“Aspiro a ser diputado”
Por:
ROBERTO ARLT (1940)
Se ruega, para una mejor comprensión del texto, cambiar la palabra diputado por
presidente/vicepresidente
“Aspiro a ser diputado, porque aspiro a robar en grande y a “acomodarme” mejor.
Mi finalidad no es salvar al país de la ruina en la que lo han hundido
las anteriores administraciones de compinches sinvergüenzas; no
señores, no es ese mi elemental propósito, sino que, íntima y
ardorosamente, deseo contribuir al saqueo con que se vacían
las arcas del estado, aspiración noble que ustedes tienen que comprender es la más intensa y efectiva que guarda el
corazón de todo hombre que se presenta a candidato a diputado.
Robar no es fácil, señores. Para robar se necesitan determinadas condiciones que creo no tienen mis rivales.
Ante todo, se neces
“Aspiro a ser diputado”
Por:
ROBERTO ARLT (1940)
Se ruega, para una mejor comprensión del texto, cambiar la palabra diputado por
presidente/vicepresidente
“Aspiro a ser diputado, porque aspiro a robar en grande y a “acomodarme” mejor.
Mi finalidad no es salvar al país de la ruina en la que lo han hundido
las anteriores administraciones de compinches sinvergüenzas; no
señores, no es ese mi elemental propósito, sino que, íntima y
ardorosamente, deseo contribuir al saqueo con que se vacían
las arcas del estado, aspiración noble que ustedes tienen que comprender es la más intensa y efectiva que guarda el
corazón de todo hombre que se presenta a candidato a diputado.
Robar no es fácil, señores. Para robar se necesitan determinadas condiciones que creo no tienen mis rivales.
Ante todo, se necesita ser un cínico perfecto, y yo lo soy,
no lo duden señores”.
“En segundo término,
se necesita ser un traidor,
y yo también lo soy, señores. Saber venderse oportunamente, no
desvergonzadamente, sino “evolutivamente”. Me permito el lujo de
inventar el término que será un sustitutivo de traición,
sobre todo necesario en estos tiempos en que vender el país al mejor postor es un trabajo arduo e ímprobo,
porque tengo entendido, caballeros, que nuestra posición, es decir, la
posición del país no encuentra postor ni por un plato de lentejas,
créanlo...
Abarquen la magnitud de mi sacrificio y se darán cuenta de que soy un perfecto candidato a diputado”.
“Cierto
es que quiero robar, pero ¿quién no quiere robar? Díganme ustedes quién
es el desfachatado que en estos momentos de confusión no quiere robar.
Si
ese hombre honrado existe, yo me dejo crucificar. Mis colegas también quieren robar, es cierto, pero no saben robar.
Venderán al país por una bicoca, y eso es injusto.
Yo venderé a mi patria, pero bien vendida. Ustedes saben que las arcas
del estado están enjutas,
es decir, que no tienen un mal cobre para satisfacer la deuda externa;
pues bien, remataré al país en cien mensualidades, de Ushuaia hasta el
Chaco Boliviano, y no sólo traficaré al estado, sino que me acomodaré
con comerciantes, con falsificadores de alimentos,
con concesionarios; adquiriré armas inofensivas para el estado lo cual
es un medio más eficaz de evitar la guerra que teniendo armas de
ofensiva efectiva,
le regatearé el pienso al caballo del comisario y el bodrio al habitante de la cárcel, y carteles, impuestos a las
moscas y a los perros, ladrillos y adoquines”.
¡Lo
que no robaré yo, señores! ¿qué es lo que no robaré?, díganme ustedes. Y
si ustedes son capaces de enumerarme una sola materia en la cual yo no
sea
capaz de robar, renuncio ipso facto a mi candidatura.
Piénsenlo
aunque sea un minuto, señores ciudadanos. Piénsenlo. Yo he robado. Soy
un ladrón, y si ustedes no creen en mi palabra, vayan al Departamento de
Policía y consulten mi prontuario.
……………………………………….
“Señores, si no me creen, vayan al Departamento de Policía…
verán
ustedes que yo soy el único entre todos esos hipócritas que quieren
salvar al país, absolutamente el único que
puede rematar la última pulgada de tierra argentina. Incluso, me
propongo vender el congreso e instalar un conventillo o casa de
departamentos en el palacio de justicia, porque si yo ando en libertad
es que no hay justicia, señores”.
Sacado del artículo: "LA VIGENCIA ATERRADORA DE ROBERTO ARLT"
Por: HERNÁN ANDRÉS KRUSE
Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.
ita ser un cínico perfecto, y yo lo soy,
no lo duden señores”.
“En segundo término,
se necesita ser un traidor,
y yo también lo soy, señores. Saber venderse oportunamente, no
desvergonzadamente, sino “evolutivamente”. Me permito el lujo de
inventar el término que será un sustitutivo de traición,
sobre todo necesario en estos tiempos en que vender el país al mejor postor es un trabajo arduo e ímprobo,
porque tengo entendido, caballeros, que nuestra posición, es decir, la
posición del país no encuentra postor ni por un plato de lentejas,
créanlo...
Abarquen la magnitud de mi sacrificio y se darán cuenta de que soy un perfecto candidato a diputado”.
“Cierto
es que quiero robar, pero ¿quién no quiere robar? Díganme ustedes quién
es el desfachatado que en estos momentos de confusión no quiere robar.
Si
ese hombre honrado existe, yo me dejo crucificar. Mis colegas también quieren robar, es cierto, pero no saben robar.
Venderán al país por una bicoca, y eso es injusto.
Yo venderé a mi patria, pero bien vendida. Ustedes saben que las arcas
del estado están enjutas,
es decir, que no tienen un mal cobre para satisfacer la deuda externa;
pues bien, remataré al país en cien mensualidades, de Ushuaia hasta el
Chaco Boliviano, y no sólo traficaré al estado, sino que me acomodaré
con comerciantes, con falsificadores de alimentos,
con concesionarios; adquiriré armas inofensivas para el estado lo cual
es un medio más eficaz de evitar la guerra que teniendo armas de
ofensiva efectiva,
le regatearé el pienso al caballo del comisario y el bodrio al habitante de la cárcel, y carteles, impuestos a las
moscas y a los perros, ladrillos y adoquines”.
¡Lo
que no robaré yo, señores! ¿qué es lo que no robaré?, díganme ustedes. Y
si ustedes son capaces de enumerarme una sola materia en la cual yo no
sea
capaz de robar, renuncio ipso facto a mi candidatura.
Piénsenlo
aunque sea un minuto, señores ciudadanos. Piénsenlo. Yo he robado. Soy
un ladrón, y si ustedes no creen en mi palabra, vayan al Departamento de
Policía y consulten mi prontuario.
……………………………………….
“Señores, si no me creen, vayan al Departamento de Policía…
verán
ustedes que yo soy el único entre todos esos hipócritas que quieren
salvar al país, absolutamente el único que
puede rematar la última pulgada de tierra argentina. Incluso, me
propongo vender el congreso e instalar un conventillo o casa de
departamentos en el palacio de justicia, porque si yo ando en libertad
es que no hay justicia, señores”.
Sacado del artículo: "LA VIGENCIA ATERRADORA DE ROBERTO ARLT"
Por: HERNÁN ANDRÉS KRUSE
Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.
|
|