modo a esos espíritus turbulentos e inquietos que no siendo llamados ni por nacimiento ni por fortuna al manejo de los negocios públicos no dejan jamás de maquinar alguna nueva fórmula; y si yo imaginara que en este escrito hay algo que me hiciera sospechoso de esta locura, lamentaría mucho que fuese, publicado. Jamás mi designio ha ido más allá de la reforma de mis propios pensamientos" Ocurre que Lutero es precursor tanto de Tomás de Munzer ideólogo del Comunismo anabaptista, como de Renato Descartes, padre de todas las formas del idealismo moderno, incluso del materialismo mecanicista de Rousseau v del materialismo histórico de Marx. El gran humanista español Juan Luis Vives, testigo y comentador de la Revolución Comunista anabaptista de la Baja Alemania, nos ha dejado un esquema del proceso dialéctico que desde el Libre Examen aplicado a la Verdad de la Fe lleva hasta la comunidad de los bienes materiales; un esquema objetivamente válido para todos los ensayos históricos, incluso para explicar la Revolución Comunista Mundial de nuestros días: "En otro tiempo, en Alemania,' las cosas de la piedad estaban de tal suerte constituidas que se mantenían firmes y estables . . . Mas alguien advino que se atrevió a discutir algunas, al principio moderada y medrosamente, muy luego sn rebozo... para negarlas, suprimirlas o rechazarlas, mostrando tanta seguridad como si el objetante hubiese bajado del cielo, conociendo los secretos designios de Dios, o se tratase de coser un zapato o un vestido ... "De las discrepancias de opiniones surgió la discordia de la vida... y entonces, a los que habían suscitado la guerra, en el fementido nombre de la libertad e injustísima igualdad de los inferiores con los superiores, sucedieron los que decretaron, pidieron y eligieron no ya aquella igualdad, sino la comunidad de todos los bienes".
19 DISCURSO DEL MÉTODO., Segunda Parte.
 Con esta síntesis luminosa, inicia Vives su opúsculo acerca DE LA COMUNIDAD DE LOS BIENES, escrito en latín, en la Ciudad de Brujas, donde residía. La revolución comunista de los campesinos alemanes acababa de ser aplastada a sangre y fuego en Münster, Westfalia; ciudad que durante más de un año había soportado un régimen severo de terror, despojo y exterminio, bajo la tiranía de los amigos del pueblo, el panadero Juan Mathys y el sastre Juan de Levden, precursores de Hébert y Saint Just, de Lenin y Trotsky, de Stalin y Khrushchev, de Azaña y Negrín, de Castro y Guevara. El esquema de Vives describe las etapas de un proceso ideológico y político que se ha venido repitiendo en diversos escenarios históricos, con diversas amplitud y duración; pero que se inicia invariablemente con la crítica de la Religión; sigue con la crítica de las jerarquías intelectuales, políticas y sociales, para finalizar con la crítica de la Propiedad Privada y la pretendida implantación de la comunidad de bienes. La Historia Universal documenta la influencia decisiva del Poder Político en la propagación de la verdadera Fe o de falsas creencias: la conversión de Constantino hizo católico al Imperio Romano; la del príncipe Vladimiro hizo católico ortodoxo al Imperio Ruso. Los príncipes alemanes que abrazaron la Reforma afianzaron el protestantismo en sus súbditos; el triunfo político de la Revolución Francesa ha contaminado de laicismo masónico a todas las naciones católicas. .. No entiende absolutamente nada de Comunismo el que no ve que la cuestión fundamental no reside en la economía, ni en la organización social, ni en la política, ni en la filosofía, sino que reside en la Religión; más precisamente, en la negación de Cristo y en la Iglesia Católica que prolonga la Encarnación y la Redención en el tiempo. Tan sólo el enfoque teológico, cristológico, ilumina el trasfondo satánico del Movimiento Comunista y nos da la clave de su expansión arrolladora en las almas y en las naciones cristianas, o mejor, descristianizadas, por el Libre Examen.
El Libre Examen es avaricia intelectual, subjetivismo de la Verdad Teológica, metafísica y moral, suficiencia del propio juicio con desprecio de toda autoridad. En lugar de la ironía socrática que lleva a la conciencia de la propia ignorancia o de la humildad como principio de Sabiduría, el derecho a la duda universal, de juzgar toda palabra divina y humana; el derecho de reservarse exclusivamente para sí, de aceptar o rechazar toda autoridad exterior. La Verdad es una, indivisible, inmutable; idéntica a través de la diversidad de las lenguas, razas, nacionalidades, épocas, idiosincrasias y otras peculiaridades. La Verdad es docente de suyo; por eso Cristo, la Verdad de Dios, es el Maestro. Y sus discípulos para enseñar a las gentes tenían necesidad de que el Maestro instituyera una Cátedra que continuara la unidad v la integridad de su magisterio divino. Esa Cátedra de definición es la roca sobre la cual está edificada su Iglesia. Lutero se rebeló contra la Cátedra de la unidad y su magisterio divino; y en su lugar puso su propio juicio para interpretar la Palabra de Dios; su sentimiento interior v su experiencia personal. Estas son palabras suyas: "Ni el Papa, ni un Obispo, ni hombre alguno, tienen derecho de imponer una sola sílaba al cristiano sin su consentimiento". Y con respecto a la Palabra de Dios, sentencia: "puesto que todos somos sacerdotes no se nos puede negar la facultad de disentir y de juzgar lo justo y lo infinito según la Fe". Así es como la Palabra que es "Camino, Verdad y Vida", se arroja a los perros para ser despedazada por el arbitrio, la ignorancia, el resentimiento y la vulgaridad de los intelectuales y manuales sueltos. Le debemos a Lutero la primera Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, esto es, del Libre Examen aplicado a las cosas de Dios: "Libertad del individuo y derecho de cada cual a guiarse por la experiencia de su propio espíritu". "...Si has recibido la Palabra por la Fe, considera cumplidos todos los preceptos y considérate a ti mismo libre de todo". "... todos los sacramentos quedan entregados a tu libertad personal. ..". En lugar del Papa legítimo, sucesor de Pedro, se autoproclaman el papa Lutero, el papa Münzer, el papa Swinglio, el papa Calvino y tantos otros papas cuantos se sienten inspirados y llamados de lo alto. El Libre Examen es, pues, el origen de esta horrenda confusión de Cristo y de la autoridad delegada por El, con cada uno de los innumerables cristianismos particulares (sectas protestantes) que se propagaran por las naciones occidentales, provocando la quiebra de su unidad espiritual, la separación y la subversión. En lugar del hombre viejo, renovado por la sangre de Jesucristo y por la Gracia santificante, el hombre del pecado, enceguecido y enamorado de su libertad y de su poder, que se finge en estado de salud original (bondad natural), con un buen sentido ilimitado y una libertad enteramente dueña de sus actos y capaz de osarlo todo. Lutero es precursor de este hombre nuevo de los tiempos modernos, con su famosa tesis de la justificación por la sola Fe, sin las obras. En el siglo XVIII, llamado de las Luces, se completa la imagen del hombre nuevo, enteramente ficticio y prefabricado: sus rasgos distintivos son:
1. Suficiencia del juicio individual, conforme a la tesis cartesiana de que "el buen sentido es la cosa mejor repartida del mundo". 2. La bondad natural que encubre la cínica exaltación del egoísmo, simulando que siempre "son rectos los primeros movimientos de la naturaleza" 20. 3. La igualdad completa de todos los hombres que por "ley son tan iguales como los animales de cada especie" 21. 4. El Progreso indefinido, sin fin, de la humanidad hacia la súper humanidad.
20 Rousseau. 21 Rousseau.

He aquí la ficción del hombre nuevo que es el supuesto de todas las ciencias de la conducta que se elaboran desde hace dos siglos: ética, psicología, política, ciencias sociales y jurídicas, pedagogía, economía e historia. Son ciencias de la realidad humana que desconocen el Pecado Original y sus consecuencias penales, así como la Divina Redención y la acción de la Gracia sobrenatural. Todas ellas planteadas sobre una falsa conciencia de sí mismo en el hombre que adultera casi toda la literatura y la cultura de nuestros días. En la perspectiva de la Nueva Ciencia de este Hombre Nuevo, la historia de las sociedades "no descubren otra cosa que la violencia de los poderosos y la opresión de los débiles" 22; o "La historia de cualquier sociedad hasta, nuestros días es la historia de la lucha de clases. . . opresores y oprimidos, en oposición constante"23. Se advierte la coincidencia absoluta de Rousseau, doctrinario de la Democracia del Número, de la voluntad popular, con Marx, doctrinario del Comunismo Ateo y Materialista. Rousseau nos ha dejado en EL CONTRATO SOCIAL las bases de esa constitución civil o estructura jurídica de la democracia abstracta, mecánica y mayoritaria. El MANTFIESTO COMUNISTA de Marx y Engels, publicado en 1848, no es otra cosa que el plan ejecutivo de la Democracia Jacobina y así lo declara expresamente: "El primer paso de la revolución obrera es la constitución del proletariado en clase dominante, la conquista de la democracia. "El proletariado se valdrá de su dominación política para despojar a la burguesía de todo capital, para centralizar todos los medios de producción en manos del Estado. "Es obvio que la democracia basada en el sufragio universal o soberanía popular es el medio eficaz para promover la subversión legal". El Comunismo está llegando visiblemente al poder en
22 Rousseau. 23 Marx.
nuestra Patria por la vía pacífica de los comicios libre y garantizado. Conviene que el lector medite acerca de la estrecha vinculación que existe entre Liberalismo, Protestantismo y Comunismo, a través de este texto de Luis Blanc en su HISTORIA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA. "El individualismo que inauguró Lutero se ha desarrollado con una fuerza irresistible, y desprendido del elemento religioso ha triunfado en Francia —y también en nuestra Argentina—; con los publicistas de la Constituyente rige en el presente y es el alma de las cosas". La Reforma protestante quebró la unidad espiritual v moral de las Naciones del Occidente Cristiano. El Libre Examen con su dialéctica de la contradicción infinita ha promovido todas las divisiones, oposiciones y subversiones en el orden nacional e internacional. Frente al avance arrollador del Comunismo monolítico —que tiene la unidad, la cohesión y la fuerza satánicas de la negación— no queda más que la única fórmula vital de nuestro tiempo, la única divisa que tiene la nitidez de una afirmación soberana: Occidente, o mejor lo que queda del Occidente Cristiano, y nuestra Patria en primer término, deben volver a la Fe Católica, al Orden Católico, a la unidad católica de la política. De lo contrario, van a perecer irremisiblemente, inexorablemente.